Primavera de 1941. La Alemania Nazi domina Europa. Polonia y Francia han sido ocupadas. Solo la comunidad británica aun pelea. Hitler se vuelve al oriente a la Unión Soviética , donde los sueños nazi para un imperio continental se realizarán. OPERACION BARBAROSSA Abril de1941. En un campo de Ucrania occidental, un piloto soviético satisfecho contaba los agujeros de bala en el avión que acabada de derribar. El bimotor alemán tenía insignias civiles pero el aspecto militar de los pilotos era obvio. El olor a plástico quemado fue una causa más para sospechas. Venía de un calcinante montón de película fotográfica, que los alemanes habían raudamente intentado destruir. En la primavera de 1941, la Alemania nazi y la Unión Soviética eran aliadas, pero todos sabían que no duraría. Los aviones de reconocimiento alemanes volando a 33 000 pies sobre la Unión Soviética, usualmente pasaban desapercibidos. Pero el 15 de abril de 1941, problemas de motor forzaron a un Junkers 86 a perder altura. Fue rápidamente interceptado y derribado. Bajo interrogatorio, los pilotos del Junkers dijeron que perdieron el rumbo volando a Cracovia, en la Polonia ocupada. No fueron muy convincentes, habían sido derribados cerca a Rodno, más de 300 km de Cracovia, bien adentro de la URSS. Los pilotos eran del escuadrón de reconocimiento élite "Rowel". Habían estado fotografiando en secreto el territorio soviético por meses, en preparación para la invasión germana de la Unión Soviética. Diez días después, un reporte altamente secreto llegó a Moscú del mayor general Tupikov, el agregado militar soviético en Berlín. Su reporte hacía dos conclusiones, uno, los alemanes planean la guerra contra la Unión Soviética. Dos, planean atacar pronto, definitivamente antes de fin de año. En la primavera de 1941, ni Tupikóv ni otro agente soviético podía decir con exactitud cuando vendría la invasión germana. El mejor espía de Stalin, Richard Sorge, declaró que la invasión tomaría lugar en marzo, luego de las cosechas. Luego dijo a fines de mayo, cuando eso pasó dijo la segunda mitad de junio. Los reportes de los agentes soviéticos eran confusos y contradictorios. En suma, nadie en Moscú estaba seguro si, o cuando los alemanes atacarían. En años posteriores se rumoreó que los planes de invasión alemanes estuvieron en el escritorio de Stalin casi tan pronto como fueron firmados. Pero en realidad nunca se robaron tales planos. Masas de información fueron recibidas de las redes de inteligencia soviéticas. Pero solo unos cuantos reportes fueron analizados con propiedad. Muchos que eran valiosos fueron perdidos en la burocracia soviética. Cinco meses antes, en diciembre de 1940 Hitler emitió la directiva del Fuhrer 21 Ordenaba a sus fuerzas prepararse para la invasión de la URSS. Con nombre clave "Operación Barbarossa" (Barba Roja) Ahora las tropas alemanas fluían hacia el este, tomando posiciones a lo largo de la frontera soviética. Hitler luego reclamaría que el Ejército Rojo se había concentrado a lo largo de la frontera, listo para invadir a Alemania. Así, el dijo, la Operación Barbarossa era un ataque preventivo, un acto legítimo de defensa propia. Pero esto era una clásica propaganda nazi. Hitler quería que otros, especialmente en los países neutrales, creyesen que su invasión era justificada. Pero pocos fueron burlados. En privado, Hitler era más cándido sobre sus razones para invadir la URSS. "Es solo la posibilidad de que Rusia entre en la guerra" dijo "que ahora le da esperanza a los ingleses. Si eso se arruina, los ingleses deberán capitular." La Operación Barbarossa era un plan de invasión ambicioso, dependiendo de las tácticas de Blitzkrieg que probaron ser tan eficientes contra los franceses y británicos el año anterior. El ataque debía ser liderado por cuatro Grupos Panzer. Los tanques y divisiones motorizadas de infantería deberían buscar un rápido y profundo avance en el territorio enemigo, llevando al cerco y destrucción de los ejércitos enemigos en la frontera. Los cuatro grupos panzer eran comandados por los generales von Kleist, Hoepner, Guderian y Hoth. El objetivo definitivo era la captura de Moscú y de toda la Rusia europea. Los estrategas germanos creían que la superioridad militar