Es fácil que el mundo
exterior nos cautive.
Es un lugar fascinante.
Merece nuestra atención.
¿Y si invertimos nuestro foco de
atención y miramos hacia adentro?
¿Qué encontraríamos?
Estudio las drogas psicodélicas,
y la razón por la que lo hago
--aparte de la buena suerte--
es porque pienso que son especiales.
Y pienso que son especiales
porque creo que tienen una capacidad única
de revelarnos lo más profundo
de nuestra mente.
Los sueños, y quizá algunos
otros pocos estados
pueden dar una pista de lo que hay
más allá de la consciencia normal,
pero para mí, la psicodelia no tiene
rivales en su capacidad de hacer esto.
Ahora bien, muchos estarán familiarizados
con la palabra "psicodélico",
pero dudo que muchos sepan su origen
o lo que significa.
Psicodélico fue una palabra
acuñada en los años 50
por el psiquiatra británico
Humphry Osmond,
con referencia a esta clase
de drogas que estudio,
y combina dos palabras griegas,
"psique" y "delos",
que, al ser puestas juntas,
significan "hacer que la mente se
manifieste" o "revelar el alma".
La psicología me ha fascinado durante
la mayor parte de mi vida adulta,
pero una pregunta que siempre
me ha perseguido
es ¿por qué no podemos probar
la existencia de la mente inconsciente?
¿Es porque no existe?
¿O es porque es muy difícil de ver?
Creo firmemente que es lo último,
y entonces la pregunta es:
¿cómo podemos hacer para verla
con más facilidad?
El famoso Freud nos habló
sobre los sueños,
sobre como son una ventana hacia
el inconsciente, un "camino real".
Pero el problema es que los sueños
ocurren cuando dormimos,
y, al despertarnos,
solo tenemos un vago recuerdo
de lo que experimentamos en realidad.
Así que, mientras estudiaba
para mi máster
me encontré preguntándome
si existía una droga
que facilitara el acceso
a la mente inconsciente.
Hice una corta búsqueda bibliográfica
y encontré este libro:
"Realms of the Human Unconscious:
Observations from LSD Research",
escrito por el psiquiatra checo
Stanislav Grof en 1975.
Así que rápidamente tomé
este libro de la biblioteca;
lo llevé a mi habitación;
lo abrí y leí:
"Muchos de los fenómenos
en estas sesiones con LSD
podrían ser entendidos desde un punto
de vista psicológico y psicoanalítico;
tienen una estructura
parecida a los sueños.
Y Freud dijo que los sueños
son un camino real hacia el conocimiento
de la mente inconsciente,
pero, en un grado mayor,
esto parece ser verdadero para
las experiencias con LSD".
Y: "La capacidad de
las drogas psicodélicas
para exteriorizar lo que de otro modo
son fenómenos invisibles
y convertirlos en un objeto
para la investigación científica
da a estas substancias
un potencial único como herramientas
para la exploración de la mente humana.
No parece inapropiado o exagerado
comparar su importancia potencial
para la psiquiatría" --y la psicología--
"con el del microscopio para la medicina
o del telescopio para la astronomía".
Así que, como pueden imaginar,
después de leerlo,
esto me dio una fuerte sensación
de propósito y dirección.
Le escribí al profesor David Nutt,
de la Universidad de Bristol,
y le dije que quería estudiar el cerebro
bajo los efectos del LSD
y ver si se veía como el cerebro al soñar.
David fue muy amable y me
permitió unirme a su equipo,
y así, cuatro años más tarde,
terminé mi doctorado con él.
No mucho después de eso,
tuve la suerte de empezar una emocionante
investigación de imágenes cerebrales
con drogas psicodélicas.
Primero con psilocibina, el ingrediente
activo de los hongos alucinógenos,
y más recientemente con el LSD.
Ahora bien, es bastante difícil
explicarle a la gente
cómo actúan las drogas psicodélicas
en el cerebro,
y es aún más difícil hacerlo
en 18 minutos.
Así que, en vez de eso,
les mostraré algunas imágenes
y les daré algunas analogías para pensar.
Aquí vemos las vías de
comunicación del cerebro.
Cada línea es una vía de comunicación
entre dos regiones diferentes del cerebro.
Créase o no,
en estos dos círculos existe
el mismo número de líneas o vías,
y sin embargo lucen muy diferentes...
Esencialmente, estamos viendo
el cerebro normal a la izquierda,
donde la comunicación está limitada
a comunidades particulares,
o camarillas, en el cerebro.
Así, por ejemplo,
las regiones visuales hablan mayormente
con otras regiones visuales;
esto es lo que ocurre normalmente.
Luego observamos el cerebro
psicodélico a la derecha;
hay muchas menos camarillas,
y mucha más conversación
abierta, más libre,
que ocurre en el cerebro.
