Primavera de 1941. La Alemania Nazi domina
Europa. Polonia y Francia han sido ocupadas.
Solo la comunidad británica aun pelea.
Hitler se vuelve al oriente a la Unión
Soviética , donde los sueños nazi para
un imperio continental
se realizarán.
OPERACION BARBAROSSA
Abril de1941. En un campo de Ucrania
occidental, un piloto soviético satisfecho
contaba los agujeros de bala en el
avión que acabada de derribar.
El bimotor alemán tenía insignias civiles
pero el aspecto militar de los
pilotos era obvio.
El olor a plástico quemado fue una causa
más para sospechas.
Venía de un calcinante montón de película
fotográfica, que los alemanes habían
raudamente intentado destruir.
En la primavera de 1941, la Alemania nazi
y la Unión Soviética eran aliadas, pero
todos sabían que no duraría.
Los aviones de reconocimiento alemanes
volando a 33 000 pies sobre la Unión
Soviética, usualmente pasaban
desapercibidos. Pero el 15 de abril de
1941, problemas de motor forzaron a un
Junkers 86 a perder altura.
Fue rápidamente interceptado
y derribado.
Bajo interrogatorio, los pilotos del
Junkers dijeron que perdieron el
rumbo volando a Cracovia, en la
Polonia ocupada.
No fueron muy convincentes, habían sido
derribados cerca a Rodno, más de 300 km
de Cracovia, bien adentro de la URSS.
Los pilotos eran del escuadrón de
reconocimiento élite "Rowel".
Habían estado fotografiando en secreto
el territorio soviético por meses, en
preparación para la invasión germana
de la Unión Soviética.
Diez días después, un reporte altamente
secreto llegó a Moscú del mayor
general Tupikov, el agregado militar
soviético en Berlín.
Su reporte hacía dos conclusiones, uno,
los alemanes planean la guerra contra
la Unión Soviética. Dos, planean atacar
pronto, definitivamente antes de
fin de año.
En la primavera de 1941, ni Tupikóv ni
otro agente soviético podía decir
con exactitud cuando vendría la
invasión germana.
El mejor espía de Stalin, Richard Sorge,
declaró que la invasión tomaría lugar
en marzo, luego de las cosechas. Luego
dijo a fines de mayo, cuando eso pasó
dijo la segunda mitad de junio. Los
reportes de los agentes soviéticos
eran confusos y contradictorios. En suma,
nadie en Moscú estaba seguro si, o cuando
los alemanes atacarían.
En años posteriores se rumoreó que los
planes de invasión alemanes estuvieron
en el escritorio de Stalin casi tan pronto
como fueron firmados.
Pero en realidad nunca se robaron tales
planos. Masas de información fueron
recibidas de las redes de inteligencia
soviéticas. Pero solo unos cuantos
reportes fueron analizados con propiedad.
Muchos que eran valiosos fueron perdidos
en la burocracia soviética.
Cinco meses antes, en diciembre de 1940
Hitler emitió la directiva del Fuhrer 21
Ordenaba a sus fuerzas prepararse para
la invasión de la URSS.
Con nombre clave "Operación Barbarossa"
(Barba Roja)
Ahora las tropas alemanas fluían hacia
el este, tomando posiciones a lo largo
de la frontera soviética.
Hitler luego reclamaría que el Ejército
Rojo se había concentrado a lo largo
de la frontera, listo para invadir
a Alemania.
Así, el dijo, la Operación Barbarossa
era un ataque preventivo, un acto
legítimo de defensa propia.
Pero esto era una clásica
propaganda nazi.
Hitler quería que otros, especialmente en
los países neutrales, creyesen que su
invasión era justificada. Pero pocos
fueron burlados.
En privado, Hitler era más cándido sobre
sus razones para invadir la URSS.
"Es solo la posibilidad de que Rusia entre
en la guerra" dijo "que ahora le da
esperanza a los ingleses. Si eso se
arruina, los ingleses deberán capitular."
La Operación Barbarossa era un plan de
invasión ambicioso, dependiendo de las
tácticas de Blitzkrieg que probaron ser
tan eficientes contra los franceses y
británicos el año anterior.
El ataque debía ser liderado por cuatro
Grupos Panzer. Los tanques y divisiones
motorizadas de infantería deberían buscar
un rápido y profundo avance en el
territorio enemigo, llevando al cerco y
destrucción de los ejércitos enemigos
en la frontera. Los cuatro grupos panzer
eran comandados por los generales
von Kleist, Hoepner, Guderian y Hoth.
El objetivo definitivo era la captura de
Moscú y de toda la Rusia europea.
Los estrategas germanos creían que la
superioridad militar llevaría a
la victoria en 3 a 4 meses.
Para la invasión, las fuerzas alemanas
fueron divididas en tres formaciones.