llevaría a la victoria en 3 a 4 meses. Para la invasión, las fuerzas alemanas fueron divididas en tres formaciones. El Grupo de Ejércitos Norte iba a avanzar hacia Leningrado. El Grupo de Ejércitos Centro hacia Moscú, y el Grupo de Ejércitos Sur hacia Kiev y la cuenca del Donetsk. Los Grupos de Ejércitos Norte y Sur tenían cada uno un grupo Panzer. El Grupo de Ejércitos Centro tenía 2 incluyendo el 3er Grupo Panzer, al mando de Hoth. El Coronel General Hermann Hoth se había distinguido a sí mismo en las campañas de Polonia y Francia, tenía 56 años y era apodado afectivamente por sus soldados como "Papá Hoth". A diferencia de Rusia, donde muchos oficiales senior habían sido muertos en purgas políticas, Alemania podía contar con un acervo de experiencia militar. La mayoría de oficiales soviéticos estaban en sus 40, en contraste, Guderian tenía 53, Hoepner 55 y von Kleist 60. Los mandos de los Grupos Panzer llegaron a la frontera soviética en el invierno de 1940 Al principio solo se enviaron oficiales de estado y controladores de tránsito. Los tanques no llegarían si no hasta la víspera del ataque. Al mantener sus tanques en el oeste, Hitler quería dar la impresión de aun querer invadir Bretaña, y preparar solo opera- ciones defensivas en el este. Así, un ejército invasor se agrupó sin ruido en la puerta de Rusia. En 1941 la Wehrmacht estaba en la cima de su poder. Sus divisiones había sido llevadas a su máxima fuerza. La moral estaba alta luego de su victoria en el oeste. Los últimos meses habían sido de intenso entrenamiento para el Blitzkrieg. En contraste, el Ejército Rojo estaba disperso por toda la URSS, con muchas de sus unidades aun con fuerza de tiempos de paz. Las fuerzas en la frontera pasaban la mayor parte del tiempo escuchando clases políticas. Tomaría 2 a 3 semanas de re despliegue para reforzarlas apropiadamente. Y había poca preparación para la defensa. Después de todo, el Ejército Rojo siempre esperaba atacar. Aun más, Stalin no tenía prisa en luchar una guerra con la Alemania Nazi. El sabía que la URSS no estaba lista. En 1939 la Alemania Nazi y la Unión Soviética habían firmado una alianza. Pero Stalin no abrigaba ninguna ilusión. Una intensa producción militar estaba en curso en la URSS. El Ejército Rojo había crecido desde 1,5 millones de soldados hasta 5 millones. En el verano de 1941 aun estaba en el medio de una reorganización y expansión. Aun se construían las forti- ficaciones, se rehacían los aeródromos y se formaban las nuevas unidades. Hasta que estas preparaciones estuvieran completas, Stalin se desesperaba por evitar cualquier con los hitlerianos. Pero los reportes de la inteligencia soviética se volvían más ominosos. A principios de junio de 1941, los alemanes comenzaron a mover unidades blindadas y motorizadas hacia la frontera. Esto ya no parecía nada una preparación para una operación defensiva. 8 días antes de la invasión, la agencia estatal de noticias TASS publicó un reporte en uno de sus periódicos: "En la prensa británica y extranjera en general, se rumorea de una inminente guerra entre la Unión Soviética y Alemania Los círculos oficiales soviéticos creen que estos rumores son absolutamente infundados." Era una invitación de Stalin a Hitler para sentar sus diferencias por negociación. Pero en respuesta solo hubo un silencio mortal. Stalin finalmente ordenó a que los refuerzos fueran a la frontera. Aun ahora, 3 días después del mensaje de TASS, el espía soviético Richard Sorge reportó que la invasión había sido aplazada hasta fines de junio. Stalin esperaba nuevamente que la guerra no sucediese. Pero era muy tarde. La invasión estaba ahora a 1 semana de suceder. El 22 de junio, el Ejército Rojo estaba formado en 3 escalones, extendiéndose desde Polonia hasta el rio Dniéper. La mayoría de las tropas soviéticas apenas había comenzado a movilizarse al oeste para enfrentar al amenaza nazi. En cambio las fuerzas alemanas se había masificado en la frontera, listas para atacar. Al inicio de la invasión, en las Repúblicas Bálticas, 21 divisiones soviéticas enfrentarían a 34 divisiones nazi. En Bielorrusia, 26 divisiones del Ejército Rojo enfrentaría 36 divisiones germanas. En Ucrania, 45 divisiones soviéticas, lucharían