(The Plum Village Online Monastery) (Estas conscientes retransmisiones son posibles gracias al apoyo de espectadores como tú.) (Dona aquí: http:// pvom.org) (Gracias por tu generosidad) # Que el día sea bueno, la noche propicia. # Que también el mediodía traiga felicidad. # Que a cada minuto y a cada segundo, # el día sea bueno y la noche propicia. # Que todo esté protegido y a salvo, # bajo la bendición de las Tres Joyas. # Que todos los seres nacidos de las cuatro maneras # vivan en una tierra de pureza. # Que todos los seres en los tres mundos nazcan sobre tronos de lotos. # Que los innumerables espíritus errantes # realicen los tres estados virtuosos del camino del bodhisattva. # Que todos los seres realicen, con gracia y calma, # las etapas del bodhisattva. # El rostro del Honrado por el Mundo, # como la luna llena o la órbita del sol, # brilla con la luz de la claridad. # Un halo de sabiduría se expande en toda dirección, envolviéndolo todo en amor, compasión, alegría y ecuanimidad. # Namo Shakyamunaye Buddhaya, # Namo Shakyamunaye Buddhaya, # Namo Shakyamunaye Buddhaya. # (Campana) # De las profundidades de la comprensión # brota una flor de gran elocuencia. # La bodhisattva se yergue majestuosa # sobre las olas de nacimiento y muerte, libre de toda aflicción. # Su gran compasión elimina todo mal, # incluso el tenido por incurable. # Su luz maravillosa barre todo obstáculo y peligro. # Su rama de sauce, una vez ondeada, revela infinitas Tierras de Buda. # Su flor de loto se transforma en multitud de centros de práctica. # Nos inclinamos ante ella. # Vemos su verdadera presencia en el aquí y el ahora. # Le ofrecemos el incienso de nuestros corazones. # Que la Bodhisattva de la Escucha Profunda nos abrace a todos con su gran compasión. # Namo 'valokiteshvaraya, # Namo 'valokiteshvaraya, # Namo 'valokiteshvaraya. # (Campana) (Campana) (Campana) (Campana) (Campana) (Campana) Buenos días, queridos amigos. Espero que todos oigan con suficiente claridad. Yo comencé la práctica de la plena conciencia a los 16 años. Fui ordenado monje novicio a los 16 años. El primer manual de plena conciencia contiene varios poemas. Cada poema tiene 4 versos. Y cada verso 5 palabras. Fue escrito en chino clásico. Al despertar por la mañana, debía leer el primer verso de un poema y respirar. Al inhalar, leía el primer verso en silencio. Al exhalar, leía el segundo verso. Luego una inspiración con el tercer verso y una espiración con el cuarto. Es un poema que me ayuda a ser consciente al despertar. El primer gatha o poema es así: "Al despertar por la mañana, sonrío". Lo primero que haces por la mañana es sonreír. "Al despertar por la mañana, sonrío". Inhalas y sonríes. Luego, al exhalar lees el segundo verso: "Ante mí, 24 preciosas nuevas horas de vida." Es un regalo de la vida. ¡24 preciosas nuevas horas de vida! Es muchísimo. Luego inhalo de nuevo y leo el tercer verso: "Me comprometo a vivir esas 24 horas en profundidad." Cada hora profundamente, no voy a malgastarlas. No permito que la ira, el miedo, la envidia me impidan vivir en profundidad estas 24 horas que me han sido dadas. El último verso es: "Me comprometo a aprender a mirar a todos los que me rodean con ojos de compasión”. Este es el primer poema. Un novicio debe memorizar todos estos poemas para practicar la plena conciencia. "Al despertar por la mañana, sonrío. Ante mí, 24 preciosas nuevas horas de vida. Las viviré en profundidad y aprenderé a mirar a todos con los ojos de la compasión”. No hay pensar, solo respirar y recordar vivir de forma tal que no malgastes la vida. Al cepillarte los dientes, tienes un poema para hacerlo. Así, eres feliz mientras te cepillas los dientes, puedes ser consciente. Aprecias el agua, aprecias el tiempo que tienes para cepillarte los dientes. Cuando te vistes, tienes un poema para practicar. Cuando te sientas, tienes un poema para sentarte. Un novicio, antes de sentarse, respira y lee un poema. No puedes oír nada, pero un novicio debe practicar la respiración consciente mientras se sienta. Es así: "Sentarse aquí es como sentarse al pie del árbol Bodhi y levantarse como un buda." Estoy sentado y me permito ser libre, no estar atado por aflicciones como la ira y el miedo. Me siento como una persona libre. Hay unos 50 poemas similares que el novicio debe memorizar para que él, ella, practique la plena conciencia todo el día y disfrute cada instante de su vida diaria. Hemos traducido estos poemas al inglés, francés, etc. Puede que quieras usarlos para practicar la plena conciencia de la respiración y así mejores la calidad de tu vida diaria. Hemos inventado nuevos poemas, como: “Montar en bicicleta”, porque el manual es muy antiguo, no hay un poema para montar en bicicleta. (Risas) Así que inventé un poema para montar en bicicleta. Puede que les interese saber que soy uno de los primeros monjes budistas en Vietnam que montó en bici. (Risas) Es algo muy moderno. (Risas) Ahora conducen autos, usan motos, pero entonces, que un monje fuera en bicicleta era algo muy nuevo. Ahora tenemos también un poema para usar al llamar por teléfono, se llama “Meditación del teléfono”. (Risas) Sostienes el teléfono, quieres llamar a alguien. Inhalas con un verso, y exhalas con el segundo verso, inhalas con el tercer verso y exhalas con el cuarto. Así, estás en calma. La calidad de la conversación será mejor. "Las palabras viajan miles de kilómetros, pueden construir más comprensión y amor. Hago el voto de que mis palabras promoverán la comprensión mutua y el amor.” Cada palabra que diga será bella, como una flor, un bordado.” Antes de marcar el número, sostienes el teléfono y disfrutas inspirando, espirando dos veces mientras lo lees. Ahora ya estás lo bastante fresco para telefonear. Cuando oigas el sonido al otro lado de la línea sabes que la otra persona no va a responder