Servicio religioso en honor a Nelson Mandela (multitud vitoreando y aplaudiendo) Gracias (continua el vitoreo de la multitud) Gracias Muchas gracias Gracias A Graça Machel y a la familia Mandela Al presidente Zuma y a los miembros del Gobierno a los Jefes de Estado y de Gobierno, pasados y presentes, distinguidos invitados... Es un honor singular estar aquí con vosotros hoy para celebrar una vida como ninguna otra Al pueblo de Sudáfrica,.... (la multitud vitorea) gente de todos las razas y de todos los ámbitos de la vida, el mundo os agradece que hayáis compartido a Nelson Mandela con nosotros Su lucha fue vuestra lucha. Su triunfo fue vuestro triunfo. Vuestra dignidad y vuestra esperanza encontraron la expresión en su vida y vuestra libertad, vuestra democracia es su valioso legado Es difícil elogiar a cualquier hombre, capturar en palabras, no sólo los hechos y las fechas que hacen una vida, sino la verdad esencial de una persona, tus alegrías y tristezas privadas, los momentos de tranquilidad y las cualidades únicas que iluminan el alma de alguien. cuánto más difícil hacerlo para un gigante de la historia que llevó a la nación hacia la justicia y en el proceso movilizó a billones alrededor del mundo Nacido durante la Primera Guerra Mundial, lejos de los centros de poder, un niño criado cuidando ganado e instruido por los ancianos de la tribu de Tembu Madiba emergería como el último gran libertador del siglo 20, como Ghandi lideraría un movimiento de resistencia, un movimiento que en su comienzo tenía pocas perspectivas de éxito Como el Dr. King, daba voz potente a las reivindicaciones de los oprimidos y la necesidad moral de justicia racial. Él tuvo que soportar una brutal condena que comenzó en tiempos de Kennedy y Khrushchev y llegó hasta los últimos días de la guerra fría. Emergiendo de prisión sin la fuerza de las armas mantendría como Abraham Lincoln el país unido cuando amenazaba con desintegrarse Y al igual que los Padres Fundadores de Estados Unidos de América, erigiría una norma constitucional para preservar la libertad de las futuras generaciones. Un compromiso hacia la democracia y hacia la norma jurídica ratificada no sólo por su elección sino por su predisposición a dejar el poder tras sólo un mandato. (continua el vitoreo de la multitud) Habiendo recorrido su vida, el alcance de sus objetivos, la adoración que ganó con justa causa, creo que resulta tentador recordar a Nelson Mandela como un icono, sonriente y sereno, alejado de los sórdidos negocios de los hombres de poca cosa. Pero Madiba se opuso con firmeza a semejante retrato sin vida. (La multitud vitorea...) En cambio, Mandela insistió en compartir con vosotros sus dudas y temores, sus desaciertos junto con sus victorias "No soy un santo", decía... "a menos que creas en un santo como en un pecador que sigue intentándolo".