Es mi primer día en tercer grado
y estoy muy emocionado,
pues nos acabamos de mudar de ciudad,
así que esto es una aventura:
escuela nueva, nuevos amigos y...
mis lentes totalmente nuevos.
(Risas)
Estoy en el patio
cuando un niño se me acerca.
Es de mi tamaño,
tiene el cabello rubio, grueso y poblado,
y me dice: "Oye, ¿quieres pelear?"
(Risas)
"¡No!"
(Risas)
"Pues yo sí"
(Risas)
Lo siguiente que recuerdo es estar
encerrado recibiendo golpes y más golpes.
Siento cómo me estruja la cabeza,
y cómo me arrancan el cabello.
Tengo ocho años
y recibir una paliza es nuevo para mí.
¡Pum! Otro golpe, y otro.
Por fin logro zafarme.
"¡Mis lentes!"
Están rotos.
Y él los rompió.
Lo único que se me ocurre es
correr, lo más rápido que pueda,
y eso fue lo que hice.
Llego a casa,
mi mamá me sienta en su regazo,
las lágrimas cubren mi rostro
y ella me dice: "Chico,
hiciste lo correcto al no enfrentarlo.
Sólo pon la otra mejilla
y así te dejarán tranquilo".
Bueno, mamá siempre tiene razón, ¿no?
Pero en cuarto grado fue Collin,
pelirrojo y con pecas,
y no me dejó tranquilo.
El siguiente año fue Greg,
con su pinta de chico rudo.
En la secundaria fue Santos,
el corredor estrella,
y después Robert, y después Dean.
En la preparatoria fue Raul,
ese pequeño bribón,
quien me empujaba
todos lo días contra el casillero
y yo no hacía nada.
Mi amigo Johnny me decía:
"¡Debes enfrentarlo!"
Johnny tenía razón,
pero preferí escuchar a mamá.
Esto no se limitó
a mis compañeros de clase.
En mi último año,
mi primer adulto abusador apareció.
Recién nos mudamos a la ciudad,
otra vez era el chico nuevo.
Nuestro equipo de baloncesto
era el número uno del estado
y algunos decían
que yo era el mejor jugador del equipo.
Ese soy yo, el número 14.
Pero para el entrenador Reeves,
yo era un intruso en su equipo.
Así que, cuando fallé un tiro
en el primer juego,
me mandó a la banca de por vida.
Unos días después me dijo
que dependía de mí si quería
sentarme en la banca toda la temporada
o que podía renunciar.
Y renuncié.
Me gradué, obtuve mi primer empleo
y fui víctima del bullying.
Fui víctima en mi matrimonio.
17 años de matrimonio
y ni una sola pelea con mi esposa.
¿Por qué?
Porque sólo ponía la otra mejilla.
Hasta que un día,
todos mis problemas estallaron
y, como en tercer grado, hui.
Pero ahora,
con tres pequeñas a mi cargo,
lo que está roto
es más que unos lentes.
Pensamos que el bullying
es un asunto de la infancia.
Y sí, lo es.
Pero la cruda realidad es
que uno de los grandes problemas
de nuestro tiempos
es el bullying entre adultos.
¿Qué es el bullying entre adultos?
Es esto.
No es una definición académica
del bullying,
pues creo que una versión animada
a veces es más clara:
un poco de arena en la cara
y...
una pequeña amenaza
para recordarles que no son nada.
Esto sucede millones de veces
todos los días en todo el mundo.
En el trabajo, cuando el jefe les dice:
"¿Quieres conservar tu trabajo?
Cierra la boca",
o cuando un compañero de trabajo
llega tarde a su presentación
sólo para distraerlos.
Un estudio reciente reveló
que de 2000 adultos en EE. UU.,
el 31 % declaró ser víctima del bullying.
Encuestaron 9000 empleados del gobierno
y el 57 % declaró ser víctima
en los últimos dos años.
Y sí, el gobierno tiene
una política anti-bullying.
Obviamente, esto no se reduce
al ambiente de trabajo.
El bullying entre adultos sucede en casa,
el matrimonio, nuestras comunidades,
en la calles, en la hora pico del tráfico,
en la política.
Está en todos lados.
Y no son las repercusiones externas
tan importantes como el impacto
en el individuo, el sujeto,
la víctima.
El daño emocional y psicológico
a la autoestima, a la confianza
y a la dignidad
es inmenso.
Lo sé porque he sido víctima
la mayor parte de mi vida.
Nunca más.
Durante esa experiencia,
aprendí tres crueles verdades
sobre el bullying entre adultos.
La primera, es un asunto muy personal.
Bien, el bullying entre adultos
no es la gran cosa
si nunca han sido víctimas.
Es como la diferencia entre
cirugía intensiva y ciriguía leve:
es intensiva si soy el afectado;
es leve si Uds. son los afectados.
¿Cierto? Muchas personas piensan así
respecto al bullying.
No han sido víctimas,
no pueden ser solidarios,
así que no debe ser la gran cosa.
Las políticas anti-bullying
por lo regular son creadas
por aquellos en una posición favorable
que nunca han sido víctimas.