inmediatamente, porque también está practicando el respirar. (Risas) Sí, en Plum Village, cuando oyes el teléfono no debes responder al instante. Se considera el sonido del teléfono una campana de plena conciencia. Porque si no practicas, puede que el timbre te moleste algo. ¿Quién llama? ¿Serán buenas o malas noticias? Pero si practicas la meditación del teléfono, te detienes donde estás, escuchas el timbre del teléfono, inhalas, exhalas y te calmas. Así que la próxima vez que llames a Plum Village, si no te responden al instante... (Risas) Sabes que están inspirando y espirando. (Risas) Si sabes que están inspirando y espirando, te dices: "Están respirando. ¿Por qué yo no?” (Risas) Así que no esperas. Disfrutas de inspirar y espirar hasta que esa persona responda a la llamada. Se llama meditación del teléfono. En la India, hay un maestro del Dharma laico, Shantum. Su madre fue presidenta del tribunal supremo. Cuando la visitamos, hablamos de la meditación del teléfono. Le pareció muy útil. Así que practica la meditación del teléfono. Imaginen una ciudad como Barcelona donde todos practiquen la meditación del teléfono. Habría mucha más paz, felicidad, comprensión mutua y amor, porque tendríamos tiempo para refrescarnos, para mejorar la calidad de nuestra habla. Hablando puedes promover la comprensión, el amor, etc. En el Libro de cantos de Plum Village puedes encontrar algunos poemas como estos. Si quieres, puedes memorizarlos y disfrutar de practicarlos en tu vida diaria. “Al sentarse”, “Al empezar a caminar” Hay uno para cuando lavas los platos. Porque puede ser muy agradable lavar los platos. Puedes disfrutar lavando los platos, respirando y empleando el gatha. Cualquier cosa hecha con plena conciencia puede darte alegría y felicidad. Incluso arrancar el auto. Tienes uno para arrancar el auto. Claro, cuando surge una sensación desagradable hay un gatha para que practiques, para cuidar de esa sensación dolorosa que está brotando. Estos poemas son de mucha ayuda en la vida de un practicante. La práctica de la plena conciencia puede ser muy concreta. Hay cinco áreas de práctica de la plena conciencia. La primera es proteger la vida. Proteger la vida. ¡La vida es tan preciosa! Has de proteger tu propia vida. Protegerte tú mismo. Proteger la vida de aquellos que amas. Y proteger las vidas de otros seres vivos, incluyendo animales, plantas y minerales. Y proteger el planeta Tierra. Este es el primer entrenamiento de la plena conciencia. Reverencia hacia la vida, proteger la vida. (1. Proteger la VIDA) Hay muchos jóvenes que se suicidan, cada día. Porque no saben cómo lidiar con una emoción fuerte. La práctica de la plena conciencia puede ayudarles a no destruirse de esa forma. Creo que si profesores y padres conocen la práctica, pueden transmitirla a los jóvenes. En países como Japón, cada año se suicidan unas 30.000 personas. ¡30.000! Es muchísimo. En Hong Kong, en Gran Bretaña, en EE UU, en todas partes, los jóvenes se suicidan, porque no saben cómo manejar una emoción fuerte. La práctica de la respiración, del caminar conscientes, puede ayudarnos a manejar una emoción fuerte. Deberíamos saber cómo hacerlo y decirles a los jóvenes cómo hacerlo. Habremos salvado sus vidas. Cuando aparece una emoción fuerte, vemos que está surgiendo. Somos conscientes de que está surgiendo. Así que dejamos lo que estemos haciendo, dejamos de pensar. Porque si seguimos pensando, la emoción se hace más fuerte. Al instante volvemos a la práctica de la respiración consciente. Que estés sentado o tumbado, practicas la respiración consciente profunda. Llevas tu mente abajo, al nivel del abdomen. Pones la atención en el subir y bajar del estómago. Al inspirar, sé que se eleva. Al espirar, sé que desciende. Si estás tumbado, puedes poner una mano sobre el abdomen, al inspirar sientes que tu abdomen se eleva, al espirar notas que el abdomen desciende. Trata de respirar lo más profundamente que puedas y concentra la atención en el subir y bajar del abdomen. Mantén esta visión: una emoción fuerte es algo que llega, permanece un tiempo y se va. Es impermanente. Eres mucho más que una emoción. Una emoción es algo pequeño. Pero tú eres mucho más que una emoción. Estás hecho de cuerpo. sensaciones, percepciones, formaciones mentales, conciencia. El territorio de tu ser es vasto, una emoción es solo una pequeña parte de ti. ¿Por qué morir por una emoción? Una emoción es como una tormenta. Si sabes cómo manejar una tormenta, sobrevives. Debes mantener esta visión viva mientras manejas la emoción. (Campana) (Campana) La práctica es bastante fácil: detén el pensamiento, pon tu atención abajo, al nivel del ombligo, practica inspirar y espirar y sé consciente del subir y bajar de tu abdomen. Mantén viva esta visión: una emoción es solo una emoción. No tengo que morir sólo por una emoción. Viene y se irá. Si pones tu atención solo en la inhalación, la exhalación, el subir y bajar del abdomen, estás a salvo. La plena conciencia te protege. No hay pensamientos. Solo existe el respirar, el calmar. 