Hola. Estoy aquí para hablar de congestión,
es decir, de atasco de tráfico.
La congestión vial es
un fenómeno generalizado.
Existe, básicamente, en todas
las ciudades del mundo,
lo que es un poco sorprendente
si se piensa en ello.
Es decir, piensen en lo diferentes
que son en realidad las ciudades.
Quiero decir, están las típicas
ciudades europeas,
con un núcleo urbano denso,
buen transporte público
en su mayoría,
sin mucha capacidad vial.
Pero luego, por el contrario,
están las ciudades estadounidenses.
[las imágenes atrás] se mueven
por sí mismas, está bien.
Como iba diciendo,
las ciudades estadounidenses:
muchas vías dispersas en grandes áreas,
casi no hay transporte público.
Y luego están las ciudades del mundo emergente
con una variada mezcla de vehículos,
diversos usos del suelo,
también bastante dispersos
pero a menudo con un núcleo urbano muy denso.
Los planificadores de tráfico
de todo el mundo han intentado
muchas medidas diferentes:
ciudades densas o ciudades dispersas,
muchas vías o mucho transporte público,
o muchos carriles para bicicletas
o más información,
o muchas cosas diferentes,
pero nada parece funcionar.
Pero todos estos intentos
tienen una cosa en común.
Básicamente son intentos de definir
lo que la gente debería hacer en lugar
de conducir el coche en hora punta.
Se trata, en cierto modo,
de intentos de planificar
lo que las personas deberían hacer,
organizar su vida.
Ahora bien, planear un complejo sistema social
es una cosa muy difícil,
y les voy a contar una historia.
En 1989, cuando cayó el muro de Berlín,
un urbanista de Londres
recibió una llamada telefónica
de un colega en Moscú que decía, básicamente:
"Hola, soy Vladimir. Me gustaría saber
¿quién está a cargo del suministro
de pan de Londres?"
Y el urbanista de Londres respondió:
"¿Qué quiere decir,
quién está a cargo del... ?
Mire Ud., nadie está a cargo".
"Ah, pero seguro que alguien
debe ser responsable.
Quiero decir, es un sistema muy complicado.
Alguien debe controlar todo eso".
"No. No. Nadie lo hace.
O sea, básicamente...
no he pensado realmente en ello.
Básicamente se organiza solo".
Se organiza solo.
Es un ejemplo de un sistema social complejo
que tiene la capacidad de autoorganizarse,
y esa es una idea muy profunda.
Al intentar resolver problemas
sociales muy complejos,
lo que hay que hacer,
la mayoría de las veces,
es crear los incentivos.
Uno no planea los detalles
y las personas decidirán qué hacer,
cómo adaptarse a este nuevo marco.
Veamos cómo podemos usar esta idea
para combatir la congestión vial.
Este es un mapa de Estocolmo,
mi ciudad natal.
Estocolmo es una ciudad de tamaño mediano,
de dos millones de personas,
pero Estocolmo tiene también
mucha agua, y mucha agua
implica muchos puentes:
puentes angostos, puentes antiguos,
lo que se traduce en mucha congestión vial.
Estos puntos rojos muestran
las partes más congestionadas,
que son los puentes que llevan
al centro de la ciudad.
Entonces alguien tuvo la idea de que,
aparte de un buen transporte público,
aparte de gastar dinero en vías,
cobráramos 1 o 2 euros en estos cuellos de botella.
1 o 2 euros, que no es realmente mucho dinero,
es decir, en comparación con los costos
de estacionamiento, de conducción, etc.,
por lo que se podría decir que los conductores
no reaccionaran ante este pequeño costo.
Estarían en un error.
1 o 2 euros fueron suficientes
para que el 20 % de los coches
desaparecieran en las horas punta.
20%, bueno, un número considerable,
se podría pensar,
pero aún queda el 80 % del problema, ¿verdad?
Porque todavía circula el 80 % del tráfico.
También es incorrecto,
porque el tráfico resulta ser
un fenómeno no lineal, lo que significa que
una vez que se supera
un cierto umbral de capacidad
la congestión empieza
a aumentar muy, muy rápido.
Pero, afortunadamente,
también funciona al revés.
Si uno puede reducir algo
el tráfico, la congestión
bajará mucho más rápido
de lo que pueda creerse.
Pues bien, en Estocolmo los cargos
por congestión se introdujeron
el 3 de enero de 2006,
y la primera imagen aquí es
de Estocolmo, una de las calles típicas,
el 2 de enero.
El primer día con cargos
por congestión se veía así.
Esto es lo que pasa cuando uno quita
el 20% de los coches de las calles.
Se reduce la congestión sustancialmente.
