Buenas noches. Perdona, que se me ha hecho un poquito tarde, joder. Soy Serafín. Ya creíamos que no venía. ¿Trae el dinero? Sí hombre, cómo no. - Vaya, vaya contando. - No se preocupe y siéntese, por favor. Muy bien, señores, las cantidades son correctas. Cada uno aporta 15 millones y hay un porcentaje para la casa. Es decir, el ganador se lleva 60 millones. ¿Conocen las reglas? ¡Quién no conoce la Tortilla Rusa! Alem, por favor. Bien, en el plato de la derecha tenemos un ejemplar de la deliciosa seta "amanita caesarea", o llema de huevo. Y a la izquierda tenemos cuatro ejemplares de la "amanita faloides" o cicuta verde, mortal de necesidad. Ahora voy a elaborar 5 tortillas, 1 con la caesarea, y 4 con la amanita faloides, que ustedes van a degustar voluntariamente. Bon appétit. Bien, el juego es bien sencillo: El jugador que permanezca con nosotros se llevará los 60 millones. Suerte, señores, y buen provecho. Les recuerdo que son libres de abandonar, sólo pierden su dinero. Yo hoy no tengo apetito, gracias. - Bien, sólo cuatro tortillas. - Y piensen que sólo una es inofensiva. Et voilà ¿Puedo empezar? Siempre me ha gustado ser el primero. En todo. Esto lo hago por vicio, Estoy podrido de dinero. Lo siento... No es nada personal, es que soy alérgico a las setas. Salud, señores. - Ay carallo. - Bien, caballeros, deben decidirse. ¿Qué, gallego, al 50%? Venga, come si tienes huevos. ¡Come cabrón, que las posibilidades son las mismas! ¡¿Dónde se ha visto comer sin pan y vino?! (¡Come!) ¿De dónde eres tú? - De Logroño, señor. - Pareces de Gibraltar. Venga, ponme uno, hasta arriba. Joer, ya está. ¡Qué suerte he tenido! Lo siento, don Serafín, pero aún puede abandonar. ¿Abandonar, yo? ¿Con este vino, abandonar? Tú estás loco. - Yo he venido a jugar porque necesito el dinero. - Lo comprendo pero no tiene posibilidades, parece que el caballero sobrevive. Me da igual, soy jugador, ¿entiendes? Tengo palabra y no abandono. Bueno, pues ahora si todo está en su sitio uno de los dos debería morir. Por supuesto que todo está en su sitio. Ay, me parece que me encuentro mal, estoy muy mal muy mal no sé si voy a morir ¡malditas setas, maldito cocinero! ¡Qué mala suerte, hombre! Muero... ¡Muero! Aitaren eta Semearen eta Espiritu Santo Amen. Ya lo siento, señores, pero no tengo tiempo para tomar el café. Me está esperando el chófer en segunda fila. Oiga, pero... Coño, ¡qué profesional!