El Grupo de Ejércitos Norte iba a avanzar
hacia Leningrado. El Grupo de Ejércitos
Centro hacia Moscú, y el Grupo de
Ejércitos Sur hacia Kiev y
la cuenca del Donetsk.
Los Grupos de Ejércitos Norte y Sur tenían
cada uno un grupo Panzer.
El Grupo de Ejércitos Centro tenía 2
incluyendo el 3er Grupo Panzer,
al mando de Hoth. El Coronel General
Hermann Hoth se había distinguido a
sí mismo en las campañas de Polonia
y Francia, tenía 56 años y era apodado
afectivamente por sus soldados como
"Papá Hoth". A diferencia de Rusia, donde
muchos oficiales senior habían sido muertos
en purgas políticas, Alemania podía contar
con un acervo de experiencia militar. La
mayoría de oficiales soviéticos estaban
en sus 40, en contraste, Guderian tenía
53, Hoepner 55 y von Kleist 60.
Los mandos de los Grupos Panzer llegaron
a la frontera soviética en el invierno de 1940
Al principio solo se enviaron oficiales de
estado y controladores de tránsito.
Los tanques no llegarían si no hasta
la víspera del ataque.
Al mantener sus tanques en el oeste, Hitler
quería dar la impresión de aun querer
invadir Bretaña, y preparar solo opera-
ciones defensivas en el este.
Así, un ejército invasor se agrupó
sin ruido en la puerta de Rusia.
En 1941 la Wehrmacht estaba en la cima
de su poder. Sus divisiones había sido
llevadas a su máxima fuerza. La moral
estaba alta luego de su victoria en el oeste.
Los últimos meses habían sido de intenso
entrenamiento para el Blitzkrieg.
En contraste, el Ejército Rojo estaba
disperso por toda la URSS, con muchas
de sus unidades aun con fuerza de
tiempos de paz.
Las fuerzas en la frontera pasaban la
mayor parte del tiempo escuchando
clases políticas. Tomaría 2 a 3 semanas
de re despliegue para reforzarlas
apropiadamente. Y había poca preparación
para la defensa. Después de todo, el
Ejército Rojo siempre esperaba atacar.
Aun más, Stalin no tenía prisa en luchar
una guerra con la Alemania Nazi.
El sabía que la URSS no estaba lista.
En 1939 la Alemania Nazi y la Unión
Soviética habían firmado una alianza.
Pero Stalin no abrigaba ninguna ilusión.
Una intensa producción militar estaba
en curso en la URSS.
El Ejército Rojo había crecido desde 1,5
millones de soldados hasta 5 millones.
En el verano de 1941 aun estaba en
el medio de una reorganización y
expansión. Aun se construían las forti-
ficaciones, se rehacían los aeródromos
y se formaban las nuevas unidades. Hasta
que estas preparaciones estuvieran
completas, Stalin se desesperaba por
evitar cualquier con los hitlerianos.
Pero los reportes de la inteligencia
soviética se volvían más ominosos.
A principios de junio de 1941, los alemanes
comenzaron a mover unidades blindadas
y motorizadas hacia la frontera. Esto ya
no parecía nada una preparación
para una operación defensiva.
8 días antes de la invasión, la agencia
estatal de noticias TASS publicó un
reporte en uno de sus periódicos: "En
la prensa británica y extranjera en
general, se rumorea de una inminente
guerra entre la Unión Soviética y Alemania
Los círculos oficiales soviéticos creen
que estos rumores son absolutamente
infundados." Era una invitación de Stalin
a Hitler para sentar sus diferencias
por negociación. Pero en respuesta solo
hubo un silencio mortal. Stalin finalmente
ordenó a que los refuerzos fueran
a la frontera.
Aun ahora, 3 días después del mensaje
de TASS, el espía soviético Richard
Sorge reportó que la invasión había sido
aplazada hasta fines de junio.
Stalin esperaba nuevamente que la guerra
no sucediese. Pero era muy tarde.
La invasión estaba ahora a 1 semana
de suceder.
El 22 de junio, el Ejército Rojo estaba
formado en 3 escalones, extendiéndose
desde Polonia hasta el rio Dniéper.
La mayoría de las tropas soviéticas apenas
había comenzado a movilizarse al oeste
para enfrentar al amenaza nazi. En cambio
las fuerzas alemanas se había masificado
en la frontera, listas para atacar.
Al inicio de la invasión, en las Repúblicas
Bálticas, 21 divisiones soviéticas
enfrentarían a 34 divisiones nazi. En
Bielorrusia, 26 divisiones del Ejército
Rojo enfrentaría 36 divisiones germanas.
En Ucrania, 45 divisiones soviéticas,
lucharían con 57 divisiones de la
Wehrmacht.