Otro modo útil de pensar en cómo
los psicodélicos actúan en el cerebro
es pensar qué es ser como un niño:
experimentar lo novedoso;
sentirse emocionalmente variable
--en un momento reír
y, al siguiente, llorar--
tener una imaginación
incontroladamente hiperactiva;
ser fascinado por personajes
como Iggle Piggle o Makka Pakka.
Por lo tanto, no es una coincidencia
que si observamos cómo se desarrolla el
cerebro desde la infancia hasta la adultez
y lo comparamos con cómo cambia el cerebro
bajo el efecto de los psicodélicos,
vemos que son lo opuesto.
Así, en vez de que el cerebro se vuelva
más sofisticado cuando nos desarrollamos,
más refinado,
pero al mismo tiempo más limitado,
tenemos un cerebro que es más simple
y más libre en su funcionamiento.
El tercer modo útil de pensar en cómo
los psicodélicos actúan en el cerebro
es pensar en el estado de los sueños.
Aquí observamos los efectos
del LSD en el cerebro,
y lo que vemos es que
mucho más del cerebro
contribuye a la experiencia visual
bajo el LSD que habitualmente.
Y este efecto se correlaciona mucho
con las visiones oníricas que
la gente informa al estar bajo el LSD
cuando sus ojos están cerrados.
Así que podríamos pensar sobre los
estados de los sueños y psicodélicos,
como condiciones en las que el cerebro
se desconecta o desancla
de la información sensorial entrante.
Y, en este estado,
puede operar en un modo
más anárquico, despreocupado,
evocando imágenes de las partes
más profundas de la mente y del cerebro
en vez de apoyarse en la información
sensorial que llega al cerebro.
Quizá lo más importante
que resultó de nuestra investigación
con la psicodelia
no es el conocimiento
de cómo actúan en el cerebro
sino la idea de cómo pueden ser útiles
o de cómo pueden ser aplicadas.
Recientemente hemos terminado
la primera fase del primer paso
de un ensayo clínico,
observando la psilocibina,
los hongos alucinógenos,
como tratamiento para la depresión severa.
Y es importante que conozcan
la magnitud del problema de la depresión;
no es algo que se deba barrer
bajo la alfombra
aunque, desafortunadamente,
a menudo es así.
Es, mundialmente, la causa
principal de discapacidad.
Afecta a unas 350 millones de personas.
Para ponerlo en perspectiva,
eso es más de toda la población de EE.UU.
Y si les importa el dinero,
eso es especialmente costoso.
Es el trastorno cerebral
más costoso en Europa,
y su costo anual, solo en EE.UU.
es de UDS 200 000 millones.
Eso es, aproximadamente,
el PBI de la República de Irlanda.
Y la depresión es un fenómeno
bastante insidioso;
a menudo se manifiesta
por la ausencia de algo.
Eso puede ser la ausencia de placer,
o de un estado de ánimo positivo general,
o puede ser la ausencia
del individuo mismo,
que puede no levantarse de la cama
por la mañana e ir a trabajar.
La depresión es la causa principal
de ausentismo en el trabajo.
Pero la depresión aún puede
presentarse más duramente
y, a menudo, cuando ya es demasiado tarde.
Un 15 % de los pacientes con depresión
severa se quitan la vida,
y es una estadística alarmante ahora
que el suicidio es la causa principal
de muerte entre los hombres
de menos de 45 en el Reino Unido.
¿Y qué podemos hacer acerca de esto?
¿Cuán efectivos son
los tratamientos actuales?
Bien, la buena noticia
es que no son inefectivos.
Este gráfico muestra el tamaño
del efecto en relación
con los diferentes tratamientos
contra la depresión.
Solo para darles una perspectiva,
la convención es considerar
que un tamaño de efecto de 0,8
--que es donde está la línea--
como grande.
Así que pueden ver
que las medicinas antidepresivas,
la psicoterapia y el placebo
todos tienen tamaños de efecto
bastante grandes contra la depresión.
Pero aun así, un 50 % de los pacientes
no responden a los antidepresivos
que los médicos les recetan,
y un 20 % no responden
a ningún tratamiento.
Y son estos casos
resistentes al tratamiento
los que estamos viendo
en nuestro ensayo actual.
Pero antes de decirles los resultados,
creo que es importante enfatizar,
especialmente para los que desconocen
los efectos de los psicodélicos
que una experiencia
con una de estas drogas
puede estar entre las más
profundas de toda la vida.
La evidencia sugiere que,
en lo que respecta a su importancia,
puede ser comparado con:
enfrentar la muerte,
enamorarse
o traer al mundo una nueva vida.
El aspecto fundamental es que
estas no son drogas para fiestas;
son substancias muy poderosas que
deben ser tratadas con respeto,
como lo han sido por ciertas culturas
durante cientos o miles de años.
Y es importante enfatizar que cuando
damos psilocibina a nuestros pacientes
lo hacemos con una completa
aprobación legal y ética,
y no les decimos que simplemente
se traguen un puñado de hongos
alucinógenos y esperen lo mejor.
