Cuando hablamos de
"arquitectos" o "ingenieros"
nos referimos a un profesional,
alguien que cobra,
y tenemos la tendencia
a creer que ellos
son los que nos van
a ayudar a resolver
los enormes retos que tenemos:
el cambio climático, la urbanización
y la inequidad social.
Ese es nuestro tipo
de presunción laboral.
Y, de hecho,
creo que está mal.
En el 2008, estaba a punto
de graduarme como arquitecto
después de varios años
para salir y tener un trabajo,
y esto sucedió.
A la economía se le
agotaron los empleos.
Y algunas cosas al respecto
me desconcertaron.
En primer lugar, no escuchen
a sus asesores vocacionales.
Y en segundo, en verdad esto es una paradoja
fascinante para la arquitectura,
que como sociedad, nunca hemos necesitado
el pensamiento de diseño tanto como ahora
y sin embargo, la arquitectura
no se está empleando.
Me sorprende que hablemos
a detalle sobre diseño
mientras que en realidad hay
una economía detrás de la arquitectura
de la que no hablamos
y creo que deberíamos.
Podemos empezar por
nuestros propios salarios.
Entonces, como un recién
graduado de arquitectura,
esperaría ganar unas 24 000 libras,
que equivalen a unos
36 000 o 37 000 dólares.
En términos de
la población mundial,
eso me coloca entre el 1.95%
de las personas más ricas,
esto me lleva a preguntarme
¿para quién estoy trabajando?
La verdad incómoda es que
en realidad todo a lo que
hoy llamamos arquitectura
es en realidad el negocio de diseñar
para el 1% de la población más rica,
y siempre ha sido así.
La razón por la que lo olvidamos
es porque cuando la arquitectura jugó
un papel fundamental
para transformar la sociedad
fue cuando el 1% construyó
pensando en el 99%,
por varios motivos distintos,
ya fuera por filantropía
en el siglo XIX,
por el comunismo
a inicios del siglo XX,
por el estado de bienestar,
y más recientemente,
por la burbuja inflacionaria
de bienes raíces.
Y todos esos movimientos,
muy a su modo,
han desaparecido
y estamos en esta situación
en la que los mejores diseñadores
y arquitectos del mundo
sólo pueden trabajar
para el 1% de la población.
Esto no es tan malo
para la democracia,
aunque creo que probablemente lo es,
pero no es una estrategia de
negocios muy buena, en serio.
Creo que el reto de la próxima
generación de arquitectos
es cómo hacer que su cliente pase
del 1% al 100%.
Y me gustaría ofrecerles
tres ideas no muy intuitivas
para cumplir con ese reto.
Lo primero es cuestionarse la idea
de que la arquitectura
busca construir edificios.
En realidad, construir un edificio
es la solución más cara
en casi todos los casos.
Y fundamentalmente,
el diseño debería estar
mucho más interesado en resolver
problemas y crear nuevas soluciones.
Piensen en este caso:
la oficina estaba trabajando
con una escuela
y tenían una escuela antigua,
de estilo victoriano.
Y le dijeron a los arquitectos,
"Verán, los corredores
son una pesadilla,
son demasiado pequeños y
se congestionan entre clase y clase.
Hay bravucones que se
nos salen de las manos.
Lo que queremos es que vuelvan
a planear toda la escuela,
y sabemos que va a costar
varios millones de libras,
pero ya nos hicimos a la idea".
Y el equipo pensó en
el proyecto, se fueron
y dijeron, "¿Saben qué? No hagan eso.
Mejor quiten la campana de la escuela.
En vez de tener una
sola campana que suene
tengan muchas campanas pequeñas
que suenen en distintos lugares y horas,
distribuyan el tráfico
en los corredores".
Solucionaron el mismo problema,
sólo que gastaron
varios cientos de libras
en lugar de varios millones.
Parecería que uno está
renegando del trabajo,
pero no es así, sólo eres más útil.
La verdad es que los arquitectos
son muy buenos
para pensar de forma
estratégica e ingeniosa,
Y el problema es que, como en
muchas profesiones de diseño,
nos enfocamos demasiado
en la idea de ofrecer
un tipo particular de producto
y no creo que ese
siga siendo el caso.
La segunda idea que vale la pena hacernos
tiene que ver con esto que tiene el siglo XX,
con la idea de que la arquitectura
masiva se trata de
enormes edificios y
enormes financiamientos.
