Retiro para honrar a nuestros ancestros Acabar con el círculo vicioso de hábitos negativos 25 de marzo de 2004 [sonido de un cuenco] Avalokiteśvara es el nombre de una persona que sabe escuchar atentamente y entender. Al escuchar atentamente ella puede traer mucho alivio a las personas. Y a la práctica se la llama la práctica de la escucha compasiva. El Bodhisattva Avalokiteśvara. En vietnamita Namo bo tat Qwan Am, Quan Yin en chino. Con compasión en nuestro corazón podemos escuchar a la otra persona. Incluso si sufre mucho, tiene muchas percepciones erróneas, mucha ira, incluso así podemos escucharla. Y a través de ello ayudarla a sufrir menos, obtener alivio. El Bodhisattva Avalokiteśvara no es algo que esté exactamente fuera de nosotros. Cada uno de nosotros posee la semilla de la compasión, del entendimiento. Y si permitimos que la semilla de la compasión y del entendimiento sea regada, la energía de compasión y entendimiento se manifestará. Y seremos capaces de escuchar también con compasión y entendimiento. Así, durante el tiempo del canto , la energía colectiva de atención plena se generará. Y nos ayudará a regar la semilla de... la compasión y el entendimiento en nosotros y el Bodhisattva Avalokiteśvara se puede manifestar desde nosotros. Por tanto, disfruten del canto, mantengan la atención en su inhalación y exhalación, permitan a sus cuerpos relajarse para que la energía de la Sangha penetre libremente en nuestro cuerpo y mente para nuestra sanación y sustento Porque la energía compasiva colectiva de la Sangha bodhisattva tiene un poder sanador. Además, no tenemos que hacer nada. Simplemente permitir que la energía penetre con el canto. Permitimos que nuestro cuerpo se relaje. Y llevamos nuestra atención al sonido del canto. [sonido del cuenco] [música y canto] Queridos amigos, cuando oímos el cuenco practicamos escucharlo atentamente. Usualmente cuando alguien invita al cuenco a sonar... no decimos "golpear" el cuenco, decimos invitar al cuenco a sonar, ...él o ella deberá primero despertar al cuenco con un medio sonido como este [sonido del cuenco] Esto es un medio sonido. Pero antes de que él o ella haga eso, debe practicar la respiración consciente para prepararse. Y hay un verso para que el maestro del cuenco use, para inhalar y exhalar y hacerse accesible al cuenco, capacitado como maestro del cuenco. No se trata solo de coger el instrumento y hacerlo sonar, tienes que prepararte. Así que agarrando... ¿puedo tomarlo prestado? agarrando el palo de esta forma practicará la respiración consciente unas cuantas veces para calmarse a sí mismo, para volverse un(a) verdadero(a) maestro(a) del cuenco. El verso dice así: “Cuerpo, habla y mente en perfecta unidad. Mando mi corazón junto al sonido de este cuenco. Ojalá los oyentes despierten de su olvido y trasciendan el camino de la ansiedad y el dolor.” Es un verso de cuatro líneas para respirar y convertirse en un verdadero maestro del cuenco. "Cuerpo, habla y mente en perfecta unidad. mando mi corazón junto al sonido de este cuenco. Ojalá los oyente despierten de su olvido y transciendan el camino de la ansiedad y el dolor.” Entonces estás calmado completamente consciente y presente. Así ya puedes invitar al cuenco a sonar. Le invitas, ofreces un medio sonido para que toda la comunidad sea consciente de que se oirá un sonido completo, y todos dejen de pensar y hablar, preparándose a sí mismos para recibir el sonido completo, la voz del buda llamándote para que regreses a tu verdadero hogar. En un centro de práctica, el sonido del cuenco es la voz de buda llamándote de vuelta a tu verdadero hogar. Así que el maestro hace medio sonido para darte tiempo para que te prepares para recibir el sonido completo, la voz del buda, terminas lo que estabas diciendo, por unos segundos