Este recinto parecería
albergar a 600 personas,
pero hay realmente muchas más,
porque dentro de cada uno de nosotros
existe una multitud de personalidades.
Yo tengo dos personalidades principales
que han estado en conflicto y conversación dentro de mí
desde que era una niña pequeña.
Las llamo "el místico"
y "el guerrero".
Nací en una familia
de activistas políticos,
intelectuales ateos.
Existía esta ecuación en mi familia que era más o menos así:
Si eres inteligente,
entonces no eres espiritual.
Yo era la rara de la familia.
Yo era esta pequeña niña extraña
que quería tener charlas profundas
sobre los mundos que podrían existir
más allá de los que percibimos con nuestros sentidos.
Quería saber
si lo que los humanos vemos
y oímos y pensamos
is un retrato preciso y completo
de la realidad.
Así que, buscando respuestas,
Fui a la misa católica;
seguí a mis vecinos.
Leí a Sartre y a Sócrates.
Y luego una cosa maravillosa sucedió
cuando estaba en la secundaría:
Gurús de Oriente
comenzaron a aparecer en las costas de América.
Y me dije,
"Quiero hacerme con uno de ellos".
Y desde ese momento,
he estado transitando el camino místico,
tratando de mirar más allá
de lo que Albert Einstein llamó,
"la ilusión optica
de la conciencia cotidiana".
¿Y qué quería él decir? Les mostraré.
Respiren ahora mismo
el aire puro de este recinto.
Ahora, ¿ven esta cosa extraña,
submarina,
que parece un arrecife de coral?
Es en realidad la tráquea de una persona.
Y esos glóbulos de colores
son microbios
que están nadando dentro de este recinto
ahora mismo, alrededor de nosotros.
Si estamos ciegos a esta simple biología,
imagínense lo que nos estamos perdiendo
ahora mismo en la más pequeña escala subatómica
y en los más grandes niveles cósmicos.
Mis años como mística
me han hecho cuestionar
casi todos mis supuestos.
Me han vuelto una orgullosa sabelo-no-todo.
Ahora, cuando mi parte mística
parlotea sin parar como ahora,
el guerrero pone los ojos en blanco.
le preocupa
lo que está pasando en este mundo ahora mismo.
Está preocupado
Dice, "Perdón, estoy enojado,
y sé algunas cosas,
y es mejor que nos pongamos manos a la obra ahora".
Pasé mi vida como un guerrero,
trabajando por problemas de mujeres,
trabajando en campanas políticas,
siendo una activista del medioambiente.
Y puede ser un poco enloquecedor,
albergar a ambos, el místico y el guerrero
en un mismo cuerpo.
Siempre me sentí atraída
por esa gente rara
que podía vivir con eso,
que dedicaban su vida a la humanidad
con la garra del guerrero
y la gracia del místico --
gente como Martin Luther King Jr.
que escribió, "Nunca podré ser
lo que debo ser,
hasta que ustedes sean
lo que deben ser.
Esta," escribió, "es la estructura interrelacionada
de la realidad."
Luego la Madre Teresa, otra guerrera mística,
quien dijo, "El problema con el mundo
es que trazamos el círculo de nuestra familia
demasiado pequeno".
Y Nelson Mandela,
que vive bajo el precepto africano
de ubuntu,
que significa: te necesito
para poder ser yo,
y tú me necesitas para poder ser tú.
Ahora, a todos nos encanta sacar a relucir
a estos tres guerreros místicos
como si hubieran nacido
con el gen del santo.
Pero ciertamente todos tenemos
la misma capacidad que ellos tienen,
y tenemos que hacer
su trabajo ahora.
Estoy profundamente molesta
con las formas en las que todas nuestras culturas
están demonizando al Otro
con la voz que le estamos dando
a los más divisivos entre nosotros.
Escuchen estos títulos
de algunos de los libros más vendidos
de ambos lados de la división política
aquí en los Estados Unidos.
"El liberalismo es una enfermedad mental",
"Rush Limbaugh es un gordo idiota",
"Estúpidos y patriotas",
"Discutiendo con idiotas"
Son supuestamente irónicos,
pero en verdad son peligrosos.
Ahora, hay un título que puede sonar familiar,
pero que cuyo autor puede que los sorprenda:
"Cuatro años y medio de lucha
contra las mentiras, la estupidez
y la cobardía".
¿Quién escribió eso?
Ese fue el primer título de Adolf Hitler
para "Mein Kampf" - " Mi Lucha" -
el libro que lanzó al partido Nazi.
