La parte más difícil de ser vegano. A cualquier persona que aún no sea vegana, le puede parecer un estilo de vida inalcanzable. Hemos sido educados para comer animales [no humanos] y la mayoría de nosotros nos hemos vuelto adictos a ese sabor. Cuando una acción es repetida y normalizada puede parecer imposible cambiar hacia algo más. Pero ser vegano en sí, es fácil: el veganismo simplemente se trata de no explotar ni consumir animales [no humanos] . Después de unas cuantas semanas de experimentar con nuevas comidas y productos se forman nuevos hábitos y se vuelve más sencillo. Simplemente tenemos nuevos sabores y recetas que no habíamos probado antes, encontramos versiones vegetales de nuestras comidas favoritas y la mayoría de las veces encontramos una apreciación completamente nueva de la comida, la nutrición y la amamos mucho más que nunca. La verdadera dificultad de ser vegano no tiene nada que ver con comida. La parte más difícil de ser vegano es enfrentarte cara a cara con el lado más oscuro de la humanidad y tratar de mantener la esperanza. Es tratar de entender por qué personas buenas y cariñosas continúan participando en la violencia innecesaria hacia los animales [no humanos] aludiendo sólo al sabor o a la conveniencia. Cuando descubres el veganismo debes de enfrentarte al hecho de que te han engañado casi toda tu vida. Tienes que aceptar que mientras crecías, la gente en la que pensabas que podías confiar, te robó la compasión y te dijo que era aceptable dañar a otros. Corrompieron tu mente sin que te dieras cuenta y te dieron justificaciones para que dejaras de pensar en ello. Debes darte cuenta que los anuncios que te hacían reír sólo te engañaban para que les dieras tu dinero por productos que te enferman y destruyen al planeta. Tienes que lidiar con el hecho de que usan caricaturas felices y adorables eslóganes para vender animales [no humanos] torturados y asesinados. Y te lo creíste. Cuando comienzas a darte cuenta de esto, piensas que has descubierto un secreto que el mundo necesita oír. Así que haces todo lo que puedes para compartir lo que has aprendido Le hablas a todos los que conoces sobre veganismo esperando que ellos cambien como tú cuando hiciste la conexión. Pero no lo hacen. Te dan excusas sin sentido y se rehúsan a escuchar tus razones. Te encuentras con tus familiares y amigos cercanos defendiendo el abuso animal porque están muy asustados para cambiar. Y no sabes cómo reaccionar ante su indiferencia. Intentas ayudarlos y ayudar a animales [no humanos] inocentes, pero te acusan de atacarlos y se ponen a la defensiva cada vez que hablas de veganismo. Tienes argumentos y comienzas a perder el respeto por aquellos que más quieres. Y te aíslas. No puedes dejar de pensar en las imágenes de los animales [no humanos] siendo enfilados para ser asesinados sistemáticamente Te sientes tan impotente y sólo deseas que la gente escuchase. Y al mismo tiempo, la gente a tu alrededor comienza a burlarse y a ridiculizarte por ser diferente. Hacen chistes insensibles y te esfuerzas por encontrarle el lado gracioso a lo que dicen. Llegas a casa y te das cuenta que reían del abuso animal como si fuese aceptable. Se dice que el conocimiento es agridulce, porque por un lado es maravilloso saber la verdad, vivir la verdad y compartir la verdad. Pero también es exasperante descubrir cuán cruel e ignorante puede ser nuestra especie. Aún así no hay razón para dejar de hacer lo que es correcto. A lo largo de la historia, aquellos del lado de la justicia siempre han enfrentado resistencia y ha valido la pena. Porque la parte más difícil de ser vegano es también la parte con más recompensas. Entre más tiempo seas vegano encuentras mejores maneras de explicarle a otros y tarde o temprano alguien va a escuchar y más gente se abrirá y escucharán lo que tienes que decir. Y personas a las que pensaste que nunca llegarías te agradecerán por haber cambiado su vida. La semilla que plantaste en un inicio comenzará a crecer y entenderás la importancia de la paciencia y la persistencia. Encuentras a otros veganos y comienzas a amar nuevamente a la humanidad, dándote cuenta que hay gente buena allí afuera. Pero en el proceso de cambio, das la bienvenida a tu vida a muchas personas hermosas que comparten más cosas en común contigo. Aunque es difícil salir adelante del pasado, te vuelves más feliz en el largo plazo y te da una razón para despertar cada día. Ya no se trata sólo de tí. El veganismo te enseña a ver más allá de tí y pensar en los demás y a través de tu activismo aprendes a jamás disculparte por levantar la voz: ¡es tu derecho y lo sabes, debes levantar la voz! Incluso si fueses sólo una persona en contra del mundo entero, la verdad sigue siendo la verdad. Exponer las mentiras y las injusticias se vuelve tu propósito. Y te conviertes en una versión tan brillante de tí que inspiras a otros a tu alrededor sin siquiera buscarlo. Inspiras compasión a través de tu audacia y comprometida pasión por hacer este mundo menos egoísta. Y la mejor lección que has aprendido, es no sentirte estupendo todo el tiempo. Se trata de aceptar el dolor y el miedo y hacer algo de cualquier modo. No porque lo quieras, sino porque debes hacerlo. Hay tanta maldad en este planeta pero eso no nos tiene que entristecer, tiene que urgirnos a ayudar — Porque esto no es la elección mundana de una dieta, esta es la diferencia entre exclavitud y libertad, entre tortura y paz, entre muerte y vida. Esto es serio y ustedes lo entienden, y ustedes son parte de esta revolución. — — Las personas que piensan que el veganismo es difícil, están pensando en sí mismas y las personas que piensan que el veganismo es fácil, están pensando en los animales [no humanos] . Así que si creen que es difícil no comer carne, piensen en lo difícil que es para ellos que lo estén haciendo. —