5 u 8 minutos después, desaparecerá. Y habrás sobrevivido a esa emoción. La próxima vez, cuando llegue la emoción, ya no tendrás miedo. Se cómo lidiarlo. No tengo miedo. Pero no debo esperar a que llegue una emoción fuerte para empezar a practicar. Porque olvidaremos practicar. Dejas que te arrastre una emoción fuerte. Hemos de practicar cada día la respiración consciente. Practicar la respiración profunda, la respiración abdominal, unos minutos cada día. En pocas semanas será un hábito, y cuando llegue una emoción fuerte, una sensación dolorosa, nos acordaremos de practicar. Podremos sobrevivir muy bien a esa emoción. Tu niño, tu niña, puede sufrir una crisis, una emoción fuerte. Puede que quieras tomarle la mano y decir: "Cariño, inspira con mamá. ¿Ves cómo al inhalar, nuestro abdomen sube? ¿Y al exhalar, nuestro abdomen baja?” Haces una meditación guiada para el niño. Como tienes la energía de la plena conciencia, se la transmites al niño, a la niña. Entrenas al niño, a la niña para que inspire y espire y cuide de esa fuerte emoción. Es posible. Más tarde, el niño, la niña, podrá hacerlo solo. Como profesores, podemos querer hacerlo con los alumnos en dificultades que se dejan arrastrar por una fuerte emoción. Podemos pedir a los otros niños, a los demás estudiantes, que ayuden. Imagina que en clase un niño sufre una crisis. No parece que podamos calmarlo. Así que pedimos a toda la clase que practique para ayudar a ese niño. Puedes hacer los preparativos para que tú y tus estudiantes puedan practicar la respiración consciente, y generen esa energía colectiva de plena conciencia y paz y puedan ayudar al niño que sufre la crisis. Él percibe el amor, la compasión de todo el grupo, de la clase, y sufrirá menos. Padres y profesores deberían dominar la práctica y transmitir la práctica de la respiración abdominal profunda a los jóvenes. Es muy importante. Es algo que se debería enseñar en la escuela. El segundo ámbito de práctica es el ámbito de la felicidad verdadera. Practicar la felicidad verdadera. Creo que se debe iniciar un diálogo con el tema de la felicidad verdadera. Porque muchos creen que la felicidad está hecha de fama, poder, dinero y placeres sensuales. Sabemos que algunos tienen todo esto en abundancia y sufren profundamente. Muchos de ellos también se suicidan. Hemos de tratar de ayudar a los jóvenes a ver que la felicidad verdadera está hecha de comprensión y amor. De hecho, el amor nace de la comprensión. Si no entiendes a una persona, no puedes amarla ni hacerla feliz. Puede ser útil preguntarle: "Cariño, ¿crees que te comprendo? ¿Crees que te comprendo bastante? Si no es así, ayúdame por favor.” Sabemos que comprendernos a nosotros mismos nos ayudará a comprender a otra persona. Necesitamos comprender nuestro propio sufrimiento, nuestras dificultades, antes de poder comprender el sufrimiento y las dificultades de otra persona. Cuanto te sientes comprendido, te sientes amado. Lo que puedes ofrecer al ser amado es comprensión. La comprensión puede crecer cada día. En el amor verdadero, la comprensión crece cada día. Has de alimentar tu amor con comprensión. Debes intentar comprender al otro. Sobre todo sus dificultades, su sufrimiento. Si es preciso, puedes pedirle ayuda. Un padre puede querer hacer feliz a su hijo, pero si el padre no comprende el sufrimiento, las dificultades del hijo, cuanto más se empeñe, más hará sufrir al hijo. Porque la comprensión es fundamental. Por eso, el padre debe preguntarle a su hijo: "Hijo mío, ¿crees que comprendo tus problemas, que comprendo tus dificultades?” Y el hijo, para poder amar a su padre debería hacer lo mismo: "Padre, ¿crees que te comprendo? ¿Comprendo tu sufrimiento, tus dificultades? Por favor, dímelo.” Comprender es una práctica. Anoche hablamos sobre la práctica del habla amorosa y la escucha profunda que puede ayudarnos a comprender el sufrimiento y restaurar la comunicación. Amar significa comprender. Comprensión es la otra palabra para decir amor. Si no comprendes a alguien, no puedes amarle. Cultivar la comprensión y generar amor y compasión, es el componente verdadero de la felicidad. Alguien sin comprensión y amor no puede ser una persona feliz. Con comprensión y amor en abundancia, aunque no tengas mucho dinero, fama, ganancias, eres feliz de todas formas. Por eso, la plena conciencia es una práctica que nos ayuda a comprender qué es la felicidad verdadera. La felicidad verdadera no se compone de los objetos del ansia como la fama, el poder, la riqueza o los placeres sensuales, sino de comprensión y compasión. El Reino de Dios es un lugar donde hay mucha comprensión y amor. Podemos contribuir a generar más comprensión y amor y convertir un lugar en un verdadero Reino para todos. El tercer ámbito de práctica de la plena conciencia es la práctica del amor verdadero. (3. Practicar amor verdadero) Aprendemos que el deseo sexual no es amor verdadero. La gente mezcla el amor y el deseo sexual. A menudo el deseo sexual destruye el amor y genera mucho sufrimiento. Muchos jóvenes no saben qué es el amor verdadero. Como profesores, padres, hemos de ayudarles. Las chicas y chicos de los institutos sufren mucho. Porque no sabe qué es el amor verdadero. Están perdiendo lo más precioso que tienen. Siguen sufriendo toda la vida, porque no saben en realidad qué es el amor verdadero. Un chico le pidió a su novia que le enviara una foto de ella desnuda. La chica no quería hacerlo. Pero temía que el chico la dejara. Así que tuvo que enviarle su fotografía, que tomó con su propio teléfono. Y el chico enseñó la foto a sus amigos. Pequeñas cosas así ocurren en todas partes y hacen sufrir profundamente a los jóvenes. Eso es lo que les pasa a las jóvenes generaciones. No saben exactamente qué es el amor verdadero. Por eso, es muy importante enseñar a los jóvenes qué es el amor verdadero. Decirles que el deseo sexual no es amor. Decirles que el amor verdadero está hecho de compasión, bondad amorosa, alegría y no discriminación. Maitri es la palabra sánscrita para decir bondad amorosa. (maitri: bondad amorosa) Se parece a la amistad. Maitri es el primer componente del amor verdadero. Es la amistad, la fraternidad. Tiene la capacidad de ofrecer felicidad. Puedes generar alegría y felicidad, puedes ayudar a generar una sensación de alegría y felicidad en ella, en él. Eso es maitri. El amor verdadero debe proporcionar felicidad. No una intención de ofrecer felicidad. Porque puedes tener la intención de hacer feliz a alguien, pero la forma en la que lo haces le hace sufrir. Así que no es la intención de amar, sino la capacidad de hacer feliz a alguien. Si practicas la respiración, el