De niña, cambié muchas veces de carrera. Al principio, quise ser profesora como mi mamá. Luego quise ser cantante, la nueva "Taylor Swift". Al último, quise ser actriz, porque qué niño de diez años no quiere estar en Disney Channel. Podría haber pensado en miles de carreras pero nunca pensé en ser ingeniera. Ser ingeniera ni siquiera estaba en mi radar. En mi opinión, matemáticas y ciencias no eran para las niñas, sino para los chicos ñoños. Suena tonto pero es verdad. De pequeña imaginaba a los ingenieros, científicos y matemáticos como hombres inteligentes en batas de laboratorio, debatiendo sobre teoremas complejos, muy lejos de mi entendimiento. Creía que las mujeres en carreras CTIM eran anomalías. Antes, para que una mujer fuese ingeniera, debía ser una persona prodigio. Entonces, un día, mi hermanastra mayor me dijo que ella quería ser ingeniera. Comprendí que las mujeres en esas áreas no eran prodigio. Cualquiera podía serlo. Una ingeniera no necesita ser un prodigio, como los ingenieros tampoco deben serlo. En ese momento decidí que yo también quería ser ingeniera. Después de tomar la decisión de seguir esta carrera profesional, empecé a darme cuenta de que era más fácil para los hombres. Mayormente, a los niños, desde pequeños, les enseñan a usar herramientas y a ensamblar cosas. A ellos los entusiasman con los autos y a nosotras nos motivan a jugar con muñecas. Los juguetes que inspiran a inclinarse por la ingeniería son juguetes como robots y Legos y están publicitados hacia los niños. Los juguetes para niñas no son camiones ni naves espaciales, sino castillos de princesas y tiendas de mascotas. Creo que estos detalles causan la brecha de género en las carreras CTIM. El comentario de que los chicos son más listos que las chicas. A un hijo le enseñan a arreglar un auto, y a una hija, a cocinar. Nadie tiene la culpa. Lo hacemos involuntariamente porque la brecha de género y la desigualdad son cosas que existen hace mucho tiempo, y ahora están incorporadas en nuestras ideas. Gran parte de esto fue resuelto en el pasado con el voto femenino y la educación igualitaria. Ahora es nuestro momento de arreglar estos otros detalles para poder acercarnos más a lograr la igualdad. La falta de mujeres en estas carreras no significa que sea siempre así. De hecho, en áreas como las ciencias médicas y sociales, la proporción está bastante equilibrada. Pero, en áreas que se consideran más arduas, como en informática y matemáticas, las mujeres conforman un cuarto de la fuerza laboral. Quiero que ese número se empareje. Hay una falacia constante que se repite desde el principio: las burlas, el estereotipar y la marginación. Miles de artículos tratan el tema de la incomodidad de las alumnas en carreras CTIM. Ya sea porque sus compañeros se burlan, porque los profesores no les prestan tanta atención o porque les faltan compañeras en las clases. Si la desigualdad de género no es razón suficiente para querer más mujeres en carreras CTIM, tengamos en cuenta los hallazgos científicos que se realizaron por mujeres. Las enfermedades cardiovasculares siempre se basaron en síntomas masculinos. A pesar de que se manifiestan diferente en hombres y mujeres, el hombre promedio es el ejemplar para investigar enfermedades y diseñar tratamientos, porque los hombres llevaban a cabo la investigación. Por años, las mujeres morían por diagnósticos erróneos porque nadie tuvo en cuenta que el género de una persona podía influenciar el origen de una enfermedad. Ahora que más mujeres participan en investigaciones médicas, ellas mismas tienen en cuenta estas diferencias y, en consecuencia, están salvando vidas. Las mujeres han ido avanzando en sus áreas desde hace siglos. Ada Lovelace inventó un programa para una máquina que podía realizar cálculos matemáticos complejos. Lo hizo a principios del 1800. No se construyó durante sus años de vida pero su programa se usó 100 años después para construir la primera computadora. Una de las primeras computadoras electrónicas, llamada "ENIAC", se programó por seis mujeres expertas en matemáticas. Ahora, Amy Sheng, una ingeniera, está desarrollando una extensión para celulares, llamado CellScope. Le permite a una madre detectar si su hijo tiene una infección auditiva. Hadiyah-Nicole Green, una física médica, está ideando un tratamiento oncológico que utiliza láseres para destruir solamente las células cancerosas. A pesar de esto, las mujeres siguen siendo aisladas de las carreras CTIM. También puedo hablar de la diferencia salarial entre géneros. Hemos progresado muchísimo, pero todavía estamos a miles de kilómetros de la recta final. Es por las creencias interiorizadas que no lo entendemos, y, además, es la naturaleza de hombres y mujeres. "Project Implicit" llevó a cabo una investigación con 500 000 personas y descubrieron que el 70 % asociaba a los hombres con la ciencia y a las mujeres con el arte. Mi objetivo es dar el mensaje de que las niñas y los niños pueden ser lo que ellos deseen, también ser ingenieros. No necesitan ser niños prodigio para ser científicos o matemáticos. Siempre y cuando trabajen arduamente, pueden convertirse en lo que ellos deseen. Los padres, profesores y amigos no deberían reprimirlos. Deberían darles ánimos. Quiero que desaparezca ese prejucio, porque eso es lo que me impidió querer ser ingeniera cuando era pequeña. No quiero que nadie más sienta que no puede estudiar ingeniería. Gracias. (Aplausos)