Quisiera comenzar
con la historia de Mary,
una mujer de un pueblo africano.
Sus primeras memorias
son de su familia
huyendo de protestas violentas
orquestadas por el partido político
en el poder.
A su hermano lo asesinó la milicia
apoyada por el Estado,
y a ella la violaron más de una vez
solo porque pertenecía
al partido equivocado.
Una mañana, un mes antes de
las elecciones,
hubo un llamado en su pueblo, a
otra junta para intimidar.
En esta junta, había
un señor frente a ellos,
diciéndoles "Sabemos quiénes son,
sabemos por quién van a votar,
y si no van a entregar el papel correcto,
nos vamos a vengar".
Pero para Mary, esta junta es distinta.
Ella se siente diferente.
Esta vez, estaba esperando a
que llegara el día,
porque ahora trae una pequeña
cámara escondida en el vestido,
una cámara que nadie más puede ver.
A nadie se le permite grabar video
en estas juntas.
Si lo haces arriesgas tu vida.
Mary lo sabe, pero también sabe que
la única manera de detenerlos
y protegerse a sí misma y a
su comunidad
es exponiendo su intimidación,
para que entiendan que
hay alguien tras ellos,
para ponerle un alto a la impunidad
que sienten.
Mary y sus amigos filmaron durante meses,
en secreto,
la intimidación del partido político
en el poder.
(Video) ["Filmado con cámaras escondidas]
Hombre: Vamos a hablar
de las próximas elecciones.
Nada nos puede detener de hacer
lo que queremos.
Si nos enteramos de que están con
[La Oposición]
no los vamos a perdonar.
[Mitin de milicia de intimidación]
[El Partido] puede intimidarlos
en cualquier momento.
Los jóvenes pueden agredirlos.
["Interrupción de reunión política"]
A los que mienten diciendo
que están otra vez con [El Partido],
se les está acabando el tiempo.
["Jóvenes militantes del partido"]
Algunos han muerto por
haberse rebelado.
Algunos han perdido sus hogares.
Si no cooperan con [El Partido],
van a llevar una vida muy mala.
Oren Yakobovich: Estas imágenes
se difundieron mundialmente,
pero sobre todo,
se difundieron de vuelta
a la comunidad.
Los responsables
también las vieron.
Entendieron que alguien
está tras ellos.
Se asustaron. Se rompió la impunidad.
Mary y sus amigos forzaron al
partido en el poder
a no usar la violencia durante
las elecciones,
y salvaron cientos de vidas.
Mary es nada más una de
cientos de personas
que mi organización ha ayudado
a documentar violaciones
de derechos humanos
usando cámaras.
Mi trayectoria debió de haberme
llevado por otro camino.
Nací en Israel en una familia
de derecha,
y me acuerdo que siempre quise
integrarme al ejército
y servir a mi país
y demostrar lo que creía que era
nuestro derecho por toda la tierra.
Me uní al ejército israelí
justo después de la primer intifada,
la primer rebelión palestina,
y serví con una de las más estrictas,
duras y agresivas unidades de infantería,
y recibí el arma más grande de mi pelotón.
Rápidamente, me convertí en oficial
y tenía a soldados bajo mi mando,
con el tiempo, me tocó
servir en Cisjordania,
y vi estas imágenes.
No me gustó lo que vi.
Me tomó tiempo,
pero finalmente me negué
a servir en Cisjordania
y tuve que pasar un tiempo en la cárcel.
Era un poco...
(Aplausos)
La verdad, no estuvo tan mal.
Fue un poco como estar en un hotel,
con comida de mierda.
(Risas)
En la cárcel, me la pasé pensando
que necesito que la gente sepa.
Necesito que la gente entienda
cómo es la realidad en Cisjordania.
Necesito que oigan lo que yo oí,
que vean lo que yo vi,
pero también entendí que
necesitamos que los palestinos,
la gente que está sufriendo,
puedan contar sus propias historias,
no los periodistas o los
cineastas que vienen de fuera.
Me uní a una organización
de derechos humanos,
una organización israelí llamada B'Tselem.
