Este año Alemania celebra
el 25º aniversario
de la revolución pacífica
en Alemania Oriental.
En 1989 se terminó el régimen comunista,
cayó el muro de Berlín
y un año más tarde
la República Democrática de Alemania, RDA,
en el este se unificó
a la República Federal de Alemania
en el oeste
para crear la Alemania de hoy.
Alemania heredó, entre otras cosas,
los archivos de la policía secreta
de la Alemania Oriental,
conocida como la Stasi.
En apenas 2 años luego de la disolución,
sus documentos se hicieron públicos
e historiadores como yo comenzaron
a estudiar estos documentos
para conocer más acerca
del funcionamiento
del estado vigilante de la RDA.
Quizás hayan visto la película
"La vida de los otros".
Le película dio a conocer
la Stasi en todo el mundo,
y mientras vivamos en un mundo
donde frases
como "vigilancia"
y "espionaje telefónico"
sigan en las portadas
de los periódicos,
me gustaría hablarles sobre cómo la Stasi
funcionaba.
Para comenzar veamos brevemente
la historia de la Stasi
porque es importante entender
su autoconcepción.
Sus orígenes se remontan a Rusia.
En 1917 los comunistas en Rusia crearon
la Comisión Extraordinaria para combatir
la Contrarrevolución y el Sabotaje,
o Checa.
Estaba dirigida por Felix Dzerzhinsky.
La Checa era un instrumento
de los comunistas
para establecer su régimen
con el uso del terror contra la población
y la ejecución de sus enemigos.
Más tarde se convertiría en la famosa KGB.
La Checa era el ídolo
de los oficiales de la Stasi.
Se hacían llamar chequistas
e incluso el emblema era muy parecido,
como pueden ver aquí.
De hecho, la policía secreta rusa
fue la creadora
y la entrenadora de la Stasi.
Cuando el Ejército Rojo ocupó
la Alemania Oriental en 1945,
inmediatamente se expandió allí
y pronto comenzaron a entrenar
a los comunistas alemanes
para crear su policía secreta.
Por cierto que en este auditorio
donde estamos ahora
se fundó el partido de gobierno
de la RDA en 1946.
Cinco años más tarde
se creó la Stasi,
y poco a poco se le fue asignando
el trabajo sucio de la opresión.
Por ejemplo, la cárcel principal
para los prisioneros políticos
que fue creada por los rusos,
pasó al mando de la Stasi
y utilizada hasta el fin del comunismo.
La pueden ver aquí.
Al comienzo, toda decisión importante
se hizo bajo la supervisión de los rusos.
Pero los alemanes
son famosos por su eficacia,
así que la Stasi creció muy rápidamente
y en 1953 ya tenía más empleados
que la Gestapo,
la policía secreta de la Alemania nazi.
El número se duplicaba cada década.
En 1989 más de 90 000 empleados
trabajaban para la Stasi.
Esto significaba que cada empleado
era responsable de 180 habitantes,
algo realmente único en el mundo.
A la cabeza de este aparato extraordinario
estaba un hombre, Erich Mielke,
encargado del Ministerio
de la Seguridad Estatal
por más de 30 años.
Era un funcionario escrupuloso
—en el pasado había matado dos policías,
no muy lejos de aquí—
que llegó a personalizar la Stasi.
Pero ¿qué es lo tan excepcional
sobre la Stasi?
Antes que todo, estaba su enorme poder
porque unificaba diferentes funciones
en una organización.
Primero, la Stasi
era un servicio de inteligencia.
Usaba todo tipo de instrumentos imaginado
para obtener información de forma secreta,
tales como informantes
o espionaje telefónico,
tal como pueden ver aquí.
Y esto no ocurría
solo en la Alemania Oriental,
sino en todo el mundo.
Segundo, la Stasi era una policía secreta
que podía detener gente en la calle
y arrestarlas en sus propias prisiones.
