Cuando cumplí 28 años,
recibí como regalo un libro
de recetas de pasteles de tazas.
Para quienes ahora estén pensando:
"Es imposible que esta chica tenga 28",
(Risas)
tienen razón, tienen toda la razón,
porque fue hace tres años,
así que tengo 31.
Pero no tengo mucho tiempo
para convencerles más,
así pueden elegir creerme
o estar con la mayoría
de buscabullas de Irlanda.
(Risas)
No lo hagan.
(Risas)
Pero por si alguien
no conoce los pasteles de taza,
tengo unas fotos.
Básicamente son pasteles
que se hacen en una taza.
Se ponen en el microondas
y lleva aproximadamente 30 segundos.
Obviamente, no podía esperar
para cocinar mi propio pastel de taza.
Y así es como salió mi primer pastel.
(Risas)
Y tengo una vista aérea.
(Risas)
Pueden decir que mi pastel
no fue perfecto.
Sí.
Pero por coincidencia,
al mismo tiempo que recibí
el libro de pastel de taza
y cociné el pastel,
estaba escribiendo
un espectáculo de comedia bilingüe,
usando el inglés y el gaélico, el idioma
de Irlanda, como algunos ya sabrán.
E intentaba escribir algo
que permitiera al público
escuchar y disfrutar del lenguaje
de una manera divertida y acesible.
Porque para la mayoría de los irlandeses,
el gaélico es su segundo idioma.
Pasamos 14 años
aprendiéndolo en la escuela,
y a la mayoría de nosotros
nos gusta y queremos hablarlo,
pero desafortunadamente,
sólo un puñado
lo hablamos significativamente
en nuestra vida diaria.
Y la razón por la que
no solemos utilizarlo,
es la misma que para cualquiera
que intente hablar otro idioma,
ya sea francés, alemán o japonés.
La razón que nos frena es el miedo:
el miedo a cometer errores,
el miedo a la vergüenza
y el miedo a que no sea perfecto.
Y me di cuenta cuando intentaba
promocionar mi comedia,
porque la gente me decía:
"Ah. No. Claro, eso es irlandés.
No tendría ni idea de lo que
está pasando, no entendería nada".
La gente asume que soy una oradora fluida
y que mi nivel de irlandés
va a ser incomprensible.
Pero lo que pasa
es que mi irlandés es terrible.
Terrible.
Y en realidad estoy en la media.
No soy una hablante fluida ni nativa.
Sólo soy alguien
que lo aprendió en la escuela,
pero logré encontrar la manera
de hablarlo en mi vida diaria.
Y como estoy en la media
tengo esta pasión
por escribir comedia bilingüe
y compartirla con otras personas.
Lo mejor que he hecho
para aprender irlandés
fue empezar a jugar al fútbol gaélico
con un equipo de habla irlandesa.
Porque hasta ese momento, había probado
lecciones y hecho cosas diferentes,
pero solo cuando fue
parte de un pasatiempo
se convirtió en algo natural para mí
y me facilitó aprenderlo.
Y les diré ahora,
a cualquiera que esté
intentando hablar un idioma
y comience a hablar un segundo idioma,
que se involucre con hablantes fluidos,
y una vez que empiecen a hacerlo,
esos temores,
los temores de sentirse
avergonzados y cometer errores,
esos temores se vuelven totalmente reales.
(Risas)
No tenía ni idea de lo que estaba pasando.
(Risas)
Hasta ese momento,
la única vez que había oído irlandés
había un pitido antes de la conversación.
(Risas)
Y solo aprendí que la palabra
"taobhlíne" significa "línea de banda",
porque la línea de banda
era mi posición en los partidos.
(Risas)
Y me llevó tres meses aprenderlo
y muchas conversaciones sociales incómodas
de personas que intentaban explicármelo.
Pero creo que lo peor era
que cuando intentaba comunicarme
en un segundo idioma,
sentía que no podía ser yo misma.
No podía expresarme
como lo haría normalmente.
No podía usar el humor,
y sentía que mis compañeros de equipo
creían que era un poco aburrida
y que no tenía personalidad,
porque no podía conectar
más allá de un nivel muy básico.
Y de todos modos,
me quedé con ellos, seguí allí.
Y como jugar al fútbol
era natural para mí,
después de tiempo se hizo más fácil.
