[ruido de carro de compra sobre pavimento]
Nada se compara a la elacíon,
al sentir que un gran peso se levanta,
a la liberación de restricciones
que siento cuando salgo de la tienda
de una grande empresa
con sus productos en mis bolsillos.
Por Qué Amo Robar De Gran Corporaciones
En un mundo donde todo ya le pertenece
a otro,
donde esperan que venda mi vida por un
trabajo que me paga lo necesario para
apenas sobrevivir,
donde estoy rodeado por fuerzas mas allá
de mi control o comprensión
que obviamente no se preocupan
sobre mis necesidades y bienestar,
es una manera de recolectar
un trozo del mundo para mi;
para afectar al mundo
que tanto me afecta a mi.
Es una sensación completamente distinta
a la que siento cuando compro algo.
Cuando pago por algo,
estoy haciendo un intercambio.
Ofrezco el dinero que gané con mi
trabajo, mi tiempo, y mi creatividad
por un producto o servicio
que la corporación
no compartiría conmigo en
cualquier otra circunstancia.
Tenemos una relación
basada en la violencia.
Negociamos un intercambio
no en acuerdo con nuestro respeto
o preocupación que sentimos uno al otro,
sino con las fuerzas que podemos
imponernos uno al otro.
Todo cambia cuando hurto.
Ya no estoy negociando con entidades
inhumanas, sin caras,
que no les importa para nada mi bienestar.
En vez, estoy tomando lo que necesito
sin tener que perder algo.
No me siento forzado a participar
en un intercambio indeseado,
y no siento que he perdido el control
sobre como el mundo dicta mi vida.
Ya no tengo que preocuparme si el
placer que recibí del libro que compré
equivale a las dos horas de trabajo
que me costo.
Este y miles de otras maneras de hurtar
me hace sentir liberado y empoderado.
"Se te cayó algo."
"Gracias."
(en voz gruesa) "Muchas gracias."
El hurtador gana su premio tomando riesgos
y no con cambalachear un pedazo
de su vida por ello.
Para ella, la vida no es algo
que debiese ser vendido
por siete u ocho dólares la hora
para poder sobrevivir.
La vida le pertenece a ella
porque ella lo retoma.
Hurtar es rechazar la economia monetaria
es negar que el valor monetario
pueda ser adscrito a todo.
"Hola."
"¿Como se comportó?"
"Muy bien,"
"Hola, cariño."
"Y nos divertimos mucho. ¿Si o no?"
Escrito, producido, filmado, dirigido,
y editado por Franklin Lopez
Texto robado de
"Días de Guerra, Noches De Amor"
por CrimethInc
Annesa Ramsey como "Hombre Extraño" y "Mama"
Bernard Clark como "Poca Seguridad"
Robert Sanders como "El Niñero" y "El Narrador"
Y presentando a Ila Joy Tschirhart como "Emita"