El maestro zen Thich Nhat Hanh responde ¿Cómo puedo confiar en mí mismo? Querido Thay, querida sangha, ¿cómo puedo confiar en mí? La confianza es algo que cultivamos, que deberíamos cultivar. Y se basa en nuestra experiencia. Confiar es creer, apoyarse en algo. Solo hemos de confiar en evidencias, en lo que sea evidente. Supón que hablas de confiar en la práctica, confiar en el Dharma. ¿Confiamos en el Dharma? ¿Podemos contar con nuestra práctica? A veces, tienes dudas sobre tu práctica, sobre lo que aprendes del Dharma. Pero esto no significa... No es exactamente algo negativo. Las dudas pueden ayudarte a profundizar y obtener una comprensión más profunda. Luego, dudar puede ser útil. La duda puede ser algo positivo. Si existe una duda, hemos de respirar y reconocerla tal como es. No la consideres de inmediato algo negativo. En la tradición zen se dice: Cuanto mayor es la duda, mayor es el despertar. Eso es lo primero que hemos de hacer. Después, hemos de aprender a reconocer una evidencia y fijar nuestra confianza. Como la práctica de la respiración consciente. Intentan convencerte de que la respiración consciente es buena. De que puede ayudarte mucho. Pero no debes creerle inmediatamente. Has de ponerlo en práctica y comprobar si realmente puede ayudarte. Eso es lo que Buda dijo. No creas de inmediato en algo aunque lo haya dicho un maestro famoso, aunque esté escrito en las escrituras sagradas. Eso es lo que dijo Buda. Cuando escuchas algo bello, has de aprender a ponerlo en práctica. Si funciona para ti, si ves que funciona para otra persona, puedes confiar, puedes creer en ello. Buda afirmó esto en un sutra llamado el Sutra Kalama. Buda estaba hablado a un grupo de jóvenes del clan de los kalama. Le preguntaron qué debían creer. Ya que habían sido visitados por numerosos maestros y todos decían que sus enseñanzas y prácticas eran las mejores. Buda dijo: No creas de inmediato en nada, aunque lo haya dicho un gran maestro o esté escrito en las escrituras sagradas. Has de basarte en evidencias, como un científico. Si practicas la respiración consciente, y perseveras en la práctica, aprenderás de ello. Descubrirás que la práctica de la respiración consciente puede ayudarte a mejorar tu salud, puede ayudarte a reconocer las condiciones de felicidad que ya tienes. Puede ayudarte a manejar una emoción dolorosa, una sensación dolorosa. Al principio, puede que no lo consigas. Has de intentar realmente practicar y descubrirás que la práctica funciona. Y confias en la práctica. Cuando has confiado en la práctica, confías en ti mismo, porque eres tú quien ha practicado. Dices: Soy capaz de hacerlo. Cuando ves que alguien que sufre, practica el cuarto entrenamiento, di algo, haz algo para ayudarle a sufrir menos. Intentas hacerlo varias veces. Un día verás que funciona. Así, confías en la práctica del cuarto entrenamiento y confías en ti, puedes hacerlo. Eres capaz de hacer que alguien sufra menos. Eres capaz de hacer que tú mismo sufras menos. Así se construye la confianza. Experimentando, practicando. Sabemos que, en principio, los ancestros nos han legado muchas cosas buenas, buenas semillas. Nosotros hemos de descubrirlas y permitir que se manifiesten. Las semillas de comprensión, las semillas de alegría, de perdón, las semillas de la compasión, todas están en nosotros. Oímos a Buda decir que tenemos estas cosas buenas. Pero hemos de practicar para reconocerlas de verdad como existentes. A veces se han manifestado en el pasado. Si sigues practicando bien, se manifestarán mejor en el futuro. Esa es la manera de cultivar la confianza. conecta, inspírate, nútrete. (Campana)