El anciano Homo sapiens
se acerca rengueando al fuego.
Los pequeños se reúnen a su alrededor
y se sientan en silencio.
Están ansiosos por escuchar
al cazador más famoso de la tribu.
Él desea impartir su conocimiento.
Aclara su garganta...
y empieza.
Hay un 25 % de probabilidad
de encontrar predadores cerca del río.
Los grandes felinos corren un 50 %
más rápido que los humanos.
Los árboles duplican la esperanza de vida
de los cazadores indefensos.
Pobres los pequeños... ¿Uds. piensan
que ellos recordarán algo?
¿Han estado en una situación
en la que se sintieron terriblemente
aburridos en una presentación?
¿Y qué del pobre cazador?
Se pasa toda una vida perfeccionando
sus habilidades como cazador
y muchas horas en ese PowerPoint.
Y sin embargo, su experiencia
morirá con él
porque no la pudo comunicar.
Si alguna vez estuvieron
en una situación así
donde trataron de enseñar
algo a alguien
pero no consiguieron
que ellos recordaran algo, digan: "¡Sí!"
Si alguna vez trataron de convencer
de algo a alguien
con argumentos, con la razón,
pero ellos no razonan,
no escuchan los argumentos digan: "¡Sí!"
Esto nos ha pasado a todos.
Tener razón no es suficiente.
Tenemos que poder comunicarlo
y para eso, los hechos y la razón solos
no pueden hacerlo.
Es por esto que los oradores de TED
más famosos del mundo
solo pasan un 25 % de sus charlas
hablando sobre hechos
y un 65 % contando historias.
Y tienen razón.
Las historias son entre 2 y 10 veces
más memorables que los hechos.
Permítanme repetirlo, porque les he dado
un hecho, y eso no es muy memorable.
Las historias son entre 2 y 10 veces
más memorables que los hechos solos.
Y por esto, los libros más influyentes
de la historia son las series de historias
y ellas han engendrado
las mayores religiones del mundo.
Las historias son poderosas.
Entonces, ¿por qué no las usamos más
para comunicarnos en nuestra vida diaria?
Deberíamos usarlas todo el tiempo,
pero solo usamos los hechos y la razón.
Y pienso que eso es por dos razones:
Número 1: no estamos seguros de porqué
las historias nos cautivan tanto.
Como animales racionales, usamos
los hechos.
¿No podemos continuar usando eso?
Y la segunda es:
no estamos realmente seguros
de cómo elaborar fácilmente historias.
Toda mi vida me he planteado
estas dos preguntas.
Mi padre es cineasta.
Toda mi vida hemos hablado
sobre historias en casa y en la escuela.
En mi posgrado estudié algo
sobre escritura de guiones
e incluso escribí un libro
sobre la estructura de las historias.
Eso me enseñó como elaborar historias,
pero no porqué las historias nos cautivan.
La respuesta me vino de mi trabajo.
He leído un montón sobre neurociencia,
y la neurociencia de las historias
es "loca".
Les voy a contar sobre eso
pero en vez de solo contarles,
haremos un pequeño experimento.
Mientras le hablo sobre
la neurociencia de las historias
quiero que analicen
lo que ocurre en sus cerebros, ¿bien?
Muy bien, comencemos.
Si les digo: "locomoción bípeda",
¿en qué piensan?
En caminar, bien...
Normalmente su cerebro trata
de descifrar las palabras
quizá de ponerlas juntas...
Algunas partes de su cerebro
son activadas.
Son diferentes para cada uno.
Intentan descifrar las palabras,
imaginarlas...
Y es difícil.
En cambio, si les cuento
sobre un grupo de mujeres
que están corriendo;
y están empujando sus pies
contra el suelo
lo más que pueden;
sus músculos se tensan,
el viento sopla en sus caras...
¿Lo han notado?
Fue diferente, ¿no?
En su cerebro...
¿Qué estaba ocurriendo?
La parte de su cerebro
que los haría correr en la realidad
se activó.