caminar conscientes, y restauras tu frescura, tu belleza, tu calma, puedes ofrecerle estos componentes a ella, a él. Eso es maitri. Eres tan agradable, eres una persona tan fresca, de compañía tan grata, que generas alegría, felicidad, paz, y puedes ayudarle a generar alegría, felicidad y paz. Eso es maitri. Eso es amor verdadero. Y es una práctica, se puede practicar. Los jóvenes pueden hacerlo. El segundo componente del amor verdadero es karuna, que es la compasión. (karuna: compasión) Karuna es la capacidad de aliviar el sufrimiento de alguien, de hacer desaparecer su sufrimiento, de transformar su sufrimiento. Sabemos que la práctica de la escucha compasiva puede hacer que alguien sufra menos. Comprendes su sufrimiento. Le ayudas a aliviar su corazón y a sufrir menos. Si sabes cómo ayudar a alguien a sufrir menos, en tu amor está el componente karuna. El amor verdadero debe contener karuna. La capacidad de ayudar a alguien a sufrir menos. Si hay en ti la energía de la plena conciencia y la compasión, puedes hacer muchas cosas. Puedes ayudar a alguien a sufrir menos con solo sentarte cerca de esa persona, o diciendo algo lleno de compasión y comprensión. Solo enséñale la forma de restaurar la alegría y la felicidad. Podemos hacer muchas cosas para ayudar a alguien a sufrir menos. El tercer componente es mudita, que es la alegría. (mudita: alegría) Si al amar a alguien le haces sufrir y llorar cada día, no es amor verdadero. El amor verdadero proporciona alegría. La alegría es un rasgo del amor verdadero. El amor verdadero debe generar alegría, a ti y a la otra persona. Si le haces llorar y sufrir, eso no es amor verdadero. La alegría es para ambos. El cuarto componente del amor verdadero es upeksa. Upeksa es no discriminación, inclusividad. Ecuanimidad. (upeksa: ecuanimidad) En el amor verdadero, ya no hay fronteras entre tú y el ser amado. Tu sufrimiento es su sufrimiento. Su felicidad es tu felicidad. No puedes decir: "Cariño, ese es tu problema”. No. Tu problema es el mío, cariño. En el amor verdadero no hay más discriminación entre el amante y el amado. Tu felicidad es su felicidad. Tu sufrimiento es su sufrimiento. No discriminación. Incluyes a todo el mundo. Incluyes a ambos. Si es amor verdadero, sigue creciendo cada día. Cuando el amor deja de crecer, empieza a morir. Hemos presenciado muchas veces la muerte del amor. Amor que se convierte en odio e ira porque no sabes cómo alimentar tu amor. Buda dijo que nada puede sobrevivir sin alimento. Tampoco la depresión. Si la depresión persiste, es porque seguimos alimentándola. Si sabemos cómo dejar de nutrir nuestra depresión, la depresión tendrá que morir, desaparecerá. Lo mismo es cierto con nuestro amor. Si no sabemos cómo alimentar diariamente el amor, dejará de crecer, morirá lentamente. Por eso, practicar para hacer que nuestro amor crezca cada día es garantizarnos la felicidad, una constante felicidad. Con la práctica de upeksa, inclusividad. tu amor sigue creciendo cada día. Empieza entre dos personas, pero como eres feliz en ese amor verdadero, tu amor muy pronto incluye una tercera, una cuarta persona. Ya no discriminas. Ya no amas a esa persona tan solo porque venga del mismo país, porque tenga la misma creencia religiosa. En el amor verdadero no hay ninguna discriminación. Todos estarán incluidos en tu amor. Tu amor crecerá y abrazará a todos, no solo a humanos, también a los animales, las plantas y los minerales. Ese es el amor de un gran ser. Incluirlo todo, eso es upeksa. La práctica del amor verdadero se debe enseñar en la escuela. Los profesores deben personificar el amor verdadero. (4. Practicar el habla amorosa y la escucha profunda.) El cuarto ámbito de práctica es la práctica del habla amorosa y la escucha profunda. Es el cuarto entrenamiento de la plena conciencia. Ayer ya hablamos algo de esta práctica. Si sabemos emplear el habla amorosa, si podemos hablar al otro de forma amorosa y compasiva, esa persona abrirá su corazón y nos contará sus dificultades, su sufrimiento. Si sabes escuchar con compasión, puedes restaurar la comunicación y propiciar la reconciliación. En el caso de los profesores, esta práctica debe realizarse primero en el seno de la familia. Cuando hayamos tenido éxito con los miembros de la familia, podemos traer la práctica a la escuela. Si tenemos dificultades con nuestros colegas, podemos restaurar la comunicación y reconciliarnos. Finalmente, podemos llevar la práctica a la escuela. Sin estas prácticas, los profesores pueden hacer sufrir a los alumnos y los alumnos pueden hacer sufrir a los profesores. Hay una brecha entre las dos generaciones. Podemos imaginar a profesores y alumnos sentados juntos, contándose el sufrimiento que han padecido. Los profesores deben poder decir a sus alumnos: "Sé que has sufrido. Sé que puedes tener problemas en tu familia”. Etcétera. "Si no progresas mucho en tus estudios, se debe a estas dificultades. Por favor, cuéntamelo, cuéntanoslo.” Toda la clase puede sentarse y escuchar con compasión. Eso transformará a los estudiantes. Porque otros estudiantes pueden padecer el mismo dolor. Sería precioso que los profesores pudieran sentarse y escuchar el sufrimiento de sus alumnos. Hemos de tener tiempo para hacerlo. La semana pasada, en un retiro en Madrid, en una sesión de preguntas y respuestas, un chico de 11 años se acercó e hizo una pregunta. Sufría, empezaba a tener problemas de insomnio. Culpaba de todo a su madre. Creo que todas las madres desean la felicidad de sus hijos e hijas. Tienen un plan, tienen ideas sobre la forma en que sus hijos pueden ser felices. Y emiten ese mensaje. El chico sufría, incluso cuando su madre le daba las buenas noches. ¿Por qué sufres cuando tu madre te da las buenas noches? Porque tu madre puede querer decir: "No te quedes levantado hasta tarde, no juegues con