Incluso cuando les dicen:
"¡Oh! No dejes que te afecte".
Eso es personal.
La psicoterapeuta Jenise Harmon
dice que el bullying no se trata de ti.
"Tú no eres quien tiene problemas,
así que no debes tomarlo personal".
Lo siento, consejera,
pero, con todo respeto,
cuando eres golpeado todos los días,
es personal.
Cuando un compañero de trabajo
los acusa por decir algo que no dijeron,
su problema se vuelve un problema.
Cuando un esposo abusador
le dice a su esposa todos los días
lo inútil que es,
es personal.
La segunda verdad
sobre el bullying entre adultos es
que te hace sentir impotente.
El asunto principal no son los abusadores,
sino el miedo,
la sensación de impotencia
por no hacer nada al respecto.
Esta oscura incertidumbre
de culpa incesante y ansiedad
sofoca el autoestima,
destruye los sueños,
puede llevar a la depresión
e incluso suicidio.
Para mí fue la sensación
de no poder resistir yo solo.
Siempre hago todo bien
hasta que se me presenta un conflicto,
después retrocedo
y huyo.
Entreno vendedores
y una de las cosas que he descubierto
es que el miedo y las inseguridades
nos manipulan probablemente más
que cualquier otro tipo de bullying.
Para mí fue
la sensación de no poder resistir yo solo.
Pasé mucho tiempo evitando conflictos
y ocultándome por temor a los abusadores
que el miedo se convirtió
en el más grande abusador.
De cualquier manera,
el impacto es devastador.
La tercer verdad
de el bullying entre adultos es
que tiene solución.
Ahora, todos los discursos anti-bullying
y espacios seguros no han funcionado
y no funcionarán.
¿Por qué?
Porque el bullying es conveniente
para el abusador
y porque los abusadores no son estúpidos,
no van a jugar limpio.
No los molestan cuando están
en su espacio seguro.
Muchas ocasiones,
los abusadores son los que tienen poder.
Así que,
no hay espacio seguro.
La solución no es externa;
la solución es interna, esta aquí.
El bullying a nivel corporativo
o político nunca se detendrá.
El bullying sólo pude detenerse
a nivel individual.
Las investigaciones confirman
lo que nadie quiere admitir:
el bullying sólo puede erradicarse ahí.
El problema es personal,
la solución, también.
Skinny por fin lo descubrió,
tras aquella humillación en la playa,
y decidió hacer algo al respecto.
No lo logró él solo.
Encontró a alguien que le ayudó.
(Risas)
En este caso, el Sr. Charles Atlas
con su traje de baño de leopardo.
(Risas)
Se puso a entrenar.
Pero, lo que no muestran las viñetas es
todo el trabajo duro necesario
para lograrlo.
Ténganlo en cuenta,
ser resistente al bullying
requiere trabajo duro
y comienza con una decisión:
tomar el control.
¿Qué hice para erradicarlo?
Practiqué paracaidismo.
Durante toda mi vida,
mi más grande miedo
fue el miedo a las alturas,
así que debía demostrar
que podía superar mis miedos.
Ese día se convirtió
en una declaración personal
para nunca dejar al miedo
detenerme de nuevo.
Pasé tanto tiempo evitando el conflicto,
temiendo a los abusadores,
que el miedo se convirtió
en mi más grande abusador.
Cualquiera que haya sido víctima
ha llegado a ese punto de quiebra
cuando dicen: "No voy a sopórtalo más".
Dejan de esperar a alguien
para que venga a salvarlos
y toman el control.
En mi caso,
comencé a informarme, comencé
a asistir a talleres y seminarios.
Caminé sobre fuego
en el evento de Tony Robbins.
Comencé a enfrentar los miedos
de los que antes huía
y poco a poco mi fuerza y confianza
comenzaron a aumentar.
Si son victimas del bullying,
ésta es la única solución:
decidirse a actuar.
Lean, participen en seminarios,
tomen clases de defensa personal,
aprendan artes marciales,
perfeccionen algo
que les de valor y confianza
para tomar el control.
No existe otra solución.
Construyan su espacio seguro.
Sobre esto, Charles Atlas tenía razón:
deben fortalecerse.
Pueden lograrlo sin importar la edad,
todos podemos lograrlo.
Tomemos el control total.
Ahora, después de eso,
Charles Atlas lo arruinó
porque Skinny buscó venganza.
Pero dense cuenta que al menos
consiguió a la chica.
Todos sabemos
que Charles Atlas no es un filántropo,
así que debemos reinterpretarlo.
Quiero dejar claro:
no se trata de convertirse en un abusador,
sino de ser resistente a los abusadores.
Pues, un maestro de defensa personal
tiene poder letal,
afortunadamente nunca tiene que usarlo.
Es lo que Bruce Lee llamó:
"El arte de luchar sin luchar".
No es un camino fácil,
pero es el único para ganar.
La fuerza y confianza individual
son el único espacio seguro
porque las puedes llevar contigo
a todos lados.
Y por cierto,
tambien puede un chico de ocho años
en su primer día en tercer grado.
Gracias.
(Aplausos)