El Ejército Rojo era superado en número, y
a pesar que tenía más tanques y aviones,
éstos probarían ser de poco valor.
El 21 de junio, el alto mando alemán
transmitió la clave "Dortmund".
Confirmaba la operación Barbarossa para
la mañana siguiente.
Tanques, vehículos blindados y camiones
se movieron a las posiciones de asalto.
Esa noche, los oficiales alemanes reunieron
a sus hombres para leerles una
proclama de Adolf Hitler a sus tropas.
Declaraba: "El destino del Reich alemán
está ahora en sus manos."
En los días que siguieron los soldados
alemanes serían guiados por directivas
tales como las del general Hoepner.
"Su lucha debe perseguir el objetivo de
convertir la Rusia de hoy en ruinas, y
debe ser llevado a cabo con
severidad extrema."
Pero no todos los soldados quería ser
parte de esta llamada "Cruzada por la
Civilización". El zapador Alfred Liskow
un comunista en secreto, se lanzó a la frontera.
Cruzó el río Bug y se rindió a los
guarda fronteros soviéticos.
Tartamudeando de emoción, les dijo que
al amanecer siguiente los nazis atacarían.
Antes que el zapador estuviese seco,
sus palabras iban rumbo a Stalin.
Una información similar vino del agente
soviético en la embajada alemana, Gerhard
Kegel, en la mañana del 21 de junio, él repor-
tó que la guerra comenzaría en 48 horas
En el Kremlin, el general Zhúkov, el
mariscal Timoshenko y el general Vatutin
consiguieron persuadir a Stalin que era
necesario actuar.
Una directiva colocaba a todas las tropas
en estado combativo, pero con la advertencia
que los alemanes intentarían provocarlos.
"Las órdenes llegaron a las unidades del
frente justo después de la 1:00 am.
En Minsk, el general Pávlov, comandante
del distrito militar bielorruso, llegó a sus
cuarteles en el medio de la noche. Le
estaba esperando un reporte del poblado
de Grodno en la frontera. Decía: "se ha
distribuido munición, tomamos posiciones
defensivas, comandante del 3er Ejército
Vassili Kuznetsóv.
Vassili Ivánovich Kuznetsóv había sido
reclutado para luchar en la Primera Guerra
Mundial, luego ascendió a comandar un
regimiento de fusileros en la Guerra
Civil Rusa. Cuando la 2da Guerra Mundial
comenzó él tenía 47 años, y soportaría
sus penurias desde el primer día
hasta el último.
Las advertencias sobre una invasión no
sorprendieron a Kuznetsóv. Sus tropas
habían estado escuchando el rugido de los
motores más allá de la frontera por
muchas horas. Solo podía significar
una cosa.
Los primeros alemanes en cruzar la fronte-
ra fueron del regimiento Brandenburgo.
Una unidad élite de fuerzas especiales
alemanas. Con una mezcla de trucos,
furtividad y sorpresa, el comandante
aseguró puentes claves sobre el río Bug
La Luftwaffe ya estaba en el aire.
Se dirigían a las grandes ciudades sovié-
ticas en el oeste, y aeródromos identificados
por el reconocimiento aéreo alemán.
La Fuerza Aérea Soviética, con sus aviones
estacionados en limpias filas, no tenía
una idea de lo que iba a golperarle.
Mientras los pilotos alemanes realizaban
su aproximación final, fueron los primeros
en ver salir el sol de ese fatídico día.
A las 4 am se abrieron sus escotillas y
la destrucción llovió del cielo.
La Gran Guerra Patria rusa
había comenzado.
Amanecer del 22 de junio de 1941. Los
aeródromos soviéticos estaban bajo ataque.
Un comandante de escuadrón, el capitan
Berkal fue rápido en actuar, sonando
la alarma y poniendo sus hombres en el
aire tan rápido como fue posible.
Donde los cazas soviéticos pudieron
despegar, encontraron que los
inmaniobrables bombarderos de pique nazis
era presa fácil.
El aeródromo de Milnuv en Ucrania se
convirtió en un cementerio para los
bombarderos alemanes. Aquí el escuadrón
Edelweiss perdió 7 aviones. Pero estas
fueron victorias nimias, comparadas con el
desastroso día para la Fuerza Aérea rusa.
Algunos aeródromos sobrevivieron a los
primeros ataques alemanes, pero la
Luftwaffe los atacó una y otra vez.
En el curso de 5 a 6 ataques alemanes, la
mayoría de las bases aéreas soviétias en
el oeste había sido puestas fuera de
combate.
En el aire, a pesar que los soviéticos
tenían muchos buenos cazas, a sus
pilotos les faltaba la experiencia de
combate de los pilotos Messerschmitt.
El mayor general Kopets, comadante del
aire del Frente Oeste, hizo una inspección
aérea de los daños a sus aeródromos.
