(The Plum Village Online Monastery)
(Estas conscientes
retransmisiones son posibles
gracias al apoyo de espectadores como tú.)
(Dona aquí: http:// pvom.org)
(Gracias por tu generosidad)
# Que el día sea bueno,
la noche propicia.
# Que también el mediodía
traiga felicidad.
# Que a cada minuto y a cada segundo,
# el día sea bueno
y la noche propicia.
# Que todo esté protegido y a salvo,
# bajo la bendición de las Tres Joyas.
# Que todos los seres nacidos
de las cuatro maneras
# vivan en una tierra de pureza.
# Que todos los seres en los tres mundos
nazcan sobre tronos de lotos.
# Que los innumerables espíritus errantes
# realicen los tres estados virtuosos
del camino del bodhisattva.
# Que todos los seres realicen,
con gracia y calma,
# las etapas del bodhisattva.
# El rostro del Honrado por el Mundo,
# como la luna llena
o la órbita del sol,
# brilla con la luz de la claridad.
# Un halo de sabiduría
se expande en toda dirección,
envolviéndolo todo en amor,
compasión, alegría y ecuanimidad.
# Namo Shakyamunaye Buddhaya,
# Namo Shakyamunaye Buddhaya,
# Namo Shakyamunaye Buddhaya. #
(Campana)
# De las profundidades de la comprensión
# brota una flor de gran elocuencia.
# La bodhisattva se yergue majestuosa
# sobre las olas de nacimiento y muerte,
libre de toda aflicción.
# Su gran compasión
elimina todo mal,
# incluso el tenido por incurable.
# Su luz maravillosa barre
todo obstáculo y peligro.
# Su rama de sauce, una vez ondeada,
revela infinitas Tierras de Buda.
# Su flor de loto se transforma
en multitud de centros de práctica.
# Nos inclinamos ante ella.
# Vemos su verdadera presencia
en el aquí y el ahora.
# Le ofrecemos el incienso
de nuestros corazones.
# Que la Bodhisattva
de la Escucha Profunda
nos abrace a todos
con su gran compasión.
# Namo 'valokiteshvaraya,
# Namo 'valokiteshvaraya,
# Namo 'valokiteshvaraya. #
(Campana)
(Campana)
(Campana)
(Campana)
(Campana)
(Campana)
Buenos días, queridos amigos.
Espero que todos oigan
con suficiente claridad.
Yo comencé la práctica
de la plena conciencia a los 16 años.
Fui ordenado monje novicio
a los 16 años.
El primer manual de plena conciencia
contiene varios poemas.
Cada poema tiene 4 versos.
Y cada verso 5 palabras.
Fue escrito en chino clásico.
Al despertar por la mañana,
debía leer el primer verso de un poema
y respirar.
Al inhalar,
leía el primer verso
en silencio.
Al exhalar,
leía el segundo verso.
Luego una inspiración con el tercer verso
y una espiración con el cuarto.
Es un poema que me ayuda
a ser consciente al despertar.
El primer gatha o poema es así:
"Al despertar por la mañana, sonrío".
Lo primero que haces por la mañana
es sonreír.
"Al despertar por la mañana, sonrío".
Inhalas y sonríes.
Luego, al exhalar
lees el segundo verso:
"Ante mí,
24 preciosas nuevas horas de vida."
Es un regalo de la vida.
¡24 preciosas nuevas horas de vida!
Es muchísimo.
Luego inhalo de nuevo
y leo el tercer verso:
"Me comprometo a vivir
esas 24 horas en profundidad."
Cada hora profundamente,
no voy a malgastarlas.
No permito que la ira,
el miedo, la envidia
me impidan vivir en profundidad
estas 24 horas que me han sido dadas.
El último verso es:
"Me comprometo a aprender
a mirar a todos los que me rodean
con ojos de compasión”.
Este es el primer poema.
Un novicio debe memorizar
todos estos poemas
para practicar la plena conciencia.
"Al despertar por la mañana, sonrío.
Ante mí,
24 preciosas nuevas horas de vida.
Las viviré en profundidad
y aprenderé a mirar a todos
con los ojos de la compasión”.
No hay pensar, solo respirar
y recordar vivir de forma tal
que no malgastes la vida.
Al cepillarte los dientes,
tienes un poema para hacerlo.
Así, eres feliz mientras
te cepillas los dientes,
puedes ser consciente.
Aprecias el agua,
aprecias el tiempo que tienes
para cepillarte los dientes.
Cuando te vistes,
tienes un poema para practicar.
Cuando te sientas,
tienes un poema para sentarte.
Un novicio, antes de sentarse,
respira y lee un poema.
No puedes oír nada,
pero un novicio debe practicar
la respiración consciente
mientras se sienta.
Es así:
"Sentarse aquí es como sentarse
al pie del árbol Bodhi
y levantarse como un buda."
Estoy sentado
y me permito ser libre,
no estar atado por aflicciones
como la ira y el miedo.
Me siento como una persona libre.
Hay unos 50 poemas similares
que el novicio debe memorizar
para que él, ella, practique
la plena conciencia todo el día
y disfrute cada instante
de su vida diaria.
Hemos traducido estos poemas
al inglés, francés, etc.
Puede que quieras usarlos
para practicar
la plena conciencia de la respiración
y así mejores la calidad
de tu vida diaria.
Hemos inventado nuevos poemas,
como: “Montar en bicicleta”,
porque el manual es muy antiguo,
no hay un poema
para montar en bicicleta.
(Risas)
Así que inventé un poema
para montar en bicicleta.
Puede que les interese saber
que soy uno de los primeros
monjes budistas en Vietnam
que montó en bici.
(Risas)
Es algo muy moderno.
(Risas)
Ahora conducen autos,
usan motos,
pero entonces, que un monje
fuera en bicicleta
era algo muy nuevo.
Ahora tenemos también un poema
para usar al llamar por teléfono,
se llama “Meditación del teléfono”.
(Risas)
Sostienes el teléfono,
quieres llamar a alguien.
Inhalas con un verso,
y exhalas con el segundo verso,
inhalas con el tercer verso
y exhalas con el cuarto.
Así, estás en calma.
La calidad de la conversación será mejor.
"Las palabras viajan miles de kilómetros,
pueden construir más comprensión y amor.
Hago el voto de que mis palabras
promoverán
la comprensión mutua y el amor.”
Cada palabra que diga será bella,
como una flor, un bordado.”
Antes de marcar el número,
sostienes el teléfono
y disfrutas inspirando, espirando
dos veces mientras lo lees.
Ahora ya estás lo bastante fresco
para telefonear.