detienes tu pensamiento. No solamente tu plática también tu pensamiento, vas a ti mismo con tu inspiración y disfrutándola, te preparas para el sonido, la voz del Buda llamándote de regreso a tu verdadero hogar entonces el maestro te permitirá el tiempo para que hagas una inhalación y una exhalación después invitará al cuenco para que se ofrezca un sonido completo a toda la comunidad entonces todos disfrutarán inspirar y exhalar por lo menos tres veces. Cuando inhalas dices "yo oigo" y cuando exhalas "este maravilloso sonido que me regresa a mi verdadero hogar". "Escucho, escucho, este maravilloso sonido me regresa a mi verdadero hogar", sin pensar simplemente escucha atentamente el sonido que te devuelve a tu verdadero hogar, al aquí y ahora. El que habla deja de hacerlo y piensa en lo que va a decir a continuación y disfruta su inhalación y exhalación. Disfruta estando en su verdadero hogar, ese es el Dharma viviente. Estar en tu verdadera casa. Y aquel que oye la plática también se detiene y disfruta su respiración nutritiva. En Plumvillage en Francia no simplemente disfrutamos el sonido del gran cuenco en nuestro centro también cuando suena la campana de una iglesia cercana nos detenemos y disfrutamos de las campanadas. No solo disfrutamos del sonido de la campana de la iglesia, cada vez que el reloj toca música cada cuarto de hora también dejamos de hablar y pensar , y regresamos a nuestra respiración y disfrutamos al inhalar y exhalar ya sea en el comedor o la cocina, todos lo hacemos. La música del reloj es como si fuera la campana que nos ayuda a regresar a casa y disfrutar de ella También cuando oyes el teléfono sonar practicas. Se supone que no debes de correr hacia el teléfono, debes permanecer alejado porque el sonido del teléfono es también la voz del Buda llamándote a tu verdadero hogar. Mantente en donde quiera que estés y regresa a tu respiración “escucho este hermoso sonido me trae de vuelta a mi verdadero hogar” y después de haber practicado así dos veces vas hacia el teléfono por medio de la caminata consciente y contestas el teléfono. Si eres quien quiere hacer una llamada te preparas antes de digitar los números, practicas volver a tu hogar y también existe un verso para que practiques "Las palabras pueden viajar miles de kilómetros, están ahí para traer mayor entendimiento, entendimiento mutuo, yo prometo que lo que voy a decir será hermoso como flores y abrazos, prometo que todo lo que voy a decir ayudará al mutuo entendimiento y compasión" y ahora estás calificado para hacer una llamada telefónica. Cuando oyes el sonido al otro lado de la línea sabes que la otra persona está respirando y escuchando y sabes que tienes una oportunidad para respirar con él o ella, así que ambos están respirando conscientemente al mismo tiempo, es una práctica muy hermosa que llamamos meditación telefónica. En Plumvillage usamos la computadora, las computadoras tienen un programa con el cual cada cuarto de hora hay una campanada de atención plena para que así puedan detener su trabajo y regresar a su verdadero hogar y disfruten su inhalación y exhalación. Ahora saben que cuando llaman a Plumvillage no les van a contestar de inmediato porque están inhalando y exhalando. “Escucho, escucho, este hermoso sonido me trae de vuelta a mi verdadero hogar” y disfruten su inhalar y exhalar, tres veces. El maestro del cuenco de esta noche es un monje de Nueva Zelanda. Disfruten la campanada, disfruten de su inspiración y exhalación tres veces. Usamos diferentes tipos de versos usamos el verso “He llegado, estoy en casa” “He llegado, estoy en casa” o pueden decir “Escucho, escucho profundamente, este hermoso sonido me trae de vuelta a mi verdadero hogar” o pueden decir inhalando “Me siento calmado y relajado” exhalando “Yo