Luego de aterrizar se suicidó.
Al final del primer día, la Fuerza Aérea
Soviética había perdido 700 aviones
en Bielorrusia, la mitad de sus fuerzas.
En Ucrania se perdieron 300 aviones
La sexta parte. Y en el Báltico, unos 100
aviones, una décima parte.
La primera matanza alemana fue devastadora
La fuerza aérea del Ejército Rojo estaba diezmada
Pasarían varios meses antes que pudiese
jugar su parte efectivamente en la guerra.
Las tropas terrestres nazi comenzaron su
avance a las 4:15 am.
Los tanques de Hoth avanzaron entre 50
a 70 km en el Frente Báltico, capturando
puentes claves en Alitus y Merkene.
Hoth escribió: "Los tres puentes sobre el
rio Niemen fueron capturados intactos,
esto fue totalmente inesperado."
Los generales alemanes rápidamente co-
menzaron a soñar con el gran premio.
Hoth recordó: "todos ansiaban ponerse
en camino a Moscú lo más pronto posible."
Por el momento, el Grupo Panzer de Hoth
atacó en dirección de Vilna. El objetivo
era envolver a los ejércitos en
Bielorrusia desde el norte.
Pero no todo salió de acuerdo a los nazis
en el primer día. En un punto en la
frontera de Bielorrusia, los eventos
tomaron un giro inesperado para ambos
bandos. En la fortaleza rusa del siglo IXX
en Brest. La misma debía tener una
guarnición de un solo batallón, pero
unidades de dos divisiones soviéticas
con un total de 7 000 soldados estaban
estacionadas aquí cuando la invasión comenzó.
En la mañana del 22 de junio, la fortaleza
cayó bajo ataque aéreo y de artillería
continuo. Muchos soldados tomaron refugio
en sus muros, donde quedaron atrapados
por el bombardeo.
Los alemanes esperaban que el fuerte fuese
tomado en solo horas. Pero en vez de ello
un asedio sangriento comenzó, durando
varios días. La guarnición de la fortaleza
defendió cada palmo de terreno, luchando
en grupos pequeños y aislados, algunos
de ellos rehusando rendirse. Luego de
4 días los alemanes habían capturado
el perímetro fortificado. La guarnición
del Ejército Rojo se retiró a la ciudadela.
400 sobrevivientes liderados por el mayor
Gavrílov repelieron de 7 a 8 ataques al día.
El 29 de junio, los alemanes iniciaron un
ataque de 2 días a la fortaleza, y
finalmente capturaron la ciudadela.
Para ahora se les acababa la comida y
agua a los defensores.
Pero aún así, siguieron luchando.
Luego de todo un mes en la invasión
los alemanes capturaron finalmente
al mayor Gavrílov.
El doctor que lo trató luego dijo que
estaba casi inconsciente por la fatiga
Sin siquiera fuerzas para deglutir.
Pero una hora antes, Gavrílov había luchado
furiosamente, lanzando granadas que
mataron o hirieron a varios alemanes.
A pesar de la heroica resistencia del
mayor Gavrílov y sus hombres, era
solo suficiente que los panzers de Guderian
rodear la fortaleza de Brest y cruzar y
cruzar el río Bug. Una ventaja que retenía
el Ejército Rojo parecía ser su gran
número de tanques, tenían cerca de 10 000
tanques en los distritos militares oeste.
Pero para los tanques ligeros soviéticos
como el T-26 y el BT-7 iba a ser una
guerra muy corta y muy sangrienta.
La armadura frontal del T-26 era de
apenas 15 mm. El BT-7 no era mucho
mejor, con 22 mm. Ambos eran extremamente
vulnerables a los cañones alemanes.
Aun más, sus cañones de 45 mm no eran
suficiente para penetrar el blindaje
de los tanques modernos alemanes,
excepto a boca jarro.
El pobre diseño de los proyectiles rusos
hizo que algunos simplemente se
partiesen en contacto con el
blindado alemán.
Para el Ejército Rojo, las primeras batallas
de tanques fueron un choque terrible.
En el segundo día de la guerra, los tanques
del Ejército Rojo enfrentaron una división
panzer cerca de Pruzhani.
La batalla fue una masacre. Más de 100
T-26 fueron destruido en solo unas horas
de combate. El tercer día de la guerra,
cerca de Vóynitsa, cerca de 150 tanques
T-26 fueron destruidos.
Al día siguiente, los T-26 rusos contra
atacaron cerca de Poshile en el
Báltico. Al inicio del día, la 28va
División de tanques tenía 130 unidades
Al final, solo quedaban 50.