Tercero, la Stasi hacía
las veces de fiscal público.
Tenía el derecho de abrir
investigaciones preliminares
e interrogar a la gente de forma oficial.
Por último pero no menos,
la Stasi tenía sus propias
fuerzas armadas.
Más de 11 000 soldados servían
en el llamado regimiento de guardias.
Se creó para aplacar las protestas
y los levantamientos.
Gracias a esta concentración de poder
a la Stasi se le llamaba
un Estado dentro del Estado.
Pero veamos con más detalles
a las herramientas de la Stasi.
Tengan en cuenta que en esa época
la Web y los teléfonos inteligentes
aún no habían sido inventados.
Claro que la Stasi usaba todo tipo
de instrumento técnico
para vigilar a la gente.
Los teléfonos eran interceptados,
incluyendo el teléfono
del Canciller alemán del Oeste,
y con frecuencia
también los apartamentos.
90 000 cartas eran abiertas a diario
por estas máquinas.
La Stasi también vigilaba a
decenas de miles de personas
con agentes especialmente entrenados
y cámaras secretas
para documentar cada paso que daban.
En esta foto pueden verme
cuando era joven
en frente de este edificio
en donde estamos ahora,
fotografiado por un agente de la Stasi.
La Stasi incluso recolectaba
los olores de la gente.
Guardaba muestras en frascos cerrados
que conseguimos
luego de la revolución pacífica.
Departamentos altamente especializados
se encargaban
de estas tareas.
El encargado del espionaje telefónico
estaba completamente separado
del que abría las cartas
y por buenas razones,
ya que si algún agente dejaba la Stasi
lo que sabía era muy limitado.
En contraste con Snowden, por ejemplo.
Pero la especialización vertical
también era importante
para prevenir todo tipo de empatía
con los sujetos que vigilaban.
Los agentes que me seguían
no sabían quién era
o por qué me vigilaban.
De hecho, contrabandeaba libros prohibidos
de la Alemania Occidental a la Oriental.
Pero lo que era más común para la Stasi
era el uso de inteligencia humana,
gente que reportaba
a la Stasi en secreto.
Para el Ministerio de la Seguridad Estatal
estos empleados "no oficiales"
eran las herramientas más importantes.
Desde 1975, casi 200 000 personas
colaboraban regularmente con la Stasi,
más de 1 % de la población.
De alguna forma el ministro tenía razón
porque los instrumentos técnicos
solo pueden registrar
lo que hace la gente,
pero los agentes
y los espías pueden reportar
lo que la gente planea hacer
y lo que piensan.
Por eso la Stasi reclutó
a tantos informantes.
El sistema para reclutarlos
y educarlos, como decían,
era muy sofisticado.
La Stasi tenía su propia universidad,
no muy lejos de aquí,
donde se exploraban los métodos
y se enseñaba a los oficiales.
Estos lineamientos
dan una descripción detallada
de todos los pasos a seguir
si querías convencer a una persona
a traicionar a sus conciudadanos.
A veces se decía que los informantes
eran presionados
para convertirse en uno,
pero en su mayoría no era verdad,
porque aquellos que eran forzados
eran malos informantes.
Solo los que quieren darte
la información que necesitas
es un denunciante efectivo.
Las principales razones por las que
la gente cooperaba con la Stasi
era más por convicción política
y beneficios materiales.
Los oficiales también intentaron
crear un vínculo personal
entre ellos y los informantes
y para ser honestos,
el ejemplo de Stasi muestra
que no es tan difícil
de convencer a alguien
para que traicione a otros.
Incluso algunos de los disidentes
más famosos de la Alemania Oriental
colaboraron con la Stasi,
por ejemplo Ibrahim Böhme.
En 1989 era el líder
de la revolución pacífica
y casi llegó a ser el Primer Ministro
de la RDA democráticamente elegido
hasta que se descubrió
que había sido un informante.
La red de espías era muy vasta.
