Al acercarse la mitad de 1930, la Alemania nazi se volvía más agresiva. En 1935, anunciaron públicamente su intento de rearmar al ejército. La importancia de esto, no es que repentinamente reforzaran su ejército. De hecho, ya habían comenzado a hacerlo desde que tuvieron el poder, en 1933. Pero ahora se sentían suficientemente confiados para declarar públicamente su intención. Esta era otra forma de declarar que no les importaba nada el Tratado de Versalles que decía que Alemania debía limitar su ejército a 100,000 soldados. Entonces, llegó 1936. Recordemos que otro punto en el Tratado de Versalles era que Alemania no podía ocupar la Renania, esta área en amarillo, aquí. Esto fue ratificado en 1925 en los Tratados de Locarno, en donde la propia Alemania acordó no ocupar esta región. Pero en 1936, Hitler decidió ignorar todo esto y ocupó Renania. Los aliados otra vez estaban descontentos. Francia no estaba contenta; El Reino Unido, en particular, tampoco estaba nada contento con esto. Pero decidieron que no era motivo para, probablemente, iniciar otra guerra, y no detuvieron a Alemania. Entonces, en 1938, la agresión alemana estaba en plena marcha. En marzo de ese año hubo un golpe de estado en Austria, orquestado por los nazis, que derrocó al gobierno austriaco y le permitió a Alemania unir los dos países. Los alemanes anexaron Austria y lo hicieron sin derramar sangre. En Austria ya había apoyo popular hacia los nazis, tenían un partido nazi. Durante años hubo una emoción popular entre los austriacos, ante la posibilidad de unificarse con Alemania. Austria era, fundamentalmente, una nación germanohablante. Y en marzo, ocurrió esta 'Anschluss', o unificación. Y, si recuerdas, esta era otra prohibición del Tratado de Versalles. Los alemanes estaban ignorando, en gran medida el Tratado de Versalles y el Tratado de Saint Germain, que era equivalente al Tratado de Versalles, pero para los austriacos. Entonces, se unieron Alemania y Austria. A finales de 1938, en septiembre, particularmente, Hitler y los nazis se interesaron en tomar a la población germanohablante de Checoslovaquia bajo su control. En esta región de aquí, en magenta, es donde había una gran población de germanohablantes. A estas regiones se les conoce en su conjunto como los “Sudetes”. Y siguiendo con la política de no enojar a Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia (Italia era una aliado de Alemania), pero Francia y el Reino Unido en particular, no querían enojar a los alemanes. Así que, en septiembre de 1938, firmaron los acuerdos de Múnich, sin haberlo consultado sin haberlo consultado con el gobierno checoslovaco, en los cuales se permitía que Alemania tomara esta región, los Sudetes. La toma de Alemania de esta parte importante de la población de Checoslovaquia, una parte importante de la capacidad industrial de este país, llevó finalmente, al inicio de 1939, a que, todo lo que hoy se considera la República Checa, esta área de aquí, se convirtiera en protectorado alemán. Lo llamaron el “Protectorado de Bohemia y Moravia”. Así, Alemania ocupaba Bohemia y Moravia. Esto sucedió en 1939. Para entonces se puede ver que este patrón se repitió durante los cuatro años anteriores: la Alemania nazi ignoró el Tratado de Versalles al rearmarse, ocupar Renania y unirse a Austria. Ahora estaba expandiendo su territorio. Se les permitió tomar las áreas germanohablantes de Checoslovaquia de acuerdo con los acuerdos de Múnich. Finalmente, pudieron tomar Bohemia y Moravia, todo lo que llamamos actualmente República Checa. A este patrón general de agresión alemana, sumado a que otras potencias de Europa dejaron que esto sucediera, en particular el Reino Unido, se le conoce como “la política de apaciguamiento”. La palabra “apaciguar” significa que hay alguien que está enojado por algo; tú no quieres hacerlo enojar más y lo dejas hacer lo que quiera. Esto es, básicamente, lo que estaba pasando ahí. En retrospectiva, sería muy fácil decir "¡Mira! Están permitiendo que Alemania se quede cada vez con más, que se vuelva más agresivo, lo que hace que tenga más confianza. Esto puede conducir a la Segunda Guerra Mundial". Pero hay que recordar que, en esa época todos recordaban muy bien lo sucedido en la Primera Guerra Mundial. A nadie le interesaba comenzar otra guerra paneuropea. Es fácil decir en retrospectiva que los británicos, en especial Neville Chamberlain, quien era Primer Ministro desde 1937 eran débiles y permitieron que Alemania y Hitler ganaran confianza, lo que llevó a la invasión nazi de Polonia en el otoño de 1939. Es fácil decirlo en retrospectiva, pero lo que se veía en 1939, era una Alemania agresiva, una Alemania que no estaba supervisada por otras potencias de Europa. Esto, finalmente, fue lo que condujo a septiembre de 1939, cuando los alemanes y los soviéticos acordaron dividir Polonia en sus propias zonas de influencia, lo que permitió que Alemania invadiera Polonia a principios de septiembre de 1939. Se puede decir que esto fue la gota que derramó el vaso. la gota que derramó el vaso. La invasión de Polonia La invasión de Polonia marcó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.