Los humanos son los
maestros del autoengaño
Nos autoengañamos
creyendo cosas falsas
y rehusamos
creer lo que es cierto.
Estaba en la universidad
cuando comencé a adentrarme
en el tema del autoengaño.
Y esto me hizo tambalear.
Lo veía en todos lados,
y en todos.
Nos autoengañamos
en los detalles más pequeños
como cuánto comimos
hoy en realidad
y por qué no anotamos
nuestra altura y peso real
en nuestra licencia de conducir.
(Risas)
Mentimos para reflejar
nuestras aspiraciones:
"Esta noche sólo tomaré
una copa de vino",
cuando sé que tomaré
al menos tres. (Risas)
Mentimos para sostener
ideales sociales:
"Nunca tuve pensamientos sexuales
con nadie excepto con mi cónyuge",
porque no sería aceptable.
Mentimos sobre nuestras
elecciones de vida más importantes,
como por qué me casé con
quien lo hice o elegí una carrera profesional
Desafortunadamente,
para todos los románticos aquí,
el amor es raramente la motivación
absoluta para estas elecciones.
En ningún circunstancia el autoengaño fue
tan obvio como en mis relaciones románticas.
Me sentía aterrada
de que me dejaran.
Mi miedo al abandono
me condujo a actuar de forma
que todavía me cuesta admitir...
esperando ansiosamente una llamada,
iba a ver si estaba
donde me decía que estaría,
preguntando sin
cesar si me amaba.
En su día, no podría haberles
contado nada de eso,
porque no habría sido
capaz de reconocerlo.
En el fondo, nos automentimos.
porque carecemos de la fuerza
psicológica para admitir la verdad
y lidiar con las consecuencias.
Dicho eso, entender
nuestro autoengaño
es la forma más efectiva
de llevar una vida más plena.
Porque cuando aceptamos
quiénes somos en realidad
tenemos la oportunidad de cambiar.
Es difícil ver esta foto y pensar
"¡Mentirosos!"
(Risas)
Pero nuestras tendencias de
autoengaño empiezan ahí.
Desde muy temprana edad
empezamos a observar
y a sacar conclusiones sobre nosotros
y nuestro ambiente.
Bien o mal, las conclusiones que
sacamos afectan nuestra identidad.
De adultos, queremos
mentir más sobre
cómo las realidades psicológicamente
dolorosas experimentadas en la niñez
nos afectan en el presente.
Quizá crecieron en
un hogar monoparental
en la que fueron
descuidados por su padre.
Aprendieron a que algo
estaba mal en Uds.
que no eran lo suficientemente
listos ni atractivos, ni atléticos.
Concluyeron que
para ser amados
uno debe ser perfecto.
De adultos,
cuando alguien señala
a uno sus imperfecciones,
uno siente una terrible ansiedad
pero niega el origen.
Quizá se sintieron feos de niños
porque se burlaron de su apariencia.
Aprendieron a comer en
respuesta al dolor emocional.
De adultos, sufren para
mantener un peso estable,
porque cuando comen
no tiene que ver con el hambre.
Quizá vieron a sus padres pelear.
Aprendieron a evadir el conflicto.
Ahora sufren al reconocer incluso
que sienten una emoción negativa.
Aunque nuestros aprendizajes
específicos en la niñez son únicos
lo que aprendimos se ejemplificará en
las mentiras que digamos de adultos.
Las teorías de la naturaleza humana
nos sirven para entender nuestro autoengaño.
Sigmund Freud fue el primero en describir la mentira
como mecanismos de defensa del ego:
estrategias psicológicas
que protegen nuestros egos,
nuestro sentido
más profundo del yo,
de información que nos lastimaría.
Negación:
rehusar creer
que algo es verdad,
aun cuando lo sea.
"No tengo problemas de alcohol",
aun cuando beba a diario.
"No tengo celos",
aun cuando en secreto
revise los correos de mi pareja.
Racionalización:
crear una razón
para darnos excusa.
