¿Qué pasa con nosotros los blancos?
(Risas)
He pensado mucho en eso los últimos años
y sé que no soy el único.
Miren, lo entiendo.
La gente de color se lo ha preguntado
durante siglos.
Pero creo que cada vez más gente blanca
se pregunta lo mismo,
debido a lo que
está pasando en nuestro país.
Y noten que dije:
"¿Qué pasa con nosotros los blancos?"
Porque, ahora, no estoy hablando
sobre esa gente blanca,
los que usan esvásticas,
capuchas y antorchas.
Ellos son un problema y una amenaza.
Son los autores de la mayor parte
del terrorismo en nuestro país
como todos Uds. en Charlottesville
saben mejor que la mayoría.
Pero estoy hablando de algo
más grande y más generalizado.
Estoy hablando de todos nosotros.
Los blancos, con letras mayúsculas.
Y, quizás, especialmente,
sobre gente como yo
que se autodenominan progresisistas
y no quieren ser racistas.
Blancos buenos.
(Risas)
¿Hay blancos buenos en el auditorio?
(Risas)
Fui educado para ser esa clase de persona.
Era un pequeño niño en los 60 y 70,
y les voy a dar una idea de mis padres.
En ese momento,
las encuestas de opinión pública
mostraban que una pequeña minoría,
cerca del 20 % de estadounidenses blancos,
aprobaba y apoyaba
a Martin Luther King y
el movimiento por los derechos civiles
cuando el Dr. King aún vivía.
Me enorgullece decir
que mis padres estaban en ese grupo.
En casa hablabamos sobre la raza.
Y cuando mostraban programas sobre raza
en la televisión,
nos sentaban a los niños
y se aseguraban de que mirásemos:
las películas de Sidney Poitier, "Raíces"…
El mensaje era claro y contundente
y yo lo entendí.
El racismo está mal.
Los racistas son malas personas.
Al mismo tiempo,
viviamos en un lugar
muy blanco de Minnesota.
Hablo por mí
pienso que eso me permitió creer
que los racistas blancos que veía en TV
eran teletransportados desde otro lugar.
De hecho, no se trataba de nosotros.
No sentía que estuviera implicado.
Ahora, diría que sigo recuperándome
de esa impresión inicial.
Me dediqué al periodismo
en parte porque me importaban cosas
como la igualdad y la justicia.
Durante mucho tiempo, el racismo
fue un gran enigma para mí.
¿Por qué sigue existiendo,
cuando está tan claro que es malo?
¿Por qué esa fuerza persiste?
Tal vez estaba intrigado
porque no buscaba en el lugar adecuado
o porque no hacía las preguntas correctas.
¿Se han dado cuenta
de que cuando las personas
en nuestros medios principalmente blancos
informan sobre lo que consideran
cuestiones de raza
--lo que consideramos cuestiones de raza--
lo que esto significa
es que estamos dirigiendo las cámaras
y nuestros micrófonos y nuestra mirada
a la gente de color
haciendo preguntas como
"¿Cómo están los negros, indios nativos,
latinos o asiático-americanos?
¿cómo están?"
en relación a una comunidad en especial
o con a un asunto particular
como la economía o la educación.
Durante varios años hice
ese tipo de periodismo.
Pero, entonces, George Zimmerman
mató a Trayvon Martin.
Seguido por esta interminable cadena
de tiroteos policiales de alto perfil
sobre gente negra desarmada.
El surgimiento del movimiento
"Black Lives Matter".
Dylann Roof y la masacre de Charleston.
#OscarsSoWhite.
Todos los incidentes de la vida diaria
en EE. UU.
estos incidentes claramente racistas
que ahora vemos porque son captados
por teléfonos inteligentes
y compartidos en Internet.
Y, debajo de estos eventos visibles
los datos obstinados
los estudios que muestran
el racismo sistémico en las instituciones.
Segregación de vivienda,
discriminación laboral,
profundas desigualdades raciales
en nuestras escuelas
y el sistema de justicia penal.
Y la gota que me rebosó el vaso
y sé que no soy el único,
es el ascenso de Donald Trump
y el descubrimiento de que
la gran mayoría de estadounidenses blancos
adoptarían o al menos aceptarían
esta forma tan cruda y amarga
de política de identidad blanca.
Todo esto era perturbador para mí
como ser humano.
Como periodista, me encontré
girando el lente
pensando:
"Vaya, los blancos son la historia".
"La blanquitud es una farsa".
Y pensaba: "¿Puedo hacer eso?
¿Cómo sería una serie de podcasts
sobre la blanquitud?"
(Risas)
"Y esto puede incomodar".
No había visto casi nada de periodismo
que estudiara la blanquitud
pero, por supuesto, la gente de color
y especialmente los intelectuales negros
han criticado fuertemente
la cultura del supremacismo blanco
durante siglos.
Y sabía que en las últimas
dos o tres décadas
los académicos habían hecho
un trabajo interesante
observando la raza
a través del lente de la blanquitud.
Qué es, cómo se originó,
cómo opera en el mundo.
