♪ (música) ♪
[Alex] En economía
seguramente escucharán mucho
la palabra «marginal»:
beneficio marginal,
costo marginal
ingreso marginal...
la lista continúa y continúa.
Entonces, ¿qué es
el razonamiento marginal?
¿Y por qué es importante?
Marginal simplemente significa
un poquito más o un poquito menos.
Imaginen que están viendo una película
y que no pueden oír el diálogo.
Entonces, aumentas el volumen un poco.
[voces proveniente de una película]
¿Qué tan alto debería ser?
Bueno, esa es una pregunta
que se refiere a la comparación
del beneficio marginal
con el costo marginal
de aumentar el volumen.
El primer tramo hacia arriba
suena bien.
Con el primer incremento se puede oir
lo que los actores dicen.
[voces que se oyen más claras]
Entonces, incrememntan el volumen
un nivel más alto .
[voces más fuertes]
Las bocinas se están oyendo
un poco odistorsiondas, pero aun así lo prefieren.
[voces con volumen muy alto]
Suben el volumen un poco más.
[explosión sonora]
¡Ay no!
Ahora hay una escena de acción.
¡Está demasiado alto!
¡No quieren despertar
a sus compañeros de cuarto!
Así que, disminuyen un poco el volumen.
[voces más suaves]
Continúan haciendo esto
realizan ajustes marginales
hacia arriba y hacia abajo
y comparan el beneficio marginal
con el costo marginal
en cada paso del proceso.
El razonamiento marginal es comparar
el beneficio de la siguiente
decisión con su costo.
Noten que el razonamiento marginal
es un método, o forma, de llegar
a una decisión óptima,
o a la mejor decisión.
Si les preguntara por el mejor volumen
para ver a una película,
tendría problemas para contestar.
Pero, si siguen pensando
y actuando marginalmente
llegarán a un punto
donde los beneficios marginales son
iguales a los costos marginales;
eso es lo óptimo.
Así pues, el razonamiento marginal es
una forma de buscar
y encontrar una respuesta
a un problema que, de otra manera,
sería bastante difícil encontrar.
El razonamiento marginal también les dice
otra cosa importante:
aquello sobre lo que no hay qué pensar.
Imagínense que tienen
una pequeña tienda de ropa,
y creen que la moda de los años 70
está a punto de resurgir.
¡Recuerdo esos tiempos!
♪ (música) ♪
Entonces, se llevan un cargamento
de 100 pares de jeans de corte de campana.
Digamos que pagaron $75
por cada uno.
Le ponen un precio de $100
a los jeans,
un precio que cubrirá los costos,
incluyendo la renta y los salarios.
Pero, desafortunadamente,
los jeans no se venden.
- [voz cómica] ¿Qué?
- ¿Qué hacen?
Piensas en reducir el precio,
pero el contador les dice
que si lo reducen por debajo de $100
es seguro que pierdan dinero.
[grito]
Afortunadmante, cursaron
una buena clase de economía
en la preparatoria o la universidad
así que recuerdan
que lo que pagaron por los jeans
es irrelevante;
eso es un costo hundido.
Lo que importa ahora es
comparar los beneficios marginales
y los costos marginales de sus opciones.
Una opción sería guardar
los jeans y esperar,
esperar que el estilo vuelva algún día.
Tal vez puedan obtener $100
por cada par en el futuro,
pero no obtendrán dinero en el presente
y tendrán que pagar
por el almacenamiento.
La otra opción es rebajar los precios
y venderlos todos ya por $50 cada uno.
Eso les permitiría vaciar el inventario
e invertir en otra cosa.
Escogen la segunda opción
e invierten en la moda más reciente:
¡los calentadores de piernas!
Sé que todo esto suena sencillo,
pero, de hecho, incluso
los comercientes más experimentados
se enfoca demasiado
en lo que pagaron por un artículo
y no lo suficiente
en las mejores opciones del presente.
Esto se llama costo hundido,
o la falacia del costo fijo.
De hecho, puse inadvertidamente un ejemplo
de esta falacia justo en sus narices.
¿Lo entendieron?
Antes, dije que el precio
que le pusieron a los jeans fue de $100,
un precio que cubriría sus costos,
incluso la renta y los salarios.
Pero eso también está mal.
Si los jeans con corte de campana tuviesen
una gran demanda, por ejemplo,
entonces, deberían ponerles
un precio por encima de los $100.
Lo que pagaron por los jeans
es irrelevante,
ya sea que la decisión
que tomaron haya sido mala o buena.
La gente es víctima de este tipo
de error todo el tiempo,
especialmente se aferran
a los errores del pasado.
Tal vez les han dicho:
«No hay que darse por vencido».
Bien, pues, sigue el consejo
de un economista.
Algunas veces darse por vencido es
lo más inteligente que se pude hacer.
¿Acaso la película
que están viendo es aburrida?
Bueno, comprar el boleto fue
una mala decisión.
Pero ese ya es un costo hundido.
No hechen la soga detrás del caldero.
¡Sálganse!
A nadie le gusta admitir
que tomó una mala decisión
y por eso mantienen
malas relaciones,
malos negocios y carreras equivocadas
y esperan, esperan que las cosas cambien
y demuestren que las decisiones del pasado
no fueron tan malas después de todo.
Un economista diría:
«Ignora lo que no puedes cambiar.
Ignora el pasado;
enfócate en el futuro».
Vamos a resumir
el razonamiento marginal.
Primero, piensen en términos
de un poco más
o un poco menos
y continúa hasta que lleguen a un punto
en el que los beneficios marginales
se igualen a los costos marginales.
Ese es el punto óptimo.
Segundo, cuando elijan una opción,
piensen solo
en los costos y los beneficios
que cambian con esa opción.
Ignoren los costos hundidos.
El pensamiento marginal
es útil,
y no solo para las clases de Economía.
Pero si impartes una clase de Economía,
mira nuestro módulo uno gratuito
que incorpora a este video.
Prometo que el beneficio marginal
excederá el costo marginal.
Y si están listos para autoevaluarse,
échenle un vistazo a los ejercicios.
Finalmente, si están listos
para aprender más sobre microeconomía,
hagán clic en el siguiente video.
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