En realidad estamos
atascados en esta filosofía
de la Edad Industrial que dicta
que los únicos que pueden hacer ciudades
son las enormes orrganizaciones
o corporaciones para quienes construimos,
obteniendo vecindarios enteros
en un solo proyecto
monolítico, y desde luego,
la forma sigue al financiamiento.
Entonces terminamos con
vecindarios únicos y monolíticos
basados en este modelo universal.
Y mucha gente no puede adquirirlos.
Pero ¿qué pasaría si las ciudades
no sólo pudieran ser
construidas por el 1%
sino también por el 99%?
Y cuando así sea,
trajeran consigo
valores totalmente distintos sobre
el lugar en el que quieren vivir.
Y genera preguntas
muy interesantes sobre
cómo vamos a planear las ciudades
y cómo vamos a financiarlas
cómo vamos a vender
nuestros servicios de diseño.
¿Qué significaría para
las sociedades democráticas
ofrecer a sus ciudadanos
el derecho a construir?
Y de cierto modo
debería ser obvio
que en el siglo XXI las ciudades pudieran
ser desarrolladas por los ciudadanos.
Y en tercer lugar,
necesitamos recordar que
en sentido estricto
el diseño tiene algo en común con
el sexo y el cuidado de lo mayores:
los aficionados hacen
la mayor parte del trabajo.
Y eso es bueno.
La mayor parte del trabajo se realiza
fuera de la economía monetaria
en lo que llamamos la economía social
o la economía núcleo,
que significa que la gente
trabaja por sí misma.
Y el problema es que, hasta hoy,
la economía monetaria tenía
toda la infraestructura y las herramientas.
El reto que enfrentamos,
entonces, es cómo vamos
a construir las herramientas,
la infraestructura y las instituciones
para la economía social
de la arquitectura.
Y eso comenzó con
el software libre.
Y a lo largo de los últimos años,
ha estado moviendo
al mundo físico con hardware libre,
es decir, planos compartidos libremente
que todos pueden descargar
y crear por sí mismos.
Es ahí donde la impresión en 3D
se vuelve extremadamente interesante.
Cuando tienes una impresora en 3D
que es de libre uso, las partes pueden
usarse para hacer otra impresora 3D.
O la misma idea aplicada
en una máquina de CNC
que es como una gran impresora
que corta hojas de triplay.
Lo que estas tecnologías
están haciendo es
bajando enormemente las limitaciones
de tiempo, costo y capacitación.
Están enfrentandose
a la idea de que
si quieres que algo valga la pena
tiene que ser universal.
Y están distribuyendo
a escala masiva
capacidades de manufactura
muy complejas.
Vamos hacia un futuro en el que
la fábrica está en todos lados,
y eso quiere decir que cada vez más
el equipo de diseñadores
está en todos lados.
Eso es a lo que yo llamo
una revolución industrial.
Y cuando pensamos que
los conflictos ideológicos más grandes
que heredamos giraban
en torno a la pregunta
de quién debería controlar
los medios de producción
y estas tecnologías están
respondiendo con una solución:
en realidad, quizás nadie.
Ninguno de nosotros.
Y estamos fascinados por
lo que esto pueda
significar para la arquitectura.
Por lo que hace año y medio,
empezamos a trabajar en
un proyecto llamado WikiHouse,
que es un sistema
de construcción libre.
La idea es hacer
que todos puedan
entrar a Internet, acceder a
una biblioteca libre compartida
de modelos 3D que puedan
descargar y adaptar
usando el programa SketchUp,
ya que es gratis y fácil de usar,
y casi a la velocidad de un clic
generar una serie
de archivos de cortes
que les permitirá, en efecto,
imprimir las partes de una casa
utilizando una máquina CNC
y una hoja de un material
común como el triplay.
Las partes están numeradas,
básicamente terminas con
un kit grande tipo IKEA.
(Risas)
Y se une sin tuercas.
Utiliza conexiones de calces y clavijas.
E incluso las hojas
de corte incluyen
los mazos para hacerlo.
Y un equipo de dos o tres personas
pueden construirla.
No necesitan saber de
construcción tradicional.
No necesitan un arsenal de
herramientas ni nada por el estilo
y pueden construir una casa pequeña
de más o menos este tamaño
en un solo día.
(Aplausos)
Y terminas con el andamio
base de una casa
en la que luego puedes agregar
sistemas como ventanas
y servicios de aislamiento
y revestimientos
basados en lo que haya
a la mano y que sea barato.