videojuegos”. Hay una acusación en eso. La relación entre madre e hijo se había hecho difícil. Así que él se acercó, y ante 600 personas hizo esta pregunta: "Querido Thay, empiezo a tener dificultades para dormir. Mi madre siempre está igual, imponiéndome cosas". Etcétera. La madre cree que le mueve el amor. Le dice al hijo lo que es correcto que haga. Como hace un profesor. Pero la forma en la que lo hace no funcionó. Porque no está a gusto consigo misma. Así que respondí al chico: "Sabes, las madres también padecen sufrimiento y dificultades. Crees que eres el único que sufre. Pero no sabes que tu madre padece dificultades y sufrimientos. No has tenido tiempo para pensar sobre las dificultades y sufrimiento de tu madre. No has ayudado a tu madre a sufrir menos. De hecho, has reaccionado de forma tal, que le has hecho sufrir aún más. Por favor, piensa en ella, en su sufrimiento, no solo en tu propio sufrimiento. Has de acercarte a ella y preguntarle cuál es su sufrimiento. Qué dificultades padece. Quizá no sepa cómo manejar su sufrimiento. Por eso, la forma en que te dice qué hacer y qué no hacer te irrita”. ¿Por qué le di esta respuesta? Muchas de las madres presentes lloraban. Porque nosotras, madres, también padecemos sufrimiento. Nuestros hijos e hijas no saben que sufrimos. Solo nos culpan. Tus alumnos sufren. Tienen dificultades con su madre, su padre, etc. Hablarles, enseñarles la práctica, puede ayudarles a sufrir menos. Y puedes hacer algo mejor. Porque estos jóvenes, cuando han superado sus dificultades, cuando han comprendido el sufrimiento de sus padres, van a casa y ayudan a sus padres. Hemos organizado retiros de plena conciencia para jóvenes. En Europa, en América, en Asia. Y muchos jóvenes logran transformación y sanación durante el retiro. Cuando volvieron a casa, ayudaron a sus padres y pudieron restaurar la comunicación con sus padres, y muchos pudieron invitar a sus padres a ir al retiro. Los profesores pueden hacer lo mismo. Podemos ayudar a los estudiantes a sufrir menos, a comprender, a sufrir menos. Y ese estudiante al volver a casa puede ayudar a sus padres a sufrir menos también. Esto ha sido posible con la práctica de la plena conciencia. (Campana) (Campana) (Campana) Un retiro suele durar 6 días. Este retiro dura solo 2 días y medio. Durante los primeros 3, 4 días aprendemos a regar nuestras semillas de comprensión y compasión. Aprendemos a calmar nuestras emociones y sensaciones. Intentamos tocar las maravillas de la vida, refrescantes y sanadoras para curarnos. Y por eso, en el quinto día podemos poner en práctica la enseñanza de la escucha profunda y el habla amorosa. En nuestros retiros siempre ocurre el milagro de la reconciliación. Si la otra persona está en el retiro, será fácil. Porque esa persona ha estado expuesta a las enseñanzas y a la práctica. Se han regado las semillas de comprensión y compasión en las charlas del Dharma, en la práctica de la respiración consciente y la mirada profunda. Pero si la otra persona no está en el retiro, puedes emplear el teléfono para practicar. Solemos animar a la gente a hacerlo antes del final del retiro. Pueden hacerlo hasta la medianoche del quinto día. Muchos han usado el teléfono y funciona muy bien. Mucha gente cuenta el último día del retiro que la noche antes han llamado a sus padres, a su pareja, empleando las técnicas de la escucha compasiva y el habla amorosa, han restaurado la comunicación y se han reconciliado. En nuestros retiros siempre ocurre el milagro de la reconciliación. Esto se puede hacer en el aula. Creo que como profesores, hemos de contar a los estudiantes nuestras dificultades, nuestro sufrimiento. Los profesores sufren y tenemos derecho a hablarles de ello a los alumnos. Podemos empezar la clase diciendo que para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, para que los profesores disfruten enseñando y los alumnos disfruten estudiando, hemos de hacer algo. De lo contrario, ambas partes sufrirán. ¿Están de acuerdo en que hagamos algo para que los profesores disfruten enseñando y los estudiantes disfruten aprendiendo? Porque nuestro sufrimiento nos impide hacerlo. Les voy a contar mi sufrimiento, mis dificultades, y ustedes deberían contarme su sufrimiento, sus dificultades. Hemos de comprendernos mutuamente. Después de esa comprensión mutua, ya no nos culparemos unos a otros, no nos pondremos obstáculos mutuamente, y podremos avanzar más fácil y rápidamente en el camino de la enseñanza y el aprendizaje. Podemos hacer muchas cosas en el aula para ayudar a los alumnos a sufrir menos. Los profesores pueden guiar sesiones de relajación total, profunda. Porque los jóvenes tienen mucha tensión en el cuerpo y en las sensaciones. Un buen alumno puede aprender a guiar una sesión de relajación total para toda la clase, tumbados en la hierba, etcétera. Si observas que un chico, una chica sufre en clase, que parece estar alterada, con la mente ausente, ¿cómo puede estudiar? Podemos dirigirnos a ella y preguntarle qué ocurre. Puede que diga: "Mi madre ha sido hospitalizada esta mañana, y no sé si sobrevivirá”. Con ese sentimiento, ¿cómo podrá estudiar? No puedes imponerle tu voluntad. El profesor puede dirigirse a la clase y decir: "Hay una alumna cuya madre está en el hospital, y está muy preocupada. ¿Podemos practicar, toda la clase, la respiración consciente juntos? Enviaremos esta energía de plena conciencia y compasión a su madre.” Gracias a esa energía colectiva de plena conciencia, generada por el respirar del profesor y los demás alumnos, puedes ayudar a calmar a esa alumna, y quizá pueda seguir la clase. Hay cosas así que pueden hacer los profesores. Quizá haya alumnos difíciles en clase. Si miramos en profundidad, veremos por qué ese o esa joven tiene ese comportamiento. Si tenemos bastante compasión para preguntar, descubriremos