con 57 divisiones de la Wehrmacht. El Ejército Rojo era superado en número, y a pesar que tenía más tanques y aviones, éstos probarían ser de poco valor. El 21 de junio, el alto mando alemán transmitió la clave "Dortmund". Confirmaba la operación Barbarossa para la mañana siguiente. Tanques, vehículos blindados y camiones se movieron a las posiciones de asalto. Esa noche, los oficiales alemanes reunieron a sus hombres para leerles una proclama de Adolf Hitler a sus tropas. Declaraba: "El destino del Reich alemán está ahora en sus manos." En los días que siguieron los soldados alemanes serían guiados por directivas tales como las del general Hoepner. "Su lucha debe perseguir el objetivo de convertir la Rusia de hoy en ruinas, y debe ser llevado a cabo con severidad extrema." Pero no todos los soldados quería ser parte de esta llamada "Cruzada por la Civilización". El zapador Alfred Liskow un comunista en secreto, se lanzó a la frontera. Cruzó el río Bug y se rindió a los guarda fronteros soviéticos. Tartamudeando de emoción, les dijo que al amanecer siguiente los nazis atacarían. Antes que el zapador estuviese seco, sus palabras iban rumbo a Stalin. Una información similar vino del agente soviético en la embajada alemana, Gerhard Kegel, en la mañana del 21 de junio, él repor- tó que la guerra comenzaría en 48 horas En el Kremlin, el general Zhúkov, el mariscal Timoshenko y el general Vatutin consiguieron persuadir a Stalin que era necesario actuar. Una directiva colocaba a todas las tropas en estado combativo, pero con la advertencia que los alemanes intentarían provocarlos. "Las órdenes llegaron a las unidades del frente justo después de la 1:00 am. En Minsk, el general Pávlov, comandante del distrito militar bielorruso, llegó a sus cuarteles en el medio de la noche. Le estaba esperando un reporte del poblado de Grodno en la frontera. Decía: "se ha distribuido munición, tomamos posiciones defensivas, comandante del 3er Ejército Vassili Kuznetsóv. Vassili Ivánovich Kuznetsóv había sido reclutado para luchar en la Primera Guerra Mundial, luego ascendió a comandar un regimiento de fusileros en la Guerra Civil Rusa. Cuando la 2da Guerra Mundial comenzó él tenía 47 años, y soportaría sus penurias desde el primer día hasta el último. Las advertencias sobre una invasión no sorprendieron a Kuznetsóv. Sus tropas habían estado escuchando el rugido de los motores más allá de la frontera por muchas horas. Solo podía significar una cosa. Los primeros alemanes en cruzar la fronte- ra fueron del regimiento Brandenburgo. Una unidad élite de fuerzas especiales alemanas. Con una mezcla de trucos, furtividad y sorpresa, el comandante aseguró puentes claves sobre el río Bug La Luftwaffe ya estaba en el aire. Se dirigían a las grandes ciudades sovié- ticas en el oeste, y aeródromos identificados por el reconocimiento aéreo alemán. La Fuerza Aérea Soviética, con sus aviones estacionados en limpias filas, no tenía una idea de lo que iba a golperarle. Mientras los pilotos alemanes realizaban su aproximación final, fueron los primeros en ver salir el sol de ese fatídico día. A las 4 am se abrieron sus escotillas y la destrucción llovió del cielo. La Gran Guerra Patria rusa había comenzado. Amanecer del 22 de junio de 1941. Los aeródromos soviéticos estaban bajo ataque. Un comandante de escuadrón, el capitan Berkal fue rápido en actuar, sonando la alarma y poniendo sus hombres en el aire tan rápido como fue posible. Donde los cazas soviéticos pudieron despegar, encontraron que los inmaniobrables bombarderos de pique nazis era presa fácil. El aeródromo de Milnuv en Ucrania se convirtió en un cementerio para los bombarderos alemanes. Aquí el escuadrón Edelweiss perdió 7 aviones. Pero estas fueron victorias nimias, comparadas con el desastroso día para la Fuerza Aérea rusa. Algunos aeródromos sobrevivieron a los primeros ataques alemanes, pero la Luftwaffe los atacó una y otra vez. En el curso de 5 a 6 ataques alemanes, la mayoría de las bases aéreas soviétias en el oeste había sido puestas fuera de combate. En el aire, a pesar que los soviéticos tenían muchos buenos cazas, a sus pilotos les faltaba la experiencia de combate de los pilotos Messerschmitt. El mayor general Kopets, comadante