Desde luego, la casa nunca
se acaba por completo.
Estamos cambiando de idea tal que
la casa no es un producto terminado.
Con la máquina CNC, puedes
hacer nuevas partes para la casa
a lo largo de su vida útil
o para hacer la casa del vecino.
Hoy podemos ver la semilla
de un modelo de desarrollo urbano
potencialmente libre y
encabezado por los ciudadanos.
Nosotros y otras personas han construido
unos cuantos prototipos en todo el mundo
y hay lecciones muy interesantes.
Una de ellas es que esto siempre
ha sido increíblemente social.
La gente llega a confundir
la construcción con la diversión.
Pero los principios de
lo libre llegan hasta
los detalles extremadamente
mundanos y físicos.
Como nunca diseñar una habitacion
que no se pueda construir.
O cuando se diseña una habitación
asegurarse de que no se ponga
en la dirección equivocada,
o en todo caso que no importe
porque es simétrica.
Probablemente el principio
que más nos impulsa
es el principio creado
por Linus Torvalds,
el pionero del software libre,
que es "sé flojo como un zorro".
No reinventes la rueda cada vez.
Toma todo lo que ya funciona,
y adáptalo a tus necesidades.
Al contrario de todo lo
que nos han enseñado
en la facultad de arquitectura,
copiar es bueno.
Lo que es apropiado,
porque en realidad
este enfoque no es innovador.
Es sobre cómo hemos
construido edificios
por cientos de años antes
de la revolución industrial
en algo parecido a las recaudaciones
de fondos comunitarias.
La única diferencia entre
la arquitectura vernácula tradicional
y la arquitectura libre
puede ser la conección a la red,
pero es una diferencia enorme.
Compartimos todo el WikiHouse
bajo una licencia
de Creative Commons
y lo que está comenzando a pasar
es que grupos en todo el mundo
están comenzando a tomarla
y la utilizan, hackean,
la desarman, es sorprendente.
Hay un grupo genial en
Christchurch, Nueva Zelanda
que está creando un desarrollo
inmobiliario post-terremoto
y gracias al premio TED city
estamos trabajando con un grupo
sorprendente en una de las favelas de Río
para desarrollar una especie
de fábrica comunitaria
y micro universidad.
Son comienzos muy, muy pequeños
y en realidad hay mucha gente
que se ha puesto en contacto
con nosotros la semana pasada
que ni siquiera están en este mapa.
Espero que la próxima vez que lo vean,
puedan verlos en el mapa.
Estamos conscientes de que WikiHouse
es una respuesta muy, muy pequeña
pero es una respuesta muy pequeña
para un problema colosal,
de que, hoy en día, en todo el mundo
las ciudades con mayor crecimiento
no son las ciudades con rascacielos,
son las ciudades hechas
por sí solas en cualquier forma.
Si hablamos de
la ciudad del siglo XXI
estos son los hombres
que lo van a lograr.
Les guste o no, sean bienvenidos al equipo
de diseño más grande del mundo.
Si tomamos los problemas serios
como el cambio climático,
la urbanización y la salud,
nuestros modelos de desarrollo
actuales no van a funcionar.
Cómo Robert Neuwirth dijo,
no hay un banco
o corporación o gobierno o ONG
que pueda logarlo
si seguimos tratando a los ciudadanos
sólo como consumidores.
Sin embargo, sería extraordinario
si pudiéramos en conjunto
desarrollar soluciones
no sólo para el problema
estructural en el que
hemos estado trabajando
sino para otros problemas de infraestructura
como aire acondicionado con energía solar,
energía autosuficiente,
sanidad autosuficiente:
soluciones de bajo costo,
libre acceso y de alto desempeño
que todos podamos
hacer muy fácilmente
y compartirlo todo con todos
en dónde todos sean los dueños
y sean accesibles para todos.
Una especie de Wikipedia de cosas.
En donde una vez que
algo pase a ser de todos,
se quede ahí para siempre.
¿Cuánto cambiarían las reglas así?
Creo que la tecnología
está a nuestro favor.
Si el gran proyecto de
diseño en el siglo XX
fue la democratización del consumo,
con Henry Ford, Levittown,
Coca-Cola, IKEA,
creo que el gran proyecto
del diseño en el siglo XXI
es la democratización de la producción.
Y cuando hablamos
de arquitectura urbana,
eso es sumamente importante.
Muchas gracias.
(Aplausos)