el motivo y toda la clase puede ayudar. Al escucharnos unos a otros y comprender el sufrimiento mutuo, podemos calmar las sensaciones, las emociones. Podemos promover la comprensión mutua y ya no nos hacemos sufrir. Hacemos más fácil para todos la labor de enseñar y aprender. Henri era profesor de matemáticas en la escuela francesa de Toronto. Después de pasar tres semanas en Plum Village, regresó a su escuela y practicó la plena conciencia con sus alumnos. Entra en la clase caminando despacio, conscientemente. Empieza a borrar conscientemente el encerado y los alumnos dicen: "Querido profesor, ¿estás enfermo?" (Risas) Él dice: "No, no estoy enfermo. Solo practico el caminar consciente, el consciente... Me gusta hacerlo. Siento mucha paz. Estoy muy relajado porque he aprendido la plena conciencia. ¿Quieren que les diga lo que hice en Plum Village?” Ellos escucharon. Acordaron que cada 15 minutos, un alumno daría una palmada, porque no tenían una campana de plena conciencia, y todos, incluso el profesor, practicarían la respiración consciente y se relajarían. Dejarían de pensar. Eso fue de gran ayuda en el aprendizaje. Al principio era como un juego, pero finalmente funcionó muy bien. Ocurrió la transformación, la sanación, y la clase progresó mucho. Otras clases siguieron su ejemplo. Cuando llegó a la edad de jubilarse, la administración le pidió que se quedara unos años más. Pudo llevar la práctica de la plena conciencia a la escuela y mejorar la calidad de la enseñanza y del aprendizaje en la escuela. La práctica del habla amorosa y la escucha profunda debería crear una atmósfera de comprensión mutua en el aula y los estudiantes no plantearían dificultades a los profesores. La calidad de la enseñanza y el aprendizaje mejorará. La plena conciencia puede practicarse en el ámbito del consumo consciente. (5. Practicar un consumo consciente) La nuestra es una sociedad de consumo. Creemos que la felicidad consiste en tener dinero bastante para comprar lo que queramos. Es una idea sobre la felicidad. Pero ya sabemos que la felicidad verdadera se compone de comprensión y amor. No puedes comprar comprensión y amor en el supermercado. Has de generar ambas cosas por la práctica. Esto también debe ser enseñado en la escuela. El primer... El tipo de... En la tradición budista, hablamos de cuatro tipos de nutrimento. Cuatro tipos de alimento. Cuatro tipos de consumo. Primero, está el alimento comestible. (alimento comestible) Es la clase de alimento que consumimos por la boca. Tu salud depende en gran parte de lo que comes. Deberíamos comer de forma tal que podamos preservar la compasión en el corazón, ayudemos a los seres vivos a sufrir menos, y ayudemos a preservar el planeta. El consumo de carne y alcohol ha destruido el medio ambiente y nuestra salud. Hemos aprendido que comer carne contamina más que conducir un auto. La industria cárnica y del alcohol ha hecho mucho daño al medio ambiente. Hemos aprendido que la cantidad de grano empleada para hacer alcohol y alimentar al ganado es enorme. Decenas de miles de personas mueren cada día por falta de comida. Buda contó la historia de una joven pareja que intentó huir de su país para refugiarse en otro. Llevaron consigo a su pequeño hijo. Debían cruzar un desierto para llegar a otro país y pedir asilo político. Pero no calcularon bien. En medio del desierto se les acabó la comida. Sabían que los tres morirían. Así que tomaron una decisión tremenda: matar al niño y sobrevivir a base de su carne, con la idea de salir del desierto. Así que después de matar al niño, comieron un bocado de su carne y pusieron el resto a secar sobre sus hombros. Cada vez que comían un trozo de esa carne se preguntaban: “¿Dónde está ahora nuestro niño?” Se mesaban el cabello, golpeaban su pecho, sufrieron mucho. Pero finalmente salieron del desierto y fueron aceptados como refugiados. Buda debió escuchar la historia directamente de esa pareja. Dijo a los que le escuchaban: "Queridos amigos, creen que esa pareja disfrutó de comer la carne de su hijo?” Y respondieron: “No, querido maestro. Es imposible que nadie disfrute de comer la carne de su propio hijo”. Buda dijo entonces: "En ese caso, amigos, comamos de forma tal que no consumamos la carne de nuestros hijos e hijas”. Los 40.000 niños que cada día mueren de hambre y malnutrición, ¿quiénes son? Son nuestros hijos e hijas. La cantidad de grano que se emplea para fabricar alcohol y carne debería haber sido usada para salvar a estos niños. Al practicar el comer y beber en plena conciencia podemos preservar nuestra compasión, proteger la vida. Si no hay compasión en nuestro corazón, no podemos ser felices. Nuestros alumnos pueden comprenderlo. Aprendemos que si podemos reducir el consumo de carne y el consumo de alcohol en los países desarrollados, podemos ya transformar el estado de la Tierra. Al dejar de comer carne, dejar de beber alcohol, o reducir su consumo de forma apreciable podemos salvar nuestro planeta, podemos salvar vidas, podemos preservar nuestra compasión. Esta es la primera fuente de alimento: el alimento comestible. (impresiones sensoriales) La segunda fuente de alimento es las impresiones sensoriales. Consumes no solo por la boca, sino por los ojos, los oídos, la nariz, el cuerpo, la mente. Cuando lees un diario, consumes. Cuando miras la televisión, consumes. Cuando escuchas una conversación, música, consumes. Y lo que consumes todos los días puede contener mucho veneno, toxinas. Esto no es bueno para tu salud. Nuestros hijos consumen televisión varias horas cada día. Muchos chicos y chicas pasan 5 o más horas con juegos electrónicos. Hay mucha violencia, ansia, miedo e ira en lo que consumen. Consumir esa cantidad de veneno y toxinas no será bueno para nuestra salud física o mental. Los psicoterapeutas deben ayudar a sus pacientes. Pero pasan mucho