A veces me pregunto si no soy algo masoquista, porque, pasar toda la vida tratando de entender cómo funciona el cerebro, hay que serlo un poco. Dicho esto, debo tener circunstancias atenuantes. Nacer en el Cairo en una familia judía, hablar en casa hebreo, árabe y por supuesto francés, ir a la escuela católica, San Juan Bautista de la Salle, estudiar el catecismo, llevar algo del Corán encima, luego vivir en Israel y ver el otro lado de la barrera. Hay dos conclusiones: una, es efectivamente un país laico ateo, y dos, podemos abordar las cosas difíciles. La vida es complicada, por supuesto. El cerebro es muy complicado: un millón de billones de conexiones. El cerebro humano. Un millón de billones de conexiones. Cada una de ellas, mucho más complicada que un teléfono móvil, porque ellas aprenden; el teléfono, no. Eso significa que cada uno de nosotros tiene el equivalente a 200 000 móviles. Es lógico que la central telefónica sea algo complicada y a veces esté algo saturada. En 1986 fui nombrado director de unidad en el INSERM, en Paris, en Port-Royal, en una maternidad donde había mujeres pariendo en cuatro pisos, cesáreas programadas, prematuros, etc. Yo estuve en el último piso, fui sucesor de un gran hombre, Alexandre Nikovski, que fue el primero en comprender que había que proteger a los mujeres embarazadas, porque el embarazo es el periodo de todos los peligros. Él luchó para que, durante el embarazo, hubiera un periodo de descanso, etc. Es un gran hombre. Fuimos a almorzar con mi mujer, después de haber sido nombrado, al final me dijo: "Todo está en orden, sustituimos un judío ashkenaze por un judío sefarad, y tu mujer es bastante inteligente, así que tienes que ser bueno a la fuerza." Las competencias no parecían ser el primer criterio. Y entonces, comencé a investigar sobre el desarrollo del cerebro, sobre el que sabemos muy poco. Estos son futuros bebés, y hay uno con un problema matemático, que se rasca el occipucio, este quiere salir, la comida no está muy buena, y aquel, aún duda entre jugar al fútbol con el OM o PSG. ¿Por qué les muestro esto? Esto significa que de hecho, hay muchas cosas que suceden en el útero. En el cerebro del mono, por ejemplo, una neurona cortical tiene 7000 conexiones antes del nacimiento y 10 000 después. No es un periodo inerte. Primera cosa a retener, el cerebro se mueve mucho en el útero, se desarrolla mucho, y tiene mucha actividad. Por supuesto, si buscamos una comparación, es mucho más complicado que un avión, que un submarino o un barco. La mayor diferencia es que, cuando se construye - nunca he construido un avión, pero me lo imagino- el motor no funciona mientras se monta, pero aquí, sí. El motor trabaja mientras el cerebro se construye, allí es igual: hay un programa de arquitecto pero después hay reuniones de obreros para verificar que todo va bien. La primera cosa que se debe entender es que el cerebro en el útero trabaja mucho. Segunda cosa que se debe entender, es que no solo trabaja mucho, sino que las corrientes eléctricas, que son mi especialidad además, las corrientes eléctricas generadas por esas neuronas en formación, no tienen nada que ver con el adulto. El cerebro inmaduro no es un pequeño cerebro adulto. Tiene su lenguaje, y su lenguaje es diferente al del adulto. Eso explica por qué han hecho falta tantos años antes de convencer a los administradores de que no se da a un bebé el mismo medicamento que al adulto, dividiendo la dosis. No tiene sentido, porque los procesos son diferentes. Hay que saber cómo se desarrolla el cerebro si queremos curarlo. Mostré esa imagen porque, imagínen que soy director de orquesta, (lamentablemente, no lo soy) que se va a tocar la segunda de Brahms y puede que con Jasha Heifetz al violín, pues