En casi todas las instituciones,
hasta en las iglesias,
o en la Alemania Occidental,
había muchos de ellos.
Recuerdo que le dije
a un importante oficial de la Stasi:
"Si me hubieras mandado un informante,
de seguro lo habría reconocido".
Su respuesta fue:
"No te mandamos a nadie.
Usamos a los que estaban a tu alrededor".
De hecho, dos de mis mejores amigos
me reportaban a la Stasi.
No solo en mi caso
los informantes era muy allegados.
Por ejemplo, para Vera Lengsfeld,
otra disidente famosa,
su esposo era el que la espiaba.
Un escritor famoso
fue traicionado por su hermano.
Esto me recuerda la novela "1984"
de George Orwell,
donde la única persona
aparentemente confiable
era un informante.
Pero ¿por qué la Stasi
recolectaba toda esta información
en sus archivos?
Su propósito principal
era controlar la sociedad.
En casi todos sus discursos,
el ministro de la Stasi
daba órdenes de averiguar quién era quién,
o quién pensaba qué.
No quería esperar hasta que alguien
intentara actuar contra el régimen.
Quería saber por adelantado
lo que la gente pensaba y planeaba.
Los alemanes del este sabían,
que estaban rodeados de informantes,
en un régimen totalitario
que creaba desconfianza
y en un estado de terror colectivo,
la herramienta más importante
para oprimir a la gente
en cualquier dictadura.
Por eso no muchos
alemanes del este trataron
de luchar contra el régimen comunista.
Si así fuera, la Stasi usaba un método
que era realmente diabólico.
Se llamaba Zersetzung,
y está descrito en otro lineamiento.
La palabra es difícil de traducir
porque originalmente
significa "biodegradación".
Pero es una descripción muy precisa.
La meta era destruir secretamente
la autoestima de la gente,
al dañar su reputación,
crear fallas en su trabajo,
y destruyendo sus relaciones personales.
Consideren esto, Alemania Oriental,
era una dictadura moderna.
La Stasi no trató de arrestar
a todos los disidentes.
Prefería neutralizarlos,
y podía hacerlo porque
tenía mucho acceso a información personal
y a muchas instituciones.
Detener a alguien solo se hacía
en última instancia.
Por ello, la Stasi tenía
17 prisiones preventivas,
una en cada distrito.
La Stasi había creado
unos métodos de detención muy modernos.
Normalmente el oficial que interrogaba
no torturaba al prisionero.
En su lugar se usaba
un sofisticado sistema
de presión psicológica,
donde lo principal era el aislamiento.
Casi ningún prisionero se resistía
a no dar testimonio.
Si tienen la oportunidad,
visiten una prisión
de la antigua Stasi en Berlín
y tomen un tour guiado
por un antiguo prisionero político
que les explicará cómo funcionaba esto.
Hay que responder a otra pregunta:
Si la Stasi estaba tan bien organizada,
¿por qué colapsó el régimen comunista?
Primero, en 1989,
los líderes de la Alemania Oriental
no sabían qué hacer contra
las creciente protestas de la gente.
Era especialmente confuso
porque en la "madre patria" del socialismo,
la Unión Soviética,
se habían instaurado
políticas más liberales.
Además, el régimen dependía
de los préstamos del Occidente.
Por eso no se le dio
ninguna orden a la Stasi
para aplacar estos levantamientos.
Segundo, en la ideología comunista
no hay lugar para las críticas.
Más bien los líderes estaban convencidos
de que el socialismo
era un sistema perfecto
y que la Stasi tenía que confirmarlo.
La consecuencia fue
que a pesar de toda la información
el régimen no podía analizar
sus problemas verdaderos
y por ende, no podía resolverlos.
Al final la Stasi dejó de existir
gracias a las estructuras
que estaba encargada de proteger.
El final de la Stasi
fue algo trágico
porque los oficiales
se mantuvieron ocupados
durante la revolución pacífica
con una sola tarea:
destruir los documentos
que habían producidos por décadas.
