Me llamo Michelle Nario-Redmond.
Soy psicóloga social y enseño
en la Universidad de Hiram
en el programa de psicología
y humanidades biomédicas
y acabo de escribir
un libro sobre capacitismo,
las causas y consecuencias del
prejuicio por discapacidad.
Mi primer recuerdo, y retrocedo para decir
que en 1990,
cuando se aprobó la ADA (la ley
para Estadounidenses con Discapacidades)
estaba en la escuela
de posgrado en Kansas,
y no sabia nada de los prejuicios
por discapacidad, la ADA,
o cualquier cosa relacionada con problemas
de discapacidad.
Y trabajaba en un lugar donde trabajaba
una de las pioneras de
los estudios sobre discapacidad,
Beatrice Wright, aunque todavía
no había asistido a sus clases.
No fue hasta 1995, cinco años más tarde,
cuando nació mi hija Sierra
con espina bífida
que tomé consciencia de la discapacidad
y encontré el trabajo de
Carol Gill y Simi Linton
y comencé a educarme en estudios
sobre la discapacidad y su alcance.
Y el primer recuerdo que tengo
de enfrentarme a espacios inaccesibles
fue unos años más tarde,
cuando matriculamos a mi hija Sierra
en una escuela preescolar,
una escuela preescolar católica
en la misma calle.
Y nunca se me ocurrió que
tendríamos que trabajar tan duro
para que ella se acomodara
como niña preescolar.
Realmente era porque
el edificio era bastante antiguo.
Habían escalones y realmente no sabían,
y legalmente no tenían que saber,
acerca de las adaptaciones razonables
y los derechos civiles de sus alumnos
porque era una escuela privada y
no estaba sujeto a las reglas de la ADA.
Así que entendí que teníamos que
encontrar otro escuela preescolar.
Afortunadamente, encontramos
un centro privado, otro centro privado.
No era una escuela pública,
pero era una escuela de música.
Tenían recursos y ya estaban operando
bajo unas suposiciones sobre el valor
de la diversidad y
las perspectivas diversas.
Realmente no tuvimos que pedir mucho,
porque hicieron todo lo posible
para incluir a mi hija
en una clase típica con sus compañeros,
sus compañeros preescolares,
clases de música.
Habían muchas clases
de movimientos eclécticos
e incluso compraron aparatos
para su sala de gimnasia.
que la serían útil a ella y otros.
Desde entonces, ella ha crecido
y ahora es maestra,
Ha solicitado trabajar allí
como maestra preescolar,
y creo que sería realmente asombroso,
si ella completara el círculo.
Pero, para responder a la pregunta
más amplia sobre nuestra frustración
y consciencia acerca de la
inaccesibilidad y la falta de inclusión,
estábamos en un distrito donde, cuando
ella iba a ir a la escuela preescolar,
yo sabía que probablemente
no podría ir a una escuela privada,
no solo por el coste, pero también por
el hecho de que no tendrían que considerar
las mejores prácticas y la ley
a la hora de acomodar
a sus alumnos con discapacidad.
Así que sabía que tendríamos que
buscar una escuela pública,
pero la escuela pública en nuestro barrio
no era accesible.
Fuimos a verla.
El patio de recreo tenía una casita
a la que ella no hubiera podido entrar.
Fue realmente descorazonador.
Todo esto llegó en un momento en que
ya estábamos buscando otras oportunidades
y mi marido tuvo la oportunidad
de trasladar a nuestra familia
a la costa oeste, a Portland, Oregon.
Así que la forma en la que
tuvimos que navegar por
sus primeras experiencias educativos,
fue buscar solo espacios y escuelas
que estaban en distritos nuevos,
que tenían edificios y formación
adaptados a alumnos diversos
y a sus alumnos con discapacidad.
Porque solamente haber tenido breves
experiencias con la escuela preescolar
y las reuniones PEI
(Plan de Educación Individualizada)
que iban a requerir que yo luchara
en cada momento por sus derechos básicos,
para mostrar lo que sabe y participar
y reconocerse a si misma como una valiosa
contribuyente a la comunidad escolar.