bien, les digo que durante los ensayos, tocan Brahms, pero aquí, nada. Tenéis una banda que toca rock, otra que toca Bach, y otra que toca cualquiera cosa. Y cuando llegamos, tocan Brahms. Así que no tiene nada que ver con un cerebro adulto. ¿La pregunta es, evidentemente, por qué todo eso? En el sistema visual: la retina de los humanos se forma aproximadamente al final del primer trimestre de la gestación. No se ve nada, se olvida todo. En todas las especies animales, si grabamos las ondas de la retina, se genera una actividad, que se llama ondas retinianas, que no permiten ver nada, pero que es crucial, porque si se bloquea, el sistema visual se desarrolla mal. Uds. tienen una actividad que no es sensorial realmente, pero que tiene una función mayor. Entonces, con mi amigo Nick Spitzer, propusimos la teoría llamada teoría del control: mientras todo se construye, por ejemplo este edificio o cualquier cosa hay que controlar lo que se hace. La construcción del cerebro no es apretar un botón, parto de una célula y tengo un cerebro de manera genética, es absurdo. Obviamente hay un control todo el tiempo y propusimos que fuera un punto de control. De hecho, cuando el Túnel de la Mancha se construyó, había enormes máquinas a los dos lados de la Mancha, (en ese momento no habían dejado Europa) excavaron y se encontraron cara a cara. Si no hubiera GPS, hubiera sido así o así, no hubiera sido así. Hace falta un control continuo. Lo que propuse es que ese control continuo, fuera una actividad eléctrica durante la maduración. Mientras la célula está madurando como la manzana que madura, envía señales eléctricas diciendo en qué estado está, por dónde va, desde el punto de vista de la construcción. El objetivo de esas actividades en la retina es decir al cerebro visual: "Estoy aquí, no ahí." En una palabra, un GPS. Todo eso está bien, pero me dirán Uds.: "¿Y qué pasa cuando las cosas van mal?" Vemos surgir enfermedades neurológicas y psiquiátricas que intentamos curar desde hace siglos sin lograrlo. Por miles de razones, sobre todo porque son generadas muy pronto y no sabemos muy bien lo que hacen al cerebro. Pero, si pensamos un poco, hay dos soluciones para abordar este problema: la primera es, como en "El enfermo imaginario", cuando la criada del señor Argan dice: “el pulmón, el pulmón, le digo.” Los genetistas: los genes, los genes. ¡Todo es genética! Si pensamos un poco, yo propuse un concepto que se llama la neuroarqueología. La idea es simple: si este edificio se derrumba un día, sabremos que aquí hubo un poste mal hecho, que cayó sobre el suelo, el cual cayó sobre no sé qué y en un momento, todo se derrumbó. La idea es exactamente la misma: durante la construcción del cerebro, hay secuencias de maduración que les he descrito, si algo pasa en el útero, un gen, una mutación, un pesticida, el estrés, el alcohol, lo que quieran, el medio ambiente para abreviar, eso es lo importante, porque si volvemos un momento a la genética, al contrario de lo que se nos dice, la abrumadora mayoría de las enfermedades psiquiátricas no tienen un origen genético. Por ejemplo el alzheimer, el parkinson, puede haber mutaciones: atacan a pocos pacientes y no son monogenéticas. Eso significa que si, por ejemplo, Uds. tienen un niño con una mutación que le hará ser diabético, si va todos los días al Mc Donald, será diabético. Si se va a una isla y come pescado fresco y tomates sin pesticidas probablemente no será diabético. Eso crea una susceptibilidad que llamamos epigenética: el entorno crea una susceptibilidad que se expresará por la enfermedad en algunos casos y no en otros. El segundo enfoque consiste en decir: "Tratemos de entender cómo se construye el cerebro, cómo se desvía la secuencia madurativa, y a