El orgullo del Ejército Rojo yacía en
ruinas humeantes a lo largo de la
ruta de la invasión germana. El ejército
alemán tenía 4 000 tanques y cañones
motorizados para la invasión de Rusia. La
mitad de ellos eran los virtualmente caducos
tanques ligeros Panzer I y II. Solo 1 400
eran los nuevos tanques Panzer III y IV
Cada división panzer alemana tenía 200
tanques y más de 2 000 vehículos de
mando y apoyo. Una división de tanques
soviética tenía casi el doble de tanques
pero menos vehículos de apoyo.
Los eventos probaron que los alemanes
acertaron. Sin vehículos de apoyo
suficientes para mantenerlos abastecidos
de combustible, munición y repuestos,
cientos de tanques rusos serían abando-
nados camino al campo de batalla.
Los tanquistas alemanes iban a combatir
convencidos de su propia superioridad
Pero una fea sorpresa les esperaba.
El tanquista alemán Gustav Schroeder de
la 11ra división panzer estaba en acción
cerca de Radéjov, recordó: "Les disparamos
la primera bala, le dio a la torreta, el
segundo disparo acertó también, pero el
tanque líder siguió avanzando. ¿Qué pasaba?
Siempre habíamos bromeado que solo tenías
que escupir a un tanque ruso y explotaba."
Otros reportes comenzaron a llegar del
nuevo modelo de tanque soviético, que
parecía inmune a los cañones germanos.
Cerca de Rasiéyniy, estos nuevos tanques
rusos pesados se sacudieron de varios
impactos, antes de irrumpir en las posiciones
alemanas, triturando cañones, camiones
y vehículos.
La única forma efectiva de detener estos
monstruos, era con el poderoso cañón
antiaéreo de 88 mm. Los nuevos tanques
soviéticos eran el T-34 y el KV-1. Eran
nombres que los soldados alemanes
llegaron a temer.
Mientras la lucha bramaba a lo largo de la
frontera, El 3er Ejército de Kuznetsóv cerca
de Grodno, fue el único que logró traer
fuego de artillería sobre las tropas
alemanas que avanzaban. Las tropas de
Kuznetsóv lograron parar a los nazis
a puro combate.
El general alemán Hoth escribió: "La
tozuda resistencia de los rusos nos
ha forzado a luchar según el libro una
vez más. Nos podíamos permitir ciertas
chanzas en Polonia o en occidente,
pero ahora no."
Kuznetsóv fue también el primer coman-
dante soviético en lanzar un contraataque
blindado. El 6to Cuerpo mecanizado
soviético tenía casi 1000 tanques,
incluyendo 350 de los nuevos T-34 y
KV-1. La decisión de donde contraatacar
tenía que tomarse muy rápido. Cuando una
concentración de tanques germanos fue
reportada cerca de Grodno, donde luchaba
el 3er Ejército de Kuznetsóv, el general
Pavlov decidió que ese era el lugar
para atacar.
Fue una catástrofe: El 6to Cuerpo mecanizado
fue virtualmente barrido. La mayoría de
tanques se quedaron sin combustible o se
malograron, porque los depósitos de
suministros fueron destruidos en
bombardeos.
Cuando los tanques restantes fueron
cercados por los alemanes, las
dotaciones detonaron sus vehículos
y se retiraron.
También se volvió claro que solo había
infantería alemana cerca a Grodno.
Así que mientras el 6to Cuerpo mecanizado
hacía su malogrado ataque, los panzer de
Hoth avanzaron sobre Vilna sin obstáculos.
El control alemán del aire significó que
los comandantes soviéticos en Bielorrusia
no tuvieron acceso al reconocimiento aéreo
Así que mayormente a oscuras, Pavlov estimó
que enfrentaba a una o dos divisiones
de tanques alemanes.
Pero al tercer día de la guerra, una
unidad de reconocimiento nazi fue
emboscada cerca de Slonim. Luego de la
batalla, se encontró un mapa de un oficial
de estado germano y se envió a los
cuarteles generales de Pavlov.
Después de una ojeada, Pavlov se dio
cuenta de su terrible error.
En vez de una o dos divisiones de
tanques, el grueso del 2do Grupo Panzer
de Guderian, cinco divisiones de tanques
y dos divisiones de infantería motorizada
avanzaban sobre Minsk y Bobrúisk.
Todas las fuerzas de Pavlov iban
a ser cercadas.
Pavlov de inmediato ordenó a todas
sus fuerzas retirarse al este, pero
ya era muy tarde.
Los Panzer de Guderian irrumpieron en
Slonim, bloqueando el único camino
bueno de Bielostók a Minsk. En el paisaje
bielorruso de ciénagas y densos bosques
controlar un solo camino como este
podría ser decisivo. Otras líneas de
retirada simplemente no existían.
El Grupo Panzer alemán parecía avanzar
a voluntad. Sus comandantes intentaban
encontrar puntos débiles en las líneas
enemigas, e irrumpir por ellas raudamente
amenazando al enemigo con el cerco.