del aire del Frente Oeste, hizo una inspección aérea de los daños a sus aeródromos. Luego de aterrizar se suicidó. Al final del primer día, la Fuerza Aérea Soviética había perdido 700 aviones en Bielorrusia, la mitad de sus fuerzas. En Ucrania se perdieron 300 aviones La sexta parte. Y en el Báltico, unos 100 aviones, una décima parte. La primera matanza alemana fue devastadora La fuerza aérea del Ejército Rojo estaba diezmada Pasarían varios meses antes que pudiese jugar su parte efectivamente en la guerra. Las tropas terrestres nazi comenzaron su avance a las 4:15 am. Los tanques de Hoth avanzaron entre 50 a 70 km en el Frente Báltico, capturando puentes claves en Alitus y Merkene. Hoth escribió: "Los tres puentes sobre el rio Niemen fueron capturados intactos, esto fue totalmente inesperado." Los generales alemanes rápidamente co- menzaron a soñar con el gran premio. Hoth recordó: "todos ansiaban ponerse en camino a Moscú lo más pronto posible." Por el momento, el Grupo Panzer de Hoth atacó en dirección de Vilna. El objetivo era envolver a los ejércitos en Bielorrusia desde el norte. Pero no todo salió de acuerdo a los nazis en el primer día. En un punto en la frontera de Bielorrusia, los eventos tomaron un giro inesperado para ambos bandos. En la fortaleza rusa del siglo IXX en Brest. La misma debía tener una guarnición de un solo batallón, pero unidades de dos divisiones soviéticas con un total de 7 000 soldados estaban estacionadas aquí cuando la invasión comenzó. En la mañana del 22 de junio, la fortaleza cayó bajo ataque aéreo y de artillería continuo. Muchos soldados tomaron refugio en sus muros, donde quedaron atrapados por el bombardeo. Los alemanes esperaban que el fuerte fuese tomado en solo horas. Pero en vez de ello un asedio sangriento comenzó, durando varios días. La guarnición de la fortaleza defendió cada palmo de terreno, luchando en grupos pequeños y aislados, algunos de ellos rehusando rendirse. Luego de 4 días los alemanes habían capturado el perímetro fortificado. La guarnición del Ejército Rojo se retiró a la ciudadela. 400 sobrevivientes liderados por el mayor Gavrílov repelieron de 7 a 8 ataques al día. El 29 de junio, los alemanes iniciaron un ataque de 2 días a la fortaleza, y finalmente capturaron la ciudadela. Para ahora se les acababa la comida y agua a los defensores. Pero aún así, siguieron luchando. Luego de todo un mes en la invasión los alemanes capturaron finalmente al mayor Gavrílov. El doctor que lo trató luego dijo que estaba casi inconsciente por la fatiga Sin siquiera fuerzas para deglutir. Pero una hora antes, Gavrílov había luchado furiosamente, lanzando granadas que mataron o hirieron a varios alemanes. A pesar de la heroica resistencia del mayor Gavrílov y sus hombres, era solo suficiente que los panzers de Guderian rodear la fortaleza de Brest y cruzar y cruzar el río Bug. Una ventaja que retenía el Ejército Rojo parecía ser su gran número de tanques, tenían cerca de 10 000 tanques en los distritos militares oeste. Pero para los tanques ligeros soviéticos como el T-26 y el BT-7 iba a ser una guerra muy corta y muy sangrienta. La armadura frontal del T-26 era de apenas 15 mm. El BT-7 no era mucho mejor, con 22 mm. Ambos eran extremamente vulnerables a los cañones alemanes. Aun más, sus cañones de 45 mm no eran suficiente para penetrar el blindaje de los tanques modernos alemanes, excepto a boca jarro. El pobre diseño de los proyectiles rusos hizo que algunos simplemente se partiesen en contacto con el blindado alemán. Para el Ejército Rojo, las primeras batallas de tanques fueron un choque terrible. En el segundo día de la guerra, los tanques del Ejército Rojo enfrentaron una división panzer cerca de Pruzhani. La batalla fue una masacre. Más de 100 T-26 fueron destruido en solo unas horas de combate. El tercer día de la guerra, cerca de Vóynitsa, cerca de 150 tanques T-26 fueron destruidos. Al día siguiente, los T-26 rusos contra atacaron cerca de Poshile en el Báltico. Al inicio del día, la 28va División de tanques tenía 130 unidades Al final, solo quedaban 50. El orgullo del Ejército Rojo yacía en ruinas humeantes a lo largo de la ruta de la invasión germana. El ejército alemán tenía 4 000 tanques