LA TIERRA ES UN CAMPO DE BATALLA
con Scott Christiansen
SCOTT CHRISTIANSEN
Autor de "La aflicción del planeta"
Estoy aquí sentado junto al
Sendero del Sábado, que es muy atractivo,
y comienza y termina en la
iglesia adventista de Washington,
en Washington (Nuevo Hampshire),
que es la primera iglesia adventista,
la iglesia adventista más antigua.
Es un sendero que serpentea por el bosque
por un kilómetro y medio o algo así,
y cuenta con 22 paradas,
cada una detallando la historia del sábado
en la Biblia y a lo largo de los siglos.
Si alguna vez pueden visitar el lugar,
se los recomiendo.
Para lo que nos convoca, este sendero es
un lugar ideal para continuar
analizando el paradigma del egoísmo.
Tenemos que esperar para ver una expresión
pura del paradigma de la bondad,
El paradigma de Dios:
no lo veremos hasta llegar al cielo
Pero hoy, aunque Satanás ha pervertido
las cosas de manera marcada
Dios, como diseñador maestro de la tierra,
aún puede ser visto.
La escritora Elena White, en
"El Deseado de todas las gentes"
habla de cómo en el mundo
está el bien y también el mal,
y aún podemos ver a Dios en la naturaleza.
Donde lo único que es, o puede ser,
completamente malo
es el corazón de los humanos
que deciden ser totalmente malos.
Y he aquí lo que dice
en la página doce de su libro:
"Aunque el pecado ha estropeado
la obra perfecta de Dios,
esa escritura permanece.
Aun ahora todas las cosas creadas
declaran la gloria de su excelencia.
Fuera del egoísta corazón humano,
no hay nada que viva para sí.
No hay ningún pájaro que surca el aire,
ningún animal que se mueve en el suelo
que no sirva a alguna otra vida.
No hay siquiera una hoja del bosque
ni una humilde brizna de hierba
que no tenga utilidad.
Cada árbol, arbusto y hoja emite
ese elemento de vida,
sin el cual no podrían sostenerse
ni el hombre ni los animales; y el hombre
y el animal, a su vez, sirven a la vida
del árbol y del arbusto y de la hoja.
Las flores exhalan fragancia y ostentan su
belleza para beneficio del mundo.
El sol derrama su luz
para alegrar mil mundos.
El océano, origen
de todos nuestros manantiales y fuentes,
recibe las corrientes de
todas las tierras, pero recibe para dar.
Las neblinas que ascienden de su seno,
riegan la tierra,
para que produzca y florezca".
Por ello, aún podemos ver a Dios
en esta tierra.
Y podemos verlo, aun en el suelo,
si recuerdan nuestro primer video.
El suelo está lleno de microorganismos,
hay probablemente miles de millones
en un puñado.
Y aunque en el suelo
se está produciendo una guerra,
y hay una guerra en cada nivel
que nos rodea,
también hay escasa cooperación,
se comparte poco, pocas bendiciones.
Vemos algo de ese paradigma,
el paradigma de Dios.
Vemos que las bacterias captan el
nitrógeno para que las plantas lo usen,
que entonces dan nutrientes a las
bacterias, y hongos al suelo,
los filamentos de nutrientes del ciclo de
hongos que favorecen a las plantas.
Las plantas brindan alimento al hongo;
son relaciones simbióticas.
Aunque el tapiz de la creación
está deshilachado y descolorido,
aún podemos captar una vislumbre
del paradigma de Dios en él.
Y al captarla, podemos entender mejor
que él quiere que regresemos
a un mundo mucho, mucho mejor
que el que tenemos para vivir.
Pero por ahora estamos aquí, en esta
guerra entre Cristo y Satanás,
esta guerra declarada, que comenzó en el
cielo y pronto terminará, gracias a Dios,
aquí en la Tierra.
Y esta guerra ha estado
rugiendo sin pausa.
Y veremos un par de escaramuzas
entre estos paradigmas que hemos discutido
según se registra en la Biblia.
Comenzaremos con
la tentación de Adán y Eva, en el Edén,
en Génesis 3:3 y 4.
Satanás ofreció astutamente
a Adán y Eva un paradigma alternativo,
aunque se los dio disfrazado.
A este primer matrimonio,
que tenía todo, le ofreció más.
Les dijo que Dios era mentiroso.
Y les dijo que al desobedecerle,
recibirían algo maravilloso
que les quería negar,
y que serían como dioses,
conociendo el bien y el mal.
Bueno, cayeron en eso. Y se sintieron
avergonzados, paralizados,
y como resultado se sintieron
muy apesadumbrados.
Dios entonces pronunció una maldición muy
abarcadora en Génesis 3:14 al 19.
Pero dentro de la maldición,
hay algo sumamente interesante.
Puso enemistad entre nosotros y Satanás.
Esto dice en parte, que Dios nos dio
la capacidad de resistir a Satanás,
quien acababa de conquistarnos.
Nuestro amigo en Maine, Arnet Mathers,
que estudió esto en profundidad,
concluyó que Satanás no se lo esperaba.
Que nuestra capacidad de resistirlo,
después de conquistarnos, lo sorprendió.
Esa perspectiva nos da un sentido
de cuán dinámica fue esta guerra,
y lo sigue siendo.
A continuación, en el libro de Job, vemos
que Satanás reclama que Job sirve a Dios
solo por egoísmo,
y afirma que Job sigue a Dios
solo porque Dios
lo ha bendecido y protegido.
Notemos que Satanás acusa a Dios de usar
el egoísmo para conseguir seguidores.
¡Impresionante!
Dios responde diciendo
que quitará la protección que tiene Job.
Y finalmente, Satanás toma todo
de Job con excepción de su vida.
Pero aunque Job lamenta haber nacido,
no maldice a Dios.
Satanás y su paradigma son derrotados
con total claridad,
y Dios le restaura a Job lo que perdió.
Pero, ¿cuál es el combate último
mano a mano entre Cristo y Satanás,
la mayor confrontación de paradigmas?
Eso es lo que analizaremos en el próximo
y último video de esta serie.
Resulta fascinante.
Acompáñenme.