"No te habría gritado si no me
hubieras tratado tan injustamente",
con lo cual justifico mis gritos.
"Sé que fumar es malo para la salud,
pero me ayuda a relajarme",
por tanto justifico mi vicio.
Proyección:
tomar un aspecto indeseable de nosotros
mismos y atribuírselo a alguien más.
"Yo no soy así, tú eres así".
Cuando salen con alguien,
pierden el interés,
y dicen cosas como
"No estás listo para esta relación",
cuando, en realidad, Uds. son los
que no están listos para esta relación
¡y nunca lo estarán!
Los pioneros en los reinos
del comportamiento cognitivo
describen cómo nuestros
pensamientos nos engañan
a través de distorsiones cognitivas...
formas irracionales que concebimos.
Pensamiento sesgado:
pensar en extremos.
“Ya sea que uno no coma galletas
o que coma una caja entera,
porque si como una galleta,
habré arruinado mi dieta, así que
sería mejor que las siga comiendo”.
Razonamiento emocional:
pensar que nuestros sentimientos
son reflejo preciso de la realidad.
“Me siento lastimada, seguro
que algo malo me hiciste”.
“Me siento estúpida,
por lo tanto soy estúpida”.
Sobre generalización:
tomar un solo evento negativo
como una espiral infinita de derrota.
Después de pasar por
una mala ruptura, piensan,
“Estaré sola para siempre”.
Después de que les negaron
un ascenso en el trabajo, piensan,
“Nunca tendré éxito en mi carrera”.
Desde una perspectiva existencial,
nos autoengañamos para
evitar las cosas que la vida nos da...
las realidades fundamentales de
"ser humano" que debemos enfrentar.
La muerte, todos moriremos:
La soledad última...
nacimos como individuos alojados
en un cuerpo físico solitario.
Sin sentido...
nuestras vidas carecen de sentido
a menos que se la demos;
y libertad...
somos responsables de nosotros mismos
porque tenemos la libertad de elegir.
Para evitar la confrontación con estas
realidades, a menudo nos mentimos:
“Soy así porque así me criaron”,
por tanto postergando
la responsabilidad de mis elecciones.
“Las cosas malas en las noticias
nunca me pasarían a mí”,
porque de alguna forma soy especial
y estoy protegida contra el daño.
“No dejaré testamento, soy joven y
no me voy a morir de todas formas",...
negando nuestra mortalidad.
Psicólogos feministas y multiculturales
describen cómo la interiorización
de normas culturales nos afectan.
Aquí nos autoengañamos al creer
que es verdad, lo que
culturalmente nos condicionaron,
en lugar de decidir lo que en
realidad creemos que es cierto.
¿Se ponen en peligro al cumplir
con normas culturales?
¿Piensan que deben tener
una apariencia concreta
tener cierto peso,
obtener ciertos ingresos,
casarse, tener hijos, ser religioso
porque se supone
que uno lo debe hacer
o porque creen que
es bueno para Uds.?
Todas estas teorías de la naturaleza
humana nos sirven para entender
cómo nos autoengañamos a diario.
¿Por qué debe importarles?
El autoengaño conduce a gran
cantidad de dolor y remordimiento.
Para evitar ser honestos,
a menudo hacemos elecciones
con consecuencias que perjudican
a otros y a nosotros mismos...
podemos consumir drogas, alcohol, comer,
comprar, apostar, robar, mentir, abandonar
a la gente o pasar nuestro bagaje
emocional a quienes amamos más.
O podemos elegir no cambiar
aun cuando somos miserables
o causar daño profundo
a quienes nos rodean.
Recordar la vida con remordimiento
es increíblemente doloroso
porque no pueden cambiar
sus elecciones del pasado.
Como compartí antes,
sufrí mucho en mis
relaciones románticas,
sabía que no me sentía segura,
pero creía que era
culpa de mi novio...
si tan solo me llamara más,
me dijera que me amaba más,
me sentiría más segura.
La verdad fue que
que nada podía hacer él
para hacerme sentir segura,
porque mis sentimientos
nada tenían que ver con él.