Mi irlandés mejoró,
al punto que tras dos años jugando
me convertí en el capitán del equipo.
Y en ese momento,
mi irlandés todavía
no era fluido en absoluto
y tenía muchas inseguridades al respecto.
Pero tiendo a decir que sí
y luego encontrarme en estas situaciones.
Así que llegó el primer
partido de la temporada.
A mitad de partido
y estábamos en los vestuarios,
y también estábamos perdiendo por mucho.
Y allí estaba yo
en mi primer día como capitán,
intentando dar lo mejor:
"An déanamh ag marcáil d’imreoir"
para dar una charla
seria y motivacional,
estaba en los vestuarios y decía:
"Sólo tenemos que centrarnos
en marcar.
Por favor, marcad siempre a vuestro
jugador, y si veis a un jugador libre
no es responsabilidad
de nadie más, marcadlo".
Y mientras lo decía
y miraba alrededor del vestuario,
podía ver que todos empezaban a sonreír,
y, finalmente, todos se echaron a reír.
E inmediatamente me molestó,
porque estaba intentando ser seria.
Pero en un segundo, mi molestia
se convirtió en una vergüenza absoluta,
porque no tenía ni idea
de por qué se reían.
Y entonces me di cuenta de que
en irlandés, "marcar o defender"
es: "be ag marcáil",
pero lo que decía era: "be ag marcaíocht".
(Risas)
Así que algunos de Uds.
ya entienden la broma.
(Risas)
Y para los que no lo entienden,
"be ag marcaíocht" significa "montar".
(Risas)
Y para quien no lo entienda,
con las connotaciones de lo que
eso significa en Irlanda,
estaba básicamente animando a mi equipo
a realizar un acto íntimo.
(Risas)
con sus contrincantes,
algo que normalmente se haría
en un dormitorio entre dos personas.
(Risas)
Así que pueden verme en los vestuarios:
"Por favor, tenemos que
centrarnos en montar.
Montad a vuestro jugador todo el tiempo.
Y si veis a un jugador libre,
no es responsabilidad de nadie más,
montadlo".
(Risas) (Aplausos)
Estaba avergonzada.
(Risas)
Pero creo que es un buen ejemplo,
porque muestra cómo, aún
hablando con otro hablante inglés,
podemos cometer errores.
Si no son de Irlanda,
y no se dan cuenta de que
eso es lo que significa "montar" aquí,
podrían encontrarse
en una situación embarazosa.
Al igual que creo que la gente extranjera
no entiende
la cultura de citas irlandesa,
porque he oído que en EE. UU
empiezan la cita con una comida,
mientras que en Irlanda
empezamos la cita saliendo.
Vamos a bailar, nos besamos,
y luego hacemos contacto visual.
(Risas)
Y así, el lenguaje y la cultura crean
las posibilidades de malentendidos,
Y yo podría estar aquí,
y seguir contando historias
de las veces que me avergoncé,
de cuando salí de mi zona de confort,
o de cuando un miembro del público
me interrumpió para corregir mi gramática.
Pero quiero volver al pastel de taza.
Porque puede que este
pastel de taza no sea perfecto,
pero lo interesante es que por salir así,
tuve la inspiración para escribir
el espectáculo de comedia
que estaba escribiendo en ese momento.
Así que es como si algo
positivo e inesperado
surgiera del hecho de que no era perfecto.
Así que mi irlandés no es perfecto.
Y en realidad, creo que
es mucho más que eso.
Se ha convertido en esa parte emocionante
de mi vida que nunca pensé que tendría.
Sigue desafiándome,
y significa que he conocido
a nuevas personas increíbles,
he tenido experiencias maravillosas
y he aumentado mi confianza
y capacidad de resistencia
de manera que hacer cosas nuevas
ya no parece tan difícil.
Así que, lo que quiero decir
es que si quieren aprender
un segundo idioma
sea irlandés, francés o japonés,
si quieren hacer pasteles de taza
o lo que sea,
dejemos de preocuparnos por ser perfectos,
y humillémonos.
(Risas)
Abracemos lo desconocido.
Cometamos errores.
Montémonos unos a otros.
(Risas)
Porque creo que la capacidad de hacerlo
y aprender y sacar algo positivo de ello,
para mí, es perfecto.
Gracias.
(Ovaciones) (Aplausos)