Todo el mundo necesita un entrenador.
No importa si uno es jugador de baloncesto,
jugador de tenis, gimnasta
o jugador de bridge.
(Risas)
Mi entrenadora de bridge, Sharon Osberg,
dice que hay más fotos de
la parte posterior de su cabeza
que de cualquier otra persona
del mundo. (Risas)
Lo siento, Sharon. Aquí tienes.
Todos necesitamos personas
que nos den retroalimentación.
De esa forma mejoramos.
Por desgracia, hay un grupo de personas
que casi no recibe
retroalimentación sistemática
que los ayude a hacer mejor su trabajo,
y estas personas
tienen uno de los mejores trabajos del mundo.
Hablo de los profesores.
Cuando Melinda y yo supimos la poca
retroalimentación útil que tenían
la mayoría de los profesores
nos quedamos impresionados.
Hasta hace poco,
más del 98 % de los profesores
sólo recibían esta respuesta:
satisfactorio.
Si mi entrenadora de bridge solo me dijera
"satisfactorio",
no tendría esperanza de mejorar.
¿Cómo saber quién era el mejor?
¿Cómo saber que hice diferente?
Hoy en día, los distritos escolares renuevan
la forma de evaluar a los profesores,
pero aún así casi no les damos respuestas
que les ayuden a mejorar sus prácticas.
Nuestros profesores merecen algo mejor.
El sistema actual no es justo con ellos.
No es justo para los estudiantes,
y está poniendo en riesgo
el liderazgo estadounidense.
Por eso hoy quiero hablar de cómo
podemos ayudar a los profesores
a conseguir las herramientas
de mejora que quieren y merecen.
Empecemos preguntando
a quién le va bien.
Por desgracia, no hay tablas
de clasificación internacionales
de las respuestas a los profesores.
Así que estudié los países
cuyos estudiantes tienen
buen rendimiento académico
y observé qué hacen allí
para ayudar a sus profesores a mejorar.
Veamos los resultados
en capacidad de lectura.
EE.UU. no es número uno.
Ni siquiera está entre los 10 primeros.
Empata en el puesto 15
con Islandia y Polonia.
Ahora, aparte de los lugares
con mejor rendimiento en lectura que EE.UU.,
¿cuántos tienen un sistema formal
para ayudar a mejorar a los profesores?
Once de los 14.
EE.UU. empata en lectura en el puesto 15,
pero en ciencia es el 23,
y en matemática el 31.
Solo hay un área en la que
estamos casi en la cima,
y es en no dar a nuestros profesores
la ayuda necesaria para que
desarrollen sus habilidades.
Analicemos los sistemas que tienen
mejor rendimiento académico:
la provincia de Shanghái, China.
Ocupa el primer lugar en todas las áreas:
en lectura, matemática y ciencias,
y una de las claves del éxito
increíble de Shanghái
es la forma en la que promueve
la mejora en los profesores.
Se aseguran de que los profesores más jóvenes
tengan la oportunidad de ver
trabajar a profesores magistrales.
Tienen grupos de estudio semanales
donde se reúnen los profesores
a hablar de lo que funciona.
Incluso solicitan que cada profesor analice
y dé retroalimentación a sus colegas.
Se preguntarán por qué es tan
importante un sistema así.
Porque en la enseñanza
hay mucha variabilidad.
Algunos profesores son
mucho más efectivos que otros.
De hecho, hay profesores en todo el país
que ayudan a sus estudiantes
a obtener logros extraordinarios.
Si hoy el profesor medio
llegase a igualar a esos profesores,
nuestros estudiantes arrasarían al resto del mundo.
Por eso necesitamos un sistema
que ayude a nuestros profesores
a ser lo mejor de lo mejor.
¿Cómo sería ese sistema?
Bueno, para averiguarlo, nuestra fundación
ha trabajado con 3000 profesores
en distritos de todo el país
en un proyecto llamado Métricas
de la Enseñanza Eficaz [MEE].
Pusimos observadores a ver videos
de profesores en el aula
para que los calificaran
en una serie de prácticas.
Por ejemplo, ¿le hicieron a sus estudiantes
preguntas estimulantes?
¿Encontraron múltiples formas de explicar una idea?
También le pedimos a los estudiantes
que respondieran un cuestionario:
"¿Sabe tu profesor
cuándo la clase entiende una lección?"
"¿Aprendes a corregir tus errores?"
Y hallamos cosas interesantes.
Primero, los profesores a los que les fue bien
obtenían mucho mejores resultados estudiantiles.
Eso nos dicta que hicimos las preguntas correctas.