Cuando oigas el sonido
al otro lado de la línea
sabes que la otra persona
no va a responder inmediatamente,
porque también
está practicando el respirar.
(Risas)
Sí, en Plum Village,
cuando oyes el teléfono
no debes responder al instante.
Se considera el sonido del teléfono
una campana de plena conciencia.
Porque si no practicas,
puede que el timbre
te moleste algo.
¿Quién llama?
¿Serán buenas o malas noticias?
Pero si practicas
la meditación del teléfono,
te detienes donde estás,
escuchas el timbre del teléfono,
inhalas, exhalas y te calmas.
Así que la próxima vez
que llames a Plum Village,
si no te responden al instante...
(Risas)
Sabes que están inspirando y espirando.
(Risas)
Si sabes que están inspirando y espirando,
te dices:
"Están respirando.
¿Por qué yo no?”
(Risas)
Así que no esperas.
Disfrutas de inspirar y espirar
hasta que esa persona
responda a la llamada.
Se llama meditación del teléfono.
En la India, hay un maestro
del Dharma laico, Shantum.
Su madre fue
presidenta del tribunal supremo.
Cuando la visitamos,
hablamos de la meditación del teléfono.
Le pareció muy útil.
Así que practica
la meditación del teléfono.
Imaginen una ciudad como Barcelona
donde todos practiquen
la meditación del teléfono.
Habría mucha más paz, felicidad,
comprensión mutua y amor,
porque tendríamos tiempo
para refrescarnos,
para mejorar la calidad de nuestra habla.
Hablando puedes promover
la comprensión, el amor, etc.
En el Libro de cantos de Plum Village
puedes encontrar
algunos poemas como estos.
Si quieres, puedes memorizarlos
y disfrutar de practicarlos
en tu vida diaria.
“Al sentarse”, “Al empezar a caminar”
Hay uno para cuando
lavas los platos.
Porque puede ser muy agradable
lavar los platos.
Puedes disfrutar lavando los platos,
respirando y empleando el gatha.
Cualquier cosa hecha con plena conciencia
puede darte alegría y felicidad.
Incluso arrancar el auto.
Tienes uno para arrancar el auto.
Claro, cuando surge
una sensación desagradable
hay un gatha para que practiques,
para cuidar de esa sensación dolorosa
que está brotando.
Estos poemas son de mucha ayuda
en la vida de un practicante.
La práctica de la plena conciencia
puede ser muy concreta.
Hay cinco áreas de práctica
de la plena conciencia.
La primera es proteger la vida.
Proteger la vida.
¡La vida es tan preciosa!
Has de proteger tu propia vida.
Protegerte tú mismo.
Proteger la vida
de aquellos que amas.
Y proteger las vidas
de otros seres vivos,
incluyendo animales, plantas y minerales.
Y proteger el planeta Tierra.
Este es el primer entrenamiento
de la plena conciencia.
Reverencia hacia la vida,
proteger la vida.
(1. Proteger la VIDA)
Hay muchos jóvenes
que se suicidan, cada día.
Porque no saben cómo lidiar
con una emoción fuerte.
La práctica de la plena conciencia
puede ayudarles
a no destruirse de esa forma.
Creo que si profesores y padres
conocen la práctica,
pueden transmitirla a los jóvenes.
En países como Japón,
cada año se suicidan
unas 30.000 personas.
¡30.000!
Es muchísimo.
En Hong Kong,
en Gran Bretaña, en EE UU,
en todas partes,
los jóvenes se suicidan,
porque no saben cómo manejar
una emoción fuerte.
La práctica de la respiración,
del caminar conscientes,
puede ayudarnos a manejar
una emoción fuerte.
Deberíamos saber cómo hacerlo
y decirles a los jóvenes
cómo hacerlo.
Habremos salvado sus vidas.
Cuando aparece una emoción fuerte,
vemos que está surgiendo.
Somos conscientes de que está surgiendo.
Así que dejamos lo que estemos haciendo,
dejamos de pensar.
Porque si seguimos pensando,
la emoción se hace más fuerte.
Al instante volvemos a la práctica
de la respiración consciente.
Que estés sentado o tumbado,
practicas la respiración
consciente profunda.
Llevas tu mente abajo,
al nivel del abdomen.
Pones la atención en el subir
y bajar del estómago.
Al inspirar, sé que se eleva.
Al espirar, sé que desciende.
Si estás tumbado,
puedes poner una mano
sobre el abdomen,
al inspirar sientes
que tu abdomen se eleva,
al espirar notas
que el abdomen desciende.
Trata de respirar
lo más profundamente que puedas
y concentra la atención
en el subir y bajar del abdomen.
Mantén esta visión:
una emoción fuerte
es algo que llega,
permanece un tiempo y se va.
Es impermanente.
Eres mucho más que una emoción.
Una emoción es algo pequeño.
Pero tú eres mucho más
que una emoción.
Estás hecho de cuerpo.
sensaciones, percepciones,
formaciones mentales, conciencia.
El territorio de tu ser es vasto,
una emoción es solo
una pequeña parte de ti.
¿Por qué morir
por una emoción?
Una emoción es como una tormenta.
Si sabes cómo manejar una tormenta,
sobrevives.
Debes mantener esta visión viva
mientras manejas la emoción.
(Campana)
(Campana)
La práctica es bastante fácil:
detén el pensamiento,
pon tu atención abajo,
al nivel del ombligo,
practica inspirar y espirar
y sé consciente del subir y bajar
de tu abdomen.
Mantén viva esta visión:
una emoción es solo una emoción.
No tengo que morir
sólo por una emoción.
Viene y se irá.
Si pones tu atención solo
en la inhalación, la exhalación,
el subir y bajar del abdomen,
estás a salvo.
La plena conciencia te protege.
No hay pensamientos.
Solo existe el respirar, el calmar.
5 u 8 minutos después,
desaparecerá.
Y habrás sobrevivido a esa emoción.
La próxima vez,
cuando llegue la emoción,
ya no tendrás miedo.
Se cómo lidiarlo.
No tengo miedo.
Pero no debo esperar a que llegue
una emoción fuerte
para empezar a practicar.
Porque olvidaremos practicar.
Dejas que te arrastre
una emoción fuerte.
Hemos de practicar cada día
la respiración consciente.
Practicar la respiración profunda,
la respiración abdominal,
unos minutos cada día.
En pocas semanas será un hábito,
y cuando llegue una emoción fuerte,
una sensación dolorosa,
nos acordaremos de practicar.
Podremos sobrevivir
muy bien a esa emoción.
Tu niño, tu niña,
puede sufrir una crisis,
una emoción fuerte.
