Hola. Mi nombre es Matthew Williams y soy un campeón. He ganado medallas en tres deportes diferentes y los juegos nacionales en Canadá; he competido a nivel internacional en baloncesto y tuve el orgullo de representar a Canadá ante el mundo. (Aplausos) Entreno cinco días a la semana baloncesto y patinaje de velocidad, trabajo con entrenadores y consultores de primera calidad en rendimiento mental para estar en mi mejor momento en mi deporte. Por cierto, todo en las Olimpiadas Especiales. ¿Cambia lo que piensan de mí y mis logros? El mundo no ve a toda la gente como yo como campeones. No hace mucho tiempo, la gente como yo era rechazada y escondida. Han habido muchos cambios desde que los Juegos Olímpicos Especiales comenzaron en 1968, pero en muchos casos, las personas con discapacidad intelectual son invisibles para la población en general. La gente usa la palabra R frente a mí y piensan que no importa. La palabra "retardado" o "retrasado" utilizada de manera despectiva. No saben lo mucho que a mí y mis amigos nos duele. No quiero que piensen que busco caridad. Estoy aquí porque todavía hay un gran problema con la forma en que muchos ven a la gente con discapacidad intelectual, o, con demasiada frecuencia, no los ven en absoluto. ¿Sabían que los Juegos Mundiales fueron este año? Fui uno de los más de 6500 atletas con discapacidad intelectual de 165 países que compitieron en Los Ángeles. Hubo más de 62 000 espectadores viendo la ceremonia de inauguración, y hubo cobertura en vivo por TSN y ESPN. ¿Siquiera sabían que pasó? ¿Qué piensan cuando ven a alguien como yo? Hoy estoy aquí para retarlos a mirarnos como iguales. Las Olimpiadas Especiales transforman la identidad propia de los atletas con discapacidad intelectual y las percepciones de todo el mundo que las ve. Para aquellos que no están familiarizados, las Olimpiadas Especiales son para los atletas con discapacidad intelectual. Están separadas de los Paralímpicos y los Juegos Olímpicos. Ofrecemos programas deportivos de alta calidad durante todo el año para las personas con discapacidad intelectual que cambia vidas y percepciones. Este movimiento ha cambiado mi vida y las de tantos otros. Y se ha cambiado la forma en que el mundo ve a las personas con discapacidad intelectual. Nací con epilepsia y discapacidad intelectual. Al crecer, jugué hockey hasta que tenía 12 años. Cuanto más crecía, más sentía que era más difícil mantenerme al día con todos los demás, y estaba enojado y frustrado. Durante un tiempo, no practiqué ningún deporte, no tenía muchos amigos y me sentía excluido y triste. Hubo un momento en que la gente con discapacidad intelectual era ocultada lejos de la sociedad. Nadie pensaba que podían participar en actividades deportivas, y mucho menos ser miembros valiosos de la sociedad. En la década de 1960, el Dr. Frank Hayden, un científico de la Universidad de Toronto, estudió los efectos del ejercicio regular en los niños con discapacidad intelectual. Con el uso de la investigación científica rigurosa, el Dr. Hayden y otros investigadores llegaron a la conclusión de que era simplemente la falta de oportunidades para participar lo que causaba que su condición física bajara. Muchos dudaban de que los discapacitados intelectuales podrían beneficiarse de programas de acondicionamiento físico y oportunidades de competición deportiva. Pero pioneros como el Dr. Hayden y Eunice Kennedy Shriver, el fundador de los Juegos Olímpicos Especiales, perseveraron, y los atletas de Olimpiadas Especiales les han dado la razón cuatro millones y medio de veces. (Aplausos) Antes de unirme a las Olimpiadas Especiales, estaba nervioso porque era joven, tímido, sin confianza y no tenía muchos amigos. Sin embargo, cuando llegué todos me alentaban, me apoyaban y me dejé ser yo mismo sin ser juzgado. Ahora soy un jugador de baloncesto y un patinador de velocidad, he competido en juegos nacionales, provinciales, y este año fui a los Juegos Mundiales de Verano en LA, donde fui parte del primer equipo de baloncesto de la historia de Canadá en competir en los Juegos Mundiales. (Aplausos) Soy uno de más de cuatro millones y medio de atletas de todo el mundo, y he oído tantas historias similares. El ser atletas de las Olimpiadas Especiales restaura nuestro orgullo y dignidad. Las Olimpiadas Especiales también lidian con las necesidades de salud críticas. Estudios demuestran que, en promedio, los hombres con discapacidad