y cañones motorizados para la invasión de Rusia. La mitad de ellos eran los virtualmente caducos tanques ligeros Panzer I y II. Solo 1 400 eran los nuevos tanques Panzer III y IV Cada división panzer alemana tenía 200 tanques y más de 2 000 vehículos de mando y apoyo. Una división de tanques soviética tenía casi el doble de tanques pero menos vehículos de apoyo. Los eventos probaron que los alemanes acertaron. Sin vehículos de apoyo suficientes para mantenerlos abastecidos de combustible, munición y repuestos, cientos de tanques rusos serían abando- nados camino al campo de batalla. Los tanquistas alemanes iban a combatir convencidos de su propia superioridad Pero una fea sorpresa les esperaba. El tanquista alemán Gustav Schroeder de la 11ra división panzer estaba en acción cerca de Radéjov, recordó: "Les disparamos la primera bala, le dio a la torreta, el segundo disparo acertó también, pero el tanque líder siguió avanzando. ¿Qué pasaba? Siempre habíamos bromeado que solo tenías que escupir a un tanque ruso y explotaba." Otros reportes comenzaron a llegar del nuevo modelo de tanque soviético, que parecía inmune a los cañones germanos. Cerca de Rasiéyniy, estos nuevos tanques rusos pesados se sacudieron de varios impactos, antes de irrumpir en las posiciones alemanas, triturando cañones, camiones y vehículos. La única forma efectiva de detener estos monstruos, era con el poderoso cañón antiaéreo de 88 mm. Los nuevos tanques soviéticos eran el T-34 y el KV-1. Eran nombres que los soldados alemanes llegaron a temer. Mientras la lucha bramaba a lo largo de la frontera, El 3er Ejército de Kuznetsóv cerca de Grodno, fue el único que logró traer fuego de artillería sobre las tropas alemanas que avanzaban. Las tropas de Kuznetsóv lograron parar a los nazis a puro combate. El general alemán Hoth escribió: "La tozuda resistencia de los rusos nos ha forzado a luchar según el libro una vez más. Nos podíamos permitir ciertas chanzas en Polonia o en occidente, pero ahora no." Kuznetsóv fue también el primer coman- dante soviético en lanzar un contraataque blindado. El 6to Cuerpo mecanizado soviético tenía casi 1000 tanques, incluyendo 350 de los nuevos T-34 y KV-1. La decisión de donde contraatacar tenía que tomarse muy rápido. Cuando una concentración de tanques germanos fue reportada cerca de Grodno, donde luchaba el 3er Ejército de Kuznetsóv, el general Pavlov decidió que ese era el lugar para atacar. Fue una catástrofe: El 6to Cuerpo mecanizado fue virtualmente barrido. La mayoría de tanques se quedaron sin combustible o se malograron, porque los depósitos de suministros fueron destruidos en bombardeos. Cuando los tanques restantes fueron cercados por los alemanes, las dotaciones detonaron sus vehículos y se retiraron. También se volvió claro que solo había infantería alemana cerca a Grodno. Así que mientras el 6to Cuerpo mecanizado hacía su malogrado ataque, los panzer de Hoth avanzaron sobre Vilna sin obstáculos. El control alemán del aire significó que los comandantes soviéticos en Bielorrusia no tuvieron acceso al reconocimiento aéreo Así que mayormente a oscuras, Pavlov estimó que enfrentaba a una o dos divisiones de tanques alemanes. Pero al tercer día de la guerra, una unidad de reconocimiento nazi fue emboscada cerca de Slonim. Luego de la batalla, se encontró un mapa de un oficial de estado germano y se envió a los cuarteles generales de Pavlov. Después de una ojeada, Pavlov se dio cuenta de su terrible error. En vez de una o dos divisiones de tanques, el grueso del 2do Grupo Panzer de Guderian, cinco divisiones de tanques y dos divisiones de infantería motorizada avanzaban sobre Minsk y Bobrúisk. Todas las fuerzas de Pavlov iban a ser cercadas. Pavlov de inmediato ordenó a todas sus fuerzas retirarse al este, pero ya era muy tarde. Los Panzer de Guderian irrumpieron en Slonim, bloqueando el único camino bueno de Bielostók a Minsk. En el paisaje bielorruso de ciénagas y densos bosques controlar un solo camino como este podría ser decisivo. Otras líneas de retirada simplemente no existían. El Grupo Panzer alemán parecía avanzar a voluntad. Sus comandantes intentaban encontrar puntos débiles en las líneas enemigas, e irrumpir por ellas raudamente