La razón por la que no me sentía
segura es que de niña aprendí
que la gente siempre
me abandonaba
y viví mi vida haciendo elecciones
consistentes con esa creencia.
Cuando no tomamos responsabilidad
total de quienes somos,
lastimamos a todos los de nuestro
alrededor y a nosotros mismos.
¿Ahora qué?
¿Cómo empezamos a reconocer
las mentiras que nos contamos?
¿Cómo empezamos a ser
mentirosos más honestos?
El primer paso es
la autoconciencia
volvernos observadores
de nosotros mismos.
Cuando tengan una fuerte
reacción emocional hacia algo,
deténganse.
Cuando lo que dicen
no concuerda con lo que hacen,
deténganse.
Cuando tengan
pensamientos irracionales,
deténganse.
Pregúntense:
¿qué dice esto de mí?
Igualmente, la mayoría
gastamos mucha energía
tratando de superar a alguien
o algo que nos pasó.
En general evitamos examinar nuestra
contribución al conflicto en nuestras vidas.
Cuando estén indecisos
de algo o alguien,
deténganse.
Pregúntense:
¿Qué dice mi reacción
de esta situación de mí?
Según nos volvemos más
honestos y conscientes,
también nos hacemos más
responsables de nuestras elecciones.
Si reconocemos que estamos
inseguros de algo,
algo que a todos pasa,
nos confrontamos a una elección:
trabajar en nuestra inseguridad o no.
Sea lo que decidamos,
ahora somos más responsables de
las consecuencias de nuestra inseguridad,
porque sabemos mejor.
No cambiar ante
la verdad es una elección.
Aunque no podemos controlar
muchas circunstancias que vivimos
somos responsables de nuestras
reacciones a todas ellas.
En ese sentido, una
de las mejores formas
de confrontar nuestro autoengaño
es la psicoterapia.
Es probablemente la única relación
que tendrán en toda su vida
que existe exclusivamente
para su beneficio.
Sin embargo, hay un gran
estigma alrededor de la terapia.
La gente con frecuencia
me dice cosas como,
“No necesito terapia,
es sólo para la gente débil o
loca que no puede ayudarse”.
La verdad es que
se requiere de gran valor
ser completamente
vulnerable ante otro ser humano.
La terapia es en verdad un regalo,
si tienen el suficiente valor para aceptarla.
Confrontar nuestro autoengaño
es un viaje de toda la vida
Cambiamos y el mundo
nos ofrece nuevas oportunidades
para entendernos.
Siempre hay más que aprender.
Estaba en el camino perfecto
para ser una académica exitosa.
Recibí una plaza aquí
en UNLV hace dos años.
Como en 6 semanas,
estaré sin empleo,
porque renuncié.
Obtener una plaza fija
y luego renunciar
es lo último que cualquiera esperaría
de un miembro de una facultad.
Especialmente yo,
¡amo la psicología!
Adoro enseñar, investigar,
adoro mi departamento.
Tuve una experiencia
fabulosa en la UNLV.
Pero la verdad es que mi pasión
ya no está en la academia.
¡Reconocer eso para mí
fue brutalmente doloroso!
Porque tuve que confrontar todas
mis tendencias de autoengaño e inseguridades.
"¿Qué pasa si decepciono a la gente?
¿Qué dirá mi familia?
¿Qué voy a hacer?
¿Y si no me puedo mantener?
¿Quién soy si no soy profesora?
¡¿Qué pasa si cambia
mi vida completamente ?!
¿Y si mi vida
entera no cambia?"
Si hubiese decidido
quedarme en la academia,
habría pagado un
alto precio psicológico.
Tendría que reconocer que no
soy lo suficientemente fuerte
para hacer elecciones diferentes
para mí ante la verdad.
Sean mentirosos más honestos.
Elijan ser más honestos acerca de
las mentiras que se dicen a sí mismos.
Usen la verdad para vivir
una vida más plena,
porque sólo tienen una.
(Aplausos)