¿Quiénes de Uds. nacieron entre 1980 y principios de los 2000? Exacto, la mayoría ... La mayoría, incluyéndome a mí, somos parte de la generación milenial, o "generación Y". Supongo que la "Y" es por: "¿Y por qué nadie nos entiende? (Risas) Uno de los estereotipos de los milenials es que desde pequeños nos decían que podíamos ser quien quisiéramos ser. A diferencia de las generaciones de nuestros padres y abuelos, los milenials tenemos el privilegio de no tener que preocuparnos por guerras, recesiones, o tener que emigrar para poder encontrar trabajo. No, la vida ya era relativamente estable, así que nos criaron para que obtengamos altos logros. "El cielo es el límite. El mundo es tu zona de juegos." Entonces, a los 17 años de edad, estaba por terminar la secundaria en Brasil, el país donde nací, batallando con esa pregunta con la que muchos milenials batallaron: "¿Qué quiero ser de grande?" Sabía que no podía responderlo a tan temprana edad, así que decidí que primero respondería otra pregunta más sencilla: "¿Qué quiero estudiar el próximo año en la universidad?" Luego, ya en la universidad, me preguntaré qué quiero hacer después, y volverlo a hacer, paso a paso. Parecía ser un buen plan. ¿Siempre han sabido, desde que eran pequeños, lo que querían estudiar en la universidad? Si sí, qué envidia, pero yo pensaba más de esta forma: "Bueno, en la escuela me gusta la biología, pero siendo sincera, no quiero estudiar plantas o insectos, y no quisiera ser médica." Así que pensé en estudiar una carrera en biomedicina, para estudiar la biología humana. Sonaba bastante bien. Y al poco tiempo de empezar, me di cuenta de que las sospechas de la secundaria eran ciertas: ¡Me encantaba la ciencia! ¡El cuerpo humano funciona de maneras que parecen fuera de este mundo! Es increíble todo lo que sucede dentro de una pequeña célula. Me gustaban mucho las materias que veía durante mi carrera, y tenía muy buenas calificaciones. Así que pensé: "Debo estar haciendo algo bien." Pero aún había algo que me preocupaba. Había llegado el momento de decidir qué quería hacer después. Pero siempre que preguntaba cuáles eran mis opciones para después, todos me decían lo mismo: "No hay 'opciones'. Solo hay 'una' opción: Después de la carrera, haces una Maestría; después de ella, un Doctorado; pues el objetivo es convertirte en profesora universitaria e investigadora." Todos me decían eso porque era lo único que conocían. Pero, esperen, ¿qué significa eso de que "solo hay una opción"? Soy milenial; me enseñaron que el cielo era el límite. Hacer una Maestría y un Doctorado me parecía bien. Me encantaba la ciencia y quería seguir aprendiendo y haciendo cosas interesantes en el laboratorio. Pero eso último, de convertirme en profesora no me gustaba para nada porque en ese entonces ya sabía que no quería ser investigadora para siempre. Estudié la Maestría y el Doctorado, aún enamorada de la ciencia, pero siempre me sentí como la oveja negra de la clase. La única que no soñaba con ser profesora, la única rara. Pero seguí adelante, al principio casi siempre sola, un poco avergonzada y con remordimiento, tratando de responder mi nueva pregunta: "¿Dónde podría trabajar, que no involucre experimentos, pero esté relacionado con la ciencia?" Pasé años investigando por mi cuenta, teniendo mi propio proyecto, al mismo tiempo que hacia mi tesis, leía y hablaba con muchas personas. Empecé a conocer a más y más compañeros que buscaban la respuesta a la misma pregunta. Resultó que no era la única. Había otras ovejas negras. Y descubrí que hay diferentes tipos de trabajos que involucran ciencia y tecnología. Puedes trabajar en consultorías, en gestión de proyectos, periodismo científico, tecnologías y ciencias de la salud, en la editorial de una revista científica, política pública, protección de patentes, propiedad intelectual, salud pública; como emprendedores, creando tu propia compañía ... Solo por mencionar algunos. De repente, pasé de preocuparme de que no hubieran opciones a asombrarme con todas las que hay. Y me pregunté: "¿Por qué no lo saben todos los estudiantes de posgrado? ¿Por qué me tomó tanto tiempo darme cuenta de la verdad?" Me di cuenta de que se debe a que el mundo académico es una burbuja. Pareciera que las personas dentro de esa burbuja no tienen mucho contacto con el mundo exterior. En esa burbuja hay muy poco espacio para algo de sol y vacaciones. Por eso quienes los estudiantes