partir de ahí, podremos reflexionar." Porque, imaginen la tesis fundamental, si está confirmada, creo que es un avance importante en la comprensión y en el tratamiento de las enfermedades neurológicas y psiquiátricas: les aseguro que si hay una “agresión” en el útero, por cualquier causa, genética o no, va a modificar una secuencia madurativa. Una neurona que debería madurar, no madurará. Como una manzana que queda inmadura. No va a conectarse donde debe, no irá donde se necesita, y la tesis es que esta neurona que no va adonde tiene que ir queda inmadura en un cerebro adulto. En esta visión, muchas enfermedades neurológicas o psiquiátricas serían debidas a neuronas desplazadas que han conservado propiedades eléctricas inmaduras. Les he explicado que el cerebro inmaduro tiene una función que no era la de un adulto. Esas neuronas que están ahí o allá generan actividades que perturban al vecindario. Lo que propongo es un tipo de cirugía farmacológica con drogas que bloquean solo a las neuronas inmaduras dentro del cerebro adulto, porque sus propiedades son diferentes. Esta es la idea, hemos empezado a probarlo. Obviamente esto no se muestra en humanos sino en modelos experimentales animales, ya sea para parkinson, alzheimer o autismo. De hecho nos dimos cuenta de que... Ya saben, una neurona es una máquina eléctrica. Es decir son iones que entran y salen, potasio, sodio, calcio, cloro, etc. Fabrica electricidad, que codifica lo que somos. Todo lo que integramos, es eso realmente. Y entre los iones que juegan un papel importante, hay uno muy importante: el cloro. Se ha descubierto que en una neurona adulta, inocente, hay muy poco cloro dentro. En una neurona joven ingenua, hay mucho cloro dentro. Eso cambia completamente la estabilidad de la neurona. Ahora hemos descubierto que en los modelos animales de autismo, nos encontramos en una situación que recuerda al cerebro inmaduro. Eso es exactamente lo que les dije, que dentro de la neurona joven hay mucho cloro y, cuando madura, ya no le queda cloro, y si madura «mal», guarda mucho cloro. Veis la consecuencia: es que aquí, el cloro entra, y aquí, sale. la repuesta eléctrica es totalmente diferente. Así que pensamos, con mi amigo Eric Lemonnier, uno de los mejores expertos franceses en el tratamiento del autismo, él trabaja con niños autistas desde hace lustros, - el azar hace las cosas: yo, hace cinco años, no sabía lo que era el autismo, no trabajaba en eso. Di una conferencia a los padres de niños autistas hablándoles del cloro, etc. Y Eric me dijo : “Si hay mucho cloro, hay buenas razones para pensar que los niños autistas lo son por razones clínicas, porque cuando les damos valium, en vez de dormir como haríamos si nos dan valium, ellos están muy agitados; eso significa que quizás hay mucho cloro en el interior.” Tomamos una hipótesis extremadamente inocente, que consiste en decir: vamos a reducir el cloro de dentro, y para eso, usaremos un diurético. Es una molécula, cuando la tomáis, vais al baño a orinar. Porque al nivel de los riñones, hace lo mismo. El mismo sistema que existe al nivel de los riñones existe al nivel del cerebro. Nos dijimos, hay diuréticos en el mercado que usamos desde hace mucho tiempo, en el tratamiento de la hipertensión, del edema cerebral, tomamos cinco niños en Brest, les dimos el diurético, parecía tener un efecto positivo, hicimos una segunda prueba con unos cincuenta niños a doble ciego, y funcionó, y les voy a mostrar uno de estos niños. Van a ver un chico antes y después del tratamiento, el tratamiento es el diurético de 3 meses. Mujer: "...para el cumpleaños de bebé... ¿Vienes, Allan?" Ben Ari: Notan Uds. que no mira a los ojos. Mujer: "¡Ven!" (El niño grita) Ben Ari: Que se autoestimula, van a ver, cómo