tiempo escuchando historias de dolor. Mucho desespero, odio y pena. Si los psicoterapeutas no saben practicar para generar alegría, felicidad, compasión, perderán su equilibrio y enfermarán. Deberíamos conocer nuestros límites para poder continuar largo tiempo esforzándonos en ayudar a los demás. Una conversación también puede ser muy tóxica. Lo que la otra persona te dice puede estar lleno de ira, desesperación, violencia. Durante esa hora en la que le escuchas, estás consumiendo. No es sano para ti. Los jóvenes consumen mucho veneno y toxinas que llevan violencia, miedo, desesperanza e ira. Por eso, en la familia y en el aula, hemos de hablar sobre la práctica del quinto entrenamiento: el consumo consciente. El consumo consciente es la salida. Para asegurar una salud mental y física, has de practicar el consumo consciente. Cuando ves una película, la interrumpen de vez en cuando para los anuncios. Consumes publicidad. Quieren que compres. Esto toca en ti la semilla del ansia. No necesitas comprar nada, pero te instan a que compres. Creen que si no compras eso, no puedes ser feliz. Te hacen creer que la felicidad solo es posible si tienes dinero para comprar cosas. Pero esa no es una visión correcta sobre la felicidad. La felicidad verdadera se compone de comprensión y amor. Nuestros alumnos, nuestros hijos, deben aprender la verdadera felicidad. Debemos sentarnos como una familia, como un aula, para hablar sobre el consumo correcto, consciente. Hay artículos en las revistas y diarios que están llenos de ira, miedo, violencia. Los periodistas no informan bastante sobre cosas saludables, como este retiro. (Risas) No hay nada sensacional en inspirar y espirar, en caminar en paz. Las historias que cubren y que leemos, siempre contienen mucha ira, desesperación, violencia, etc. Aquel era el día de conmemoración de la muerte de Mahatma Gandhi. Yo estaba en Nueva Delhi, y un periódico, The Times of India, me propuso ser editor invitado ese día. Una edición de paz. Fuimos varios monásticos a la sede central del The Times of India a preparar una edición de paz. Esa mañana llegaron malas noticias. Había explotado una bomba en una ciudad cercana. Nosotros y otros editores del The Times of India estábamos sentados en torno a una gran mesa. Preguntaron: "Querido Thay, qué debe hacer un periodista en una mañana como esta? Ataques terroristas, bombas”. Aconsejé a todos practicar la respiración consciente y calmarse. No deberíamos hablar inmediatamente. Hemos de hablar desde la calma interior. Tras unos minutos de respiración consciente, dije: "Claro que hay que dar la noticia. Pero hemos de hacerlo de forma tal, que no reguemos las semillas de ira, miedo y violencia. Eso sería destructivo. Informamos sobre la verdad, pero ayudamos a que se comprenda por qué se hacen cosas así. Son víctimas de la incomprensión. Les mueve la ira, el miedo, y el deseo de castigar. No ven que la gente no necesita que la castiguen. Que necesita ayuda. Hemos de informar. Pero hay una manera de informar que puede regar las semillas de comprensión y compasión en el corazón de los lectores. Así que ese día, intentamos escribir sobre el ataque terrorista de forma tal que ayudara a la gente a saber por qué alguien había hecho algo así a sus compatriotas. Al leerlo puedes ver que regamos en ti la comprensión y la compasión. Si consumimos sin atención, nos llenamos de toxinas y veneno y enfermamos. Nuestra familia enferma, nuestra ciudad enferma, nuestro país enferma. Y fácilmente podemos involucrarnos en una guerra. (volición) El tercer tipo de alimento es la volición. Es nuestra aspiración, nuestro más profundo deseo. Todos queremos hacer algo con nuestra vida. Todos deberíamos tener tiempo para sentarnos y preguntarnos: ¿Qué quiero hacer con mi vida? ¿Cuál es mi más profunda aspiración? Porque algunos piensan que su más profundo deseo es tener mucho dinero, ser el número uno en su negocio. Tener mucho poder, fama, sexo, placeres sensuales. Pero perseguir estos objetos de deseo puede causar destrucción en nuestro cuerpo y mente. Así que esa no es mi aspiración más profunda. Los terroristas, lo que quieren sobre todo es castigar. Pueden creer que actúan en nombre de la justicia, de Dios. Pero les mueve el deseo de castigar, de destruir. No es un buen alimento. Cuando te mueve la ira, el deseo de castigar, tu alimento no es sano. Pero si te mueve el deseo de ayudar a los jóvenes a sufrir menos, ese es un buen alimento. Si tu deseo es cambiar el mundo a mejor, ese es un buen alimento. Si tu deseo es ayudar a los demás a sufrir menos, saber cómo practicar amor verdadero, promover la comprensión y la reconciliación mutuas, ese es un buen alimento. Cuando tienes en ti ese bloque de energía, eres lo bastante fuerte para superar cualquier obstáculo en tu camino. Así que el tercer alimento es... (vietnamita) El tercer tipo de alimento es una fuente de energía. Hemos de descubrirla. Si tu más profundo deseo es proteger el medio ambiente, proteger a la Madre Tierra, ese es un buen deseo, ese es un buen alimento. Tienes una buena motivación. Lo que quieres hacer con tu vida es el tercer alimento, la volición. Hemos de ayudar a los jóvenes a tener una buena aspiración, a encontrar un sentido a la vida, a dar sentido a sus vidas, lo que les dará gran energía para que hagan algo importante con sus vidas. Si los profesores la tienen, si tienen esa fuente de energía, pueden transmitírsela a sus alumnos. Yo también soy profesor. Cada día transmito a mis estudiantes, monásticos y laicos, esa energía. Mis estudiantes llevan una vida muy simple, sobre todo los monásticos. Ninguno de ellos tiene una cuenta bancaria. Ninguno percibe un salario. Ninguno posee una casa, un automóvil propios. Y sin embargo, son felices. Pasan su tiempo generando fraternidad, una comunidad de práctica. Organizan retiros