Mi abuelo era zapatero.
En aquellos días,
él hacía zapatos personalizados.
Yo nunca lo conocí.
Él falleció en el Holocausto.
Pero heredé su pasión por la confección,
salvo que ya no exista.
Lo ven, aunque la Revolución Industrial
hizo mucho para mejorar la humanidad,
también erradicó la misma habilidad
que a mi abuelo tanto le gustaba,
y atrofió la artesanía como la conocemos.
Pero todo eso está a punto de cambiar
con la impresión 3D,
y todo empezó con esto,
la primerísima pieza
que ya fue impresa.
Es un poco más vieja que el TED.
Fue impresa en 1983
por Chuck Hull,
que inventó la impresión 3D.
Pero lo que quiero hablar
con Uds. hoy,
la gran idea que quiero
debatir con Uds.,
no es que la impresión 3D
va a proyectarnos al futuro,
pero sí que, en verdad,
nos conectará con nuestro patrimonio,
e introducirá una nueva era
de fabricación localizada y distribuida
que está basada, de hecho,
en la fabricación digital.
Piensen en cosas útiles.
Todos saben su número de zapato.
¿Cuántos de Uds. saben el tamaño
del puente de su nariz
o la distancia entre sus sienes?
¿Alguien?
No sería fantástico si pudiera,
por primera vez, tener gafas
que te queden perfectamente bien
y no requiera ningún juego de bisagras,
así lo más probable es que
las bisagras no se van averiar?
Pero las consecuencias de la impresión 3D
van mucho más allá
de la punta de nuestra nariz.
Cuando encontré
a Amanda por primera vez,
ella ya era capaz de levantarse
y caminar un poquito
aunque estuviese paralítica
de cintura para abajo,
pero ella se me quejaba de que su traje
era incómodo.
Era un bonito traje robotizado
hecho por Ekso Bionics,
pero no había sido
inspirado por su cuerpo.
No había sido hecho a la medida.
Y ella me desafió a hacerle algo
que fuese algo más femenino,
algo más elegante,
y ligero,
y como buenos sastres,
pensamos en medirla digitalmente.
Y lo hicimos. Le construimos
un traje maravilloso.
Lo increíble sobre lo que
aprendí con Amanda
fue que muchos de nosotros
miramos la impresión 3D
y nos decimos,
que esto remplazará
métodos tradicionales.
Amanda lo miró y dijo,
es una oportunidad para mí
de recuperar mi simetría
y adoptar mi autenticidad.
Y ¿saben qué más?
Ella no se para.
Ahora quiere caminar
con tacones altos
Y no para ahí.
La impresión 3D está alterando
dispositivos médicos personalizados
como los conocemos,
desde nuevos aparatos para escoliosis
bonitos, conformados y ventilados
hasta millones de empastes
y bellos refuerzos
para los amputados,
una otra oportunidad
para conectarse emocionalmente
con su simetría.
Y mientras aquí estamos hoy,
se puede obtener frenillos sin hilos
con los frenillos invisibles,
o el empaste.
Millones de audífonos intraauriculares
ya son impresos en 3D hoy en día.
Millones de personas
son atendidas hoy en día
por esos dispositivos.
¿ Y qué hay de las prótesis
totales de rodilla,
con los datos, a la medida,
donde todas las herramientas
y guías son impresas en 3D?
G.E. está usando la impresión 3D
para crear la próxima
generación de máquina LEAP
que ahorrará combustible
a un ritmo de un 15%
y costo para una aerolínea
de unos 14 millones de dólares.
Bueno para G.E., ¿cierto?
Y sus clientes y el medio ambiente.
Pero, saben, la novedad aún mejor
es que esa tecnología ya no es exclusiva
a corporaciones acaudaladas.
Planetary Resources,
una nueva compañía
para exploración del espacio
lanzará su primera
sonda espacial este año mismo.
Se trata de una fracción
de una astronave de NASA.
Cuesta una fracción del costo,
y está hecha con menos
de una docena de partes móviles,
y estará en el espacio
a finales de este año.
Google se está encargando
de un proyecto audaz
de crear el teléfono bloque, el Ara.
Solo es posible a causa del desarrollo
de la impresión 3D de alta velocidad
que por primera vez creará
módulos utilizables funcionales
que estarán allá dentro.
Un lanzamiento a la Luna,
potenciado por la impresión 3D.
¿Y qué pasa con la comida?
¿Qué pasaría, si pudiéramos,
por primera vez,
crear golosinas increíbles
como este bonito osito TED acá,
que fueran comestibles?
¿Qué pasaría si pudiéramos cambiar
completamente la experiencia,
como ven con la funda de absenta
que está totalmente impresa en 3D?
Y ¿qué pasa si pudiéramos
empezar a añadir ingredientes
y colores y sabores de todos los gustos,
que no solamente significara
comida deliciosa
sino la promesa
de una nutrición personalizada
a la vuelta de la esquina?
Y eso me lleva a una de las cosas
más grandes sobre la impresión 3D.
Con la impresión 3D,
la complejidad es gratuita.
A la impresora le da igual
si crea la forma más rudimentaria
o la forma más compleja,
y eso está volcando completamente
el diseño y la fabricación
como los conocemos.
Muchos piensan que la impresión 3D será
el fin de la fabricación
como la conocemos.
Yo pienso que es la oportunidad de poner
la tecnología del futuro
en las manos de los jóvenes
que crearán abundancia sin fin
de oportunidades de empleo,
y con eso,
todos pueden convertirse
en creadores expertos
y fabricantes expertos.
Eso precisará nuevas herramientas.
No todos saben utilizar CAD,
y estamos desarrollando dispositivos
hápticos de percepción
que permitirán tocar
y sentir los diseños
como si se jugara con arcilla digital.
Al hacer cosas como esas,
y también desarrollar cosas que toman
fotografías físicas que son
imprimibles al instante,
se facilita la creación del contenido,
pero con todo lo inimaginado,
también tendremos falsificación
democratizada no intencional
y posesión ilegal ubicua.
Mucha gente me pregunta,
si tendremos una impresora 3D
en todos los hogares.
Pienso que la pregunta no es correcta.
La pregunta correcta que hay
que hacerse es,
¿cómo la impresión 3D
cambiará mi vida?
En otras palabras,
¿en qué habitación de mi casa
encajará la impresión 3D?
Y todo lo que ven aquí
fue impreso en 3D,
incluyendo estos zapatos
en la feria de la moda de Ámsterdam.
Bien, no son los zapatos de mi abuelo.
Esos zapatos representan
la continuación de su pasión
por la fabricación hiperlocal.
Mi abuelo no llegó a conocer
los tacos impresos de Nike
para el último Super Bowl
Y mi padre no llegó a verme usando
mis zapatos hibridados impresos en 3D.
Él falleció hace tres años.
Pero Chuck Hull, el hombre
que lo inventó todo,
está aquí mismo en el salón,
y gracias a él,
puedo decir, gracias
a su invención, puedo decir
que soy también zapatero,
Y al usar estos zapatos
estoy honrando mi pasado
mientras fabrico mi futuro.
Gracias.
(Aplausos)