de posgrado lucen tan pálidos. Una dieta a base de comida instantánea y café tampoco es de ayuda. Lo sé, porque pasé 10 años dentro de esa burbuja, y me di cuenta de que no tenía acceso a esa información que está fuera de la burbuja, debido a la cultura académica. Uno de los aspectos principales de la cultura académica es que la mayoría de la gente sigue creyendo que el objetivo de hacer un Doctorado es convertirse en profesor de universidad e investigador. Ahora, históricamente, es cierto. Así funcionaba en el pasado. Así funcionaba en la generación de mis abuelos. Y hoy en día, sigue siendo cierto que si quieres ser profesor debes tener un Doctorado. Y un posdoctoral. Y un otro posdoctoral. A veces hasta un tercero ... Pero no es preciso que te conviertas en investigador para toda la vida solo porque estudiaste una maestría y un Doctorado. De hecho, la mayoría, entre 90 y 99%, dependiendo el país, terminan trabajando en algo más, fuera del mundo académico. Así que, convertirse en profesor ya no es el "clásico camino". Se ha convertido en "ruta alternativa". Pero, a pesar que lo más común es dedicarse a algo diferente, aún hay gran desaprobación si quieres dejar el ámbito académico, lo cual contribuyó a que me sintiera como la oveja negra durante mis estudios. He escuchado a académicos decir cuatro cosas de quienes salen de la burbuja. "Pierde su tiempo". Creen que al dejar lo académico estás desperdiciando todo el tiempo y el esfuerzo que invertiste en tu aprendizaje de la ciencia todos esos años. Pero, buscar una carrera fuera del ámbito académico no quiere decir que estará "fuera de la investigación". También te llaman,"traidor". Mi favorito es, "La universidad invirtió tanto dinero para formarte, y ahora le das la espalda a la investigación académica." Siempre estaremos agradecidos con nuestros programas académicos, pero yo no recuerdo haber firmado un contrato de investigación de por vida. También te llaman, "científico fracasado". Auch. Sí, si sales de la burbuja académica significa que no eras lo suficientemente bueno. Incluso escuché a un profesor decir, lamentándose: "Alguna vez tuve un gran alumno que terminó trabajando en el sector privado ... No sé qué fue lo que hice mal." Tal vez esa persona se fue porque eso era lo que quería. No porque tuviera que hacerlo. Y finalmente, te llaman "codicioso". Porque en la industria te pagan mejor. En realidad, la industria ofrece muy buenos salarios que corresponden con contratar profesionales muy bien preparados. La academia te subestima. En lo personal, no entiendo porqué los académicos están a la defensiva con los estudiantes que no buscan un trabajo en lo académico. ¡Ni siquiera habría suficiente trabajo para todos! El número de personas con Doctorado ha crecido muchísimo en los últimos años, mientras que las plazas académicas se han mantenido en cantidad. Hoy en día, las universidades no podrían tener a tantos Doctores como investigadores permanentes. Como pueden ver, si quieres dejar lo académico eres un Judas codicioso y fracasdo que desperdicia su tiempo. Pero si te quieres quedar, ¡no hay trabajo! Existen algunas opciones para resolver esta paradoja académica. Una es poner un límite al número de estudiantes que se admiten, para tratar de tener un control del número de personas con Doctorado. En lo personal, esa idea no me gusta, de privar el acceso a la educación. Una segunda, muy obvia, es crear más plazas de investigación y contratar a más personas como investigadores permanentes. Esto sería de mucha ayuda, pero no sería suficiente. Así que, tenemos que enfrentarnos a la situación y abordarla desde otra perspectiva. Los programas académicos deben de preparar a sus estudiantes para las cosas que de verdad tendrán que hacer en el futuro. Las compañías buscan personas con Doctorado por sus conocimientos y su habilidad para resolver problemas y aprender rápidamente. A los estudiantes se les está enseñando a ser muy buenos investigadores, lo cual es muy bueno, pero si la mayoría van a terminar trabajando en el sector privado, también deberían enseñarles a ser grandes administradores, negociadores, comunicadores y líderes. Los programas académicos deben enseñar, aunque sea de manera optativa, cursos sobre conceptos de negocio, emprendimiento, organización de proyectos, mercadotecnia, finanzas... Es momento de meter algo de administración en los doctorados. Además de eso, los estudiantes tienen