sonrío” “Llegando, sonriendo”. Inhalando me establezco en el momento presente, exhalando, sé que es un momento maravilloso. “Momento presente, momento maravilloso”. Cuando llegas a casa al momento presente con tu inhalación, te vuelves totalmente vivo, totalmente presente Puedes tocar la vida aquí y ahora, sientes que estás vivo, tocas el milagro de que estás vivo Estar vivo es el más grandioso de los milagros y con una sola inspiración puedes tocar ese milagro es por eso que puedes decir que “momento presente, momento maravilloso” Si alguien te pregunta querido amigo ¿Cuál el momento más maravillosos de tu vida ha llegado? Lo que quiere saber es si el más maravilloso momento de tu vida ha llegado, sería una lástima si tal momento no llega en absoluto. Puede que tengas la tendencia a decir al parecer no ha llegado ese momento maravilloso, pero estoy seguro de que llegará, pronto, algún día en el futuro Esa es nuestra tendencia a la hora de responder. Pero si continúas viviendo como lo has hecho en los pasados 20 años, no llegará en los próximos 20 puede que nunca llegue ese momento el momento más maravilloso de nuestra vida y para muchos de nosotros ese momento no llegara en absoluto hasta que muramos. Buda dijo que tienes que volver el momento presente el más maravilloso de tu vida y esto es posible, porque si eres capaz de volver a tu hogar en el aquí y ahora te vuelves totalmente lleno de vida, te vuelves totalmente presente, puedes tocar todas las maravillas de la vida dentro de ti y a tu alrededor. todo en ti es una maravilla: tus ojos, oídos y nariz, tu cuerpo, tu mente. Porque no eres consciente no las tocas profundamente, no sabes que son maravillas hasta que mueres y comienzas arrepentirte de que no viviste en lo absoluto. Es por ello que nuestro verdadero hogar se debe buscar y tocar en el aquí y en el ahora. Mi verdadero hogar no está limitado a un lugar, a un tiempo. Mi verdadero hogar no es Vietnam, mi verdadero hogar no es Francia, no es América, no es África, mi verdadero hogar no es Palestina, mi verdadero hogar no es Israel. A pesar de que no me dejan regresar a Vietnam aun así tengo mi verdadero hogar accesible aquí y ahora. Y tal vez aquellos que están en Vietnam no tienen un hogar. Es por eso que no me siento como una víctima y no siento que sean mis enemigos, ellos son víctimas del miedo Piensan que si regreso a casa crearé una atmósfera de solidaridad, amistad y hermandad que tal vez amenace a su poder y es miedo, eso es un obstáculo y yo quiero ayudarlos a liberarse del miedo, no son mis enemigos, ellos son a quienes deseo ayudar. Hay objeciones sobre mi práctica de la compasión y entendimiento, no tengo enemigos. Durante la guerra de Vietnam fue muy difícil para nosotros que nuestra preocupación fuera escuchada. Muchos de nosotros no queríamos la guerra, la guerra nos colocó en una situación en la que hermanos tenían que matar hermanos y matarse con armas e ideologías extranjeras. El comunismo y anticomunismo fueron importados lo mismo que las armas de comunistas y anticomunistas. Ellos nos dieron armas e ideologías, nos permitieron pelear entre nosotros y matarnos. Comenzamos un movimiento llamado “No dispares a tu hermano” y nuestras voces fueron silenciadas por ambos bandos de guerra. Tratamos de hablar y decirte que no queríamos guerra, que no queríamos matar no queríamos la matanza de unos y otros por armas e ideologías extranjeras y aun así fueron forzados a hacerlo. Aquellos de nosotros que practicamos el entendimiento y compasión conscientes no quisimos aceptar la guerra, quisimos reconciliarnos y nuestra opinión no era permitida. Algunas veces tuvimos que quemarnos vivos para hacer llegar el mensaje. Un día un amigo mío se quemó a sí mismo y su foto apareció en la prensa internacional yo estaba en Nueva York, vi la