Saludos agitadorxs... bienvenidxs a "Trouble". Mi nombre no importa. El capitalismo, como un sistema de dominación económica internacional e interconectado, asume diferentes formas en distintos lugares del mundo. En parte para adaptarse a las costumbres y condiciones locales, pero también por designio. En algunos sitios, la importancia de una región dentro de la economía global, como lugar de extracción o fuente de producción agraria, condiciona la vida diaria. Vengo de una zona minera. Todos mis abuelos fueron mineros. Otras regiones, como el Delta del Río de las Perlas, en el sudeste de China, han sido elegidas por su concentración de mano de obra barata para la construcción de epicentros de explotación industrial. La alta tecnología es producida en masa bajo la atenta mirada del Partido Comunista Chino y enviada a los mercados consumistas del Norte Global, hacia un gran número de metrópolis que compiten por convertirse en las principales productoras de cultura, I+D y Tecnologías de la Información. Pero aunque la expresión local de la explotación capitalista y su alienación varíe, cada esquina de su imperio global se conecta a través de una lógica unificadora que pretende que la gran mayoría de nosotrxs desperdiciemos nuestras vidas por el beneficio de una pequeña minoría. La gentrificación, como una de las formas de planificación urbana en el sistema capitalista, también resulta diferente en cada barrio y ciudad. Pero igual que el sistema económico más amplio al que pertenece, la gentrificación tiende a la homogeneización, dando lugar a barrios de un parecido insólito con sus homólogos al otro lado del mundo. Como ya vimos en el primer reportaje aquellxs atrapadxs en este proceso experimentan la violencia que supone el desplazamiento y la dislocación general de sus vidas tras la alteración de sus comunidades de origen Muchas personas, en vez de asistir pasivamente al desalojo de sus propios hogares, deciden resistir. En los próximos 30 minutos veremos ejemplos de resistencia en Bay Area, (San Francisco), Berlín y Montreal. Por el camino, hablaremos con una serie de personas que están marcando su territorio, combatiendo la intrusión de la industria tecnológica y las boutiques en sus barrios ...y causando bastantes problemas. Silicon Valley se encuentra al sur de San Francisco y Oakland. Emergió como un proyecto financiado por el gobierno y el ejército para la producción de tecnología durante la Guerra Fría. Tras la guerra muchas de sus empresas redirigieron su mirada al consumidor. Este momento coincide con el nacimiento de Internet y la burbuja de las punto-com. Lo que vemos ahora es que los ejemplos de Google y Apple no tienen por qué acabar colapsando de la misma forma en la que lo hicieron las empresas de los 90 y del 2000. San Francisco tiene un montón de "start-ups". También empresas grandes, como Twitter, justo en el centro. Las compañías de Silicon Valley facilitan a sus trabajadorxs el transporte de casa al trabajo y viceversa, para que puedan vivir en los barrios más guays y culturetas de San Francisco y Oakland. La gentrificación afecta a toda la zona de Bay Area. Pequeños actos de resistencia personal, cometidos por gente que es diariamente explotada y oprimida, se suceden por doquier. Las principales zonas de resistencia se encuentran en San Francisco y Oakland. Muchxs artistas, incluso lxs mejor intencionadxs, contribuyen al proceso desarrollando espacios y creando obras que atraen audiencias gentrificadoras, sin reconocer la forma en la que sus proyectos facilitan el desarrollo del sector inmobiliario y la destrucción de las culturas locales. KHY es una pandilla de grafiterxs, una red creativa radical, pero también un movimiento mediante el cual vecinxs de distintos barrios, espacios y comunidades expresan su amor, rabia y solidaridad. Participamos en proyectos callejeros locales que generan una resistencia cultural y material priorizando el trabajo con personas oprimidas y explotadas. Gente que no posee los medios para constituir organizaciones artísticas o de activistas. El arte callejero suele ser legal porque no desafía el concepto de propiedad privada ni contribuye a combatir