Para mantener el empuje, simplemente
dejaban de lado áreas de tozuda resistencia
Estas eran atacadas por divisiones de
infantería que seguían a su paso.
Los carros blindados y la infantería
motorizada en camiones y motos acompañaban
a las columnas de tanques.
Las unidades de reconocimiento
liberaban el camino.
Primeras en enfrentar al enemigo.
Finalmente, una cercana cooperación con
los aviones de ataque terrestre de la
Luftwaffe, hacía a esta, la de 1941, una
fuerza ofensiva sin paralelos.
Guderian y Hoth, comandantes del 2do
y 3er Grupos Panzer, avanzaban hacia
Moscú, pero ahora recibieron nuevas
órdenes: Minsk era la nueva prioridad.
Ambos generales estaban indignados, ellos
veían a Moscú como el premio mayor.
Pero ambos desviaron reaciamente sus
tanques hacia Minsk para ayudar a completar
el cerco del condenado ejército de Pavlov.
Minsk había sido bombardeada desde el
primer día de la guerra.
De sus ruinas, se elevaban grandes
columnas de humo negro,
oscureciendo al sol.
Ahora los tanques de Hoth se acercaban
para sellar su destino.
Primero ellos debían abrirse paso por
una línea de fortificaciones soviéticas.
Pero cuando una de las divisiones de Hoth
se abrió paso, fue de inmediato contra
atacada y sus cuatro unidades cercadas.
El Grupo Panzer de Hoth, como luego
describió, tuvo que abrirse paso por
fortificaciones soviéticas en la carretera
en medio de ardua lucha.
Pero las probadas y ensayadas tácticas
de la Wehrmacht ahora probaron su valía
Un pelotón de tanques usualmente se
desplegaba en una formación V, con sus
dos puntas frente al enemigo. Esto permitía
a sus tanques atacar en un frente angosto
50 a 60 tanques a lo largo de 1000 metros.
En 1941, las órdenes de las divisiones
soviéticas mandaban que los cañones
antitanque se ubicasen en línea a lo
largo del frente. Esto significaba que
50 tanques alemanes solo enfrentarían
de 5 a 10 cañones antitanque. Los
blindados germanos copaban estos
cañones por el peso de los números.
Luego viraban a izquierda y derecha
para atacar al resto de la línea desde
el flanco y la retaguardia.
Lo que hacía la situación aun peor para
las tropas soviéticas, fue su armamento
inadecuado. El cañón padrón de 45 mm
solo podía penetrar la armadura frontal
de los tanques alemanes a muy
corto rango.
Usando tácticas y armamento superiores,
los alemanes rompieron las defensas
soviéticas alrededor de Minsk luego
de dos días de lucha.
Mientras las tropas alemanas entraban en
la ciudad, Dmitri Pavlov, comandante del
Frente Occidental Soviético, solo podía
observar estupefacto cuando la
trampa se cerraba.
Como generales de Francia y Alemania
antes que él, Pavlov había sido abrumado
por la velocidad y furia del Blitzkrieg
alemán.
Pero sí tomo bien una importante decisión.
Tan pronto como se dio cuenta de los
planes de cerco enemigo, ordenó una
retirada al este con toda rapidez.
Le dio a muchos soldados una oportunidad
de escapar y seguir luchando.
Fue con esa esperanza que sus hombres
retrocedieron a Minsk. Pero para la
mayoría no habría salvación.
Una semana luego de la invasión alemana
de la URSS, más de 300 000 soldados
soviéticos habían sido rodados cerca
de Bialistók y Minsk.
Algunas unidades del Ejército Rojo
pudieron abrirse paso luchando
a través de posiciones débiles nazi
al sureste. Otros, incluyendo a los
restos del 3er Ejército de Kuznetsóv,
intentaron regresar a las líneas rusas
a través de pantanos y bosques.
El rápido avance alemán significó que
las líneas del Ejército Rojo ahora estaban
muy lejos al este. Muchos pasarían
semanas caminando por los bosques
antes de llegar a sus propias líneas.
Cerco de Bielostók y Minsk, los muchos
miles que no lograron salir, enfrentaban
la muerte o el cautiverio.
Siguieron luchando, lanzando contraataques
desesperados en una puja por escapar
del cerco. Infligieron graves bajas en el
enemigo, pero finalmente, 2 semanas en
la invasión, la resistencia en el bolsón
llegó a su fin. 290 000 soldados soviéticos
fueron capturados. Un destino del que
pocos regresarían.
El general Pavlov, comandante del Frente
Oeste, su jefe de estado, el mayor general
Klimóvskij, el comandante del 4to Ejército
general Koratkóv, y varios otros oficiales.
