Para la meditación de las piedritas tratamos de encontrar un lugar tranquilo. Un lugar en calma, donde podamos estar en paz. Puede ser en un bosque como este, o una habitación tranquila en nuestra casa Y quizás podriamos sentarnos con algunos otros jóvenes o quizás uno o dos adultos, que puedan ayudar a compartir la práctica con nosotros. Nos agrada tener un pequeño estuche para nuestras piedritas. Este es uno que vino desde India. Y dentro del estuche tenemos cuatro piedritas Y tomamos las piedritas y las ponemos en el suelo en nuestro lado izquierdo, y podemos comenzar a volver a nuestra respiración. Y disfrutar profundamente el estar presentes. Ahora, con nuestra mano izquierda podemos tomar la primera piedrita. Esta piedrita representa una flor. Y podemos colocarla en nuestra mano derecha y practicamos la inhalación y la exhalación, y quizás quieras decir: Inhalo, soy una flor. Exhalo, me siento fresco. Entonces, al inhalar somos como una flor, en el jardín de la humanidad. Cuando estamos realmente presentes estamos frescos, nos sentimos alegres por dentro. No hay enojo o irritación. Así que podemos cerrar nuestra mano derecha en la piedrita flor. Y dejamos que la energía de la frescura entre. Cerramos nuestros ojos. Inhalo, me siento fresco como una flor. Dentro, soy una flor, Fuera, fresco. Y luego podemos colocar la piedrita flor a nuestra derecha. De inmediato nos sentimos más livianos y más felices. Luego observo y veo la segunda piedrita y tiene la forma de una montaña, entonces, esta es la piedrita montaña. Ahora nosotros, como con la flor podemos tocar la solidez dentro de nosotros que es una cualidad de la montaña. Entonces nosotros tenemos la piedrita en nuestra mano derecha y podemos sostenerla ahí, podemos cerrar nuestros ojos y decir: Inspiro, soy una montaña. Espiro, me siento sólido como una montaña. Dentro, montaña. Fuera, sólido. Cuando tocamos la montaña interna sentimos que nada nos puede derribar. Nos sentimos muy estables. Cualquier emoción que venga no nos puede derribar solo nos mecemos y volvemos a nuestra raíz como una montaña sólida. Como la tierra que contiene las rocas manteniendo la montaña, incluso en el medio de una tormenta, muy estable. Luego, colocamos la segunda piedrita abajo, la piedrita montaña. Podemos tocar otra vez, la frescura de la flor, y ahora la solidez de la montaña. Luego, nos inclinamos y tomamos la tercera piedrita, la que es agua. Y cuando el agua está quieta, refleja las cosas tal como son. Es como cuando vemos un lago de montaña muy calmo y somos capaces de mirar muy en lo profundo del agua y podemos ver todos los peces y las piedras que hay ahí abajo. y también podemos ver el reflejo de las montañas y del cielo arriba. Entonces, cuando nuestra mente está calma, podemos ser como el agua del lago de montaña. Así que, pongo la piedrita en mi mano derecha y digo: Inspiro, soy agua. Espiro, reflejo las cosas tal cual son. Dentro, lago de montaña. Fuera, reflejo. Cuando nuestra mente está calma, podemos ver nuestra tristeza, nuestro júbilo, nuestra alegría, tal como podemos ver profundamente en el agua clara. Coloco la piedrita agua a mi derecha. Otra vez siento que la naturaleza de la flor me hace sentir fresco . La montaña me hace sentir sólido. Y el agua que es mi mente calma, reflejando las cosas tal como son. La última piedrita que tomo con mi mano izquierda es el espacio. Y el espacio representa la libertad. Cuando soy libre, soy verdaderamente feliz. Me gustaría respirar, y sentir el espacio dentro de mí. sin ser detenido por nada. El espacio no me limita, le permite a mi mente ser abierta y amplia, como el cielo. Cierro mi mano en la piedrita espacio. Inspiro, me veo a mí mismo como espacio. Espirando, me siento libre. Dentro, Espacio. Fuera, Libre. Y luego, puedo colocar la piedrita abajo en mi lado derecho. En los momentos en los que me sienta enojado o irritado puedo tomar la piedrita flor, y solo ponerla en mi mano, y tocar esa frescura de flor dentro de mi. Si me siento atemorizado o inquieto, puedo tomar la piedrita montaña, sostenerla en mi mano, y tocar la solidez. Si mi miente no está clara, si tengo demasiadas emociones emergiendo, puedo tomar la piedrita agua y sostenerla en mi mano. Mi mente se calma, puede reflejar todas las cosas. Veo claramente lo que está sucediendo en mi mente. Mi tristeza, mi júbilo, todo. Y cuando siento que no puedo realizar lo que deseo, atrapado, aburrido. Puedo tomar la piedrita espacio, sostenerla en mi mano, y súbitamente, toco la libertad. Y siento gran felicidad. Puedes llevarlas en un estuche dondequiera que vayas, y todo el temor, la ira, la tristeza, pueden ser transformadas en alegría, felicidad y libertad. Esa es la meditación de las piedritas.