juega con la luz, (El niño grita) Niño: ¡Maman! Ben Ari: ella tiene mucha más paciencia que yo. Mujer: "Y sobre la tarta de cumpleaños de bebé, voy a poner velas. ¿Vienes a poner la vela? Pon la vela. Pon la vela." Ben Ari: Ni una vez ha mirado a los ojos. Y ahora, tres meses después del tratamiento. Mujer: "Para el cumpleaños de bebé, vamos a hacer una tarta. Encima, ponemos velas. ¿Pones una? ¡Hop! ¡Hop! ¡Bravo! ¡Encendemos las velas, queman! Y cantamos : Cumpleaños feliz Cumpleaños feliz " Ben Ari: Mirad, él la mira a los ojos. (El niño sopla) Mujer: "¡Siiii! ¡Bravo Allan! ¿Quitamos las velas?" Uds. entienden que yo no crea en los milagros. Soy ateo. Entonces no es un milagro. Este niño no hablaba y sigue sin hablar. Pero todos los padres nos dicen lo mismo: "Ellos están más presentes, están más con nosotros." Es importante porque en la historia del autismo, no solo sufren los niños, también los padres. Y hacerles más sociables es muy importante, ya que no participan en la sociedad. Yo no creo que un medicamento vaya a curar esta enfermedad, como cuando me duele la cabeza, tomo una aspirina, y ya no me duele. Si han comprendido lo que les conté, cuando la enfermedad es precoz y cuando ha modificado zonas del cerebro, no se puede borrar con un milagro. Pero es la escuela la que lo curará. Si conseguimos llevar a estos niños a la escuela, la escuela les hará más sociables. ¿Por qué les muestro esta imagen? Los que sois menos jóvenes, es "¿Quien teme a Virginia Woolf?", con los dos monstruos consagrados que son Richard Burton y Elizabeth Taylor, por supuesto, miráis y entendéis la escena: discuten porque antes él había ligado con aquella, etc. Por supuesto, si miráis aquí el plato, lo que hará el niño autista, no mirar a los ojos, no vais a entender nada. No es que no sea empático, sino que no mira donde debe. Como no mira a los ojos, no puede saber si lloráis, si reís, cuando miráis. Tomamos niños autistas con Nouchine Hadjikhani, les mostramos imágenes tristes o alegres, antes y después del tratamiento, y nos dimos cuenta que miraban más a los ojos después, y los padres lo confirman. Así que funciona, no es un milagro, es un tratamiento, tiene efectos secundarios, en concreto una pérdida de potasio en sangre que hay que controlar, pero por ahora, no hay otro medicamento en el mercado que pueda ayudar a estos niños. Hicimos una segunda fase y hace poco tuvimos la autorización de las autoridades europeas para hacer la fase 3. Yo ahora me dedico a trabajar en el desarrollo del cerebro, en el parto, de lo que no sabemos mucho. ¿Cómo se prepara el cerebro para nacer? ¿Se dan cuenta de la complejidad? ¿Qué hace? ¿Y cuando hay problemas? La madre está hipertensa, diabética, lo que quieran. ¿Cómo evoluciona? ¿cuáles son las consecuencias? Es uno de los problemas de salud pública principales no abordados porque a la industria farmacéutica no le interesa, y a los políticos tampoco, porque, evidentemente, es un problema algo complicado. Para concluir, no es lo mismo el arte y la ciencia, Pero a veces, hay similitudes. El proceso que llamamos creatividad es justamente ese, es un proceso en el cual salimos de los caminos conocidos, pensamos de forma no católica, ni casher, ni halal, todo depende, y pensamos de otra forma. Y la última imagen para mostrarles es esta, porque soy un fan de Modigliani, y cuando hizo este violonchelista, en la escuela de la Grand Chaumière, un alumno dijo a su maestro: "Este brazo no es normal, es demasiado largo." A lo que el maestro respondió majestuosamente: "Un brazo que está tan bien pintado nunca es demasiado largo." Expresó lo que la creatividad expresa, es decir pensar fuera de la caja y mostrar realmente lo que un violonchelista hace. Gracias. (Aplausos)