Esta imagen del hombre vitruviano,
tomada de bocetos de Leonardo,
se ha convertido en uno de los símbolos
más reconocibles del Renacimiento.
Pero, ¿por qué?
Es un simple dibujo a pluma y tinta, ¿no?
¡Error!
Empecemos respondiendo esta pregunta
con un problema matemático.
Sé cómo calcular el área de un círculo.
Tomo el valor de pi
y lo multiplico por el cuadrado del radio.
También sé cómo calcular el área de un cuadrado.
Multiplico la base por sí misma.
Pero, ¿cómo calcular el área de un círculo
y crear un cuadrado con un área igual?
Este problema es la "cuadratura del círculo",
propuesto por primera vez en la antigüedad.
Y como muchas ideas de la antigüedad,
recobró vida durante el Renacimiento.
Y resulta que
este problema es irresoluble
debido a la naturaleza de pi,
pero esa es otra historia.
El boceto de Leonardo,
influenciado por los escritos
del arquitecto romano Vitruvio,
coloca un hombre firmemente en el centro
de un círculo y un cuadrado.
Vitruvio afirmaba que el ombligo
es el centro del cuerpo humano
y que si uno toma un compás
y pone un punto fijo en el ombligo,
puede trazarse un círculo
perfectamente alrededor del cuerpo.
Además, Vitruvio reconoció
que la amplitud del brazo
y la altura del cuerpo
tienen una correspondencia casi perfecta,
colocando así el cuerpo perfectamente
dentro de un cuadrado también.
Leonardo usó las ideas de Vitruvio
para resolver el problema de la cuadratura
del círculo en forma metafórica
usando la humanidad como
área para ambas formas.
No obstante, Leonardo no estaba
pensando en Vitruvio.
Hubo un movimiento intelectual
en Italia en ese momento
llamado neoplatonismo.
Este movimiento tomó un viejo concepto
del siglo IV, desarrollado
por Platón y Aristóteles,
llamado "La gran cadena del ser".
Esta creencia sostiene que
el universo es una jerarquía
que semeja una cadena,
y que la cadena empieza en la cima con Dios,
luego baja a través de los ángeles,
los planetas,
las estrellas,
y todas las formas de vida
antes de terminar con
los demonios y diablos.
Al principio de este movimiento filosófico,
se pensó que el lugar de
la humanidad en esta cadena
estaba exactamente en el centro.
Como los seres humanos
tenemos un cuerpo mortal
acompañado de un alma inmortal,
dividimos el universo muy bien por la mitad.
En la época del boceto de Leonardo
del hombre vitruviano, sin embargo,
un neoplatónico llamado Pico della Mirandola
tuvo una idea diferente.
Que la humanidad estaba fuera de la cadena
y que los humanos tenemos la capacidad singular
de adoptar la ubicación que queramos.
Pico afirmó que Dios deseaba
un ser capaz de comprender
el universo, hermoso y complicado,
que había creado.
Esto condujo a la creación de la humanidad,
que se coloca en el centro del universo
con la capacidad de adoptar
la forma que le plazca.
La humanidad, según Pico,
podría descender por la cadena
y comportarse como un animal
o subir por la cadena
y comportarse como un dios;
es nuestra elección.
Mirando hacia atrás en el dibujo,
podemos ver que al cambiar
la ubicación del hombre,
se pueden llenar
las áreas irreconciliables
de un círculo y un cuadrado.
Si la geometría es el lenguaje
que describe el universo,
entonces este bosquejo parece decir
que podemos existir dentro
de todos sus elementos.
La humanidad puede llenar cualquier forma
que le plazca geométricamente
y filosóficamente también.
En este boceto,
Leonardo pudo combinar
matemática,
religión,
filosofía,
arquitectura,
y la capacidad artística de su época.
No es de extrañar
que se haya convertido
en semejante ícono del período.