Fueron arrestados bajo cargos de cobardía
e incompetencia criminal. Luego de un
interrogatorio de la NKVD, Pávlov negó su
culpa, aludiendo a las enormes dificultades
que enfrentó. Pero Stalin necesitaba un
chivo espiatorio. El resultado del juicio
nunca estuvo en duda. Fueron todos
sentenciado a muerte.
Pávlov fue fusilado ese mismo día, por
la policía secreta. Al sur, en Ucrania,
el Frente Suroeste del Ejército había
logrado evitar ser acorralado
en las primeras semanas de la guerra.
Los alemanes avanzaron entre 150
y 170 km antes que el desastre en Minsk
forzase al Ejército Rojo a retroceder al
río Dniéper.
El alto mando alemán estaba de buen
talante luego de estas victorias tempranas
Ciertamente se pensó, que los rusos no
podrían sobrevivir luego de
perder a tantos hombres, tanques
y aviones. El colapso soviético
tendría que estar a la vuelta de
la esquina
Franz Halder, jefe del estado mayor
alemán escribió: "No sería exagerado
decir la guerra contra Rusia se había
ganado en los primeros 14 días."
El siguiente objetivo alemán era Smolensk.
Pero este no sería tan simple.
Para comenzar, las fuerzas alemanas se
habían estado concentrado para las
batallas iniciales en la frontera. Ahora
sus fuerzas se habían dispersado desde
el Báltico hasta el sur de Ucrania.
Segundo: los ejércitos de reserva rusos
habían comenzado a llegar al
campo de batalla. No habían tomado parte
en la lid inicial. Ahora estaban listos
en las orillas del Dniéper y el Dvina
Los grupos panzer de Guderian y de Hoth
comenzaron a rodar hacia el este otra vez
Su misión era avanzar más allá de la
fuerza principal, y unirse al este de Smolénsk
Pero pronto el 2do Grupo Panzer de
Guderian cayeron bajo ataque de
ejércitos frescos soviéticos, llegando
del este.
Luego de una lucha feroz, Guderian fue
forzado a la defensiva.
Pronto Hoth también tubo que pasar
a la defensiva. El contraataque soviético
forzó a sus hombres a ceder Velíkie Luki
Fue la primera ciudad rusa en ser
recapturada de los alemanes. La velocidad
de su avance había dejado a los grupos
panzer aislados. No si no hasta que llegó
la fuerza principal, que pudieron
reanudar su avance.
El Grupo de Ejércitos Norte también se
metió en problemas.
El asalto a Nóvgorod fue parado en seco.
Además, la 8va División Panzer nazi
fue cercada por la ciudad de Soltsy, y
tuvo que abrirse paso luchando.
Un oficial alemán registró en su diario
"No teníamos la sensación de entrar
en un país derrotado, así como en
Francia. Al contrario, había resistencia
resistencia permanente, sin importar
cuan desesperada sea."
En agosto, el Ejército Rojo había logrado
de algún modo estabilizar la situación.
Se restableció una línea de frente,
permitiendo a miles de rezagados
alcanzar al ejército en retirada.
Luego de luchar con bosques y humedales
por meses, los restos del ejército de
Kuznetsov finalmente alcanzaron sus
propias líneas.
Había muchos rezagados yendo al este
en el verano de 1941, en grupos de doce
a mil o más.
A la par, Guderian preparaba un nuevo
asalto a Moscú. El 21 de agosto sus
unidades estaban en sus posiciones de
partida, cerca de la ciudad de Starodúb.
Pero ese mismo día Hitler emitió una
directiva que dejó en shock a sus
comandantes de Grupos de Ejércitos.
El general Halder la describió como EL
momento decisivo de toda la campaña.
Se le rehusó el permiso al Grupo de
Ejércitos Centro para ir por Moscú.
En vez de ello, Hoth recibió la orden de
ir al norte para reforzar el asalto
sobre Leningrado. Guderian fue enviado
al sur, para ayudar con el cerco de
tropas soviéticas en Ucrania. Guderian
voló de inmediato a Berlin para exigir
una audiencia con Hitler. En persona, el
hizo una presentación forzada de
sus razones sobre que ahora el
momento de atacar Moscú.
En sus memorias, Guderian escribió:
"Señalé las serias consecuencias que
con seguridad surgirían si las opera-
ciones en el sur se prologaban demasiado
Si eso sucedía, sería ya muy tarde para
el asalto a Moscú ese año."
Hitler y el alto mando se mantuvieron
firmes. El verano ya llegaba a su fin
cuando los tanques de Guderian atacaron
al sur contra el flanco del
Frente Suroeste soviético. Si el pudiese
llegar a las cabezas de playas alemanas
en el río Dniéper, todas las fuerzas del
Ejército Rojo defendiendo Kiev
serían atrapadas.