amenazando al enemigo con el cerco. Para mantener el empuje, simplemente dejaban de lado áreas de tozuda resistencia Estas eran atacadas por divisiones de infantería que seguían a su paso. Los carros blindados y la infantería motorizada en camiones y motos acompañaban a las columnas de tanques. Las unidades de reconocimiento liberaban el camino. Primeras en enfrentar al enemigo. Finalmente, una cercana cooperación con los aviones de ataque terrestre de la Luftwaffe, hacía a esta, la de 1941, una fuerza ofensiva sin paralelos. Guderian y Hoth, comandantes del 2do y 3er Grupos Panzer, avanzaban hacia Moscú, pero ahora recibieron nuevas órdenes: Minsk era la nueva prioridad. Ambos generales estaban indignados, ellos veían a Moscú como el premio mayor. Pero ambos desviaron reaciamente sus tanques hacia Minsk para ayudar a completar el cerco del condenado ejército de Pavlov. Minsk había sido bombardeada desde el primer día de la guerra. De sus ruinas, se elevaban grandes columnas de humo negro, oscureciendo al sol. Ahora los tanques de Hoth se acercaban para sellar su destino. Primero ellos debían abrirse paso por una línea de fortificaciones soviéticas. Pero cuando una de las divisiones de Hoth se abrió paso, fue de inmediato contra atacada y sus cuatro unidades cercadas. El Grupo Panzer de Hoth, como luego describió, tuvo que abrirse paso por fortificaciones soviéticas en la carretera en medio de ardua lucha. Pero las probadas y ensayadas tácticas de la Wehrmacht ahora probaron su valía Un pelotón de tanques usualmente se desplegaba en una formación V, con sus dos puntas frente al enemigo. Esto permitía a sus tanques atacar en un frente angosto 50 a 60 tanques a lo largo de 1000 metros. En 1941, las órdenes de las divisiones soviéticas mandaban que los cañones antitanque se ubicasen en línea a lo largo del frente. Esto significaba que 50 tanques alemanes solo enfrentarían de 5 a 10 cañones antitanque. Los blindados germanos copaban estos cañones por el peso de los números. Luego viraban a izquierda y derecha para atacar al resto de la línea desde el flanco y la retaguardia. Lo que hacía la situación aun peor para las tropas soviéticas, fue su armamento inadecuado. El cañón padrón de 45 mm solo podía penetrar la armadura frontal de los tanques alemanes a muy corto rango. Usando tácticas y armamento superiores, los alemanes rompieron las defensas soviéticas alrededor de Minsk luego de dos días de lucha. Mientras las tropas alemanas entraban en la ciudad, Dmitri Pavlov, comandante del Frente Occidental Soviético, solo podía observar estupefacto cuando la trampa se cerraba. Como generales de Francia y Alemania antes que él, Pavlov había sido abrumado por la velocidad y furia del Blitzkrieg alemán. Pero sí tomo bien una importante decisión. Tan pronto como se dio cuenta de los planes de cerco enemigo, ordenó una retirada al este con toda rapidez. Le dio a muchos soldados una oportunidad de escapar y seguir luchando. Fue con esa esperanza que sus hombres retrocedieron a Minsk. Pero para la mayoría no habría salvación. Una semana luego de la invasión alemana de la URSS, más de 300 000 soldados soviéticos habían sido rodados cerca de Bialistók y Minsk. Algunas unidades del Ejército Rojo pudieron abrirse paso luchando a través de posiciones débiles nazi al sureste. Otros, incluyendo a los restos del 3er Ejército de Kuznetsóv, intentaron regresar a las líneas rusas a través de pantanos y bosques. El rápido avance alemán significó que las líneas del Ejército Rojo ahora estaban muy lejos al este. Muchos pasarían semanas caminando por los bosques antes de llegar a sus propias líneas. Cerco de Bielostók y Minsk, los muchos miles que no lograron salir, enfrentaban la muerte o el cautiverio. Siguieron luchando, lanzando contraataques desesperados en una puja por escapar del cerco. Infligieron graves bajas en el enemigo, pero finalmente, 2 semanas en la invasión, la resistencia en el bolsón llegó a su fin. 290 000 soldados soviéticos fueron capturados. Un destino del que pocos regresarían. El general Pavlov, comandante del Frente Oeste, su jefe de estado, el mayor general Klimóvskij, el comandante del 4to Ejército general Koratkóv, y varios otros oficiales. Fueron arrestados