Juntos, analizamos Cisjordania
y escogimos a 100 familias que
viven en las zonas de más riesgo:
cerca de retenes, de bases militares,
junto a los colonos.
Les dimos cámaras y los capacitamos.
Rápidamente comenzamos a recibir
imágenes angustiantes
de cómo los colonos y
los soldados israelís abusan de ellos.
Quisiera compartirles
dos videos de este proyecto.
Ambos se difundieron en Israel y
causaron un debate masivo.
Y debo de advertirles,
algunos de Uds. los
encontrarán muy explícitos.
Los hombres enmascarados
que verán primero,
son colonos judíos.
Minutos antes de que
la cámara se prendiera,
se acercaron a una familia palestina
que estaba trabajando su tierra
y les dijeron que
tenían que dejar la tierra,
porque esta tierra pertenece a los judíos.
Los palestinos se negaron.
Veamos qué pasó.
Los hombres enmascarados que
se están acercando son judíos.
Se están acercando a la familia palestina.
Esta es una manifestación en Cisjordania.
El hombre de verde es palestino.
Lo van a arrestar en unos segundos.
Aquí lo ven con los ojos
vendados y esposado.
En unos segundos, se arrepiente
de haber venido a esta manifestación.
Le dispararon en el pie
con una bala de hule.
Se encuentra bien.
No todos los colonos ni
todos los soldados actúan así.
Estamos hablando de una pequeña minoría
que debe ser llevada ante la justicia.
Estos videos, y otros similares,
forzaron al ejército y a
la policía a comenzar investigaciones.
Se han enseñado en Israel, por supuesto,
y también se expusieron
ante el público israelí.
Este proyecto redefine la
lucha por los derechos humanos
en los territorios ocupados,
y logramos reducir el número
de ataques violentos ahí.
El éxito de este proyecto me hizo pensar
en cómo puedo llevar la misma
metodología a otras partes del mundo.
Tendemos a creer que hoy,
con toda la tecnología,
los smartphones y el Internet,
somos capaces de ver y entender casi
todo lo que pasa en el mundo,
y la gente puede contar su historia,
pero eso solo es parcialmente cierto.
Aún hoy en día, con toda
la tecnología que tenemos,
menos de la mitad de la población mundial
tiene acceso a Internet,
y más de tres mil millones de personas,
repito el número, tres mil millones
de personas reciben noticias censuradas
por aquellos en el poder.
Más o menos al mismo tiempo,
me contactó un gran tipo
llamado Uri Fruchtmann.
Es un cineasta y activista.
Comprendimos que pensamos parecido,
y decidimos establecer juntos
la organización Videre.
Mientras establecíamos
la organización en Londres,
viajábamos clandestinamente a lugares
donde una comunidad
estaba sufriendo abusos,
donde estaban pasando
atrocidades masivas,
y que casi no se estaban reportando.
Tratamos de entender
cómo podíamos ayudar.
Aprendí cuatro cosas.
La primera es que tenemos
que involucrarnos
con comunidades que
viven en zonas rurales,
donde ocurren violaciones
lejos de la mirada pública.
Tenemos que asociarnos con ellos,
y tenemos que entender cuáles
imágenes no se están viendo
y ayudarlos a documentarlas.
La segunda cosa que aprendí
es que tenemos que ayudarlos
a filmar de manera segura.
La seguridad debe ser prioridad.
Donde trabajé antes, en Cisjordania,
puedes sacar la cámara,
y lo más seguro es que no te disparen,
pero en lugares donde queríamos trabajar,
nada más tratar de sacar tu
teléfono y mueres, literalmente.
Por eso decidimos
llevar la operación en secreto
cuando sea necesario,
y usar más que nada cámaras escondidas.
Lamentablemente no puedo enseñarles
las cámaras escondidas que usamos,
por razones obvias,
pero estas son cámaras
que hemos usado antes.
Las pueden comprar sin licencia.
Hoy en día estamos haciendo
cámaras a la medida,
como la que traía Mary
en su vestido para filmar
la junta de intimidación
del partido político en el poder.