Luego de su escape del cerco de Minsk,
el general Kusnetsov había sido puesto
al mando del 21er Ejército. Sus tropas
estaban justo en el camino del 2do Grupo
panzer de Guderian. El alto mando soviético
tenía que hacer una elección, luchar contra
ellos a lo largo del Dniéper y arriesgarse
a un cerco masivo si la línea se rompía,
o retirarse aun más al este, para ganarle
a sus tropas algún espacio de alivio.
Al final se decidió que el Dniéper era una
posición muy fuerte para dejarla sin luchar.
Se mantuvo una estrecha vigilancia
sobre las divisiones panzer germanas.
Pero en agosto, parecían estar en
ruta a Moscú.
La principal amenaza a los Frentes
Suroeste y Sur parecía ser el Grupo
Panzer de von Kleist, mucho más al sur
en las zonas bajas del Dniéper.
En agosto de 1941, el Ejército Rojo
estaba crónicamente falto de tanques.
Sus unidades mecanizadas había sido
aniquiladas en las primeras batallas
de la campaña.
El 21er Ejército de Kusnetsov, por ejemplo
tenía 15 tanques restantes.
El debilitado ejército de Kusnetsov fue
barrido a un lado por las tropas de
Guderian, mientras arrasaban su camino
hacia Lojvítsa, 126 millas al este de Kiev.
Guderian estaba a punto de atrapar
todas las tropas soviéticas que
defendían la capital ucraniana.
Parecía el tiempo justo para ordenar la
retirada de las tropas del Frente Suroeste
Pero el alto mando soviético vaciló,
esperando la última información del frente.
Mientras tanto los nazis fortalecieron sus
cabezas de playa del río Dniéper, cerca
de Krémenchuk. Allí ellos construyeron un
enorme puente flotante, de 800 metros.
El 1er Grupo Panzer de von Kleist se
lanzó a Kremenchuk a toda velocidad.
Los tanques cruzaron el Dniéper bajo
la cobertura de la noche y la lluvia.
Ellos se unieron con las fuerzas de
Guderian en Lojvítsa.
El alto mando soviético había
dudado por mucho tiempo.
Todas las tropas del Frente Suroeste
en el area de Kiev estaban ahora cercadas.
Para el Ejército Rojo, el desastre en
curso en Kiev marcó un lúgubre récord
Era el mayor cerco en toda la
historia de las guerras.
Un estimado de 532 000 estaban cercados
en Kiev. Solo 15 a 20 mil escaparían.
La lucha en el bolsón de Kiev se arrastró
hasta fin de setiembre.
La falta crónica de tanques de los rusos,
se revelaría en la cifra capturada en Kiev,
Solo cincuenta.
Mientras tanto el Grupo de Ejércitos Centro
luego de ser privado de los tanques de
Guderian y Hoth, luchó contra masivos
contraataques soviéticos cerca de Smolensk
En estas batallas desesperadas, nacieron
las unidades "De la Guardia".
La bravura mostrada en la pesada lid
alrededor de Yélnia, le valió a la 100ma
División de Fusileros ganarse el título
de 1ra División de Fusileros de la Guardia.
El general Hoth escribió después: "Tuvimos
pesadas bajas, especialmente entre los
oficiales novatos. Las pérdidas fueron
mayores a las de ataques previos, y
fueron solo parcialmente recuperadas
por refuerzos.
Según los cronogramas del estado mayor
alemán, la URSS debería colapsar en
solo un mes más de lucha.Pero para las
desgastadas unidades nazi en el frente,
el objetivo final parecía más y más remoto
El Ejército Rojo también estaba
estaba desesperado.
Ante el cerco de tantas tropas en Kiev,
el alto mando soviético fue forzado
a lanzar todas las unidades disponibles
a la línea del frente.
Y ahora, con el aplastamiento final del
bolsón de Kiev, los grupos panzer de
Guderian, Hoepner y Hoth nuevamente
se volvieron hacia Moscú.
De estos generales de blindados, Guderian
sería removido del mando en solo
unos meses. Hoepner sería despedido por
Hitler por cobardía y desobedecer órdenes.
Solo Papá Hoth conservaría su trabajo.
Mientras tanto, ofensivas cerca a Moscú,
batallas alrededor de Stalingrado,
Y el regreso a Bielorrusia, todo eso le
esperaba al general Kusnetsov. En
1945, sus hombres liderarían el ataque
a Berlín, contra el mismo Reichstag.
Y el primero de mayo de 1945, los soldados
de la 150ma División del 3er Ejército de
Asalto, mandados por Kusnetsov, Alexey
Biérets, Mijaíl Yegórov y Meliton Kantaria,
izarían la Hoz y el Martillo sobre el Reichstag.
Pero por ahora, la guerra solo tenía 3
meses, y en unos días
comenzaría la batalla de Moscú.
Thanks for the subtitles
by Tony Chávez Uceda