que recibir más apoyo y orientación. Muchos de ellos, ni si quiera saben que las posibilidades de obtener un profesorado son mínimas. Desde el principio del programa deben de presentarles, no ocultarles, todas las posibilidades que hay fuera de la burbuja académica, para que puedan tomar una decisión basada en información y que se preparen, y no se vayan por lo primero que se les presente. Para que solo estudien un posdoctoral si de verdad quieren hacerlo, no porque no sabían que más hacer y activaron el piloto automático. Pero los estudiantes también deben poner más de su parte. Sé que es difícil. Solo tenemos tiempo para la tesis, y la mayoría de las veces evitamos pensar en el futuro. Pero, ya saben, de todos modos llegará. Tu educación universitaria no es toda tu carrera profesional; es solo el comienzo. Ninguna licenciatura, maestría o doctorado es para siempre, aunque así se sienta la mayoría de las veces. Todas son etapas. Y pronto tendremos que decidir la siguiente jugada. Pero no tienes que hacerlo solo. Puedes unirte con compañeros que están pasando por lo mismo. Así fue como creamos la Iniciativa de Desarrollo Profesional, aquí en Berlín, (CDI). Cien por ciento organizado por estudiantes, ex alumnos y un profesor que reconoce que se necesita un cambio en la cultura. Son muy pocos, pero existen. Juntos, usamos el tiempo que no tenemos, las tardes, los fines de semana, para organizar eventos, programas de entrenamiento y prácticas para que los estudiantes encuentren un trabajo que los valore, dentro o fuera de la burbuja. Me complace compartir con alumnos mi experiencia sobre las opciones para después del doctorado, de manera que no se sientan como la oveja negra. Para que todo esto funcione, para que los estudiantes tengan más información y preparación para estar listos para la transición al mundo laboral, los profesores a su cargo tienen que apoyarlos. Si eres profesor y no puedes guiarlos en su carrera, porque, después de todo, estás dentro de la burbuja, al menos no desanimes a tus alumnos a intentarlo. Deja que tomen otros cursos y actividades extra escolares, aunque no tengan nada que ver con la investigación. Es muy poco probable que eso interfiera con la calidad de su tesis, pero sí puede ser de gran diferencia para su futuro. Recordemos que la mayoría terminarán en trabajos no académicos, y que eso no significa que fracasaron. Sé que si Uds. no están dentro de la burbuja académica, podrían pensar: "La vida es difícil para los graduados. Pobrecitos de ellos." "Ellos decidieron tomar ese camino." "Soy abogado, ¿en qué me afecta?" Les diré por qué es importante. Gran parte de la innovación, de las ideas que ayudan a la sociedad, ya sean curas para enfermedades, o soluciones para el hambre mundial, o lo último en tecnologías, eso nace en las universidades. Y quienes trabajan en ello son los estudiantes de posgrado. Sí, los profesores lo controlan y supervisan todo, pero el "trabajo sucio" de cada día lo hacen los estudiantes. Si la investigación fuera como construir un rascacielos, habría miles de albañiles. Si fuera una guerra, serían el ejército. Si fuera Juego de Tronos, serían los caminantes blancos. Están igual de pálidos. (Risas) El progreso de la ciencia y la innovación depende de esos estudiantes. Así que, ocupémonos de ellos, valorémoslos y démosle orientación profesional y apoyo. Animémoslos a ser la mejor versión de ellos mismos. La ciencia es impresionante, y puede aportar muchísimo si se practica con pasión y sin presión. Necesitamos un cambio en la cultura académica. Primero que nada, dejemos de pensar: "Bueno, no es lo mejor, pero así son las cosas y así ha sido siempre." No, cuando nos vayamos hoy, no repitamos ese discurso antiguo de que un doctorado es el boleto de ida a "Profesorlandia". Abramos los ojos, para apreciar todo lo que un milenial con estudios puede hacer, si se separan de sus celulares. Los académicos deberían de buscar más personas fuera de la burbuja y apoyar a quienes quieran salir. Los programas académicos tienen que prestar más atención y adaptarse a las necesidades de sus estudiantes. Rompamos esa burbuja y llevemos lo académico al siglo XXI. Sobre todo, es indispensable que reconozcamos nuestra situación, y hablemos de ella, tal y como lo hacemos aquí. Analicemos el sistema en el que vivimos, y si necesita mejorar, cambiémoslo. Después de todo ... es lo que aprendemos en la universidad. (Aplausos)