al capital en la lucha por el espacio público. Pero el grafiti cuestiona la lógica de la propiedad y acaba con la ilusión de que el Estado puede controlarnos en cualquier momento. Aún así, lxs grafiterxs también pueden convertirse en agentes gentrificadores si no son conscientes de determinadas cuestiones. Cuando el grafiti es tanto ilegal como explícitamente radical en su intención, no es solo un acto de resistencia material, sino también una fuente de inspiración y una forma de comunicación, para explorar y familiarizarnos con nuestro entorno, y desarrollar confianza en la capacidad de unx mismx para llevar a cabo acciones tanto en solitario como en grupo. El Proyecto Cartográfico Anti- Desahucios es un colectivo digital de visualización de datos que genera mapas-web, organiza eventos comunitarios, y elabora investigaciones colaborativas para combatir la crisis de los desahucios. Trabajamos de manera conjunta con otras asociaciones afines y ahora mismo contamos con unas 50 personas. Hemos descubierto una relación entre los desahucios y el fenómeno conocido como "paradas de autobús-Google". Son paradas utilizadas por las grandes empresas - no sólo Google - para transportar a sus trabajadorxs. El 69% de los desahucios ocurren en las cuatro manzanas donde se sitúan estas paradas de autobús. En 2013, decidimos bloquear una. Esta primera protesta contra los buses fue protagonizada por un colectivo de activistas por la vivienda en Bay Area. Más tarde otros grupos como San Francisco Anti-Desahucios organizaron sus propios bloqueos. Colectivos anarquistas de Oakland también se sumaron a la estrategia. Los medios dieron mucha cobertura. De pronto, creo que todo el mundo se dio cuenta a un nivel local pero también nacional e internacional de la relación entre la especulación inmobiliaria los desahucios y la industria tecnológica. La policía es cómplice de la gentrificación porque proporciona la violencia física necesaria. Es la policía la que desahucia, intimida y amenaza en los barrios y proyectos de clase obrera, acosa a lxs indigentes, criminaliza a lxs empleadxs sexuales, ejecuta requisitorias y recurre a la violencia general contra nosotrxs para demostrar que estos espacios ya no nos pertenecen. En ambas urbes han habido asesinatos policiales, en su mayoría raciales, relacionados con la gentrificación. Muchas de las personas asesinadas vivían en espacios sociales disputados, como parques o calles de barrios obreros acosados por la gentrificación. La ciudad ha desarrollado unas apps para reservar pistas de juego públicas. Pagas para reservar una parte de la pista o del parque público. Una vez se produjo un gran evento en el que algunxs empleadxs de DropBox y Air Bnb utilizaron la app para reservar una pista pública y organizar un partido de fútbol. Intentaron echar a lxs jóvenes de color de la pista porque la habían reservado sólo para ellxs. Lxs jóvenes habían estado jugando al fútbol durante años en esa misma pista y no conocían la app. Nunca habían tenido que pagar, era su zona de ocio. Si queréis jugar, hacedlo como todo el mundo. No es un partido cualquiera. Hemos reservado. Aunque tengáis dinero para alquilar la pista no podéis joder a estxs chavalxs y echarles como si... ¡Son 80 pavos! ¡80 pavos por persona! Y una mierda. ¡Mentira! Afortunadamente tras el incidente hubo una manifestación y lxs jóvenes ganaron el derecho a continuar jugando en la pista sin utilizar la app. Los "sideshows" son grandes espectáculos ilegales de acrobacias de autos. Son shows organizados por jóvenes no-blancxs de clase obrera de forma descentralizada y que reúnen a decenas, cientos o incluso miles de participantes Los coches de policía que llegan para dispersar a la gente son ignorados, pisoteados o atacados con botellas y otros proyectiles. ¡A la mierda con la policía! Que los "sideshows" tomen la calle es un esfuerzo colectivo que puede aliviar la alienación, ansiedad y depresión de tener que vivir en los barrios más pobres y violentos. En Berlín, el precio medio de la vivienda subió más de un 20% el año pasado convirtiendo la ciudad en el mercado inmobiliario más "puntero" del mundo. Todo ello se debe a una nueva