Puede que quieras
tomarle la mano y decir:
"Cariño, inspira con mamá.
¿Ves cómo al inhalar,
nuestro abdomen sube?
¿Y al exhalar, nuestro abdomen baja?”
Haces una meditación
guiada para el niño.
Como tienes la energía
de la plena conciencia,
se la transmites
al niño, a la niña.
Entrenas al niño, a la niña
para que inspire y espire
y cuide de esa fuerte emoción.
Es posible.
Más tarde,
el niño, la niña,
podrá hacerlo solo.
Como profesores,
podemos querer hacerlo
con los alumnos en dificultades
que se dejan arrastrar
por una fuerte emoción.
Podemos pedir a los otros niños,
a los demás estudiantes, que ayuden.
Imagina que en clase
un niño sufre una crisis.
No parece que podamos calmarlo.
Así que pedimos a toda la clase
que practique para ayudar a ese niño.
Puedes hacer los preparativos
para que tú y tus estudiantes
puedan practicar
la respiración consciente,
y generen esa energía colectiva
de plena conciencia y paz
y puedan ayudar al niño
que sufre la crisis.
Él percibe el amor, la compasión
de todo el grupo, de la clase,
y sufrirá menos.
Padres y profesores
deberían dominar la práctica
y transmitir la práctica
de la respiración abdominal profunda
a los jóvenes.
Es muy importante.
Es algo que se debería
enseñar en la escuela.
El segundo ámbito de práctica
es el ámbito de la felicidad verdadera.
Practicar la felicidad verdadera.
Creo que se debe iniciar un diálogo
con el tema de la felicidad verdadera.
Porque muchos creen
que la felicidad está hecha
de fama, poder, dinero
y placeres sensuales.
Sabemos que algunos tienen
todo esto en abundancia
y sufren profundamente.
Muchos de ellos
también se suicidan.
Hemos de tratar
de ayudar a los jóvenes
a ver que la felicidad verdadera
está hecha de comprensión y amor.
De hecho, el amor nace
de la comprensión.
Si no entiendes a una persona,
no puedes amarla
ni hacerla feliz.
Puede ser útil
preguntarle:
"Cariño, ¿crees que te comprendo?
¿Crees que te comprendo bastante?
Si no es así, ayúdame por favor.”
Sabemos que
comprendernos a nosotros mismos
nos ayudará a comprender a otra persona.
Necesitamos comprender
nuestro propio sufrimiento,
nuestras dificultades,
antes de poder comprender
el sufrimiento y las dificultades
de otra persona.
Cuanto te sientes comprendido,
te sientes amado.
Lo que puedes ofrecer al ser amado
es comprensión.
La comprensión puede crecer cada día.
En el amor verdadero,
la comprensión crece cada día.
Has de alimentar tu amor
con comprensión.
Debes intentar comprender al otro.
Sobre todo sus dificultades,
su sufrimiento.
Si es preciso, puedes pedirle ayuda.
Un padre puede querer
hacer feliz a su hijo,
pero si el padre no comprende
el sufrimiento,
las dificultades del hijo,
cuanto más se empeñe,
más hará sufrir al hijo.
Porque la comprensión
es fundamental.
Por eso, el padre
debe preguntarle a su hijo:
"Hijo mío, ¿crees que
comprendo tus problemas,
que comprendo tus dificultades?”
Y el hijo, para poder amar a su padre
debería hacer lo mismo:
"Padre, ¿crees que
te comprendo?
¿Comprendo tu sufrimiento,
tus dificultades?
Por favor, dímelo.”
Comprender es una práctica.
Anoche hablamos
sobre la práctica del habla amorosa
y la escucha profunda
que puede ayudarnos
a comprender el sufrimiento
y restaurar la comunicación.
Amar significa comprender.
Comprensión es
la otra palabra para decir amor.
Si no comprendes a alguien,
no puedes amarle.
Cultivar la comprensión
y generar amor y compasión,
es el componente verdadero
de la felicidad.
Alguien sin comprensión y amor
no puede ser una persona feliz.
Con comprensión y amor en abundancia,
aunque no tengas mucho dinero,
fama, ganancias,
eres feliz de todas formas.
Por eso,
la plena conciencia es una práctica
que nos ayuda a comprender
qué es la felicidad verdadera.
La felicidad verdadera no se compone
de los objetos del ansia
como la fama,
el poder, la riqueza
o los placeres sensuales,
sino de comprensión y compasión.
El Reino de Dios es un lugar
donde hay mucha comprensión y amor.
Podemos contribuir
a generar más comprensión y amor
y convertir un lugar
en un verdadero Reino para todos.
El tercer ámbito de práctica
de la plena conciencia
es la práctica del amor verdadero.
(3. Practicar amor verdadero)
Aprendemos
que el deseo sexual no es
amor verdadero.
La gente mezcla el amor
y el deseo sexual.
A menudo el deseo sexual
destruye el amor
y genera mucho sufrimiento.
Muchos jóvenes no saben
qué es el amor verdadero.
Como profesores, padres,
hemos de ayudarles.
Las chicas y chicos de los institutos
sufren mucho.
Porque no sabe qué es
el amor verdadero.
Están perdiendo
lo más precioso que tienen.
Siguen sufriendo toda la vida,
porque no saben en realidad
qué es el amor verdadero.
Un chico le pidió a su novia
que le enviara una foto de ella desnuda.
La chica no quería hacerlo.
Pero temía
que el chico la dejara.
Así que tuvo que enviarle su fotografía,
que tomó con su propio teléfono.
Y el chico
enseñó la foto a sus amigos.
Pequeñas cosas así
ocurren en todas partes
y hacen sufrir
profundamente a los jóvenes.
Eso es lo que les pasa
a las jóvenes generaciones.
No saben exactamente
qué es el amor verdadero.
Por eso,
es muy importante enseñar a los jóvenes
qué es el amor verdadero.
Decirles que el deseo sexual
no es amor.
Decirles que el amor verdadero
está hecho de compasión,
bondad amorosa, alegría
y no discriminación.
Maitri es la palabra sánscrita
para decir bondad amorosa.
(maitri: bondad amorosa)
Se parece a la amistad.
Maitri es el primer componente
del amor verdadero.
Es la amistad, la fraternidad.
Tiene la capacidad
de ofrecer felicidad.
Puedes generar alegría y felicidad,
puedes ayudar a generar
una sensación de alegría y felicidad
en ella, en él.
Eso es maitri.
El amor verdadero
debe proporcionar felicidad.
No una intención de ofrecer felicidad.
Porque puedes tener la intención
de hacer feliz a alguien,
pero la forma en la que lo haces
le hace sufrir.
