BATALLAS ÉPICAS DE RAP DE LA HISTORIA Mitt Romney contra Barack Obama. ¡VENGA! –No voy a dejar que los hechos prescriban este combate. ¡Soy rico! Tengo super comités y dinero a raudales Sabemos lo que pasó en 2008 y las elecciones. Eres un político decente de tez irresistible. Barack ladrador, poco mordedor. Cero cambios. Ojalá cierres el pico. Pero ahí sigues como Guantánamo, abierto. Eres de la ciudad del viento, donde eres el fanfarrón guapito. Pero en enero te quedas sin casa y sin currito. Zascas más fuertes que mi mandíbula. Escupo giros más potentes que los portazos que aguanté de misiones. Esta cuchara de plata sacó a Massachusetts de la deuda. Tú tardaste cuatro años en reducir el desempleo hasta el 8%. ¿Lo notas, Barry? Estás trillado. Todos dudan. Tus rimas flojean más que una economía a la que no ayudas. Llámame «empresario despiadado». Romney se pone a la cabeza. Toma Blain Capital, asno demócrata. Refórmame esta. –Dicen que tu padre fue un grande. Tú eres lo que sobró de él. Aparta ese odio a los gays y que te enseñen a vestir bien. Llevas pantalones de abuela y te pareces a Míster Fantástico. Parece que compito contra una tarta de queso; eres tan rico y blanquito. Los Republicanos querían una marioneta y te pega. Los brazos hasta el gaznate; les sientas como un guante. Soy el jefe de Estado. Tú, un cara de pepino. Prepárate que te doy con mi paquete de incentivos. Mala pécora, ni en sueños ganas. No estás a la altura. Me quedan 4 años de cargo. En total, ¡dos legislaturas! Espero que hayas guardado lo mejor para la segunda parte. Porque lo que es ahora, me queda un 53% para terminar de machacarte. –Lo que tú digas. Los porcentajes te han tocado la moral. ¿Qué? ¿Te recuerda cuántos padres dignos has tenido? –Mira, yo respeto las religiones, pero la Casa Blanca sería un caos si entrara una primera, segunda y tercera dama. –¡Ja! No hablemos de esposas, macho. ¿De qué vas? Si te liaste con Patrick Ewing en versión femenina. –Las cosas claras. No distorsiones. A ver cómo se te queda la cara cuando te acaricie los piñones. –Aghghghghgh. Eres comunista y tartaja. –¿Ah, sí? Y tú tonto. –No, tú. –No, no. –Por el poder que me ha conferido este águila calva gigante no consentiré que el presidente sea el ñordo con mejor talante. ¡Tú! Quiero que me caigas bien. No hables de cambios. ¡Actúa! ¡Yo luché por mis ideas hasta que una bala me perforó el cerebro! ¡Y tú! Mariposa soplanucas, ricachón muerdealmohadas. ¡Esto es un país, no una empresa! ¡Tampoco es un juego de mesa! Os voy a coger por el pasillo para hostiaros como iguales. Del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. ¡Águila! ¡GRAAAAAC! ¿QUIÉN HA GANADO? ¿A QUIÉN LE TOCA? ¡TÚ DECIDES! BATALLAS ¡GRAAAAAC! ÉPICAS DE RAP DE LA HISTORIA.