oleada de especulación inmobiliaria, desencadenada en parte por la venta masiva, durante el mandato del ex-alcalde K. Wowereit, de unas 110.000 viviendas protegidas a empresas privadas y bancos de inversión como Goldman Sachs. La subida del valor inmobiliario se ve acompañada por un boom en la construcción de nuevos bloques de pisos que está transformando los barrios de clase obrera. Esto ocurre en una ciudad donde el 85% de lxs residentes alquila. Paralelamente al incremento meteórico en los costes de vida, Berlín se ha convertido en el nuevo Silicon Valley de Europa. Además de albergar un gran número de "startups" tecnológicas, la ciudad fue elegida para la apertura de un nuevo campus de Google en Kreuzberg, el barrio obrero de moda. El anuncio desencadenó una respuesta inmediata por parte de lxs vecinxs y lxs defensorxs de la privacidad digital, convirtiendo la propuesta de Google en un símbolo potente de los efectos negativos de la gentrificación y de la re-estructuración de la economía global liderada por la industria tecnológica. A la gente le preocupa que Berlín se convierta en una nueva San Francisco, Toronto o Londres, donde las personas más vulnerables han sido echadas del centro y empujadas hacia las periferias. Históricamente, Kreuzberg ha sido el foco de las luchas sociales. Desde los años 90 el barrio se llenó de colectivos anarquistas y se organizaron toda clase de movimientos sociales. El año pasado, muchas asociaciones e individuos se mobilizaron contra la instalación de un campus de Google en Kreuzberg. Por un lado, mucha gente del vecindario afectada por los procesos de desalojo está combatiendo la reestructuración capitalista porque sabe que el incremento en los costes de vida se debe a la proliferación de "startups" y que el campus de Google acelerará el proceso. Por otro lado, cada vez más gente se da cuenta de que Google es la clave para desarrollar un sistema de control tecnológico totalitario. Se creó una red descentralizada de opositorxs contrarixs al proyecto Primero se pegaron carteles, después se organizaron reuniones en la librería anarquista Kalabal!k. Es impresionante cómo estas redes descentralizadas y sin jerarquía son capaces de realizar todo tipo de acciones directas como grafitis en las paredes del campus de Google o ataques de pintura. Han organizado caceroladas sin permiso cada mes, frente al campus, y lanzaron un coctel molotov contra una de las "startups" tecnológicas. Shitstorm, un periódico de 8000 ejemplares también publica críticas contra Google y todo lo que representa, desde una perspectiva anarquista. Google es un actor principal en la alianza entre TIC, cibernética, nanotecnología, neurociencia y biotecnología. No se trata de una simple renovación del sistema industrial, sino de un cambio crucial en la dominación a través del poder. Por eso no queremos que esta entidad se convierta en nuestra vecina. No se trata de una forma de gentrificación hipercapitalista cualquiera sino del propio imperio-Google, encargado del control a gran escala de cada una de las personas del planeta. Google ha normalizado el negocio del control de masas. Luchar contra la gentrificación también significa combatir este control masivo, combatir la distopía tecnológica, combatir el hiper-capitalismo. La seguridad en torno a lo que sería el campus de Google se incrementó muchísimo cuando lxs activistas comenzaron a atacar el edificio en sí. Hemos dejado de contar el número de grafitis y ataques de pintura. Por toda la fachada del edificio se puede leer "Fuck Google" en todo tipo de estilos y colores diferentes. Primero pusieron algunos guardias de seguridad que luego apostaron noche y día. Después pusieron varios más. Comenzamos a ver con mayor frecuencia a la policía. Google ha intentado desarticular nuestras críticas comprando a lxs propietarixs de los negocios, a lxs políticxs y a otras instituciones municipales y haciendo una contra-campaña de relaciones públicas. Hasta hace poco todos los grupos estaban de acuerdo en negarse a negociar con lxs representantes. Pero la estrategia 'divide y vencerás' empieza a debilitar al colectivo. La policía sirve a los intereses financieros de