bajo cargos de cobardía e incompetencia criminal. Luego de un interrogatorio de la NKVD, Pávlov negó su culpa, aludiendo a las enormes dificultades que enfrentó. Pero Stalin necesitaba un chivo espiatorio. El resultado del juicio nunca estuvo en duda. Fueron todos sentenciado a muerte. Pávlov fue fusilado ese mismo día, por la policía secreta. Al sur, en Ucrania, el Frente Suroeste del Ejército había logrado evitar ser acorralado en las primeras semanas de la guerra. Los alemanes avanzaron entre 150 y 170 km antes que el desastre en Minsk forzase al Ejército Rojo a retroceder al río Dniéper. El alto mando alemán estaba de buen talante luego de estas victorias tempranas Ciertamente se pensó, que los rusos no podrían sobrevivir luego de perder a tantos hombres, tanques y aviones. El colapso soviético tendría que estar a la vuelta de la esquina Franz Halder, jefe del estado mayor alemán escribió: "No sería exagerado decir la guerra contra Rusia se había ganado en los primeros 14 días." El siguiente objetivo alemán era Smolensk. Pero este no sería tan simple. Para comenzar, las fuerzas alemanas se habían estado concentrado para las batallas iniciales en la frontera. Ahora sus fuerzas se habían dispersado desde el Báltico hasta el sur de Ucrania. Segundo: los ejércitos de reserva rusos habían comenzado a llegar al campo de batalla. No habían tomado parte en la lid inicial. Ahora estaban listos en las orillas del Dniéper y el Dvina Los grupos panzer de Guderian y de Hoth comenzaron a rodar hacia el este otra vez Su misión era avanzar más allá de la fuerza principal, y unirse al este de Smolénsk Pero pronto el 2do Grupo Panzer de Guderian cayeron bajo ataque de ejércitos frescos soviéticos, llegando del este. Luego de una lucha feroz, Guderian fue forzado a la defensiva. Pronto Hoth también tubo que pasar a la defensiva. El contraataque soviético forzó a sus hombres a ceder Velíkie Luki Fue la primera ciudad rusa en ser recapturada de los alemanes. La velocidad de su avance había dejado a los grupos panzer aislados. No si no hasta que llegó la fuerza principal, que pudieron reanudar su avance. El Grupo de Ejércitos Norte también se metió en problemas. El asalto a Nóvgorod fue parado en seco. Además, la 8va División Panzer nazi fue cercada por la ciudad de Soltsy, y tuvo que abrirse paso luchando. Un oficial alemán registró en su diario "No teníamos la sensación de entrar en un país derrotado, así como en Francia. Al contrario, había resistencia resistencia permanente, sin importar cuan desesperada sea." En agosto, el Ejército Rojo había logrado de algún modo estabilizar la situación. Se restableció una línea de frente, permitiendo a miles de rezagados alcanzar al ejército en retirada. Luego de luchar con bosques y humedales por meses, los restos del ejército de Kuznetsov finalmente alcanzaron sus propias líneas. Había muchos rezagados yendo al este en el verano de 1941, en grupos de doce a mil o más. A la par, Guderian preparaba un nuevo asalto a Moscú. El 21 de agosto sus unidades estaban en sus posiciones de partida, cerca de la ciudad de Starodúb. Pero ese mismo día Hitler emitió una directiva que dejó en shock a sus comandantes de Grupos de Ejércitos. El general Halder la describió como EL momento decisivo de toda la campaña. Se le rehusó el permiso al Grupo de Ejércitos Centro para ir por Moscú. En vez de ello, Hoth recibió la orden de ir al norte para reforzar el asalto sobre Leningrado. Guderian fue enviado al sur, para ayudar con el cerco de tropas soviéticas en Ucrania. Guderian voló de inmediato a Berlin para exigir una audiencia con Hitler. En persona, el hizo una presentación forzada de sus razones sobre que ahora el momento de atacar Moscú. En sus memorias, Guderian escribió: "Señalé las serias consecuencias que con seguridad surgirían si las opera- ciones en el sur se prologaban demasiado Si eso sucedía, sería ya muy tarde para el asalto a Moscú ese año." Hitler y el alto mando se mantuvieron firmes. El verano ya llegaba a su fin cuando los tanques de Guderian atacaron al sur contra el flanco del Frente Suroeste soviético. Si el pudiese llegar a las cabezas de playas alemanas en el río Dniéper, todas las fuerzas del Ejército Rojo defendiendo