Así que no es la intención de amar,
sino la capacidad
de hacer feliz a alguien.
Si practicas la respiración,
el caminar conscientes,
y restauras tu frescura,
tu belleza, tu calma,
puedes ofrecerle
estos componentes a ella, a él.
Eso es maitri.
Eres tan agradable,
eres una persona tan fresca,
de compañía tan grata,
que generas
alegría, felicidad, paz,
y puedes ayudarle a generar
alegría, felicidad y paz.
Eso es maitri.
Eso es amor verdadero.
Y es una práctica,
se puede practicar.
Los jóvenes pueden hacerlo.
El segundo componente
del amor verdadero es karuna,
que es la compasión.
(karuna: compasión)
Karuna es la capacidad
de aliviar el sufrimiento de alguien,
de hacer desaparecer su sufrimiento,
de transformar su sufrimiento.
Sabemos que la práctica
de la escucha compasiva
puede hacer que alguien sufra menos.
Comprendes su sufrimiento.
Le ayudas a aliviar
su corazón
y a sufrir menos.
Si sabes cómo ayudar
a alguien a sufrir menos,
en tu amor está el componente karuna.
El amor verdadero
debe contener karuna.
La capacidad de ayudar a alguien
a sufrir menos.
Si hay en ti la energía
de la plena conciencia y la compasión,
puedes hacer muchas cosas.
Puedes ayudar a alguien a sufrir menos
con solo sentarte cerca de esa persona,
o diciendo algo lleno
de compasión y comprensión.
Solo enséñale la forma
de restaurar la alegría y la felicidad.
Podemos hacer muchas cosas
para ayudar a alguien
a sufrir menos.
El tercer componente es mudita,
que es la alegría.
(mudita: alegría)
Si al amar a alguien
le haces sufrir
y llorar cada día,
no es amor verdadero.
El amor verdadero
proporciona alegría.
La alegría es un rasgo del amor verdadero.
El amor verdadero
debe generar alegría,
a ti y a la otra persona.
Si le haces llorar y sufrir,
eso no es amor verdadero.
La alegría es para ambos.
El cuarto componente del amor
verdadero es upeksa.
Upeksa es
no discriminación, inclusividad.
Ecuanimidad.
(upeksa: ecuanimidad)
En el amor verdadero,
ya no hay fronteras
entre tú y el ser amado.
Tu sufrimiento es su sufrimiento.
Su felicidad es tu felicidad.
No puedes decir:
"Cariño, ese es tu problema”.
No.
Tu problema es el mío, cariño.
En el amor verdadero
no hay más discriminación
entre el amante y el amado.
Tu felicidad es su felicidad.
Tu sufrimiento es su sufrimiento.
No discriminación.
Incluyes a todo el mundo.
Incluyes a ambos.
Si es amor verdadero,
sigue creciendo cada día.
Cuando el amor deja de crecer,
empieza a morir.
Hemos presenciado muchas veces
la muerte del amor.
Amor que se convierte en odio e ira
porque no sabes
cómo alimentar tu amor.
Buda dijo que nada
puede sobrevivir sin alimento.
Tampoco la depresión.
Si la depresión persiste,
es porque seguimos alimentándola.
Si sabemos cómo dejar
de nutrir nuestra depresión,
la depresión tendrá que morir,
desaparecerá.
Lo mismo es cierto con nuestro amor.
Si no sabemos cómo alimentar
diariamente el amor,
dejará de crecer,
morirá lentamente.
Por eso,
practicar para hacer
que nuestro amor crezca cada día
es garantizarnos la felicidad,
una constante felicidad.
Con la práctica de upeksa, inclusividad.
tu amor sigue creciendo cada día.
Empieza entre dos personas,
pero como eres feliz
en ese amor verdadero,
tu amor muy pronto
incluye una tercera, una cuarta persona.
Ya no discriminas.
Ya no amas a esa persona
tan solo porque venga del mismo país,
porque tenga
la misma creencia religiosa.
En el amor verdadero
no hay ninguna discriminación.
Todos estarán
incluidos en tu amor.
Tu amor crecerá y abrazará a todos,
no solo a humanos,
también a los animales,
las plantas y los minerales.
Ese es el amor de un gran ser.
Incluirlo todo,
eso es upeksa.
La práctica del amor verdadero
se debe enseñar en la escuela.
Los profesores deben
personificar el amor verdadero.
(4. Practicar el habla amorosa
y la escucha profunda.)
El cuarto ámbito de práctica
es la práctica del habla amorosa
y la escucha profunda.
Es el cuarto entrenamiento
de la plena conciencia.
Ayer ya hablamos algo de esta práctica.
Si sabemos emplear el habla amorosa,
si podemos hablar al otro
de forma amorosa y compasiva,
esa persona abrirá su corazón
y nos contará sus dificultades,
su sufrimiento.
Si sabes escuchar con compasión,
puedes restaurar la comunicación
y propiciar la reconciliación.
En el caso de los profesores,
esta práctica debe realizarse primero
en el seno de la familia.
Cuando hayamos tenido éxito
con los miembros de la familia,
podemos traer la práctica a la escuela.
Si tenemos dificultades
con nuestros colegas,
podemos restaurar
la comunicación y reconciliarnos.
Finalmente, podemos llevar
la práctica a la escuela.
Sin estas prácticas,
los profesores pueden
hacer sufrir a los alumnos
y los alumnos pueden
hacer sufrir a los profesores.
Hay una brecha
entre las dos generaciones.
Podemos imaginar
a profesores y alumnos sentados juntos,
contándose el sufrimiento
que han padecido.
Los profesores deben
poder decir a sus alumnos:
"Sé que has sufrido.
Sé que puedes tener
problemas en tu familia”.
Etcétera.
"Si no progresas mucho en tus estudios,
se debe a estas dificultades.
Por favor, cuéntamelo, cuéntanoslo.”
Toda la clase puede sentarse
y escuchar con compasión.
Eso transformará a los estudiantes.
Porque otros estudiantes
pueden padecer el mismo dolor.
Sería precioso
que los profesores pudieran sentarse
y escuchar el sufrimiento
de sus alumnos.
Hemos de tener tiempo para hacerlo.
La semana pasada, en un retiro en Madrid,
en una sesión de preguntas y respuestas,
un chico de 11 años
se acercó e hizo una pregunta.
Sufría, empezaba a tener
problemas de insomnio.
Culpaba de todo a su madre.
Creo que todas las madres desean
la felicidad de sus hijos e hijas.
Tienen un plan,
tienen ideas sobre la forma en que
sus hijos pueden ser felices.
