Quiero hablarles de juegos por el cambio. Si pensamos en los juegos, los hay de todo tipo. Algunos nos indignan, a otros los esperamos ansiosamente. O nos quedamos jugando hasta tarde. Todo eso me ha ocurrido. Pero muchas veces, cuando hablamos de juegos pensamos en juegos de primera persona, o en los grandes, lo que llamamos juegos AAA, o quizá hablamos de los juegos de Facebook. En este trabajamos con mi socio. Tal vez jueguen en Facebook; actualmente estamos haciendo un tipo de juego más liviano. Quizá piensan en esos juegos de mesa que nos aburren como ostras, de los que somos rehenes en ocasiones como Acción de Gracias. Este sería uno de esos juegos de mesa que aburren. O uno puede estar en su casa, jugando a la Wii con los niños, o algo por el estilo, y hay una gran variedad de juegos y pienso justamente en eso. Me gano la vida con los juegos. Tengo la suerte de hacerlo desde los 15 años, lo que también significa que nunca tuve un trabajo de verdad. Pensamos en los juegos como algo divertido y es completamente razonable, pero detengámonos en esto. Estos son los JJ.OO. de 1980. No sé donde estaban Uds., pero yo en mi salón. Fue un acontecimiento casi religioso. Este es el momento en el que EE.UU. vence a Rusia y fue técnicamente un juego. El hockey es un juego. Pero, realmente, ¿fue un juego? Digo, la gente lloraba. Nunca había visto a mi madre llorar de ese modo al terminar el Monopolio. Así que esta fue una experiencia increíble. O, no sé, si alguien aquí es de Boston, cuando los Red Sox de Boston ganaron la Serie Mundial, después de 351 años, cuando ganaron la Serie Mundial, fue increíble. En ese momento yo vivía en Springfield, y lo mejor era que -- es que una cerraba la puerta del baño de damas y recuerdo haber visto "Vamos Sox", y pensaba, ¿es verdad? -- O las casas, uno salía, porque todos los juegos... creo que casi todos los juegos iban a tiempo suplementario, ¿sí? Uno salía a la calle y las luces de los vecinos estaban encendidas en todo el barrio, y los niños... bueno, bajó la asistencia a clases; los niños no iban a la escuela. Pero está bien, son los Red Sox, ¿no? Digo, está la educación y después están los Red Sox, y conocemos las prioridades. Así que fue una experiencia increíble y, de nuevo, sí, era un juego, no era para escribir artículos de periódicos diciendo, y en realidad, "Ahora puedo morir, porque ganaron los Red Sox". Y mucha gente lo hizo. Los juegos significan algo más para nosotros. Definitivamente significan algo más. Ahora, aquí hay una transición abrupta. Durante tres años tuve un trabajo de verdad, más o menos. Dirigía un departamento universitario enseñando juegos, de nuevo, una especie de trabajo de verdad donde tenía que hablar de hacer juegos, se suponía que yo los hacía. Y yo estaba en una cena. Parte del trabajo, cuando una es jefe de departamento es comer, y a eso yo lo hacía muy bien, así que estaba en una cena con este tipo llamado Zig Jackson. Esta es una foto de Zig. A la vez es una foto tomada por Zig. Él es fotógrafo. Y va por todo el país tomando fotos de sí mismo, y aquí pueden ver una foto de la reserva aborigen de Zig. Y esta toma en particular es una de las tradicionales. Es la danza de la lluvia. Y esta es una de mis fotos favoritas. Uno ve esto y... quizá hayan visto cosas como éstas. Es la expresión de una cultura, ¿no? Esta pertenece a su serie "Degradación". En esta serie me pareció fascinante ver a ese niño pequeño de allí. ¿Se lo imaginan? Podemos ver que hay un aborigen de EE.UU. Pero ahora quiero cambiarle la raza al tipo. Supongan que es un tipo negro. "Querida, ven aquí, tómate una foto con el tipo negro". ¿De verdad? Digo, seriamente, nadie lo haría. Es absurdo. Por eso a Zig, al ser aborigen, también le pareció absurdo. Su foto favorita... de sus fotos ésta es mi favorita, lo que no tengo aquí es fotos tomadas por aborígenes de gente blanca tomando fotos de aborígenes. (Risas) Así que estaba cenando con este fotógrafo y él estaba hablando con otro fotógrafo de una toma que había ocurrido en una reserva aborigen. Con su cámara se disponía a tomar la foto, pero cuando llegó allí, descubrió que no podía hacerlo. Simplemente no pudo tomar la foto. Estaban hablando una y otra vez de esta cuestión. ¿Tomaste la foto o no? Y como diseñadora de juegos eso me fascinó porque nunca se me ocurrió, decir: ¿Debería hacer un juego sobre este tema difícil o no? Porque hacemos cosas divertidas, haremos que sientan temor, esa emoción visceral. Pero los otros medios lo hacen también. Esta es mi niña, Maezza. A los 7 años, un día, al volver de la escuela, como hago todos los días, le pregunté: "¿Qué hiciste hoy?" Y ella dijo: "Hablamos de la Travesía del Atlántico". Fue un gran momento. El padre de Maezza es negro y sabía que llegaría este día. No esperaba que fuera a los 7 años. No sé por qué, pero no lo esperaba. De todos modos le pregunté: "¿Cómo te