[NATHALIE DJURBERG]
Hace falta bastante coraje
para mostrar lo que creaste.
Es difícil diferenciar entre
uno mismo y el trabajo.
¿Dónde termina el trabajo
y dónde comienzo yo?
Suena tan cursi...
No, pero...
¡Aunque es verdad!
Nathalie Djurberg y Hans Berg
comparten sus sentimientos
Te he comido.
Te he devorado entera.
Fue un poco triste hacer
música para esta película.
[Te esparcí finamente]
Me hace sentir tan vulnerable.
No he dejado nada
No parecía tan personal
cuando la estaba haciendo.
Verla en la galería...
Allí se sintió muy personal.
Lo que sentí fue
"Oh, lo siento tanto".
Vergüenza
"Avergonzada" es uno de mis
sentimientos predominantes.
Suele haber una sensación de vergüenza
en el proceso de creación.
Empieza como una idea
que siento muy, muy sólida.
No lo es.
Me lleva un tiempo
amigarme con esa idea.
Pero luego cuando
salgo del otro lado,
el trabajo no se siente tan
perfecto como aquella frágil idea.
Y ahora que estoy
siendo consciente de ello,
está perdiendo
un poco el control.
Deseo
En "Cómo asesinar a un Demonio",
pienso mucho en las adicciones,
en querer algo y no tenerlo.
Quería que la música fuera
casi como la voz de la adicción.
Tan hipnótica y seductora,
casi como un canto de sirena,
atrayéndote hacia algo.
El querer algo más,
el querer otra cosa...
La alegría de pensar: "Lo conseguí".
Y luego, se me iba.
¿Cuántas veces se desmoronó la
sensación de haberlo encontrado?
Éso conecta bien con "Ésto es el Cielo".
Él siente que merece cosas.
Quería que la música fuera
la de un ganador sin vergüenza.
Él es el ganador.
Simplemente merece ésto.
Quería esta vibra ochentosa
porque todo se siente genial.
Completamente, sin duda alguna.
Genial hasta que se vuelve asquerosa.
Es la única música que
me avergüenza al escucharla.
¡Perfecto!
Él cree que va a quedarse para
siempre en este estado de felicidad.
Hasta que es demasiado.
Hasta que quieres más y
luego ya no es más el Cielo.
Felicidad
y Desespero
El show se llama
"Un último viaje al Inframundo".
No sabes si es un último
viaje en el cual te liberas,
o si es un último viaje
del que nunca más volverás.
La alegría nos hace sentir plenos,
porque en ese instante...
No hay nada más.
Es sólo que suele ser tan corto...
Y luego la otra sensación de
que cuando nos sentimos mal...
Durará para siempre.
El miedo de quedar
atrapada en ese desespero
es como una mentira tan
fuerte que me engaña cada vez.
[Nada para los que vendrán]
Que ninguna emoción ha jamás durado.
[Me ahogué]
[Tragué]
Ver la verdad, especialmente
una verdad de sí mismo,
puede ser doloroso.
Pero es muy importante porque
luego lleva a una libertad aún mayor...
Tal vez.