Y la parte de su cerebro que los haría
sentir el viento en su piel
también se activó.
Su cerebro no puede diferenciar
entre escuchar una historia
y vivir una experiencia real.
¡Es algo loco!
Es como la realidad virtual:
crean un mundo virtual
y su cerebro no puede diferenciar
el mundo real del virtual.
¿Y si les contara
sobre tres chicos malvados?
Los persiguen en sus bicicletas
y los quieren lastimar.
Por lo que Uds. corren, pero no pueden
porque son inválidos.
Pero se esfuerzan al máximo
¡y finalmente se liberan!
¡Y pueden correr!
¿Que ocurrió ahora en su cerebro?
¿Se sintieron más involucrados?
¿Sintieron como si estuvieran allí?
Eso es en realidad
lo que ocurrió en su cerebro.
Se sienten allí porque
su actividad cerebral es la misma
que la actividad cerebral
del protagonista.
De hecho, era la misma actividad cerebral
para todos: Uds., yo...
Al contar una historia,
pude comunicar "telepáticamente"
lo que ocurría en mi cerebro.
Es empatía pura.
Toda esta actividad cerebral en su cerebro
hace que las historias sean memorables.
Las está grabando en su cerebro.
Entonces, ¿qué es un historia
desde la perspectiva de la neurociencia?
Es una máquina de empatía.
Es un recurso que les permite entrar
en el cerebro de otra persona
para experimentar sus experiencias,
pensar sus pensamientos
y sentir sus sentimientos.
Es genial, ¿verdad?
Es genial, ¿verdad?
Audiencia: ¡Sí!
Es por esto que las historias
son poderosas,
y debemos saber como usar eso
para elaborar buenos relatos.
Si le preguntaran a Aristóteles
hace unos 2000 años,
les hablaría de los tres actos
de una historia: principio, medio y fin.
Pero nunca encontré eso
realmente esclarecedor.
Para poder elaborar historias
necesitamos un poco más de detalles.
Y ésta es una receta
que podrían usar.
Pero no se les voy a contar.
Se los voy a mostrar.
Antes, dos cosas:
habrá información anticipatoria
sobre los clásicos.
Si no los han visto
deberían sentirse mal
y este es su castigo, aquí mismo.
Número 2: irá muy rápido, ¿sí?
Así que agárrense de sus sillones...
¿Listos? Bien, ¡comencemos!
(Empieza la canción de 'El rey león')
Empezamos en el mundo común.
Es el mundo del protagonista.
Es el mundo normal.
Pero hay algo extraño...sobre él.
Algo que no se siente del todo bien.
Hasta que de pronto...
(toc, toc)
ocurre el evento instigador.
Es algo al comienzo de la historia
que cambia el mundo del protagonista
pero éste no sabe
cómo manejar esa información.
(Hagrid: "Eres un mago")
¡Ahí es cuando llega el mentor!
Él empujará al protagonista
a enfrentar el incidente instigador,
dejar de escapar,
y lo llevará fuera del mundo ordinario
para cruzar el umbral
al mundo extraordinario.
Un mundo mágico...
Un mundo nuevo, completamente diferente
del mundo común que conocía.
Y allí encontrará nuevos aliados,
(Extraterrestre: Ooohhh)
(Buzz: ¡Saludos!)
nuevos enemigos...
y empezará a enfrentar
nuevas pruebas y desafíos.
Hasta que de pronto...
¡Buuum!
El "punto medio".
Es un evento en la mitad
que cambia la historia,
porque cambia el modo en que
el protagonista ve al mundo.
Nota que estaba equivocado
pero no sabe como afrontar
esa nueva información.
Y es débil. Piensa en eso,
y sus enemigos aprovechan esa debilidad
para aproximarse...
¡Lo amenazan!
¡Lo rodean!
¡Y ahí es cuando atacan!
¡Es la crisis!
Es el punto más bajo de la historia.
Es un momento de muerte...
De pérdida...
El protagonista está de rodillas,
y se da cuenta
de que tiene que cambiar algo.
