El maestro Thich Nhat Hanh responde
(Campana)
¿Cómo me mantengo en el momento presente
cuando es insoportable?
¿Cómo me mantengo en el momento presente
cuando es insoportable?
En Plum Village solemos decir:
'No quedemos atrapados
en el pasado o el futuro',
'Regresemos al momento presente'.
Esta pregunta es: ¿cómo me mantengo
en el momento presente
cuando ese momento
me resulta insoportable?
Es una buena pregunta.
(Risas)
La persona que conozca la práctica
de la plena conciencia
sabe que debes regresar
al momento presente.
Cuando regresas al momento presente,
puedes descubrir
dos tipos de situaciones.
El primer tipo de situación
es que existen muchas condiciones
para ser feliz disponibles
en el aquí y el ahora.
Cuando inspiras y traes la mente
de regreso al cuerpo,
te estableces en el momento presente.
Y notas que hay muchos elementos
refrescantes, sanadores
disponibles en el momento presente.
Hay muchas condiciones para la felicidad
disponibles en el momento presente.
Y gracias a esa constatación,
es muy fácil generar una sensación
de alegría y felicidad.
Eso es algo que puedes hacer
para nutrirte.
Para nutrirte de alegría y felicidad.
Eso es lo primero que descubres
cuando regresas al momento presente.
La segunda situación se da
cuando regresas al momento presente
y quizá descubras una sensación de dolor,
sientes una emoción dolorosa
que está en ti.
De hecho, las sensaciones dolorosas,
las emociones dolorosas
se manifiestan de vez en cuando.
Cuando empiezan a manifestarse,
no deseas estar ahí.
Así que intentas huir
haciendo como que no está ahí.
Así que nadie cuida esa sensación
dolorosa, esa emoción dolorosa.
En este caso, regresar al momento presente
no es ya reconocer
elementos de alegría y felicidad,
sino tener una oportunidad de cuidar
de nuestro dolor.
Y de transformarlo.
Aunque el momento presente
sea insoportable,
regresar en ese momento
es nuestra única oportunidad
de hacer algo para calmarlo
y transformarlo.
La mayoría de las personas no hacen eso,
porque temen que si regresan a sí mismas
y tocan ese dolor interior,
el sufrimiento las soprepasará.
Por eso, su práctica consiste en huir,
imaginar cosas futuras para poder olvidar,
regresar al pasado para poder olvidar.
Pero el pasado y el futuro
son como imágenes.
No son la realidad.
Solo el momento presente es real.
Muchas personas
intentan tapar el dolor interior
no solo volviendo al pasado
o huyendo hacia el futuro,
imaginando que habrá alguna esperanza,
que en el futuro el sufrimiento acabará.
Pero eso no puede durar mucho.
La mayoría de las personas intentan
ocultar el sufrimiento interior
mediante el consumo.
Leemos revistas, miramos la televisión,
intentamos encontrar algo que comer,
escuchamos música, agarramos el teléfono
para hablar,
todo lo que hacemos, lo hacemos
porque esperamos que al hacerlo
no tendremos que enfrentarnos
a nuestro sufrimiento.
Y dejamos que en nosotros
siga creciendo ese dolor.
La práctica de la plena conciencia
nos ayuda a regresar al momento presente.
Aunque ese momento no sea agradable,
es en ese preciso momento
donde podremos comprender el sufrimiento
y podremos encontrar la forma
de aliviarlo.
Y de transformarlo.
La próxima vez que veas que
el momento presente no es agradable,
no pienses que huir es la mejor solución.
No, puede que sea una oportunidad.
Quédate en el momento presente. Mira con
hondura la naturaleza de tu sufrimiento.
Si sabes practicar
la respiración consciente
o el caminar consciente,
generas energía de plena conciencia
y esa energía de plena conciencia
generada por la práctica
te ayuda a ser lo bastante fuerte
para reconocer y enfrentar el dolor
y abrazarlo con ternura.
Abrazar tu dolor con ternura
durante unos pocos minutos
puede hacer que se calme.
Y
si hay otras personas practicando contigo
puedes beneficiarte de su energía
de plena conciencia y compasión.
Entrar en contacto con el sufrimiento
genera comprensión del sufrimiento.
Y
la energía de la compasión,
de la comprensión y la compasión
tiene el poder de sanar.
Sanarte a ti y sanar a las personas
que te rodean en ese momento.
Si hay un grupo de personas practicando
unidas, abrazando ese sufrimiento
con ternura,
experimentarán una energía colectiva
de compasión que las sanará.
Y cuando sufran menos,
estarán preparadas para ayuda a otros
a hacer lo mismo.
Hay un bodhisattva llamado Ksitigarbha.
El voto de Ksitigarbha es
acudir a todos los lugares
llenos de sufrimiento
para tener la oportunidad
de ayudar, de servir.
Hay muchos doctores, enfermeros,
trabajadores que hacen eso mismo.
Se presentan voluntarios para ir a lugares
de la madre Tierra llenos de dolor
para ayudar a la gente.
Así que los bodhisattvas Ksitigarbha
son algo real, no una mera imagen.
Hay personas muy jóvenes sirviendo
como bodhisattvas Ksitigarbha.
No tienen miedo del sufrimiento.
Porque saben que pueden aportar alivio.
El bodhisattva Ksitigarbha posee una
vigorosa fuente de energía
que es su aspiración,
el tercer tipo de alimento, la volición.
Sabes que estás ahí, vivo.
Y quieres hacer algo con tu vida.
Quieres que tu vida sirva para algo,
que tenga un sentido.
Así que haces el firme voto
de acudir en ayuda de los que sufren.
No temes acudir
a lugares de sufrimiento.
Estos bodhisattvas
necesitan nuestro apoyo.
Quieres ayudarlos para que no pierdan
su aspiración tras unos años de servicio.
Debemos enviarles
nuestra energía de ánimo.
Necesitan nutrimento y sanación.
Tras trabajar seis meses en situaciones
muy difíciles, regresan a casa
y cuentan con nosotros para cuidarlos,
un tiempo para sanar para que vayan
de nuevo una segunda, una tercera vez.
El bodhisattva Ksitigarbha
también necesita ayuda.
Nosotros estamos para ayudar a que esos
jóvenes Ksitigarbhas sigan con su tarea
en el mundo.
Si hay en ti compasión,
no te importa estar en una situación
difícil, llena de sufrimiento.
Hay en ti compasión suficiente
y eso te protege. No dejarás que te abrume
la energía colectiva
de sufrimiento que emiten
las personas que te rodean.
El bodhisattva Ksitigarbha sabe
que necesita una sangha
para poder seguir durante mucho tiempo.
La práctica no debe ser solo individual,
la práctica debe ser también colectiva.
Intentemos convencer a nuestra familia
para que se una a la práctica.
Y la mejor forma de hacerlo es
volverse más amable cada día.
Más sonriente, más dulce.
Y creerán que la práctica
también puede funcionar para ellos.
Cuando en tu familia, tu comunidad,
haya más armonía,
salud, hermandad,
tu aspiración será más fácil de realizar.
Sin una sangha, sin un grupo de personas,
nuestro sueño no puede hacerse realidad.
No lo hacemos solo como individuos,
sabemos que funcionar en grupo,
como una sangha,
siempre es mucho mejor.
conecta, inspírate, nútrete