No podemos ir adelante sin luchar.
Así que reducimos
nuestra búsqueda a un distrito,
y gracias a dios tuvimos la oportunidad
y los recursos para ello,
que era bastante conocido
por ser inclusivo.
Hicimos lo mismo cuando regresamos
a la zona de Cleveland, Ohio.
Fuimos capaces de evitar todos los
distritos que no estaban a la vanguardia
de la inclusión total, que no tenían
pruebas de su excelencia
ni edificios nuevos que podían acomodar
a personas con discapacidad.
Pero supongo que esto fue
mi primer recuerdo de
«Oh, tenemos un camino por delante
y tenemos que asumir la responsabilidad
de seguir librando batallas que ya
se habían ganado legislativamente,
de encontrar espacios, lugares
y organizaciones más avanzados
en términos de la implementación,
la monitorización y la simple ejecución
de los derechos civiles básicos
de sus electores».
El impacto que todo esto ha tenido en mí
es simplemente poder
comunicarme con otros padres
y alumnos con discapacidades
no solo para que conozcamos
nuestros derechos,
pero también que sepamos como
acceder a esos derechos, como abogar
o garantizar que estos derechos
se abordan, que se cumplen.
Creo que la ADA ha marcado
una gran diferencia
y el momento «Ajá», incluso
cuando estaba recopilando información
para este libre sobre
los prejuicios por capacidad,
me di cuenta que cuando era niña,
cuando crecía en los años 60 y 70,
las personas con discapacidad
no podían hacer ninguna de las cosas
que damos por sentado cuando somos niños:
ir al cine, ir a restaurantes,
ir a visitar un amigo
estar en casa de un amigo o
invitar a otros a tu fiesta de cumpleaños.
Y desde que se aprobó la ADA en 1990,
no fue un conjunto de
cambios inmediatos, ya sabes,
so han logrado avances importantes,
especialmente en los espacios públicos
y en los entornos laborables,
donde incluso hay empleadores
que forman parte de una organización
de excelencia inclusiva,
que reconoce que los empleados
con discapacidad son más fiables
y se tienen que sustituir
con menos frecuencia
y que vale la pena
invertir en ellas y promoverlas.
Pero todavía hay tantos lugares, pequeñas
empresas, instituciones educativas,
que no están llevando a cabo
los básicos adelantos y prácticas
que la ADA ha hecho posible.
Hay demasiada variación.
Y creo que esto se debe
en parte a la falta de educación
en términos de lo que
es razonable y lo que es
necesario en términos de
acomodar a la ciudadanía,
y la falta de recursos en algunos casos,
pero también mucha información errónea
sobre si vale la pena o no.
Sabes, la ADA cumple 30 años este año.
En julio, estaremos
celebrando en todo el país
y seguimos luchando
para que las empresas hagan
lo que deberían haber hecho hace 30 años,
las que han exisitido tanto tiempo.
No lo han hecho.
Han esperado a recibir quejas, o no
han hecho más que lo mínimo indIspensable
en materia de contratación
de la minoría más grande.
Trabajo en el campo de la educación y,
para mí, podríamos hacer tanto más
con publicidad y
la contratación para este tipo de alumnos
que tendemos, al menos en mi institución,
deberíamos retener
porque somos una institución
pequeño y personal, Hiram College.
Y durante años he intentado promover
que usemos estrategias de diseño universal
pero también estrategias que
hacen más que el mínimo indispensable
en materia de alojamiento
y actividades extracurriculares para
alumnos que usan aparatos de movilidad.
Por ejemplo, era necesario llevar
a mi hija y su silla de ruedas en brazos
a varias reuniones de grupo cuando estaba
en el campus de la Universidad de Hiram.
La dijeron que, durante el invierno,
cuando llegaban las tormentas de hielo,
no iban a poder subirla
por la larga colina,
mientras que decían a todos los demás
que deberían andar como pingüinos.
Y teníamos furgonetas para hacer esto.