Comencé a leer
y contacté a expertos
en raza e historia de la raza.
Una de las primeras preguntas que hice fue
"¿De dónde salió está idea
sobre ser blanco?"
La ciencia es clara.
Somos una raza humana.
Todos estamos relacionados
todos venimos
de un ancestro común en África.
Varios salieron de África
hacia lugares más fríos y oscuros
y perdieron
una buena parte de su melanina
algunos más que otros.
(Risas)
Pero, genéticamente, somos 99.9 % iguales.
Hay más diversidad genética
dentro de lo que llamamos grupos raciales
que entre esos grupos raciales.
No hay un gen
para ser blanco, negro o asiático
o lo que sea.
¿Cómo pasó esto?
¿Cómo llegamos a esto?
¿Cómo comenzó el racismo?
Creo que si me pidieran
especular sobre esto
en mi ignorancia, hace algunos años
probablemente habría dicho que
"Supongo que en algún momento
de la historia profunda
las personas se encontraron
y se hallaron extraños entre sí.
Tu piel es de un color diferente,
tu pelo es diferente,
te vistes de forma extraña.
Supongo que llegaré a la conclusión
de que, como eres diferente,
eres inferior a mí de cierta forma
y tal vez eso hace
que esté bien que te maltrate".
¿Cierto?
¿Es algo que imaginamos o que asumimos?
Y bajo ese escenario,
es todo un gran y trágico malentendido.
Pero parece que eso está mal.
Primero, la raza es un invento reciente.
Sólo tiene unos pocos cientos de años.
Antes de eso, sí, la gente se dividía
por religión, tribus, lengua
cosas así.
Pero durante gran parte de la historia
no tenían un concepto de raza.
Por ejemplo, en Antigua Grecia
y aprendí esto
del historiador Nell Irvin Painter que
los griegos pensaban que eran mejores
que las otras personas que conocían
pero no por la idea
de que fueran innatamente superiores.
Pensaban que habían desarrollado
la cultura más avanzada.
Así que miraron a los etíopes
pero también a los persas y a los celtas
y dijeron: "Son un poco bárbaros
en comparación con nosotros.
Culturalmente, no son griegos".
Y, sí, había mucha esclavitud
en el mundo antiguo
pero esclavizaban a personas
que no se veían como ellos
y a menudo esclavizaban
a la gente que lo hacía.
¿Sabían que la palabra "esclavo"
viene de la palabra "slav"?
Porque los eslavos fueron esclavizados
por todo tipo de gente
incluyendo los europeos occidentales,
durante siglos.
La esclavitud tampoco era un tema racial
porque nadie había pensado
en la raza todavía.
¿Quién lo hizo?
Le pregunté a otro famoso historiador
Ibram Kendi.
No esperaba que él respondiera la pregunta
con el nombre de una persona y una fecha
como si hablaramos
de la bombilla eléctrica.
(Risas)
Pero él lo hizo.
(Risas)
Él dijo que, en su extensa investigación
encontró la que él creía que era
la primera articulación de ideas racistas.
Y nombró al culpable.
Ese hombre debería ser
más famoso o infame.
Su nombre es Gomes de Zurara.
Un hombre portugués.
En los 1450 escribió un libro
en el que, según el Dr. Kendi,
hizo algo que nadie había hecho antes.
Agrupó todos los pueblos de África
un continente enorme y diverso
y los describió como un grupo único
inferior y salvaje.
Sin importar que en esa época precolonial
algunas de las culturas más sofisticadas
del mundo estuvieran en África.
¿Por qué este tipo hizo esta afirmación?
Resulta que seguir el dinero es útil.
Primero, el rey de Portugal
contrató a Zurara
para que escribiera ese libro.
Unos años antes
comerciantes de esclavos
aquí vamos.
Comerciantes de esclavos
con vínculos con el rey de Portugal
fueron pioneros en el comercio
de esclavos en el oceano Atlántico.
Fueron los primeros europeos que navegaron
directamente a África sub-sahariana
para secuestrar
y esclavizar a los africanos.
Entonces, de repente, era de gran ayuda
tener una historia
sobre la inferioridad de los africanos
para justificar este nuevo comercio
a otras personas, a la iglesia
y a sí mismos.
Y, con el trazo de una pluma
Zurara se inventó
la negritud y la blanquitud
porqué, básicamente,
creó la noción de negritud
mediante esta descripción de los africanos
y, como lo dice el Dr. Kendi
la negritud no significa nada
sin la blanquitud.
Otros países europeos
siguieron el ejemplo de Portugal
al buscar propiedad humana
y mano de obra gratuita en África
y al adoptar esta ficción
sobre la inferioridad de los africanos.
Esto me parece esclarecedor.
El racismo no comenzó con un malentendido.
Comenzó con una mentira.
Mientras tanto, en la América colonial
la gente que ahora se autodenomina blanca
se ocupó de adoptar estas ideas racistas
y de convertirlas en leyes.