Google y de las personas que quieren arrebatarnos la ciudad. Vemos que existen intereses políticos por fomentar la gentrificación de la industria tecnológica dentro de la administración local. Quieren convertir nuestras vidas y nuestros barrios en negocios. Tenemos claro que no nos importa quién esté en el poder porque siempre se pondrá del lado del capital. De alguna forma, queremos hacer de la ciudad un lugar poco atractivo para todas estas compañías. Si echamos a Google de Kreuzberg, quizás el resto de empresas, los otros gigantes de Silicon Valley, se lo piensen dos veces antes de hacer lo mismo. En los territorios coloniales ocupados y controlados por el Estado canadiense Montreal sobresale por encima del resto de ciudades, tanto por su cultura de resistencia militante como por sus alquileres asequibles. Y aunque no ha sufrido una gentrificación tan acelerada como la del resto de regiones metropolitanas, como Greater Toronto o Vancouver Areas, también se enfrenta a muchas de las mismas presiones gentrificadoras visibles en innumerables entornos urbanos de todo el mundo. En concreto: el boom de la construcción, proyectos de lujo, una saturación de Air Bnbs, y la apertura de numerosas boutiques, restaurantes de moda y cafés hipsters que buscan atraer a lxs turistas y a lxs residentes más adineradxs. Ya sabes, compramos un edificio en lo que antes era un suburbio y transformamos lo que era, pues eso, un espacio ruinoso en todo esto, sabes, en un lugar super lujoso, fantasioso y del rollo 'club de hombres', un sitio al que soñaríamos con ir. Estos cambios están incrementando los niveles de desalojo en barrios obreros y de población migrante, dando lugar a la propagación de una resistencia comunitaria que incluye numerosos ataques anónimos provenientes de la red anarquista en la sombra, bastante considerable en número. La gente tiende a utilizar buena parte del discurso colonial para legitimar la gentrificación en Parc Ex. Se refieren al vecindario como si fuera algo "exótico", un "diamante en bruto", o un barrio que "acaban de descubrir". La gente se interesa mucho por sus restaurantes pero apenas se preocupa por la vida de las personas que habitan el barrio. Parc Extension es un barrio mayoritariamente obrero, pobre y de población migrante no-blanca, más o menos en el norte de la zona centro de Tio'tia:ke, la llamada Montreal. A día de hoy Parc Extension es uno de los barrios más pobres de Canadá. Plaza Hutchison ha servido mucho tiempo de centro social y punto de encuentro para lxs residentes. En la primavera de 2017, el edificio de Plaza Hutchison fue comprado por el grupo BSR para ser convertido en apartamentos de lujo. Desde el principio, su director Ron Basal ha sido muy claro con que los apartamentos serán alquilados a "precio de mercado" y no han sido concebidos para ser económicos. Intentamos intervenir en el proceso de adjudicación, también interrumpimos varios plenos para impedir que lxs representantes adjudicaran el permiso. La policía nos echó de la sala con bastante violencia. Algunas personas del comité fueron inmovilizadas arrestadas y multadas. Por sus acciones, queda bastante claro que Basal no tiene el mínimo interés por el bienestar del barrio y tan sólo busca sacar provecho del desalojo de sus residentes. Según nuestra experiencia, participar en política municipal sólo te conduce a un callejón sin salida. Hay muchos ejemplos -ya sea la huelga de alquileres en Toronto o Hamilton, o las okupaciones que se han organizado en Montreal- que prueban la existencia de toda una serie de tácticas ajenas a los canales políticos y administrativos y que pueden ser mucho más efectivas para frenar la gentrificación. Creo que de alguna forma nos hemos inspirado en Hochelaga y St. Henri como lugares en los que han existido movimientos comunitarios más amplios, pero también grupos autónomos de afinidad que han sido capaces de llevar a cabo acciones mucho más beligerantes, y creemos que esos grupos han hecho un gran trabajo señalando la violencia que acompaña al proceso de gentrificación y cómo los cafés y las tiendas vintage no son asequibles para la gente de esos barrios y esperamos trabajar