Y emiten ese mensaje.
El chico sufría,
incluso cuando su madre
le daba las buenas noches.
¿Por qué sufres cuando tu madre
te da las buenas noches?
Porque tu madre puede querer decir:
"No te quedes levantado hasta tarde,
no juegues con videojuegos”.
Hay una acusación en eso.
La relación entre madre e hijo
se había hecho difícil.
Así que él se acercó,
y ante 600 personas
hizo esta pregunta:
"Querido Thay,
empiezo a tener dificultades para dormir.
Mi madre siempre está igual,
imponiéndome cosas".
Etcétera.
La madre cree
que le mueve el amor.
Le dice al hijo
lo que es correcto que haga.
Como hace un profesor.
Pero la forma en la que lo hace
no funcionó.
Porque no está a gusto
consigo misma.
Así que respondí al chico:
"Sabes, las madres también padecen
sufrimiento y dificultades.
Crees que eres el único que sufre.
Pero no sabes
que tu madre padece
dificultades y sufrimientos.
No has tenido tiempo
para pensar sobre las dificultades
y sufrimiento de tu madre.
No has ayudado a tu madre
a sufrir menos.
De hecho,
has reaccionado de forma tal,
que le has hecho sufrir aún más.
Por favor, piensa en ella,
en su sufrimiento,
no solo en tu propio sufrimiento.
Has de acercarte a ella y preguntarle
cuál es su sufrimiento.
Qué dificultades padece.
Quizá no sepa
cómo manejar su sufrimiento.
Por eso,
la forma en que te dice
qué hacer y qué no hacer
te irrita”.
¿Por qué le di esta respuesta?
Muchas de las madres presentes lloraban.
Porque nosotras, madres,
también padecemos sufrimiento.
Nuestros hijos e hijas
no saben que sufrimos.
Solo nos culpan.
Tus alumnos sufren.
Tienen dificultades con su madre,
su padre, etc.
Hablarles, enseñarles la práctica,
puede ayudarles a sufrir menos.
Y puedes hacer algo mejor.
Porque estos jóvenes,
cuando han superado sus dificultades,
cuando han comprendido
el sufrimiento de sus padres,
van a casa y ayudan a sus padres.
Hemos organizado retiros
de plena conciencia para jóvenes.
En Europa, en América, en Asia.
Y muchos jóvenes
logran transformación y sanación
durante el retiro.
Cuando volvieron a casa,
ayudaron a sus padres
y pudieron restaurar
la comunicación con sus padres,
y muchos pudieron invitar
a sus padres a ir al retiro.
Los profesores pueden hacer lo mismo.
Podemos ayudar a los estudiantes
a sufrir menos,
a comprender,
a sufrir menos.
Y ese estudiante al volver a casa
puede ayudar a sus padres
a sufrir menos también.
Esto ha sido posible
con la práctica de la plena conciencia.
(Campana)
(Campana)
(Campana)
Un retiro suele durar 6 días.
Este retiro dura solo 2 días y medio.
Durante los primeros 3, 4 días
aprendemos
a regar nuestras semillas
de comprensión y compasión.
Aprendemos a calmar
nuestras emociones y sensaciones.
Intentamos tocar
las maravillas de la vida,
refrescantes y sanadoras
para curarnos.
Y por eso, en el quinto día
podemos poner en práctica
la enseñanza de la escucha profunda
y el habla amorosa.
En nuestros retiros siempre ocurre
el milagro de la reconciliación.
Si la otra persona está en el retiro,
será fácil.
Porque esa persona ha estado expuesta
a las enseñanzas y a la práctica.
Se han regado las semillas
de comprensión y compasión
en las charlas del Dharma,
en la práctica de la respiración
consciente y la mirada profunda.
Pero si la otra persona
no está en el retiro,
puedes emplear el teléfono
para practicar.
Solemos animar a la gente a hacerlo
antes del final del retiro.
Pueden hacerlo hasta la medianoche
del quinto día.
Muchos han usado el teléfono
y funciona muy bien.
Mucha gente cuenta
el último día del retiro
que la noche antes han llamado
a sus padres, a su pareja,
empleando las técnicas de la escucha
compasiva y el habla amorosa,
han restaurado la comunicación
y se han reconciliado.
En nuestros retiros siempre ocurre
el milagro de la reconciliación.
Esto se puede hacer en el aula.
Creo que como profesores,
hemos de contar a los estudiantes
nuestras dificultades,
nuestro sufrimiento.
Los profesores sufren
y tenemos derecho
a hablarles de ello a los alumnos.
Podemos empezar la clase diciendo
que para mejorar la calidad
de la enseñanza y el aprendizaje,
para que los profesores
disfruten enseñando
y los alumnos disfruten estudiando,
hemos de hacer algo.
De lo contrario, ambas partes sufrirán.
¿Están de acuerdo en que hagamos algo
para que los profesores
disfruten enseñando
y los estudiantes
disfruten aprendiendo?
Porque nuestro sufrimiento
nos impide hacerlo.
Les voy a contar
mi sufrimiento, mis dificultades,
y ustedes deberían contarme
su sufrimiento, sus dificultades.
Hemos de comprendernos mutuamente.
Después de esa comprensión mutua,
ya no nos culparemos unos a otros,
no nos pondremos obstáculos mutuamente,
y podremos avanzar más fácil y rápidamente
en el camino
de la enseñanza y el aprendizaje.
Podemos hacer muchas cosas en el aula
para ayudar a los alumnos
a sufrir menos.
Los profesores pueden guiar
sesiones de relajación total, profunda.
Porque los jóvenes tienen mucha tensión
en el cuerpo y en las sensaciones.
Un buen alumno puede aprender
a guiar una sesión de relajación
total para toda la clase,
tumbados en la hierba,
etcétera.
Si observas
que un chico, una chica
sufre en clase,
que parece estar alterada,
con la mente ausente,
¿cómo puede estudiar?
Podemos dirigirnos a ella
y preguntarle qué ocurre.
Puede que diga:
"Mi madre ha sido hospitalizada
esta mañana,
y no sé si sobrevivirá”.
Con ese sentimiento,
¿cómo podrá estudiar?
No puedes imponerle tu voluntad.
El profesor puede
dirigirse a la clase y decir:
"Hay una alumna
cuya madre está en el hospital,
y está muy preocupada.
¿Podemos practicar, toda la clase,
la respiración consciente juntos?
Enviaremos esta energía
de plena conciencia y compasión
a su madre.”
Gracias a esa energía colectiva
de plena conciencia,
generada por el respirar
del profesor y los demás alumnos,
puedes ayudar a calmar a esa alumna,
y quizá pueda seguir la clase.