Las peores épocas en la historia de la humanidad,
ya sea en Camboya o Alemania
o Ruanda,
empiezan así, considerando al Otro negativamente.
Y luego se transforman
en extremismo violento.
Es por esto que estoy lanzando una nueva iniciativa.
Y es ayudar a todos nosotros,
yo incluida,
a combatir esta tendencia
a separarnos del otro.
Y sé que todos somos personas opcupadas,
no se preocupen, pueden hacer esto en la hora del almuerzo.
Llamo a mi iniciativa,
"Lleva al Otro a almorzar".
Si eres
un republicano,
puedes llevar a un demócrata a almorzar,
o si eres un demócrata,
piensa en
llevar a un republicano a almorzar.
Ahora, si la idea de llevar a cualquiera de estas personas a almorzar
les hace perder el apetito,
sugiero que empiecen más localmente,
porque no hay escasez de Otros
ahí mismo en su vecindario.
Quizás esa persona
que reza en la mezquita,
o en la iglesia o en la sinagoga, en la misma calle;
o alquien del otro lado
del conflicto sobre el aborto;
o quizás tu cuñado
que no cree en el calentamiento global -
cualquiera cuyo estilo de vida te asuste,
o cuyo punto de vista
te haga salir humo de las orejas.
Hace un par de semanas,
lleve a una mujer del conservador Tea Party a almorzar.
Sobre el papel, ella pasaba mi prueba de echar humo por las orejas.
Ella es una activista de la derecha,
y yo soy una activista de la izquierda.
Y usamos unas directrices
para mantener nuestra conversación elevada,
y que ustedes pueden usar también,
porque sé que todos van a
llevar a Otro a almorzar.
Así que antes de nada, decidan sobre un objetivo:
conocer a una persona
de un grupo que han estereotipado negativamente.
Y luego, antes de que se junten,
acuerden algunas reglas.
Mi compañera de almuerzo del Tea Party y yo
llegamos a estas:
No traten de persuadir, defenderse
o interrumpir.
Sean curiosos,
sean conversadores, sean auténticos.
Y escuchen.
Desde ese punto, nos sumergimos
Y usamos estas preguntas:
Comparte algunas de tus experiencias vitales conmigo.
¿Qué problemas
te preocupan profundamente?
Y ¿qué es lo que siempre has querido preguntarle
a alguien del otro lado?
Mi compañera y yo
llegamos a algunas reflexiones realmente importantes,
y voy a compartir sólo una de ellas con ustedes.
Creo que tiene relevancia
para cualquier problema
entre la gente, en cualquier lugar.
Le pregunté por qué su lado
hace esas declaraciones escandalosas
y miente sobre mi lado.
"¿Cómo qué?" quería saber.
"Como que somos un montón
de elitistas,
moralmente corruptos, amantes del terrorismo."
Bueno, ella se sorprendió.
Ella pensaba que mi lado
golpeaba a su lado mucho más,
que los llamábamos descerebrados,
racistas armados.
Y ambas nos asombramos
de las etiquetas que no cuadran
con ninguna de las personas
que realmente conocemos.
Y tras haber establecido algo de confianza,
creímos en la sinceridad de la otra.
Acordamos que hablaríamos en nuestras comunidades
cuando fueramos testigos
de la clase de charla separadora del Otro
que puede herir
y puede degenerar en paranoia
y luego ser usada por aquellos en los extremos
como aliento.
Al final de la charla,
reconocimos mutuamente nuestra apertura.
Ninguno de las dos trató de cambiar a la otra.
Pero tampoco habíamos simulado
que nuestras diferencias simplemente se iban a desvanecer
tras el almuerzo.
En cambio, dimos
los primeros pasos juntas,
más allá de nuestras reacciones reflejas,
hacia el lugar ubuntu,
que es el único lugar
donde las soluciones
a nuestros problemas aparentemente más difíciles
se encontrarán.
¿A quién deberían invitar a almorzar?
La próxima vez que se descubran
en el acto de separarse del Otro,
esa será la clave.
Y ¿qué podría pasar en el almuerzo?
¿Se abrirán los cielos
y sonará la música de "We are the World" en el restaurante?
Probablemente no.
Porque el trabajo ubuntu es lento,
y es difícil.
Son dos personas
abandonando sus intentos
de ser sabelotodos.
Son dos personas,
dos guerreros,
dejando caer sus armas
y saliendo al encuentro con el otro.
Así es como el gran poeta persa Rumi, lo expresó:
"Más allá de las ideas
sobre qué está bien y qué está mal,
hay un campo.
Te encontraré allí."
(Aplausos)