Es el retorno.
Regresa, con más energía.
Y se enfrentará al enemigo por última vez.
Pero ahora ha cambiado,
por lo que puede elevarse
a nuevas alturas.
Y ahora gana.
Ahora vemos las repercusiones:
vuelve al mundo ordinario,
del que había venido...
Pero ha cambiado.
¡Gracias a eso triunfó,
y, gracias a eso, obtiene su recompensa!
Así que esta es la estructura
de las historias, ¿verdad?
Hemos terminado.
¡No!
Se siente intuitivamente correcto, ¿no?
¡Para nada!
Si le preguntan a otro narrador les dirá:
"¡Olviden esta receta, ésta es
la que deben seguir!
¡La otra tiene muchas cosas equivocadas!"
Y si le preguntan a otro, les dirá:
"Los relatos no tienen tres actos.
¡Tienen cinco...o seis...u ocho...
o 22...
o 31!
De hecho, hay cientos y cientos de recetas
para historias por ahí,
y no se ponen de acuerdo entre sí.
Ese debate puede ser interesante,
si escriben un libro o una película...
Pero nosotros solo necesitamos
una receta fácil de seguir,
para elaborar historias cotidianas,
necesitamos algo más simple.
Algo más básico.
¿Y si las historias no fueran lineares...
sino circulares?
Circulares porque el comienzo y el final
están conectados.
Después de atravesar el mundo
extraordinario y la aventura
regresamos al mundo ordinario.
Y gracias al contraste,
podemos destacar las diferencias.
Por ejemplo, lo podemos ver
en 'El rey león'.
Empezamos con el nacimiento de Simba.
Y luego de pasar por todo
el ciclo de la vida,
terminamos con el nacimiento de su hijo.
Lo vemos en '12 años de esclavitud',
que empieza con unos hombres esclavizados
y termina con un grupo
de hombres libres.
'Gravedad'
empieza con una mujer sola,
en el espacio, mirando la Tierra,
y termina con esa mujer, sola,
en la Tierra, mirando al espacio.
Lo vemos en 'Mad Men',
donde en el primer episodio
de la primera temporada,
Don Drapper es infeliz,
pero resuelve un campaña publicitaria
muy difícil.
Y hacia el final, siete años después,
en el último episodio,
nuevamente resuelve
una difícil campaña publicitaria
pero esta vez es feliz...
O en 'El padrino',
que empieza con la boda
y termina con el funeral.
Así, vemos esta estructura
del principio y el final, y el círculo.
Y lo mismo ocurre luego de eso,
con el "problema" y la "solución",
el evento incitante y el clímax.
Por ejemplo, volviendo a 'El padrino',
al comienzo, Michael Corleone dice:
"En mi familia son todos delincuentes,
pero yo no soy como ellos".
Lo que él quiere decir es:
"Para mi, la honestidad y la civilidad
son más importantes que mi familia".
Al final de la película,
ha matado a todos los enemigos
de su familia y miente a su mujer,
poniendo así a la familia
delante de la honestidad y la civilidad.
Así pues, pueden ver esta imagen espejo.
Lo mismo ocurre en Toy Story, por ejemplo,
donde empezamos con Buzz:
llega y desafía el liderazgo de Woody.
Y al final de la historia
son amigos y colíderes.
Este patrón que les estoy contando
ocurre durante toda la historia.
En la primera mitad se explora el problema
y en la segunda mitad
se explora la solución.
Es por eso que en una historia como Matrix
podemos ver escena tras escena
de la primera mitad
reflejada en la segunda mitad.
Es como si tomaran
la primera mitad de la película
y luego revieran cada escena
en la segunda mitad,
reflejándolas.
Así que ahora pueden ver
la estructura de las historias.
La primera mitad refleja la segunda mitad,
aquí hay una simetría.
Y cuando tenemos dos mitades
debemos conectarlas en algún punto.
Y ese es...el "punto medio".
Es el evento clave de una historia,
porque ofrece el enfoque
para resolver el problema.