Hay cosas así
que pueden hacer los profesores.
Quizá haya alumnos difíciles en clase.
Si miramos en profundidad,
veremos por qué ese o esa joven
tiene ese comportamiento.
Si tenemos bastante compasión
para preguntar,
descubriremos el motivo
y toda la clase puede ayudar.
Al escucharnos unos a otros
y comprender el sufrimiento mutuo,
podemos calmar
las sensaciones, las emociones.
Podemos promover la comprensión mutua
y ya no nos hacemos sufrir.
Hacemos más fácil para todos
la labor de enseñar y aprender.
Henri era profesor de matemáticas
en la escuela francesa de Toronto.
Después de pasar
tres semanas en Plum Village,
regresó a su escuela
y practicó la plena conciencia
con sus alumnos.
Entra en la clase
caminando despacio, conscientemente.
Empieza a borrar
conscientemente el encerado
y los alumnos dicen:
"Querido profesor,
¿estás enfermo?"
(Risas)
Él dice: "No, no estoy enfermo.
Solo practico el caminar consciente,
el consciente...
Me gusta hacerlo.
Siento mucha paz.
Estoy muy relajado
porque he aprendido la plena conciencia.
¿Quieren que les diga
lo que hice en Plum Village?”
Ellos escucharon.
Acordaron que cada 15 minutos,
un alumno daría una palmada,
porque no tenían
una campana de plena conciencia,
y todos,
incluso el profesor,
practicarían la respiración consciente
y se relajarían.
Dejarían de pensar.
Eso fue de gran ayuda en el aprendizaje.
Al principio era como un juego,
pero finalmente funcionó muy bien.
Ocurrió la transformación, la sanación,
y la clase progresó mucho.
Otras clases siguieron su ejemplo.
Cuando llegó a la edad de jubilarse,
la administración le pidió
que se quedara unos años más.
Pudo llevar la práctica
de la plena conciencia a la escuela
y mejorar la calidad de la enseñanza
y del aprendizaje en la escuela.
La práctica del habla amorosa
y la escucha profunda
debería crear una atmósfera
de comprensión mutua en el aula
y los estudiantes no plantearían
dificultades a los profesores.
La calidad de la enseñanza
y el aprendizaje mejorará.
La plena conciencia puede practicarse
en el ámbito del consumo consciente.
(5. Practicar un consumo consciente)
La nuestra es una sociedad de consumo.
Creemos que la felicidad
consiste en tener dinero bastante
para comprar lo que queramos.
Es una idea sobre la felicidad.
Pero ya sabemos
que la felicidad verdadera
se compone de comprensión y amor.
No puedes comprar comprensión y amor
en el supermercado.
Has de generar ambas cosas
por la práctica.
Esto también debe ser
enseñado en la escuela.
El primer...
El tipo de...
En la tradición budista,
hablamos de cuatro tipos de nutrimento.
Cuatro tipos de alimento.
Cuatro tipos de consumo.
Primero,
está el alimento comestible.
(alimento comestible)
Es la clase de alimento
que consumimos por la boca.
Tu salud depende en gran parte
de lo que comes.
Deberíamos comer de forma tal
que podamos preservar
la compasión en el corazón,
ayudemos a los seres vivos
a sufrir menos,
y ayudemos a preservar el planeta.
El consumo de carne y alcohol
ha destruido el medio ambiente
y nuestra salud.
Hemos aprendido que comer carne
contamina más que conducir un auto.
La industria cárnica y del alcohol
ha hecho mucho daño
al medio ambiente.
Hemos aprendido que la cantidad de grano
empleada para hacer alcohol
y alimentar al ganado es enorme.
Decenas de miles de personas
mueren cada día
por falta de comida.
Buda contó la historia
de una joven pareja
que intentó huir de su país
para refugiarse en otro.
Llevaron consigo a su pequeño hijo.
Debían cruzar un desierto
para llegar a otro país
y pedir asilo político.
Pero no calcularon bien.
En medio del desierto
se les acabó la comida.
Sabían que los tres morirían.
Así que tomaron una decisión tremenda:
matar al niño y sobrevivir
a base de su carne,
con la idea de salir del desierto.
Así que después de matar al niño,
comieron un bocado de su carne
y pusieron el resto
a secar sobre sus hombros.
Cada vez que comían
un trozo de esa carne
se preguntaban:
“¿Dónde está ahora nuestro niño?”
Se mesaban el cabello,
golpeaban su pecho,
sufrieron mucho.
Pero finalmente salieron del desierto
y fueron aceptados como refugiados.
Buda debió escuchar la historia
directamente de esa pareja.
Dijo a los que le escuchaban:
"Queridos amigos,
creen que esa pareja
disfrutó de comer la carne de su hijo?”
Y respondieron:
“No, querido maestro.
Es imposible que nadie disfrute
de comer la carne de su propio hijo”.
Buda dijo entonces:
"En ese caso, amigos,
comamos de forma tal
que no consumamos la carne
de nuestros hijos e hijas”.
Los 40.000 niños que cada día
mueren de hambre y malnutrición,
¿quiénes son?
Son nuestros hijos e hijas.
La cantidad de grano que se emplea
para fabricar alcohol y carne
debería haber sido usada
para salvar a estos niños.
Al practicar el comer
y beber en plena conciencia
podemos preservar nuestra compasión,
proteger la vida.
Si no hay compasión en nuestro corazón,
no podemos ser felices.
Nuestros alumnos pueden comprenderlo.
Aprendemos que si podemos
reducir el consumo de carne
y el consumo de alcohol
en los países desarrollados,
podemos ya transformar
el estado de la Tierra.
Al dejar de comer carne,
dejar de beber alcohol,
o reducir su consumo
de forma apreciable
podemos salvar nuestro planeta,
podemos salvar vidas,
podemos preservar nuestra compasión.
Esta es la primera fuente de alimento:
el alimento comestible.
(impresiones sensoriales)
La segunda fuente de alimento
es las impresiones sensoriales.
Consumes no solo por la boca,
sino por los ojos, los oídos,
la nariz, el cuerpo, la mente.
Cuando lees un diario, consumes.
Cuando miras la televisión, consumes.
Cuando escuchas una conversación,
música, consumes.
Y lo que consumes todos los días
puede contener mucho veneno, toxinas.
Esto no es bueno para tu salud.
Nuestros hijos consumen televisión
varias horas cada día.
Muchos chicos y chicas pasan
5 o más horas con juegos electrónicos.
Hay mucha violencia, ansia,
miedo e ira
en lo que consumen.
