Gracias.
Hola, me llamo Kevin Bahler.
Y trabajo en captación de fondos
para la Allentown Symphony Association.
Siempre me pareció que esta
es una forma rara de presentarme.
No es que no me guste mi trabajo,
estoy muy orgulloso de él.
Pero, ¿por qué esa es nuestra
única presentación?
Cuando tenía cinco años,
tenía muchas presentaciones.
"¡Hola! Me llamo Kevin,
y mi color favorito es el verde".
"¡Hola! Me llamo Kevin,
y tengo un gato que se llama Tiger".
"¡Hola! Me llamo Kevin,
¡y me encanta pintar con los dedos!"
Ciertamente, la última
era una forma de jugar seguro
porque, seamos honestos,
¿a quién no le gusta pintar con los dedos?
Pero no la elegí porque fuese segura,
la elegí
porque siempre fui honesto y abierto
sobre quién era yo y qué me gustaba.
Cuando estaba en la primaria,
cambié mis presentaciones para
que coincidieran con mis nuevos intereses.
"Hola, me llamo Kevin,
y me gusta ver los Power Rangers".
"Hola, me llamo Kevin,
y practico el arte marcial Aikido".
"Hola, me llamo Kevin,
y mi comida preferida es quiche".
Sí, era un niño muy raro, lo admito.
Pero llegas a una edad
donde ser honesto y abierto
sobre ti mismo
es el equivalente social
a tatuarse "patéame" en la frente.
Así que al crecer, fui eligiendo
las opciones más seguras.
Para cuando estaba en la secundaria,
había cambiado mis presentaciones
para que coincidieran con lo normal.
"Hola, soy Kevin, y me gusta
ver Los Simpsons".
"Hola, soy Kevin, y me gusta
comer palomitas de maíz".
Ni siquiera le contaba a las personas
que hacía artes marciales.
Y no es que alguna vez mintiera
sobre quién era,
solo que le contaba a las personas
las partes de mí que esperaban escuchar.
¿Cómo es eso?
Bueno, en caso de que no recuerden
muy bien la secundaria, debes encajar.
Y si quieres encajar
entre los niños populares
o si quieres encajar
en una contracultura,
si quieres tener amigos,
debes tener algo en común con alguien.
Y cuanto más segura sea tu presentación,
más probable es que conectes.
Así que descubrí
cómo decir las cosas correctas
y sobreviví la preparatoria
sin ser dejado de lado
por ser un "come quiche
aspirante a ninja",
y eso era una victoria.
Pero cuando llegó el día de la graduación,
estaba muy feliz de ir a la universidad.
Este era un lugar donde las personas
pagaban dinero para aprender.
Tenía que estar repleto de
personas increíblemente apasionadas, ¿no?
Sí, adivinen qué tan equivocado estaba;
les voy a dar una pista.
Era demasiado.
Resulta que apasionados o no,
todos en el campus
tenían una presentación.
"Hola, soy Kevin,
y mi especialidad es…"
y a nadie le importaba
cuál era tu especialidad.
Era la única presentación permitida.
¿Pero saben por qué?
Porque todos tenían una.
Esta era la forma
para definirte a ti mismo,
pero siempre dentro de la seguridad
de los programas establecidos.
Debo admitir: no siempre fui
el hombre encantador, carismático,
elegante que ven frente a ustedes.
De hecho, solía ser un gran nerd
que haría lo que fuera por tener amigos.
Así que cuando estaba en la universidad,
dominé la presentación segura
y dominé la conversación segura
y la amistad segura.
¿Y saben qué?
¡Los amigos seguros son aburrridos!
No hacíamos nada.
Nos sentábamos en nuestros cuartos,
nos quejábamos de los profesores
y de las tareas
y eso era "pasar el rato".
Para cuando estaba en tercer año,
tenía más "amigos"
que tiempo para pasar con ellos.
Y ni siquiera lo disfrutaba.
Cuando me di cuenta de esto,
me llevó a superar el punto crítico
y finalmente dejé
de preocuparme por encajar
y comencé a preocuparme por ser feliz.
Así que en lugar de estar seguro,
comencé a ser honesto.
"Hola, soy Kevin y me fascina
la química y la física".
"Hola, me llamo Kevin,
y mi grupo musical preferido es Muse".
"Hola, me llamo Kevin,
¡y me encanta pintar con los dedos!"
No se supera eso, no se puede.
Y lo gracioso sobre permitirme
ser yo mismo
es que todas esas personas aburridas
dejaron de querer pasar el rato conmigo
porque ya no era seguro.
¡Y todas las personas
que se quedaron eran increíbles!
Estas eran personas que hacían cosas:
caminábamos, nadábamos,
practicábamos artes marciales juntos,
hablábamos de cualquier cosa
desde agujeros negros hasta comediantes.
Desde Wittgenstein hasta Winnie Pooh
y todo ese tiempo, nos reíamos.
Y es tan sencillo perderse
cuando lo pasas bien.
Así que me aseguré de recordar
un simple hecho:
nunca tendría a mis verdaderos amigos
si no estaba dispuesto a ser rechazado
por el resto.
Así que cuando me gradué,
estaba listo para entrar al mundo real.
Había aprendido a dejar ir
la seguridad por la conformidad
y estaba listo para conocer
a otros adultos que no tienen
miedo de ser ellos mismos.
Y adivinen a cuántos conocí.
Sí, aproximadamente
los mismos que ustedes.
Resulta que era la misma presentación
que en la universidad,
solo que ahora, con un traje
o más frecuentemente,
con una etiqueta con el nombre.
"Hola, me llamo sin sentido,
y soy mi trabajo".
Ahora, como dije al principio,
estoy orgulloso de mi trabajo.
Soy privilegiado por poder trabajar
arrecaudando dinero
para la orquesta sinfónica,
pero cuando tenía nueve,
jamás me presenté diciendo,
"Hola, me llamo Kevin y cuando crezca,
quiero ser captador de fondos".
No era tan raro de niño.
E incluso hoy en día, siendo adulto,
hay cosas que me apasionan mucho más
que enviar presupuestos
de proyectos e informes anuales.
Y la pasión es de lo que
realmente se trata esto.
Me parece tan alucinante el hecho de que
tantas personas tengan tantas pasiones
y que con todas sus fuerzas quieran
compartirlo con el mundo,
pero no lo hacen
por miedo a que los critiquen
personas que ni siquiera les importan.
Voy a hablar sobre mi pasión
con cualquiera:
con la gente en una fiesta,
con la mujer en la fila de la tienda,
y contigo el que está en el fondo,
cualquiera,
porque, si algún extraño
no cree que las películas
de kung fu viejas son geniales,
¿qué importa?
Probablemente no lo voy a ver de nuevo
y eso no me hace amarlas menos.
Pero si esa persona ama
"La cámara 36 de Shaolin",
entonces, hice un nuevo mejor amigo.
Así que sin importar qué, gané.
Y tú también puedes.
La pregunta más importante aquí es
¿cómo se presentan ustedes?
Eso es difícil.
Ya me conocen bastante bien
a estas alturas,
pero tuve unos ocho minutos
para contarles quién soy.
Cómo expresar todo eso
en una sola oración.
Eso es algo que deben descubrir
por ustedes mismos
y los reto a hacerlo.
Pero sé que ayuda tener
un ejemplo que los inspire
así que permítanme terminar
con mi presentación.
"Hola, me llamo Kevin Bahler,
y me encanta cuando las personas
son verdaderamente felices".
Gracias.
(Aplausos)