mucho más en los próximos meses para enviar un mensaje claro a las promotoras y posibles agentes gentrificadores, que si intentan llevar a cabo estos proyectos, serán confrontados durante todo el proceso. Sabemos que la gentrificación suele acompañarse de una mayor violencia policial y represión estatal. Y Parc-Ex, en particular, ya es un barrio con un número bastante significativo de identificaciones raciales, vigilancia policial y acoso. Una pregunta importante que nos hemos estado haciendo es cómo podemos convertir el barrio en un lugar poco atractivo para posibles gentrificadores, pero tratando de limitar la forma en la que podríamos desencadenar una mayor presencia policial en la zona. Históricamente St Henri era un barrio blanco de clase obrera. Bueno...históricamente es territorio Kanienkehaka Pero este es uno de los problemas al hablar de gentrificación. Puede ocultar la violencia y el expolio colonial todavía en curso A veces, la lucha contra la gentrificación se atasca en el "queremos quedarnos" y eso puede degenerar en discursos de mierda, sobre todo en un contexto poblacional obrero, blanco y francófono, y en un momento de reacción contra la llegada de refugiadxs. Hemos vivido buenos momentos en South West. Por ejemplo, la okupación en 2013 en la que POPIR estuvo implicado y que obligó a la ciudad a retirar unos cuantos solares del mercado privado. ¡No tengo ninguna simpatía, cero! Son punks, son anarquistas. Pertenecen al 'black bloc'. Hay y siempre ha habido un rango muy amplio de tácticas usadas en la lucha contra la gentrificación en Montreal. El 'asalto salchicha' fue una de las más interesantes. Inspirada en Robin Hood. Justo antes del cierre, el sábado noche, 30 personas enmascaradas irrumpieron en Maxine Tremblay. La mitad de ellxs entró con bolsas y las llenó de comida... Le dijeron al empleado: "cállate y no te muevas, no hagas nada, solo queremos robar un par de cosas." Lanzaron bombas de humo, robaron comida, pintaron grafitis y pegaron carteles en las ventanas. ¿Su mensaje? 'Fuera gentrificadores'. Fue un ataque descarado contra varios negocios cerca de medianoche el sábado. Un grupo de personas con máscaras de ski, rompió los cristales de cuatro tiendas Lxs vándalxs, vestidxs de negro, rompieron escaparates, como muestra el vídeo de seguridad obtenido por Global News. Si hablamos sólo de los ataques, diría que la comunicación se mantiene mayoritariamente a través de comunicados anónimos en internet. A veces hay carteles, a veces algunos grafitis, a veces, ya sabes, la gente deja flyers por ahí. Hay gente que ha ido metiendo flyers en los buzones. Los medios oficiales cubren los ataques más llamativos, pero no están de nuestra parte y no creo que la gente confíe en ellos para obtener información fiable. Ya no es vandalismo, es terrorismo contra la gente que vive en la zona. Corey Saphiro es propietario de varios negocios en St. Henri. Dos de ellos fueron atacados el fin de semana. Hace unos años, Corey Saphiro, el cómico cabecilla malvado de la gentrificación en St. Henri... O como me llaman en la zona donde vivo en Montreal ...'El Gentrificador Infame'. interpeló a lxs propietarixs para unirse y contratar guardias de seguridad. Su tienda de gafas de lujo, L'Archive, no paraba de recibir escupitajos y eso le cabreaba. Una persona fue multada por escupir en el escaparate porque había polis de paisano vigilando su tienda de noche. La pasma protege a los que tienen dinero En Hochelaga, la llegada de emprendedorxs, la Plaza Valois, y los apartamentos fueron uno de los principales factores. La ciudad quiere renovar el barrio rebautizándolo como 'HOMA' - una mierda de remix hipster entre Hochelaga y Maisonneuve. Quieren transformar la imagen de un barrio obrero, rudo, y de tendencias criminales en una atracción para burguesitxs. Claramente, no es más que la continuación del proyecto de ocupación colonial capitalista. La policía de Montreal juega un papel determinante en el proceso. Echan de las calles a lxs trabajadorxs sexuales, drogadictxs e indigentes. Pueden fingir ser todo lo neutrales que quieran pero las leyes que ejecutan sólo benefician a propietarixs y negocios. Han habido numerosas peticiones por parte de empresarixs, especialmente aquellxs afectadxs por las acciones directas, para que se incremente el número de cámaras en la zona. Quieren que si alguien se pasa de la raya haya pruebas y condenas firmes. La colaboración entre el Estado y lxs capitalistas es jodidamente clara. El partido político Proyecto Montreal apela a la 'diversidad social', un eufemismo de mierda para 'gentrificación'. 