Consumir esa cantidad de veneno y toxinas
no será bueno
para nuestra salud física o mental.
Los psicoterapeutas
deben ayudar a sus pacientes.
Pero pasan mucho tiempo
escuchando historias de dolor.
Mucho desespero, odio y pena.
Si los psicoterapeutas
no saben practicar
para generar alegría,
felicidad, compasión,
perderán su equilibrio
y enfermarán.
Deberíamos conocer nuestros límites
para poder continuar largo tiempo
esforzándonos en ayudar a los demás.
Una conversación
también puede ser muy tóxica.
Lo que la otra persona te dice
puede estar lleno de ira,
desesperación, violencia.
Durante esa hora
en la que le escuchas,
estás consumiendo.
No es sano para ti.
Los jóvenes consumen
mucho veneno y toxinas
que llevan violencia, miedo,
desesperanza e ira.
Por eso,
en la familia y en el aula,
hemos de hablar sobre la práctica
del quinto entrenamiento:
el consumo consciente.
El consumo consciente es la salida.
Para asegurar una salud mental y física,
has de practicar el consumo consciente.
Cuando ves una película,
la interrumpen de vez en cuando
para los anuncios.
Consumes publicidad.
Quieren que compres.
Esto toca en ti
la semilla del ansia.
No necesitas comprar nada,
pero te instan a que compres.
Creen que si no compras eso,
no puedes ser feliz.
Te hacen creer
que la felicidad solo es posible
si tienes dinero para comprar cosas.
Pero esa no es una visión correcta
sobre la felicidad.
La felicidad verdadera se compone
de comprensión y amor.
Nuestros alumnos, nuestros hijos,
deben aprender la verdadera felicidad.
Debemos sentarnos
como una familia, como un aula,
para hablar sobre
el consumo correcto, consciente.
Hay artículos en las revistas y diarios
que están llenos de ira, miedo, violencia.
Los periodistas no informan bastante
sobre cosas saludables,
como este retiro.
(Risas)
No hay nada sensacional
en inspirar y espirar,
en caminar en paz.
Las historias que cubren
y que leemos,
siempre contienen mucha ira,
desesperación, violencia, etc.
Aquel era el día de conmemoración
de la muerte de Mahatma Gandhi.
Yo estaba en Nueva Delhi,
y un periódico,
The Times of India,
me propuso ser editor invitado ese día.
Una edición de paz.
Fuimos varios monásticos
a la sede central del
The Times of India
a preparar una edición de paz.
Esa mañana llegaron malas noticias.
Había explotado una bomba
en una ciudad cercana.
Nosotros y otros editores
del The Times of India
estábamos sentados
en torno a una gran mesa.
Preguntaron:
"Querido Thay,
qué debe hacer un periodista
en una mañana como esta?
Ataques terroristas, bombas”.
Aconsejé a todos
practicar la respiración consciente
y calmarse.
No deberíamos hablar inmediatamente.
Hemos de hablar desde la calma interior.
Tras unos minutos
de respiración consciente, dije:
"Claro que hay que dar la noticia.
Pero hemos de hacerlo de forma tal,
que no reguemos las semillas
de ira, miedo y violencia.
Eso sería destructivo.
Informamos sobre la verdad,
pero ayudamos a que se comprenda
por qué se hacen cosas así.
Son víctimas de la incomprensión.
Les mueve la ira, el miedo,
y el deseo de castigar.
No ven
que la gente
no necesita que la castiguen.
Que necesita ayuda.
Hemos de informar.
Pero hay una manera de informar
que puede regar las semillas
de comprensión y compasión
en el corazón de los lectores.
Así que ese día,
intentamos escribir sobre
el ataque terrorista de forma tal
que ayudara a la gente a saber
por qué alguien había hecho
algo así a sus compatriotas.
Al leerlo puedes ver
que regamos en ti
la comprensión y la compasión.
Si consumimos sin atención,
nos llenamos de toxinas y veneno
y enfermamos.
Nuestra familia enferma,
nuestra ciudad enferma,
nuestro país enferma.
Y fácilmente podemos
involucrarnos en una guerra.
(volición)
El tercer tipo de alimento
es la volición.
Es nuestra aspiración,
nuestro más profundo deseo.
Todos queremos
hacer algo con nuestra vida.
Todos deberíamos tener
tiempo para sentarnos
y preguntarnos:
¿Qué quiero hacer con mi vida?
¿Cuál es mi más profunda aspiración?
Porque algunos piensan
que su más profundo deseo
es tener mucho dinero,
ser el número uno
en su negocio.
Tener mucho poder, fama, sexo,
placeres sensuales.
Pero perseguir
estos objetos de deseo
puede causar destrucción
en nuestro cuerpo y mente.
Así que esa no es
mi aspiración más profunda.
Los terroristas,
lo que quieren sobre todo
es castigar.
Pueden creer que actúan
en nombre de la justicia, de Dios.
Pero les mueve
el deseo de castigar,
de destruir.
No es un buen alimento.
Cuando te mueve la ira,
el deseo de castigar,
tu alimento no es sano.
Pero si te mueve
el deseo de ayudar a los jóvenes
a sufrir menos,
ese es un buen alimento.
Si tu deseo es
cambiar el mundo a mejor,
ese es un buen alimento.
Si tu deseo es
ayudar a los demás a sufrir menos,
saber cómo practicar amor verdadero,
promover la comprensión
y la reconciliación mutuas,
ese es un buen alimento.
Cuando tienes en ti
ese bloque de energía,
eres lo bastante fuerte
para superar
cualquier obstáculo en tu camino.
Así que el tercer alimento
es... (vietnamita)
El tercer tipo de alimento
es una fuente de energía.
Hemos de descubrirla.
Si tu más profundo deseo
es proteger el medio ambiente,
proteger a la Madre Tierra,
ese es un buen deseo,
ese es un buen alimento.
Tienes una buena motivación.
Lo que quieres hacer con tu vida
es el tercer alimento,
la volición.
Hemos de ayudar a los jóvenes
a tener una buena aspiración,
a encontrar un sentido a la vida,
a dar sentido a sus vidas,
lo que les dará gran energía
para que hagan algo importante
con sus vidas.
Si los profesores la tienen,
si tienen esa fuente de energía,
pueden transmitírsela a sus alumnos.
Yo también soy profesor.
Cada día transmito a mis estudiantes,
monásticos y laicos,
esa energía.
Mis estudiantes
llevan una vida muy simple,
sobre todo los monásticos.
Ninguno de ellos
tiene una cuenta bancaria.
Ninguno percibe un salario.