Y, segundo, los profesores del programa nos dijeron
que estos videos y encuestas de los alumnos
fueron herramientas de diagnóstico muy útiles,
porque señalaron lugares específicos
que podían mejorarse.
Quiero mostrarles este video
del MEE en acción.
(Música)
(Video) Sarah Brown Wessling: Buenos días a todos.
Hablemos de lo que haremos hoy.
Para empezar, una revisión por pares, ¿sí?
Una revisión por pares, y el objetivo
al final de la clase
es que puedan determinar
si tienen correcciones
para sus ensayos.
Mi nombre es Sarah Brown Wessling.
Soy profesora de inglés de secundaria
en la Escuela Secundaria Johnston,
de Johnston, Iowa.
Giren hacia alguien que esté cerca.
Díganle qué cambios piensan
que son necesarios.
Creo que hay una diferencia para los profesores
entre lo abstracto de cómo vemos nuestra práctica
y luego la realidad concreta de la misma.
Bien, me gustaría que traigan sus artículos.
Creo que el video nos ofrece
un cierto grado de realidad.
Uno no puede negar lo que se ve en el video,
hay mucho que aprender de eso,
y hay muchas maneras de crecer
en la profesión viendo esto.
Tengo una cámara de video y un pequeño trípode
e invertí en esta pequeña lente gran angular.
Al principio de la clase coloco la cámara
en el fondo de la clase.
No es una toma perfecta.
No capta todo lo que sucede.
Pero puedo oír el audio. Puedo ver mucho.
Puedo aprender mucho con el video.
De modo que ha sido una herramienta
simple pero potente para analizar la clase.
Bien, primero veamos la larga, ¿sí?
Cuando termino de grabar,
lo pongo en la computadora,
lo repaso y tomo notas.
Si no escribo, no las recuerdo.
Así que tomar notas es parte
de mi elaboración mental
y descubro cosas conforme escribo.
Me ha servido para mi crecimiento personal
y para mi propia reflexión
sobre la estrategia de enseñanza,
la metodología, la gestión del aula
y los diferentes aspectos de la clase.
Me alegro de que ya se haya aplicado este método
para comparar, en cierto modo,
lo que funciona y lo que no.
Creo que ese video expone
muchos elementos intrínsecos a la docencia
de forma que nos ayuda a entender,
y ayuda a la comunidad más amplia a entender,
de qué se trata en realidad este complejo trabajo.
Creo que es una forma de ilustrar
cosas que no se pueden transmitir
en un plan de estudios,
cosas que no pueden transmitirse en una norma,
cosas que ni siquiera a veces se pueden transmitir
en un libro de pedagogía.
Muy bien, que tengan un buen fin de semana.
Hasta la próxima.
[Todas las clases pueden ser así]
(Aplausos)
Bill Gates: Nos gustaría que
algún día las aulas de EE.UU.
sean como esa.
Pero todavía hay trabajo por hacer.
Diagnosticar las áreas de mejora docente
es la mitad de la batalla.
También tenemos que darles
las herramientas necesarias
para actuar frente al diagnóstico.
Si uno sabe que tiene que mejorar
la forma de enseñar fracciones,
debería poder ver un video
de la persona que mejor enseña
fracciones en el mundo.
Pero construir esta
retroalimentación para el profesor
y mejorar el sistema no será fácil.
Por ejemplo, sé que algunos profesores
no se sienten inmediatamente cómodos con la idea
de una cámara en el aula.
Es comprensible, pero nuestra experiencia con MEE
sugiere que si el profesor gestiona el proceso,
si son ellos quienes graban las clases,
y ellos eligen los cursos que quieren publicar,
muchos estarán ansiosos de participar.
Construir este sistema requerirá además
una inversión considerable.
Nuestra fundación estima que podría costar
hasta USD 5000 millones.
Es una suma grande, pero puesta en perspectiva,
es menos del 2 %
de lo que se paga en salarios a los docentes.
Las ventajas para los profesores
serían fenomenales.
Finalmente tendríamos una forma
de darles retroalimentación
así como los medios para
hacer algo al respecto.
Pero este sistema tendría
incluso un beneficio más importante para el país.
Nos colocaría en una senda segura
en la que nuestros estudiantes
tendrían buena formación,
encontrarían una carrera
satisfactoria y gratificante,
y tendrían la oportunidad
de cumplir sus sueños.
Esto no solo mejoraría
el éxito de nuestro país,
sino que lo haría más justo, también.
Estoy muy entusiasmado con la oportunidad
de darles a nuestros profesores
el apoyo que quieren y merecen.
Espero que Uds. también.
Gracias.
(Aplausos)