Tuvimos que presentar una solicitud
ante la Comisión de Derechos
de Discapacidad de Ohio
y solicitar que la universidad considere
otras formas de acomodarla
en caso de haber una tormenta de hielo
que la impedía llegar al campus.
Y la solución fue que se mudara
a otra residencia de estudiantes.
Pues, no es algo que se puede
hacer de la noche a la mañana.
No puedes simplemente mudar
toda tu ropa de cama,
tus artículos de aseo personal
y todas tus cosas de inmediato
cuando cambia el tiempo.
Así que, en mi experiencia,
muchos sitios han usado
la estrategia del mínimo indispensable,
pensando que es todo
lo que tenían que hacer,
cuando podrían haber llevado a cabo
prácticas más recientes
y la implementación de la ciencia,
para facilitar que la gente presente
quejas o exprese preocupaciones.
Muchas veces ni si quiera es necesario
presentar una queja formal.
Si te acercas a una empresa o
institución educativa con un problema,
a menudo hay pensadores progresistas
que reconocen el valor
de clientes con discapacidades,
que frecuentan sus negocios
o diversifican su cuerpo
docente o estudiantil,
Y que simplemente no se dieron cuenta
que han fracasado a la hora de
acomodar o hacer accesibles
varios programas o espacios.
Y entonces solamente hace falte preguntar.
Pero muchas veces
hay que hacer mucho más.
Tienes que documentarte,
tienes que asegurar que tus correos
electrónicos llegan ha muchas personas,
y tienes que justificar porque
tienen que valorar sus políticas
para ver sí contienen prejuicios
o si hay discriminación
a la hora de presentar una queja,
o incluso si hay una persona encargada
de la igualdad y la no-discriminación
en el campus, o un coordinador de la ADA,
para que puedes informar a
los estudiantes con discapacidades,
que posiblemente no tienen
la documentación adecuada,
como pueden conseguir lo que necesitan
para poder mostrar lo que saben
antes de que suspenden clases
porque no han contactado con
los servicios para discapacitados
y no han acreditado
su condición particular.
Sé que estoy divagando un poco,
pero simplemente no era consciente
de lo mucho que todavía tenemos que hacer
en materia de inspecciones y asegurarnos
que se esté implementando la ADA.
Solamente porque se aprueba una ley,
no significa que simplemente va a suceder.
Tienes que tener aliados, activistas y
personas enteradas que trabajan muy duro
para asegurarse de que la gente
reconozca el valor de la legislación.
Y creo que la gente todavía asume
que es aplicable a personas que
se identifican con una discapacidad
pero no creo que esto era necesariamente
la intención de la ADA.
Creo que reconoce que
las habilidades de la gente fluctúa
y que el grado en que se les excluye
o discrimina debido a sus habilidades
realmente es de qué se trata
en esta legislación.
Incluso si tienes un expediente que indica
una condición que tal vez ya no tienes,
o que tenías temporalmente,
puede significar que seas excluido.
Si has solicitado trabajo recientemente,
sabes que muchos sitios requieren
una declaración en la que debes indicar,
según unas definiciones estrictas,
si tienes limitaciones
en actividades de la vida diaria
que te calificarían como
una persona con discapacidad.
Y quiero creer que hacen estas preguntas
para que pueden reclutar de manera más
consciente a personas con una discapacidad
para que se unan a sus filas,
a su personal.
Pero a veces pienso
¿Qué les impide usar esa información
para descalificar a candidatos?
Debe de haber un sistema
de controles y equilibrios
y de rendición de cuentas
cuando se trata de
asegurarte de que la legislación
de tus derechos civiles
no pone toda la responsabilidad
en el grupo mismo
para presentar reclamaciones
y seguir adelante,
y averiguar qué partes
de la ADA se están violando.
Esto puede ser muy desalentador cuando
todo lo que quieres hacer es salir,
y ir a la playa, y averiguar
qué playas son accesibles,
o si hay dispositivos de movilidad
disponibles para pasar por la arena,
o simplemente quieres acampar
o frecuentar dueños de negocios
de propiedad de minorías
o de propiedad de
personas con discapacidad.