Ninguno posee una casa,
un automóvil propios.
Y sin embargo, son felices.
Pasan su tiempo generando fraternidad,
una comunidad de práctica.
Organizan retiros para ayudar
a que la gente sufra menos.
Actuamos no como individuos,
sino como una comunidad.
La alegría, la felicidad, la compasión
son posibles llevando
una vida sencilla,
siempre que tengas
una fuente de aspiración.
Este es el tercer alimento:
el ideal de servir
y ayudar a que se sufra menos.
Así que ante todo, los profesores
deben tener esa aspiración.
Entonces, podrán transmitir a sus alumnos
esa misma energía.
Cuando los alumnos
tienen esa energía,
sufren menos.
Saben dónde ir.
Qué dirección tomar
y no destruir sus cuerpos y mentes
en busca de placeres sensuales, etc.
La última fuente de alimento
es la conciencia.
(conciencia)
Consumimos nuestra propia conciencia.
Hay buenos objetos de consumo
en la conciencia.
En nuestra conciencia hay un infierno.
También hay un paraíso,
el Reino de Dios.
En el budismo,
hablamos de la conciencia
en términos de semillas.
(semillas)
Existe la semilla del amor.
Existe la semilla de la compasión,
la de la alegría, la de la felicidad,
la semilla de la fraternidad,
del perdón.
Hay muchas cosas buenas
en nuestra conciencia.
Si sabemos regar las semillas cada día,
crecerán.
El paraíso,
el Reino de Dios estará disponible
para que lo consumamos.
Cuando escuchas una charla como esta,
cuando participas en un debate
sobre la compasión,
cómo ayudar a los demás
a sufrir menos,
riegas en ti las buenas semillas.
Significa que el paraíso,
el Reino de Dios
te habita.
Ayudas a que se manifieste
para ti y para los seres amados.
Pero también hay un infierno interior.
El sufrimiento que nos ha sido transmitido
por nuestros padres y ancestros.
Sufrimiento que no ha sido comprendido,
que no ha sido transformado
y que te ha sido transmitido,
a ti, a nosotros.
Si conocemos la práctica,
podemos transformarlo.
En caso contrario,
siempre estará ahí,
en nuestra conciencia.
El sufrimiento de nuestros ancestros
aún está en nosotros.
Seguimos padeciendo
el sufrimiento de los ancestros.
Su frustración,
su ira, su miedo,
aún están en nosotros.
También hemos podido
sufrir en la infancia.
Quizá nos han maltratado
violentamente.
Muchos tendemos a regresar
a ese oscuro rincón de nuestra conciencia
y experimentamos de nuevo
el sufrimiento pasado.
Sabemos que ahora la vida es maravillosa.
El cielo azul,
los hermosos árboles.
Las flores, los niños.
Pero no somos capaces
de establecernos
en el momento presente.
Porque tenemos un pasado doloroso.
Muchos somos arrastrados
a ese oscuro rincón del pasado
y vemos una y otra vez
la proyección de la película del pasado
para experimentar de nuevo
el sufrimiento del pasado.
Esa es una prisión.
Si la otra persona,
si tu pareja suele hacerlo,
has de ayudarle a salir de ahí.
"Cariño,
la vida es bella
en el momento presente.
¿Por qué regresas siempre
a ese oscuro lugar?
Tan solo es el pasado.
El pasado ya se ha ido”.
Con plena conciencia, con alegría,
puedes ayudarle
a salir de ese oscuro rincón
de la conciencia.
Porque existe un paraíso,
existe un reino de Dios
en el momento presente
para que lo disfrutes.
¿Por qué has de regresar al pasado,
a ese rincón?
Por supuesto,
los psicoterapeutas nos ayudan
a hacer esto mismo.
Pero si los terapeutas pueden hacerlo
en su propio beneficio,
podrán ayudar al paciente
a hacerlo también.
Después,
está la conciencia colectiva.
Como alimento.
Sabemos que hay grupos llenos de ira.
Llenos de desesperación y violencia,
e ira.
Hay barrios así,
donde niños nacen y crecen.
Todos en ese barrio
generan odio, ira,
miedo, desespero y violencia cada día.
Si has nacido y crecido ahí,
lo consumes cada día.
No puedes ser feliz
si consumes esa energía colectiva
de odio, ira, violencia.
Si vives en ese barrio,
deberías despertar
y ver que no es un ambiente saludable.
Has de salir de ahí cuanto antes
y buscar un entorno más sano
para que sanes y ayudes
a sanar a tus hijos.
Porque no quieres consumir
esa energía colectiva
de odio e ira.
Tras haber practicado
y habernos curado,
podemos regresar a esa comunidad a ayudar.
Pero no antes.
Creo que un ministro de medio ambiente,
un ministro de educación,
que se encargue del urbanismo,
debería meditar sobre esos asuntos.
Cómo transformar
esos barrios violentos,
llenos de miedo e ira.
Qué práctica puede ayudar a sanar.
Esta es una cuestión crucial.
Crear una comunidad
donde haya fraternidad y alegría
es crear un entorno saludable.
Es lo más maravilloso.
Si puedes instalarte en ese entorno,
si tus hijos tienen la oportunidad
de vivir en un entorno sano como ese,
crecerán como personas felices.
La construcción de una comunidad
es crucial.
Al pertenecer a un grupo de personas,
intentamos practicar de forma tal
que enseñe a los demás cómo consumir.
No debemos permitirnos
consumir esa energía colectiva de ira.
No es bueno para nuestra salud,
para la salud de nuestro país.
Hemos de tener compasión y comprensión.
Eso nos curará
y ayudará a curar a aquellos
que consideramos enemigos.
Sabemos que si tenemos suficiente paz,
alegría y compasión,
podemos servir a mucha gente.
No necesitamos
considerar más el divorcio, la separación.
Ya no necesitamos establecer
un país independiente.
Porque hay suficiente compasión,
comprensión y felicidad.
Si estamos pensando
en divorcio, separación,
en crear un estado separado,
es porque no tenemos compasión suficiente,
comprensión, fraternidad,
alegría y felicidad.
Con la práctica de la plena conciencia
tendremos bastante de estas cosas
y no pensaremos en otras.
Así que los cinco entrenamientos
son una expresión muy concreta
de la práctica de la plena conciencia.
Si nosotros y los jóvenes
vivimos según los cinco entrenamientos,
la felicidad es posible,
la compasión es posible,
la sanación es posible.
Un profesor debe personificar
esa vida consciente,
esa compasión y comprensión.
Eso ayudará muchísimo
a la generación más joven
en su transformación y sanación.
Seguiremos mañana.
(Campana)
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