Pero, bueno, como he dicho,
los conductores se adaptan, ¿verdad?
Así que después de un tiempo
todos volverán porque
digamos que se habrán acostumbrado
a las tasas.
Incorrecto otra vez.
Hace ya seis años y medio
que se introdujeron los cargos
por congestión en Estocolmo,
y todavía tenemos básicamente
los mismos niveles bajos de tráfico.
Pero como ven, hay un vacío interesante
aquí en la serie temporal
en 2007.
Bueno, la razón es que,
los cargos por congestión
se introdujeron inicialmente de modo experimental,
por lo que aparecieron
en enero y se quitaron a finales de julio,
seguidos de un referéndum,
y luego fueron reintroducidos
otra vez en 2007, lo que por supuesto
fue una maravillosa oportunidad científica.
Es decir, fue un experimento
muy divertido para comenzar,
y tuvimos en realidad que hacerlo dos veces.
Personalmente, me gustaría hacer esto
una vez al año o así,
pero no me dejarían.
De todos modos fue divertido.
Así que lo seguimos. ¿Qué pasó?
Este es el último día con los cargos
por congestión, el 31 de julio,
y ven la misma calle,
pero ahora es verano,
y el verano en Estocolmo
es la estación más agradable
y luminosa del año.
El primer día sin los cargos por congestión
apareció así.
Todos los coches regresaron de nuevo,
y uno incluso tiene que admirar
a los conductores.
Se adaptan muy rápidamente.
El primer día todos regresaron.
Y este efecto se mantuvo.
Estas son las cifras de 2007.
Estos datos de tráfico
son muy interesantes,
un poco sorprendentes pero muy útiles.
Yo diría que esta no es
la filmina más sorprendente
que voy a mostrarles hoy.
Es esta otra.
Esta muestra el apoyo público al precio
de los cargos por congestión de Estocolmo.
Vean que cuando se introdujeron
los cargos por congestión,
al comienzo de la primavera de 2006,
las personas se opusieron ferozmente.
El 70% de la población no los quería.
Pero lo que sucedió cuando
se implantaron, no es lo que se esperaría,
que los odiarán cada vez más.
No, por el contrario, cambiaron,
hasta el punto de
que ahora tenemos apoyo
del 70 % para mantenerlos,
lo que significa que...
permítanme repetirlo:
el 70 % de la población de Estocolmo
desea mantener un precio
por algo que solía ser gratis.
Bien, ¿por qué puede ser esto?
¿Por qué sucede así?
Bueno, veamos. ¿Quién cambió?
Es decir, el 20 % de los conductores
que desapareció,
seguramente deben estar algo descontentos.
Y ¿a dónde se fueron?
Si pudiéramos entenderlo,
tal vez entonces podríamos deducir
por qué a la gente puede gustarle.
Bueno, hicimos una encuesta extensa
con una gran cantidad de servicios
de transporte y tratamos de averiguar
quién cambió, y a dónde se fueron.
Y resultó que ellos mismos no lo sabían.
(Risas)
Por alguna razón, los conductores están...
seguros de que realmente
conducen igual que antes.
¿Y por qué es eso?
Se debe a que los patrones de viaje
son mucho menos estables
de lo que parece.
Cada día las personas toman nuevas decisiones,
la gente cambia,
el mundo a su alrededor cambia
y cada día
todas estas decisiones
son como pequeños empujoncitos
que sacan a los conductores
de la hora punta
de una manera que ni lo notan.
No son siquiera conscientes de ello.
Y la otra pregunta,
¿quién cambió de idea?
¿Quién cambió de opinión y por qué?
Para eso hicimos otra encuesta,
tratamos de averiguar
por qué la gente cambió de idea,
y cuál grupo fue el que cambió de opinión.
Después de analizar las respuestas,
resultó que
más de la mitad de ellos creen
que no han cambiado de opinión.
De hecho, están seguros
de que siempre les
ha gustado que se cobre
por la congestión.
Lo que significa que
ahora estamos en un punto
en el que hemos reducido
el tráfico con estos peajes,
en un 20 %, con una enorme
diminución de la congestión
y la gente no es siquiera
consciente de que ha cambiado,
y sinceramente cree que
siempre le ha gustado así.
Este es el poder de los empujoncitos
al intentar resolver
problemas sociales complejos.
Cuando lo hagan,
no hay que decirle
a la gente cómo adaptarse.
Uno solo les debe inducir suavemente
en la dirección correcta.
Y si Uds. lo hacen bien,
las personas realmente
adoptan el cambio,
y si lo hacen bien,
a la gente le gustará.
Muchas gracias.
(Aplausos)