Kiev serían atrapadas. Luego de su escape del cerco de Minsk, el general Kusnetsov había sido puesto al mando del 21er Ejército. Sus tropas estaban justo en el camino del 2do Grupo panzer de Guderian. El alto mando soviético tenía que hacer una elección, luchar contra ellos a lo largo del Dniéper y arriesgarse a un cerco masivo si la línea se rompía, o retirarse aun más al este, para ganarle a sus tropas algún espacio de alivio. Al final se decidió que el Dniéper era una posición muy fuerte para dejarla sin luchar. Se mantuvo una estrecha vigilancia sobre las divisiones panzer germanas. Pero en agosto, parecían estar en ruta a Moscú. La principal amenaza a los Frentes Suroeste y Sur parecía ser el Grupo Panzer de von Kleist, mucho más al sur en las zonas bajas del Dniéper. En agosto de 1941, el Ejército Rojo estaba crónicamente falto de tanques. Sus unidades mecanizadas había sido aniquiladas en las primeras batallas de la campaña. El 21er Ejército de Kusnetsov, por ejemplo tenía 15 tanques restantes. El debilitado ejército de Kusnetsov fue barrido a un lado por las tropas de Guderian, mientras arrasaban su camino hacia Lojvítsa, 126 millas al este de Kiev. Guderian estaba a punto de atrapar todas las tropas soviéticas que defendían la capital ucraniana. Parecía el tiempo justo para ordenar la retirada de las tropas del Frente Suroeste Pero el alto mando soviético vaciló, esperando la última información del frente. Mientras tanto los nazis fortalecieron sus cabezas de playa del río Dniéper, cerca de Krémenchuk. Allí ellos construyeron un enorme puente flotante, de 800 metros. El 1er Grupo Panzer de von Kleist se lanzó a Kremenchuk a toda velocidad. Los tanques cruzaron el Dniéper bajo la cobertura de la noche y la lluvia. Ellos se unieron con las fuerzas de Guderian en Lojvítsa. El alto mando soviético había dudado por mucho tiempo. Todas las tropas del Frente Suroeste en el area de Kiev estaban ahora cercadas. Para el Ejército Rojo, el desastre en curso en Kiev marcó un lúgubre récord Era el mayor cerco en toda la historia de las guerras. Un estimado de 532 000 estaban cercados en Kiev. Solo 15 a 20 mil escaparían. La lucha en el bolsón de Kiev se arrastró hasta fin de setiembre. La falta crónica de tanques de los rusos, se revelaría en la cifra capturada en Kiev, Solo cincuenta. Mientras tanto el Grupo de Ejércitos Centro luego de ser privado de los tanques de Guderian y Hoth, luchó contra masivos contraataques soviéticos cerca de Smolensk En estas batallas desesperadas, nacieron las unidades "De la Guardia". La bravura mostrada en la pesada lid alrededor de Yélnia, le valió a la 100ma División de Fusileros ganarse el título de 1ra División de Fusileros de la Guardia. El general Hoth escribió después: "Tuvimos pesadas bajas, especialmente entre los oficiales novatos. Las pérdidas fueron mayores a las de ataques previos, y fueron solo parcialmente recuperadas por refuerzos. Según los cronogramas del estado mayor alemán, la URSS debería colapsar en solo un mes más de lucha.Pero para las desgastadas unidades nazi en el frente, el objetivo final parecía más y más remoto El Ejército Rojo también estaba estaba desesperado. Ante el cerco de tantas tropas en Kiev, el alto mando soviético fue forzado a lanzar todas las unidades disponibles a la línea del frente. Y ahora, con el aplastamiento final del bolsón de Kiev, los grupos panzer de Guderian, Hoepner y Hoth nuevamente se volvieron hacia Moscú. De estos generales de blindados, Guderian sería removido del mando en solo unos meses. Hoepner sería despedido por Hitler por cobardía y desobedecer órdenes. Solo Papá Hoth conservaría su trabajo. Mientras tanto, ofensivas cerca a Moscú, batallas alrededor de Stalingrado, Y el regreso a Bielorrusia, todo eso le esperaba al general Kusnetsov. En 1945, sus hombres liderarían el ataque a Berlín, contra el mismo Reichstag. Y el primero de mayo de 1945, los soldados de la 150ma División del 3er Ejército de Asalto, mandados por Kusnetsov, Alexey Biérets, Mijaíl Yegórov y Meliton Kantaria, izarían la Hoz y el Martillo sobre el Reichstag. Pero por ahora, la guerra solo tenía 3 meses, y en unos días comenzaría la batalla de Moscú. Thanks for the subtitles by Tony Chávez Uceda