[musica suena} [Alan Watt:] Si te despiertes de esta ilusión y entiendes que lo negro implica lo blanco uno mismo implica otros la vida vida implica la muerte ¿O debo decir que la muerte implica la vida? puedes sentirte no como un desconocido en el mundo no como algo aquí bajo libertad condicional no como algo que ha llegado aquí por casualidad. Pero puedes empezar a sentir tu propia existencia como absolutamente fundamental [la música suena] No estoy intendando venderte esta idea en el sentido de convencerte a hacerlo Quiero que juegues con ella Quiero que pienses en sus posibilidades No estoy intentando probarlo, Estoy simplemente planteándolo como una posibilidad para pensar Así que... Supongamos que eres capaz cada noche de soñar cualquier sueño que tú quieras Y que por ejemplo tuvieras el poder en una noche para soñar 75 años. O cualquier longitud de tiempo que quisieras. Y que naturalmente, al empezar esta aventura de sueños, podrías cumplir todos tus deseos. Podrías tener cualquier tipo de placer. Y después de muchas noches, de 75 años de total placer, podrías decir "¡Bueno, esto fue bastante maravilloso!" "Pero ahora tengamos una sorpresa". "Tengamos un sueño que no esté bajo control". "En donde algo esté por sucederme pero no quiero lo que va a ser". [La música suena] Y podrías escarbar eso Y salir de lo que ibas a decir "¡Wow, me salvé por un pelo! ¿No es así? Entonces podrías aventurarte más y más y podrías jugar más y más de lo que podrías llegar a soñar. Finalmente, estarías soñando donde estás ahora. Soñarías el sueño de vivir la vida que actualmente estás viviendo. Eso estaría dentro de la multiplicidad infinita de opciones que tendrías. De jugar a que no eres Dios. Porque la naturaleza entera de Dios dentro de ti de acuerdo con esta idea, es jugar a que no lo es. Entonces dentro de esta idea, todos son fundamentalmente la última realidad, no Dios en un sentido político real, pero Dios en el sentido de ser uno mismo. Los fundamentos en el fondo, lo que hay. Y tú eres todo eso. Es sólo que pretendes no serlo. [La música suena]