Leyes que privan a los que llaman negros
de todos los derechos humanos
y los encierran en nuestra viciosa
y particular marca de esclavitud personal
y leyes que les daban beneficios
incluso a los blancos más pobres.
No grandes beneficios
en términos materiales,
pero el derecho
a no ser esclavizado de por vida.
El derecho a que sus seres queridos
no fueran separados de ellos y vendidos
y, algunas veces, verdaderas maravillas.
La distribución gratuita de tierra,
en lugares como Virginia,
sólo a los blancos,
comenzó mucho antes
que la Revolución Estadounidense
y siguió mucho después.
Me puedo imaginar
que hay gente que me está escuchando
--si es que me siguen escuchando--
que están pensando,
"pero todo esto es historia antigua,
¿por qué importa?"
"Las cosas han cambiado".
"¿No podemos superarlo y continuar?"
¿Cierto?
Pero yo diría que, para mí, ciertamente,
aprender esta historia
generó un verdadero cambió
en la forma en la que entiendo
el racismo hoy en día.
Para resumir, dos cosas
de lo que he dicho hasta ahora.
Uno, la raza no es un asunto biológico.
Es una historia que algunas personas
decidieron contar.
Y dos, las personas contaron esa historia
para justificar la explotación brutal
de otras personas para obtener ganancias.
Yo no aprendí estas cosas en la escuela.
Sospecho que
la mayoría de nosotros tampoco.
Si fue así, tuvieron un maestro especial.
¿Cierto?
Pero una vez que se asimilan,
por una parte, se hace evidente
que el racismo no es
un problema de actitud
o de intolerancia individual.
No. Es una herramienta.
Es una herramienta
para dividirnos y para mantener sistemas.
Sistemas económicos, políticos y sociales
que dan ventajas a unas personas
y desventajas a otras.
Y es una herramienta
para convencer a muchos blancos
de que pueden o no estar recibiendo mucho
de esta sociedad altamente estratificada
para apoyar el status quo.
"Podría ser peor; al menos soy blanco".
Después de comprender
los orígenes del racismo
dejé de estar desconcertado por el hecho
de que todavía existe.
Mirando al pasado,
creo que pensaba sobre el racismo
como una especie de Tierra plana.
Un pensamiento malo y anticuado
que desaparecería por sí mismo
en poco tiempo.
Pero no. Esta herramienta de la blanquitud
sigue cumpliendo el propósito
para el que fue inventada.
Los poderosos trabajan todos los días,
aprovechando y reforzando esta vieja arma
en las salas del poder
Y en algunos estudios de transmisión
que podría mencionar.
Y no tenemos que preocuparnos
por si estas personas creen
en lo que dicen,
en si es verdaderamente racista.
No se trata de eso.
Se trata de dinero y poder.
Por último,
creo que la lección más importante,
y voy a dirigirme a los blancos
en particular por un momento.
Una vez que entendamos que las personas
que se ven como nosotros
inventaron el concepto de raza
para beneficiarse
a sí mismos y a nosotros,
¿no es más fácil ver que nos corresponde
solucionar este problema?
Es un problema de la gente blanca.
Me avergüenza decir
que, durante mucho tiempo,
pensé que el racismo era una lucha
principalmente para las personas de color.
Algo así como las personas
que veía en la TV cuando era niño.
O como si estuviera al margen
en un certamen deportivo.
A un lado, la gente de color.
Al otro, los verdaderos racistas.
el sheriff sureño,
las personas con capuchas.
Y, honestamente, yo estaba alentando
para que la gente de color gane.
Pero no.
No hay márgenes.
Todos estamos en ello.
Todos estamos involucrados.
Y si yo no me uno a la lucha
para desmontar un sistema
que me beneficia,
soy un cómplice.
No se trata de vergüenza ni de culpa.
La culpa blanca no logra nada
y, honestamente, yo no siento mucha culpa.
La historia no es culpa mía, ni de Uds.
Lo que sí siento
es un mayor sentido de responsabilidad
para hacer algo.
Todo esto cambió la forma en la que pienso
sobre y realizo mi trabajo
como documentalista
y como maestro.
Pero, más allá de eso, además de eso,
¿qué significa?
¿Qué signífica
para cualquiera de nosotros?
¿Significa apoyar a los líderes
que quieren promover
una conversación sobre reparaciones?
¿En nuestras comunidades
hay personas que trabajan para
transformar las instituciones injustas
y estamos apoyando ese trabajo?
¿En mi trabajo
soy la persona blanca
que asiste a regañadientes
a la reunión sobre diversidad e igualdad?
O ¿intento comprender
cómo apoyar de verdad
a mis colegas de color?
Me parece que donde quiera que vayamos
necesitamos mostrar
humildad y vulnerabilidad
y la voluntad de soltar este poder
que no nos hemos ganado.
Creo que también nos beneficiaremos
si logramos crear una sociedad
que no esté construida sobre
la explotación u opresión de los demás.
Pero, en últimas, debemos hacerlo,
debemos mostrarnos
y averiguar cómo tomar acción.
Porque es lo correcto.
Gracias.
(Aplausos)