'Toda esta gente tan amable se muere de ganas por que mejoremos la zona "limpiándola" y enriqueciéndola.' Hay colectivos haciendo un gran trabajo en cuanto a reducción de daño y apoyo mutuo También hay acciones directas descentralizadas que ofrecen resultados bastante interesantes. Algunos negocios quedaron tan destrozados que tuvieron que cerrar. Da miedo, porque no es la primera vez. Preocupa a lxs empresarixs. Cabrea a lxs ricxs. Pone en duda la efectividad policial, y da lugar a un cierto tipo de venganza catártica. Al hablar de territorialidad, deberíamos referirnos a la tierra y no a unos espacios netamente definidos, como los barrios. No deberíamos dividir la isla en parcelas cada vez más pequeñas. No es algo que hayamos decidido sino una estrategia estatal para planificar y controlar mejor la ciudad. Lxs concejales tienden constantemente a pacificar las luchas. Si les escucháramos, ninguna acción que no fuera la de votar sería adecuada. Son intrínsecamente contrarixs a cualquier conflicto. Aunque pueda parecerlo, la lucha contra la gentrificación no es una cuestión de todo o nada. Organizando una resistencia colectiva contra las fuerzas que alimentan este proceso, las comunidades se hacen más fuertes y resilientes incluso cuando han de enfrentarse a las consecuencias del desalojo. Una campaña contra la construcción de un conjunto de apartamentos de lujo puede inspirar otras luchas para frenar la venta de viviendas de protección oficial. Las tácticas desarrolladas en la lucha contra un nuevo café también pueden ser útiles para presionar a un explotador. Cada vez que tomamos caminos inexplorados, ya sean éstos callejones oscuros para romper cámaras de seguridad, o los pasillos de un edificio para organizarnos con nuestrxs vecinxs, adquirimos habilidades que no desarrollaríamos si no hubiésemos tomado la iniciativa de actuar. La confianza y la militancia son contagiosas. La táctica perfeccionada durante la lucha pueden ser catalítica y extenderse más allá de sus participantes inspirando a otrxs para pasar a la acción y defender sus barrios. Reflexiono mucho sobre la importancia de implicar en la organización a las personas afectadas de forma directa. Creemos que es importante tener en cuenta quién viene a nuestras reuniones. ¿A quién van dirigidos nuestros eventos? ¿Cómo llegamos a la gente? ¿Estamos haciendo ese trabajo de base tan importante de repartir flyers, ir puerta por puerta, acudiendo al encuentro de la gente? Empieza con compañerxs en lxs que confíes. Podéis pegar carteles o incluso preparar algo más grande, pero actuad cuanto antes. Aseguraos de que no solo os unan lazos ideológicos, sino también de amistad y solidaridad. Sobre todo, creemos que es importante tomar partido en otras luchas del barrio contra la pobreza, el racismo, y los desahucios. Aprender, crecer y construir junto a personas de diferentes lugares y culturas para que las redes se extiendan más allá de pequeños grupos radicales. Organizar éstas redes desde una perspectiva local pero con un objetivo y un alcance globales. Hacer todo lo posible por inspirar al mundo con lo que ocurre. No olvidar que estamos en territorios robados, recordar a lxs que fueron inicialmente desplazadxs y continuar apoyando la lucha de solidaridad indígena. Obtener información y construir la lucha de la A a la Z, recolectar datos pero también recurrir a la acción directa. Cada grupo puede encargarse de cosas diferente. No todxs tienen que trabajar en políticas, No todxs tienen que generar mapas, No todxs tienen que, ya sabes, organizar acciones directas. Si diferentes grupos adquirieran distintas responsabilidades, o si cada grupo trabajara en barrios diferentes o en ámbitos regionales distintos, creo que las luchas serían