foto en la primera página del New York Times, un amigo mío. Niktimay, mi discípula se quemó a sí misma como un llamado de reconciliación. Fue temprano al templo en la mañana, 2 o 3 de la mañana, puso una figurilla de la virgen María y Quan Yin. Dejó unas cartas para el presidente de Vietnam del norte, el presidente de Vietnam del sur para que todos se unieran y detuvieran la matanza de unos y otros y luego ella se mojó con gasolina y se prendió fuego. Yo estaba en París, dejó una carta para mí “Thay no te preocupes, la paz vendrá, no sufras demasiado, no te preocupes” ella estaba a punto de morir pero trató de confortarme, confortar a su maestro. Fue muy difícil para nosotros que se oyera nuestra preocupación, a pesar de que éramos una mayoría que no queríamos la guerra. Mi libro de poesía, poesía pacífica, prefiero llamarla así en vez de poesía antibélica fue condenada por Vietnam del norte y confiscada por Vietnam del sur. Cuando la Universidad de Cornell de me invitó a hacer unas conferencias tomé la oportunidad de ir fuera del país y llamar a la paz. El 1° de junio del año 1966 conocí a Martin Luther King en Chicago exactamente un año antes le había escrito una carta, explicándole por qué nos habíamos inmolado a nosotros mismos. Este no es un acto de suicidio, es un acto de amor. Quieres transmitir un mensaje pero no tienes otras formas de hacerlo, tienes que quemarte a ti mismo para que el mensaje llegue, así que el sufrimiento del monje que se inmoló era un mensaje de amor y compasión, es de la misma naturaleza que el acto de Jesucristo, morir en la cruz morir sin ningún odio, nada de ira, solamente compasión, dejando tras de sí un llamado de compasión para la paz y hermandad. Así que exactamente un año después me reuní con él en Chicago y hablamos y de ello, salimos a encontrarnos con los periodistas y ese día él se pronunció en contra de la guerra de Vietnam y ese fue el día en que combinamos nuestros esfuerzos: el esfuerzo para la paz en Vietnam y la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Dos años después me volví a encontrar con él en Ginebra en una conferencia organizada del Consejo Mundial de Iglesias, personas como Linus Paulin estaban en la conferencia. Él estaba en el 11° piso y yo en el 4°, él me invitó a subir para desayunar, pero fui retenido y él apartó desayuno para mí y me esperó. Cuando hablamos le dije “Martín en Vietnam te llaman Bodhisattva , un ser iluminado tratando de despertar otros seres vivos y ayudarlos guiándolos en la dirección de la compasión y entendimiento, estoy feliz de habérselo dicho porque unos meses después fue asesinado en Memphis. Estábamos en Francia, teníamos una oficina del buró representando a la comunidad budista en Vietnam y queríamos representar a las personas que no tenían voz, no tenían una oportunidad de hablar así que vivimos como comunidad en Paris y nuestra oficina en un cuartel pobre(barrio), el 11 número, la mayoría de los cuarteles eran habitados por gente de origen árabe. Cada vez que aplicaba para que me dieran un visado para ir a Estados Unidos la petición era rechazada automáticamente, ellos no querían que fuera allí porque creían que podía ir a dañar, puede que me volviera un obstáculo para la guerra en Vietnam. Tenía prohibido ir a Estados Unidos, ni Inglaterra. Cada vez que quería ir a Estados Unidos a hablar, tenía que escribir una carta a alguien como el Senador McGoven o al senador Robert Kennedy pidiéndoles que me enviaran una carta de invitación y la invitación decía algo como: querido Thich Nhat Hanh me gustaría saber más sobre la situación de la guerra en Vietnam, por favor ven e infórmame y si tienes dificultades para conseguir una visa por favor llámame a este número. Sólo con una carta así pude tener un visado. De otra forma no había manera.