Afortunadamente,
activistas de derechos humanos
los detuvieron.
Por eso hoy en día
podemos usar esos archivos
para lograr un mejor entendimiento
de cómo funciona el estado de vigilancia.
Gracias.
(Aplausos)
Bruno Giussani: Gracias. Muchas gracias.
Hubertus, quiero hacerte
un par de preguntas
porque aquí tengo el Der Spiegel
de la semana pasada.
"Mein Nachbar NSA". Mi vecino, la NSA
(Agencia de Supervisión Nacional)
Y tú nos acabas de hablar
acerca de mi vecino,
los espías e informantes
de la Alemania Oriental.
¿Hay alguna relación directa
entre estas dos historias o no?
¿Cuál fue tu reacción como historiador
al ver esto?
HK: Creo que hay que mencionar
varios aspectos.
Primero, creo que hay una diferencia
en la razón por la que
Uds. recogen estos datos.
¿Lo hacen para proteger a su gente
contra los ataques terroristas,
o lo hacen para oprimir a su gente?
Allí está la diferencia fundamental.
Pero por otra parte,
incluso en una democracia
se puede abusar de estas herramientas
y esto es algo por lo que tenemos
que estar alerta para pararlo,
y para que los servicios de inteligencia
respecten las reglas que existen.
El tercer punto, probablemente,
es que realmente tenemos que apreciar
que vivimos en democracia
porque puedes estar seguro
de que en Rusia y en China
se está haciendo lo mismo,
pero nadie habla de eso
porque nadie puede.
(Aplausos)
BG: Cuando la historia apareció
por primera vez
en julio del año pasado,
presentaste una demanda criminal
ante un tribunal alemán. ¿Por qué?
HK: Sí, lo hice por el segundo punto
que mencioné
que creo que,
especialmente en una democracia,
las reglas son para todos.
Están creadas para todos,
así que no está permitido
que ninguna institución
no respecte las reglas.
En el código criminal alemán
está establecido
que no se puede espiar a nadie
sin el permiso de un juez.
Afortunadamente, está establecido
en el código criminal alemán
así que si no se respecta,
creo que es necesario una investigación.
Y tomó mucho tiempo
antes de que un fiscal público alemán
lo hiciera,
y comenzó solo en el caso
de Angela Merkel,
y no en el caso
de todos los habitantes en Alemania.
BG: Eso no me sorprende porque
—(Aplausos) —
por la historia que contaste.
Visto desde afuera,
como vivo fuera de Alemania,
esperaba que Alemania reaccionara
más fuerte e inmediatamente.
Sin embargo, la reacción vino solo
cuando la Canciller Merkel reveló
que la estaban espiando. ¿Por qué?
HK: Lo tomo como una buena señal
porque la gente se siente segura
en esta democracia.
No temen ser arrestados,
y si sales de este auditorio
luego de la conferencia
nadie teme que la policía secreta
esté afuera y que te vaya a arrestar.
Creo que esa es una buena señal.
La gente no está realmente atemorizada
como pudieran estarlo.
Pero por supuesto que creo
que las instituciones
son responsable de detener
las acciones ilegales
en Alemania o donde sea que ocurran.
BG: Una pregunta personal,
y esta es la última.
Ha habido un debate en Alemania acerca
de darle asilo a Edward Snowden.
¿Estás a favor o en contra?
HK: Oh, esa es una pregunta difícil
pero si me preguntas
y te respondo honestamente,
le daría asilo
porque creo que
lo que hizo fue muy valiente,
y que destruyó toda su vida,
su familia, todo.
Creo que debemos hacer algo
por estos individuos.
Especialmente si ves la historia alemana,
donde tanta gente tuvo que escapar,
y pidió asilo en otros países
y no lo obtuvieron,
creo que sería una buena señal
darle asilo.
(Aplausos)
BG: Hubertus, muchas gracias.