intelectual mueren 13 años antes que los hombres normales y las mujeres con discapacidad intelectual mueren 20 años antes que las mujeres normales. Las Olimpiadas Especiales nos mantienen sanos al activarnos y hacernos participar en el deporte. Además, nuestros entrenadores nos enseñan acerca de la nutrición y salud. Las Olimpiadas Especiales también ofrecen exámenes de salud gratis para los atletas que tienen dificultades para comunicarse con su médico o con el acceso a la asistencia sanitaria. En los Juegos Mundiales de Verano del 2015, con mi equipo de baloncesto de Canadá jugamos con Nigeria. El día antes de nuestro juego, el equipo de Nigeria fue al servicio de salud para atletas de los juegos donde a siete de sus diez miembros se les dieron audífonos gratis y escucharon con claridad por primera vez. (Aplausos) El cambio en ellos era increíble. Estaban más emocionados, felices y confiados, ya que su entrenador podía comunicarse verbalmente con ellos. Y estaban muy emocionados porque podían oír los sonidos del baloncesto, los sonidos del silbato y a los aficionados animando en las gradas, sonidos que damos por sentados. Las Olimpiadas Especiales transforman más que solo al atleta en su deporte. Las Olimpiadas Especiales transforman vidas fuera de la cancha. Este año, los resultados de las investigaciones mostraron que casi la mitad de los adultos en los EE.UU. no conocen una sola persona con una discapacidad intelectual, y el 44% de los estadounidenses que no tienen contacto personal con la discapacidad intelectual los aceptan significativamente menos. Luego está la palabra R, que demuestra que las personas con discapacidad intelectual siguen siendo invisibles a demasiadas personas. La gente lo usa como un término casual o un insulto. Se tuiteó más de nueve millones de veces el año pasado, y es profundamente hiriente para mí y mis 4.5 millones de compañeros atletas de todo el mundo. La gente no piensa que sea un insulto, pero lo es. Como mi compañero atleta y vocero mundial John Franklin Stephens escribió en una carta abierta a un experto en política que utilizó la palabra R como insulto, "Venga algún día a los Juegos Olímpicos Especiales. Vea si puede irse con su corazón igual". (Aplausos) Este año, en los Juegos Mundiales de Verano de 2015, las personas hicieron fila durante horas para entrar a la final de la competencia de levantamiento de pesas. La sala estaba llena cuando mi compañero de equipo Jackie Barrett, el alce de Terranova, levantó 297 kg en peso muerto y 277 kg en la posición de cuclillas, (Aplausos) estableciendo un nuevo récord para la Olimpiadas Especiales. Jackie tiene el récord entre todos los levantadores de pesas en Terranova, no solo en las Olimpiadas Especiales, sino de todos los levantadores de pesas. Jackie era una gran estrella en Los Ángeles, y ESPN tuitió en vivo sus levantamientos récord y les impresionó su actuación. Hace 50años, pocos imaginaban que gente con discapacidad intelectual pudiera hacer nada por el estilo. Este año, 60 000 espectadores llenaron el famoso LA Memorial Coliseum para ver la ceremonia de inauguración de los Juegos Mundiales y animar a los atletas de 165 países alrededor del mundo. Lejos de escondernos, estábamos aplaudiendo y celebrando. Las Olimpiadas Especiales enseñan a los atletas a estar seguros y orgullosos de sí mismos. Las Olimpiadas Especiales enseñan al mundo que las personas con discapacidad intelectual merecen respeto e inclusión. (Aplausos) Ahora tengo sueños y logros en mi deporte, buenos entrenadores, respeto y dignidad, mejor salud, y estudio para llegar a ser entrenador personal. (Aplausos) Ya no estoy escondido, acosado y estoy aquí dando una charla TED. (Aplausos y vítores) El mundo es un lugar diferente gracias a las Olimpiadas Especiales, pero todavía hay que ir más lejos. Así que la próxima vez que vean a alguien con discapacidad intelectual, espero vean su capacidad. La próxima vez que alguien utilice la palabra R, espero le digan lo mucho que duele. Espero se involucren en las Olimpiadas Especiales. (Aplausos) Me gustaría terminar con un pensamiento. Nelson Mandela dijo: "El deporte tiene el poder de cambiar el mundo". Las Olimpiadas Especiales está cambiando el mundo mediante la transformación de 4.5 millones de atletas y brindándonos un lugar para tener confianza, reunirnos con los amigos, no ser juzgados y llegar a sentirse y a ser campeones. Muchas gracias. (Aplausos)