sientes al respecto?" Ella siguió contándome y, quienes son padres, reconocerán las palabras clave aquí. Las naves partieron de Inglaterra, bajaron de Inglaterra, fueron a África, atravesaron el océano, esa es la Travesía del Atlántico, vinieron a EE.UU. donde vendieron a los esclavos, me dice. Pero Abraham Lincoln fue elegido presidente y luego se aprobó la Proclamación de Emancipación, y ahora son libres. Una pausa de 10 segundos. "¿Puedo jugar a algo, mami?" Y pensé: ¿eso es todo? Es la Travesía del Atlántico, un hecho increíblemente significativo y ella lo cuenta como si simplemente un grupo de gente negra tomara un crucero. Más o menos es eso lo que entendió. (Risas) Y, para mí, yo quería agregarle más valor a esto; cuando me preguntó si podía jugar le dije: "Sí". (Risas) Y, entonces, teníamos todas estas pequeñas piezas. Soy diseñadora de juegos así que tengo de esto por toda mi casa. Dije: "Sí, puedes jugar", y le di un puñado de piezas y le pedí que pintara distintas familias. Estas son fotos de Maezza mientras... tengo un nudo en la garganta al verlo. Está pintando pequeñas familias. Tomé un puñado de familias y las puse en un bote. Este era el bote. Obviamente, fue construido rápidamente. (Risas) En esencia, el juego consiste en tomar un puñado de familias; y ella decía: "Mami, te olvidaste la bebé rosa y al papi azul y olvidaste estas otras cosas". Y dijo: "Quieren irse". Y yo le respondí: "Querida, no, no quieren irse. Esta es la Travesía del Atlántico. Nadie quiere hacer la Travesía del Atlántico". Ella me miró como solo la hija de una diseñadora de juegos puede hacerlo, y mientras atravesábamos el océano, siguiendo estas reglas, se da cuenta de que no le va muy bien y dice: "No vamos a lograrlo". Se da cuenta de que no tenemos suficiente comida y pregunta qué hacer y yo le digo: "Bien, podemos" -- recuerden que tenía 7 años -- "Podemos poner alguna gente en el agua o esperar que nadie se enferme y llegar al otro lado". Y esa mirada en su rostro volvió a aparecer y dijo... supongamos que pasó un mes; este es el Mes Negro de la Historia, ¿sí? Luego de un mes me pregunta: "¿Esto realmente ocurrió?" Y le dije: "Sí". Y ella dijo: "Entonces, si estuviera fuera de peligro" -- estos son su hermano y su hermana -- "Si yo estuviera fuera de peligro, Avalon y Donovan podrían haber desaparecido". "Pero volvería a verlos en EE.UU." "No". "Pero, ¿y si los veo? ¿No podríamos volver a estar juntos?" "No". "O sea, ¿papi podría desaparecer?" "Sí". Estaba fascinada con esto y empezó a llorar, yo también, y su padre empezó a llorar, y ahora todos llorábamos. Él no esperaba volver a casa del trabajo a la Travesía del Atlántico, pero... (Risas) Así, creamos este juego y lo entendió porque pasó tiempo con esta gente. No era algo abstracto en un folleto o en una película. Por eso era una experiencia increíble. Este es el juego, que terminé llamando "Nuevo Mundo", porque me gusta la frase. Creo que el Nuevo Mundo no debe haber sido demasiado increíble para las personas que venían en los barcos de esclavos. Pero cuando esto pasó, vi todo el planeta. Estaba muy entusiasmada. Estuve haciendo juegos durante 20 años, y decidí volver a hacerlos. Mi historia es irlandesa. Este juego se llama "Síochán Leat", o sea, "que la paz sea contigo". Es toda la historia de mi familia en un solo juego. Hice otro juego llamado "Train". Hice una serie de seis juegos que abarcan temas difíciles, y si vamos a tratar temas difíciles, este es uno de ellos, y dejaré que solos se den cuenta de qué se trata. También hice un juego sobre el "Camino de las Lágrimas". Este es un juego de 50 000 piezas. Estaba loca cuando decidí empezarlo pero ahora estoy en medio del proceso. Es lo mismo. Espero poder enseñar cultura con estos juegos. Y el juego en el que trabajo ahora... en este momento estoy en medio del proceso es el juego de los "Trabajadores de la Cocina Mexicana". Al principio era más o menos un problema matemático. Como si fuera la economía de la inmigración ilegal. Y cuanto más aprendía de la cultura mexicana -- mi socio es mexicano -- más aprendía que si bien para todos la comida es una necesidad básica, para los mexicanos también lo es, pero es mucho más que eso. Es una expresión de amor. Es una expresión de... Dios, el nudo en la garganta es más grande de lo que pensaba. Volveré a la imagen. Es una expresión de belleza. Es una forma de expresarte amor. Es la forma decir que les importas, y es difícil hablar de una abuela mexicana sin decir la palabra "comida" en la primera oración. Por eso para mí, esta cultura hermosa, esta expresión hermosa es algo que quiero capturar en los juegos. Los juegos cambian nuestra manera de ver los temas, cambian nuestras percepciones sobre esas personas y nos cambian a nosotros mismos. Con los juegos cambiamos como personas, porque nos involucramos, jugamos, y aprendemos al hacerlo. Gracias. (Aplausos)