más poderosas y efectivas. Hay que ampliar el análisis, conectar la lucha con la autonomía colectiva y el apoyo mutuo. Hay que concentrarse en el objetivo a corto plazo y conectarlo con las metas a largo plazo. Quédate por el barrio, relaciónate con tus vecinxs aunque no sean anarquistas. Que no te asusten los métodos más combativos, pero tampoco los fetichices. La lucha contra la gentrificación no es per se anticapitalista o anticolonial. Es mucho más limitada y susceptible a la asimilación. Desafortunadamente, creo que por todos lados se han idealizado tácticas y discursos tanto en la organización colectiva como en los ataques descentralizados Me molesta el discurso populista y el 'municipalismo' abstracto de la izquierda, pero también el postureo en los círculos informales. Es interesante discutir diferentes estrategias. Ser honestxs en relación a su efectividad y limitaciones. Y mantenerse abiertx a cualquier novedad. Participar en la lucha en diferentes grados y recurriendo a tácticas diversas es muy importante, y considero imprescindible que los procesos y las luchas conserven una perspectiva antiracista, anticapitalista y feminista tanto en la teoría como en la práctica. Creo que es de vital importancia. El deseo consciente de libertad absoluta requiere cambios en nosotrxs mismxs y en nuestras relaciones en un contexto de lucha revolucionaria No se trata solamente de sumarse a cualquier acción porque sí. Sino de aprender a usar todas las herramientas que puedan servirnos para combatir el orden establecido, basado en la dominación. En particular, hacen falta: un análisis de nuestra posición en el mundo, relaciones de afinidad y un espíritu indomable. También es necesario reconocer y evitar cualquier herramienta de cambio dentro del orden establecido que tan sólo reafirme la lógica de la dominación y la sumisión: representatividad, negociación, petición, proselitismo, la creación de imágenes mediáticas de nosotrxs mismxs, etc. Estas herramientas refuerzan la jerarquía, el separatismo y la dependencia de las estructuras de poder, por eso nos las ofrecen como alternativas de lucha. ¡A la mierda Google! (x6) Quizás ayude. Mientras nuestras urbes continuén siendo alteradas siguiendo los dictámenes del capital, expulsando a lxs obrerxs, migrantes y poblaciones racializadas hacia nuevos guetos suburbanos, la lucha contra la gentrificación será cada vez más desesperada y urgente. Pero mientras la gente siga viviendo en ciudades, estos entornos urbanos continuarán siendo lugares de resistencia. La forma que ésta resistencia tome y su efectividad dependerán de acciones concretas para construir solidaridad vecinal, preparar defensas colectivas y mejorar nuestras herramientas de ataque. Este proceso requiere de un compromiso activo por parte de revolucionarixs armadxs de paciencia para construir relaciones de confianza mutua y respeto, y de humildad para aprender diferentes estrategias y adaptarlas al contexto. Ahora, os recordamos que Trouble fue concebido para verse en grupo como un recurso de debate y organización colectiva. ¿Quieres involucrarte más en la lucha contra la gentrificación y en la defensa de tu barrio? Queda con algunxs compañerxs, organizad una proyección de éste vídeo y discutid por dónde podéis empezar. ¿Interesadx en proyectar regularmente Trouble en tu campus, local, centro social o tan sólo con algunxs amigxs en casa? ¡Hazte Trouble-Maker! Por 10 pavos al mes, serás de lxs primerxs en ver el programa y recibirás un kit con contenido adicional así como algunas preguntas para iniciar un debate. Si no puedes apoyarnos con dinero, ¡No pasa nada! Puedes ver y/o descargar todo nuestro contenido gratuitamente en la web: Si tienes cualquier sugerencia o quieres contactarnos, escríbenos a: Este mes, nos despedimos con cariño de uno de nuestros colectivos colaboradores, Tierra Morena, que nos deja para poder concentrarse en otros proyectos. Tierra ha formado parte esencial de nuestro equipo en Trouble, y esperamos poder colaborar con ellxs en el futuro. Último pero no menos importante, este episodio no habría sido posible sin el apoyo de Magdalena. Y ahora, ¡Sal a la calle y haz de las tuyas!