Hace apenas un minuto
este aceite ayudó a preparar
una deliciosa comida.
Pero ahora es solo
una grasa asquerosa.
¿Qué hacemos con eso?
Pues, lo más fácil sería
tirarlo por el drenaje;
pareciera que nos deshicimos de eso
pero realmente no es así.
Más bien está recolectando
partículas de comida
y otras cosas,
creando un tapón grasiento monstruoso
que atasca no solo la tubería
sino todo el sistema de drenaje
ocasionando inundaciones y contaminación.
Muchos sitios tienen leyes
para el desecho de las grasas,
pero podemos ir un paso más allá.
En vez de desecharlo de forma segura
podemos convertirlo en algo útil.
Y si te preguntas
para qué alguien querría
esa gran cantidad de asqueroso
aceite de cocina usado,
la respuesta es el biodiesel.
Seguramente has escuchado hablar
de los motores diésel.
Estos hacen funcionar equipos
agrícolas y de construcción,
camiones, autobuses, barcos,
trenes, generadores de emergencia,
e incluso algunos autos.
La mayoría de los combustibles
que alimentan estos motores
son refinados del petróleo,
proveniente de dinosaurios que murieron
hace muchísimo tiempo atrás
y otros fósiles antiguos.
Pero el diésel también puede derivarse
de organismos que murieron no hace mucho,
como las plantas y los animales.
Y este tipo de combustible
es lo que llamamos biodiesel.
El biodiesel es una fuente
de energía biodegradable
producto del aceite de las plantas
y las grasas animales,
que usualmente puede usarse
en motores de diésel común.
Adivinaste,
es la versión 'bio' del diésel.
Es más limpio que el diésel normal,
así que se ha estimulado su creación
a partir de cultivos como la soja.
Ahora, cultivar plantas
para combustible
en vez de alimentos,
acarrea algunos problemas.
Pero afortunadamente aquí ya
tenemos algunos aceites y grasas.
Preparar la grasa de cocina
para el reciclaje
es fácil.
Primero, déjala enfriar hasta
alcanzar temperatura ambiente.
Luego, transfiérela
a un envase limpio.
Puedes usar botellas viejas
que tengas por allí,
como envases de leche,
siempre y cuando estén
completamente vacíos,
enjuagados y secos.
Usa un embudo para evitar derramarlo,
y un tamiz para filtrar
partículas pequeñas de comida.
Incluso puedes agregar
el aceite de tocino
y otras grasas animales,
o el exceso de aceite
en los alimentos enlatados,
como el atún o las sardinas,
solo asegúrate de que
es aceite y no salmuera.
¿Qué pasa ahora que el aceite
está envasado de forma segura?
Bueno, muchas ciudades
tienen servicios de reciclaje,
que vienen a recoger
grandes cantidades de grasa
en los restaurantes
y otros establecimientos.
Pero hay sitios
en donde las personas también
pueden traer sus envases.
Toda esta grasa termina en
una plata de procesamiento
donde puede ser convertido
en biodiesel para uso.
¿Cómo ocurre esta transformación?
Bueno, todo ese aceite
y las grasas que donaron
están hechos de triglicéridos,
una molécula de glicerol conectado
a 3 cadenas de ácido graso.
Para convertir las grasas
en combustible,
ellas reaccionan al alcohol,
usualmente metanol o etanol,
que producen largas cadenas
de ésteres y glicerol.
Para comparar, he aquí algunas moléculas
de combustible diésel normal.
Aquí las moléculas que creamos
con la ruptura de los triglicéridos,
el glicerol termina sobrando
porque lo que se remueve
al final del proceso.
¡Pero mira esos ésteres!
Si bizqueas, verás que sus
estructuras se ven muy similares
a esas largas cadenas de hidrocarburos
del diésel normal.
Y a los motores diésel con
unas pequeñas modificaciones
también se les puede hacer bizquear
y que quemen estos ésteres como
un combustible diésel normal.
Y, voilá, biodiesel.
Ahora, seguro te preguntarás
si tomarse toda esa molestia
de reciclar el aceite de cocina usado
vale la pena.
Después de todo, ¿cuánta energía
se puede generar realmente?
Pues, si toda la grasa que los
neoyorquinos desechan en un día
es convertida en combustible de avión,
sería suficiente para realizar
cientos de vuelos
desde Nueva York hasta Los Ángeles.
Y no olvidemos que usar
aceite de desecho
en vez de quemar más combustibles fósiles,
limitará nuestros efectos negativos
sobre el medio ambiente.
Reciclar la grasa de cocina usada
convierte la grasa en algo útil.
Contribuyendo un poquito,
las personas y los negocios
pueden ayudar a crear
una fuente alternativa y estable
de combustible diésel
mientras protegemos el medio ambiente
y mantenemos nuestras ciudades limpias.
Y eso es muy bueno.