para ayudar a que la gente sufra menos. Actuamos no como individuos, sino como una comunidad. La alegría, la felicidad, la compasión son posibles llevando una vida sencilla, siempre que tengas una fuente de aspiración. Este es el tercer alimento: el ideal de servir y ayudar a que se sufra menos. Así que ante todo, los profesores deben tener esa aspiración. Entonces, podrán transmitir a sus alumnos esa misma energía. Cuando los alumnos tienen esa energía, sufren menos. Saben dónde ir. Qué dirección tomar y no destruir sus cuerpos y mentes en busca de placeres sensuales, etc. La última fuente de alimento es la conciencia. (conciencia) Consumimos nuestra propia conciencia. Hay buenos objetos de consumo en la conciencia. En nuestra conciencia hay un infierno. También hay un paraíso, el Reino de Dios. En el budismo, hablamos de la conciencia en términos de semillas. (semillas) Existe la semilla del amor. Existe la semilla de la compasión, la de la alegría, la de la felicidad, la semilla de la fraternidad, del perdón. Hay muchas cosas buenas en nuestra conciencia. Si sabemos regar las semillas cada día, crecerán. El paraíso, el Reino de Dios estará disponible para que lo consumamos. Cuando escuchas una charla como esta, cuando participas en un debate sobre la compasión, cómo ayudar a los demás a sufrir menos, riegas en ti las buenas semillas. Significa que el paraíso, el Reino de Dios te habita. Ayudas a que se manifieste para ti y para los seres amados. Pero también hay un infierno interior. El sufrimiento que nos ha sido transmitido por nuestros padres y ancestros. Sufrimiento que no ha sido comprendido, que no ha sido transformado y que te ha sido transmitido, a ti, a nosotros. Si conocemos la práctica, podemos transformarlo. En caso contrario, siempre estará ahí, en nuestra conciencia. El sufrimiento de nuestros ancestros aún está en nosotros. Seguimos padeciendo el sufrimiento de los ancestros. Su frustración, su ira, su miedo, aún están en nosotros. También hemos podido sufrir en la infancia. Quizá nos han maltratado violentamente. Muchos tendemos a regresar a ese oscuro rincón de nuestra conciencia y experimentamos de nuevo el sufrimiento pasado. Sabemos que ahora la vida es maravillosa. El cielo azul, los hermosos árboles. Las flores, los niños. Pero no somos capaces de establecernos en el momento presente. Porque tenemos un pasado doloroso. Muchos somos arrastrados a ese oscuro rincón del pasado y vemos una y otra vez la proyección de la película del pasado para experimentar de nuevo el sufrimiento del pasado. Esa es una prisión. Si la otra persona, si tu pareja suele hacerlo, has de ayudarle a salir de ahí. "Cariño, la vida es bella en el momento presente. ¿Por qué regresas siempre a ese oscuro lugar? Tan solo es el pasado. El pasado ya se ha ido”. Con plena conciencia, con alegría, puedes ayudarle a salir de ese oscuro rincón de la conciencia. Porque existe un paraíso, existe un reino de Dios en el momento presente para que lo disfrutes. ¿Por qué has de regresar al pasado, a ese rincón? Por supuesto, los psicoterapeutas nos ayudan a hacer esto mismo. Pero si los terapeutas pueden hacerlo en su propio beneficio, podrán ayudar al paciente a hacerlo también. Después, está la conciencia colectiva. Como alimento. Sabemos que hay grupos llenos de ira. Llenos de desesperación y violencia, e ira. Hay barrios así, donde niños nacen y crecen. Todos en ese barrio generan odio, ira, miedo, desespero y violencia cada día. Si has nacido y crecido ahí, lo consumes cada día. No puedes ser feliz si consumes esa energía colectiva de odio, ira, violencia. Si vives en ese barrio, deberías despertar y ver que no es un ambiente saludable. Has de salir de ahí cuanto antes y buscar un entorno más sano para que sanes y ayudes a sanar a tus hijos. Porque no quieres consumir esa energía colectiva de odio e ira. Tras haber practicado y habernos curado, podemos regresar a esa comunidad a ayudar. Pero no antes. Creo que un ministro de medio ambiente, un ministro de educación, que se encargue del urbanismo, debería meditar sobre esos asuntos. Cómo transformar esos barrios violentos, llenos de miedo e ira. Qué práctica puede ayudar a sanar. Esta es una cuestión crucial. Crear una comunidad donde haya fraternidad y alegría es crear un entorno saludable. Es lo más maravilloso. Si puedes instalarte en ese entorno, si tus hijos tienen la oportunidad de vivir en un entorno sano como ese, crecerán como personas felices. La construcción de una comunidad es crucial. Al pertenecer a un grupo de personas, intentamos practicar de forma tal que enseñe a los demás cómo consumir. No debemos permitirnos consumir esa energía colectiva de ira. No es bueno para nuestra salud, para la salud de nuestro país. Hemos de tener compasión y comprensión. Eso nos curará y ayudará a curar a aquellos que consideramos enemigos. Sabemos que si tenemos suficiente paz, alegría y compasión, podemos servir a mucha gente. No necesitamos considerar más el divorcio, la separación. Ya no necesitamos establecer un país independiente. Porque hay suficiente compasión, comprensión y felicidad. Si estamos pensando en divorcio, separación, en crear un estado separado, es porque no tenemos compasión suficiente, comprensión, fraternidad, alegría y felicidad. Con la práctica de la plena conciencia tendremos bastante de estas cosas y no pensaremos en otras. Así que los cinco entrenamientos son una expresión muy concreta de la práctica de la plena conciencia. Si nosotros y los jóvenes vivimos según los cinco entrenamientos, la felicidad es posible, la compasión es posible, la sanación es posible. Un profesor debe personificar esa vida consciente, esa compasión y comprensión. Eso ayudará muchísimo a la generación más joven en su transformación y sanación. Seguiremos mañana. (Campana) (Campana) (Campana) (Campana)