Es una cámara que nadie puede ver,
que se mezcla en el ambiente,
con los alrededores.
Ahora, la seguridad al filmar va más
allá de las cámaras escondidas.
La seguridad empieza mucho antes de
que el activista prenda la cámara.
Para mantener seguros a nuestros socios,
evaluamos el riesgo de cada ubicación
y de cada toma antes de que se haga,
y tenemos un plan alterno
por si algo va mal,
y nos aseguramos de tener todo en su lugar
antes de que nuestras
operaciones empiecen.
La tercera cosa que aprendí
es la importancia de verificar.
Uno puede tener una gran
toma de una atrocidad,
pero si no se puede
verificar, no vale nada.
Recientemente, como en la guerra
que ocurre en Siria o en Gaza,
hemos visto imágenes que están
escenificadas o traídas de otro conflicto.
Esta información errónea destruye
la credibilidad de la fuente,
y ha dañado la credibilidad
de otras fuentes confiables.
Usamos muchas maneras de asegurarnos
de poder verificar la información
y de que podamos confiar en el material.
Empieza con investigar a los socios,
entender quiénes son y trabajar
con ellos intensamente.
¿Cómo se filma una ubicación?
Se filman las señalizaciones, los relojes,
se filman los periódicos.
Verificamos mapas, buscamos mapas,
cruzando información,
y también revisando los
metadatos del material.
La cuarta cosa y la más
importante que aprendí
es cómo usar imágenes para
crear cambios positivos.
Para tener un impacto,
la clave es saber cómo usar el material.
Hoy en día, estamos trabajando
con cientos de activistas
filmando en secreto.
Trabajamos con ellos tanto para entender
la situación en las ubicaciones
y cuáles imágenes
faltan para describirlas,
quiénes están influenciando la situación,
y cuándo liberar el material
para avanzar en la lucha.
A veces, se trata de poner
algo en los medios,
la mayoría locales, para crear conciencia.
A veces, es trabajar con
quienes toman las decisiones,
para cambiar leyes.
A veces, es trabajar con abogados para
usarse como evidencia en las cortes.
Pero casi siempre,
la manera más eficiente
de crear cambios sociales
es trabajar dentro de la comunidad.
Les quiero dar un ejemplo.
Fatuma es parte de una red de
mujeres que luchan contra abusos en Kenia.
A las mujeres en su comunidad
las acosan constantemente
rumbo a la escuela o al trabajo.
Están tratando de cambiar el
comportamiento social desde adentro.
En el siguiente video,
Fatuma nos lleva
en su trayecto al trabajo.
Su voz está sobrepuesta
en imágenes que filmó
usando cámaras escondidas.
(Video) Fatuma Chiusiku: Mi nombre
es Fatuma Chiusiku.
Tengo 32 años, soy madre,
Y Ziwa La Ng'Ombe es mi hogar.
Cada mañana, tomo el microbús
número 11.
Pero en vez de que el trayecto
al trabajo sea en paz,
cada día comienza con miedo.
Vengan conmigo
y usen mis ojos
para sentir lo que siento.
Al caminar, pienso:
¿Me van a tocar?
¿Agarrar?
¿Me va a violar este cobrador otra vez?
Hasta los hombres adentro
la manera en que me ven
en que tocan mi cuerpo,
se frotan contra mí,
me agarran
y ahora, al sentarme
solo quisiera tener la mente
llena de ideas sobre mi día,
mis sueños, mis niños en la escuela,
pero en vez de eso me preocupa
que llegue el momento
y me violen otra vez.
OY: Hoy hay un nuevo frente en
la lucha por los derechos humanos.
Yo antes llevaba una gran pistola.
Ahora, traigo esto.
Esta es un arma mucho más poderosa
y mucho, mucho más efectiva.
Pero tenemos que usar
este poder sabiamente.
Poniendo las imágenes adecuadas
en las manos adecuadas
y en el momento adecuado,
realmente podemos lograr un impacto.
Gracias.
(Aplausos)
Gracias.
(Aplausos)