Los preparamos cuidadosamente
para sus experiencias.
Los atiende un grupo entrenado
de terapeutas.
Tienen dos sesiones con la psilocibina;
son atendidos durante todo el tiempo,
y los terapeutas los ayudan después
a entender las cosas.
Y aquí podemos ver la magnitud del efecto
que vemos con la psilocibina.
La psilocibina está en azul,
y pueden ver los datos
a las dos semanas del tratamiento
y a los tres meses del tratamiento.
Ahora bien, debo advertir
que todavía es temprano;
en esta etapa tuvimos
12 pacientes en el ensayo,
tenemos más datos
y los efectos lucen aún mejor.
Pero, aun así, hubo varios cientos
de pacientes en esos otros estudios.
También, todos nuestros pacientes
sabían que iban a recibir psilocibina
mientras que esos otros estudios tenían
un elemento de control con placebo,
que es lo próximo que haremos.
Incluso con estas consideraciones,
pueden ver que la magnitud del efecto
que hemos visto hasta ahora
es bastante considerable,
incluso en los tres meses
después del tratamiento,
período durante el cual no recibieron
ninguna clase de tratamiento.
Y recuerden que nuestros pacientes
habían sido resistentes
al tratamiento contra la depresión;
muchos pacientes informaron
que habían tenido depresión durante
la mayor parte de su vida adulta.
El promedio de duración de la enfermedad
en esta muestra era de 18 años,
y sin embargo todos mostraron una mejoría
en sus síntomas depresivos
por lo menos durante tres semanas
después del tratamiento.
Unos dos tercios, un 67 %, reunía
los criterios para la remisión
una semana después del tratamiento.
Remisión significa que ellos
estaban libres de depresión.
Y un 42 % mantuvieron ese estatus
de estar libres de la depresión
durante tres meses
después del tratamiento.
Y para finalizar, les voy a leer
un corto informe de un caso
escrito por uno de los pacientes
de nuestro ensayo.
Es un hombre de 52 años
con una larga historia de depresión,
una depresión muy severa
desde los 20 años.
Había probado varias
medicaciones diferentes,
ninguna de las cuales había funcionado,
y también psicoterapia.
Sobre su estado de partida, antes
del tratamiento, dijo lo siguiente:
"Durante décadas luché
contra la depresión.
La sensación atroz de que uno no importa,
de que no hace ninguna diferencia,
de que todos los demás
tienen una vida mejor.
De que nada tiene sentido, no poder
disfrutar realmente de nada".
Luego, sobre la experiencia dice:
"Simplemente, no hay palabras
para describirlo,
pero puedo decir que la autonarración
negativa que tenía
ha desaparecido completamente.
Ha sido reemplazada por
una sensación de caos hermoso,
un paisaje de belleza
y color inimaginables.
Empecé a ver que todas mis preocupaciones
sobre la vida diaria eran irrelevantes,
que eran el resultado
de una espiral negativa.
También sentí que estaba aprendiendo
sin que me enseñaran;
que estaban alimentando mi intuición.
Los sentimientos fugaces
de mi pasado volvieron,
también los recuerdos,
los cuales parecían haber sido olvidados
desde hacía mucho tiempo".
Y luego sobre el resultado,
escrito un par de semanas
después de haber terminado el ensayo.
Dice: "Aunque todavía es temprano,
los resultados son asombrosos.
Siento más confianza y tranquilidad
de la que sentí en mucho tiempo.
Mi perspectiva también cambió mucho.
Soy más consciente de que es inútil
enmarañarse en una negatividad sin fin.
También siento como si hubiera visto
un panorama mucho más claro.
Por otro lado, siento que
tengo una segunda oportunidad,
como un superviviente.
Puedo disfrutar de
las cosas que disfrutaba
sin el cinismo, sin la opresión.
Básicamente, me siento como
me sentía antes de la depresión".
Si sienten curiosidad de cómo
le va a este paciente a largo plazo,
tenemos los datos de su
seguimiento a los seis meses;
y me complace decir que está en remisión.
Pueden ver sus datos
destacados aquí en azul.
Por supuesto, aquí he seleccionado
un caso particular bueno,
y pueden ver en el gráfico
que los otros pacientes,
en el período de seguimiento
de tres meses,
muestran algunos signos de recaída.
Así que esta es una oportunidad importante
para decir que esta no es una cura mágica;
no es una panacea que va a ayudar a todos;
se necesita mucho más trabajo,
aprender a optimizar este tratamiento
y continuar probando su efectividad.
Pero espero que tengan una idea
a partir del caso que les conté,
y les puedo decir, a partir
de otros casos que he tenido
que cuando esto se hace apropiadamente,
--con un nivel correcto de preparación,
los buenos efectos de la droga en unión
con una buena terapia--
para retirar el velo de la mente
y exorcizar lo que está debajo,
puede verdaderamente
funcionar como un sueño.
Muchas gracias.
(Aplausos)