En mis pinturas, muchas veces se puede ver la forma de una vagina, pero viéndolas más de cerca, también puede ser un pene y testículos. Sabes, no sé cuánto de esto querrás incluir. Mi trabajo es una expresión de mi sensualidad nuclear. Soy un cuerpo que experimenta deseo, que experimenta placer. Es sensual y demandante, sucio y expresivo. Soy un cuerpo embarazado, pero no soy necesariamente la mujer o el cuerpo embarazado que me asigna la sociedad. Experimento placer y dolor que todos pueden experimentar, y eso es lo que expreso en mi obra. ["Los Cuerpos Trascendentes de Loie Hollowell"] Nueve meses después. He tenido a mi bebé en casa, Juniper. Ahora tiene seis meses. Di a luz durante la pandemia. Y estoy de vuelta en el estudio. Algunas cosas cambiaron en el mundo. Creo que cuando tenía siete u ocho, mi papá me dio mi propio estudio. Era un armario. Instaló todo para mí con un pequeño caballete y un lienzo en blanco. Recuerdo ese espacio con tanta claridad. Tener mi propia habitación junto a la de mi papá y junto a la de mi mamá fue muy transformativo. Siempre me he centrado en pintar y dibujar porque él me dio ese espacio tan temprano. El color y la luz son personajes principales en mi práctica de pintura. Cuando veo mi trabajo a través del tiempo, está este sentido fuerte y real del claroscuro, formando un espacio de la luz a la sombra. Creí en California, rodeada de artistas de Light and Space. Robert Irwin y sus hermosos discos, con esta línea en medio. Experimentar pura luz, puro espacio, pura emoción. Esa cacería siempre está, esa búsqueda de una experiencia llena de luz, incluso si el tema es oscuro, o si el tema es indescriptible. Como a los veinte y pico, me embaracé y no quise tener al bebé. Me hice un aborto. Planned Parenthood fue asombrosa y maravillosa. La experiencia emocional y los efectos secundarios de la relación fueron emocionalmente intensos. Quería encontrar la manera de pintar sobre eso. Comencé a hacer, básicamente, retratos de mi vagina y mis ovarios, intentando representar la experiencia de tener un aborto. Me di cuenta de que la abstracción puede guardar esa sensación o esa emoción en el color, en la composición, en la textura. Cuando empecé a profundizar en crear espacios tridimensionales en mis pinturas, tuve que lidiar con el espacio ilusorio y el espacio real, sombra construida y luz construida frente a la luz real y la sombra real. El problema que hemos tenido antes es que no tenían suficientes capas y se ven las líneas a través. Recientemente, Alicia ha estado agregando más capas. Es lo que estoy sintiendo ahora, cuando cierras los ojos y sientes esa textura suave y consistente. ¡Eso es! ¡Sí, este es bueno! Lo que descubrí que amo de tener una pintura que en realidad es una escultura es que cambia según el contexto, según el espacio en que se la cuelgue. La transición para mí llegó cuando el gobernador estableció la orden de quedarse en casa. También estaba a punto de parir, así que traje a casa un manojo de pasteles y papeles para pasteles y empecé a dibujar en casa. Intentaba visualizar mi segundo parto, de mi hija, y de algún modo, viajar a ese espacio para empezar a aceptar el dolor. Como ese lugar tan demente a donde va el cerebro.