En 'El padrino', es la primera vez
que Michael Corleone mata
poniendo así antes a la familia
que la civilidad...y le encanta.
En 'El rey león', es cuando Mufasa,
el rey león, muere,
y su hijo se da cuenta
de que no puede ser más un chiquillo.
Con el tiempo deberá crecer
y convertirse en el rey león.
En Toy Story es cuando Buzz y Woody
son secuestrados, y se dan cuenta
de que si no dejan de pelearse,
van a morir...
En El despertar de la Fuerza, es cuando
Rey toca el sable láser y se da cuenta
de que ella también podría ser un Jedi...
Así que esta es la estructura
de las historias, y es como un anillo.
La "estructura del anillo".
Y esta estructura ocurre en todas partes,
no solo en las películas que les mostré.
La pueden ver en Hamlet, en Macbeth...
De hecho, en la mayoría
de las obras de Shakespeare.
La pueden ver incluso más atrás...
Beowulf, el primer poema épico en inglés,
tiene una estructura de anillo.
¿Más atrás? La vida de Buda, por ejemplo.
Y luego, no solo tenemos las historias,
sino también las sagas.
Por ejemplo, cada trilogía de 'La guerra
de las galaxias' es un "anillo".
Y las seis películas también son
un anillo, las primeras seis películas.
En Harry Potter, cada libro es un anillo.
Y los siete juntos son un anillo.
Y también lo pueden ver
a un nivel micro:
en toda buena historia, cada acto,
cada escena
es un anillo.
¿Por qué encontramos esta estructura
en todas partes?
¿Tiene algo fundamental?
Bien, es la estructura
de la resolución de problemas.
Uds. plantean el problema.
Lo exploran.
Intuyen como resolver el problema.
Exploran esa intuición...y lo resuelven.
Las historias son
resoluciones de problemas.
Les estoy diciendo que las historias
son resolver problemas,
y hace cinco minutos les dije
que eran máquinas de empatía, ¿verdad?
¿Cómo unimos estas dos cosas?
Las historias son un modo
de entrar en el cerebro de alguien
para ver cómo resolvemos los problemas.
O dicho de otro modo,
las historias son un modo
de aprender.
Cientos de miles de años atrás,
los Homo sapiens no eran los más fuertes,
no eran los más rápidos.
Pero eran los mejores
para resolver problemas.
Los que más amaban las historias
podían resolver más problemas.
Podían sobrevivir más.
Podían tener más hijos
y propagar sus genes.
Y así es como hemos evolucionado
para amar las historias,
porque ellas nos enseñan.
Ese cazador
nunca hubiera compartido
esas listas de puntos.
Él habría dicho:
"Ah, cuando tenía tu edad
un día tenía hambre,
y entonces fui al bosque a cazar.
Cuando me acerqué al río,
vi un león,
y el león me vio a mí;
por lo que empecé a correr,
pero él era más rápido
y entonces me subí a un árbol
y me salvé".
¿Y qué habrían dicho los pequeños?:
"¡Oh, vaya!
No debo ir cerca del río,
allí hay predadores.
No debo tratar de sobrepasar
a un león...
Y si estoy en peligro,
debo subirme a un árbol".
Las mismas lecciones
que no hubieran recordado antes
están ahora grabadas en sus mentes.
¿Desean usar este poder de las historias?
Escúchenme, y escúchenme bien.
¿Están cansados de intentar
enseñar cosas a la gente,
pero ellos no recuerdan nada?
¡Dejen de dar solo los hechos
y envuélvanlos en historias!
¿Están cansados de intentar
convencer a la gente
pero ellos no prestan atención?
Dejen de imponer sus razones
y empiecen a usar historias.
Pero no usen solo una historia
una sola vez.
¡Usen las historias en casa,
úsenlas en la escuela,
en el trabajo, en todas partes,
todos los días!
Uds., seguidores de TED, tienen
una curiosidad intelectual especial
para buscar la verdad.
Dominen la narración y la difundirán.
Gracias.
(Aplausos)