Soy Art Blaser. Vivo en Orange, California, al sur de Los Ángeles. La primera pregunta es sobre mi historia y sobre cómo me enteré de la ADA, una asociación de personas con discapacidad. En mi caso, aunque ya sabía algo desde antes, no menos que la mayoría, hasta que tuve una discapacidad. Esto ocurrió en 1983, tuve un derrame en el tronco encefálico y me convertí en alguien con una discapacidad que necesita silla de ruedas todo el tiempo. Y les podría contar los problemas de adaptación a la discapacidad a los que me enfrenté. Uno muy grande fue acceder a mi casa, y uno sencillo fue poder entrar a mi lugar de trabajo. Aunque las rampas de las aceras deberían haberse construido desde 1995, realmente, no las había. Ahora están ahí, lo cual creo que se debe a la influencia de la ADA. Ahora ya tenemos este tipo de cosas, pero el espíritu de la ADA fue la lucha de aquellos que reclamaban públicamente lo que necesitaban. Y, por fin, en Orange, donde vivo, se pusieron rampas en la acera. Eso significaba que podía vivir a cinco manzanas del campus. También conseguí mejoras y adaptaciones, como por ejemplo, usar una voz reproducida por un ordenador para poder dar clase. Son el tipo de cosas que no hubieran existido hace décadas. Por suerte, en California, como profesor universitario, pude aprovecharme de las leyes estatales. Pero creo que están siendo impuestas gracias al ímpetu de la ADA. Por tanto, se pueden apreciar los efectos positivos de la ADA, así como cosas que no terminan de conseguir. Como sus intentos por facilitar la entrada a ciertos lugares. Y, a menudo, algunas personas dicen que esto no debería ocurrir. Pero así son las cosas. Sin embargo, la diferencia es que si la gente está decidida, con el tiempo, las cosas cambian y se adaptan. Lo he notado sobre todo en el ámbito de la educación. Doy clases en la Chapman University desde 1981, es decir, desde antes de la ADA, y en ese entonces no tenía ninguna discapacidad. Ahora, dando clases, me doy cuenta de los resultados de educar sobre las discapacidades. Y he tenido alumnos que han crecido sabiendo que la ADA existía y por eso se les llama la "generación ADA", lo cuál marca una gran diferencia. La gente reivindica los derechos de las personas con discapacidad para hacer del mundo un lugar mejor. Y en muchos casos lo consiguen. Y en otros, no. Pero existen razones para ello, y creo que existe un deseo de entender dichas razones. Considero que quieren que prioricemos y tomemos conciencia de aquellos que están aislados, de dónde y cómo viven, y del contraste entre los centros de cuidados con las carencias de las comunidades o focos sociales. Y debido al COVID-19 y a esta crisis alrededor del mundo hay muchas muertes en hogares de ancianos. Y también tenemos la coordinación de Estados Unidos durante décadas, cuyas interpretaciones, francamente, amenazarán el derecho de la gente de vivir en una comunidad como garantiza el Acta de Americanos y la Discapacidad. Creo que uno de los infortunios que vemos es la falta de acción para mejorar los hogares de ancianos o los eStatements. No podemos seguir viviendo en hogares compartidos, y mucha gente entiende lo que eso significa, los centros de vida independiente y el movimiento de vida independiente, Me siento privilegiado de haber formado parte de un centro de vida independiente en el contado de Orange y Los Ángeles. Un gran problema han sido las transiciones desde los hogares de ancianos. Y seguirá siendo un problema importante, incluyendo interpretaciones centrales, lo que creo que es muy importante no solo en los Estados Unidos, sino también en otros lugares.