No lo mismo, no diferente.
Y esa es la naturaleza de todo lo que es
Cuando observas tu álbum familiar,
te vez a ti mismo como un niño de 5 años,
una niña de 5 años, y te preguntas:
"¿Soy la misma persona que este niño
o soy una persona distinta?"
Porque ahora te ves muy diferente
de aquel pequeño niño.
Tu forma, tus sensaciones,
tus percepciones, tus formaciones
mentales, tu conciencia son muy diferentes
de los 5 agregados (skandhas)
del pequeño niño.
Así que no eres el mismo
que el pequeño niño
que eras tú.
Pero no eres una persona
totalmente diferente tampoco.
La verdad es que no eres el mismo,
pero tampoco eres diferente.
Sabemos que esta planta de maíz
es la continuación
del grano de maíz que
plantamos muchas semanas atrás
y el grano de maíz sigue vivo
aun cuando no lo veamos en
la forma que solíamos verlo,
siempre está ahí.
No podemos eliminar el grano de
maíz de la planta de maíz.
Esta ahí, en cada célula de
la planta de maíz.
Aquellos de nosotros que sabemos
cómo observar profundamente,
podemos ver la presencia del grano de
maíz en cada célula de la planta de maíz.
Lo mismo es verdad de nuestros padres.
Podemos pensar que nuestro padre
se ha ido, ha muerto.
Pero nuestro padre siempre está
vivo en nosotros.
Podemos contactar con nuestro
padre en cada célula de nuestro cuerpo,
y tú puedes hablar con tu padre,
"Papito, yo sé que estás ahí".
Así que una conversación entre
el hijo o hija y el padre
siempre es posible, incluso si la imagen
del padre que solían conocer
ya no está ahí.
Así que la forma del grano ya no está ahí,
pero el grano de maíz siempre está ahí,
en otra forma.
Es como este vaso de té.
El té en este vaso
es la continuación de la nube
que ayer flotaba en el cielo.
Así que la nube no se ha muerto
realmente.
La nube se ha convertido en el té.
Cuando observas en el té,
tú puedes ver tu amada nube:
"Hola mi querida nubecita,
yo sé que sigues ahí".
El té puede hablar con la nube.
La nube está dentro del té.
"Mi nube, tú eres mi ancestro...
...ayer tú estabas en el cielo,
y yo estaba contigo también...
...ahora estoy en esta taza, en
forma de té y tú estás en mí."
Así que el té puede hablar con la nube.
La nube no ha muerto.
Hemos aprendido que es imposible
que una nube muera.
Morir significa que de algo
te conviertas en nada.
Pero es imposible que una nube
se convierta en nada.
Se convierte en lluvia, nieve, o hielo,
pero nunca en nada.
Eso es imposible.
Si observamos profundamente
en el corazón de las cosas,
encontramos que todo tiene la naturaleza
de no nacimiento y no muerte.
La nube no ha nacido, solo se
manifiesta en la forma de una nube.
La nube no ha venido de la nada.
La nube no ha venido de la realidad
de "no ser" a la realidad de "ser".
Antes de tomar la forma de una nube,
la nube ha sido agua en el océano.
Así que no ha venido de la nada.
La naturaleza de la nube es la
naturaleza de "no nacer" y "no morir".
No solo la naturaleza de la nube es así,
"no nacimiento" y "no muerte".
La naturaleza de todo es
"no nacimiento" y "no muerte".
Tu naturaleza,
es imposible que mueras.
No puedes morir nunca.
Y es interesante, la ciencia
moderna está de acuerdo con ello.
Pensamos en la primera ley
de la termodinámica.
La ley de la conservación
de la materia y la energía
Sabemos que la materia
no puede ser destruida.
La materia no puede ser creada.
Puedes transferir un tipo de materia
en otro tipo.
Puedes transformar materia
en energía.
Puedes transformar un tipo de energía
en otro tipo de energía.
Y puedes transformar energía
de vuelta en materia.
Pero no puedes crear materia o energía
y no puedes destruirlas.
Así que la naturaleza
de la materia y la energía
es la naturaleza de "no nacimiento"
y "no muerte".
Antoine Lavoisier ha dicho
eso de una forma muy hermosa
"Rien ne se crée, rien ne se perds."
Nada nace, nada muere.
¡Esa es la verdad!
Así que nuestro cuerpo cósmico...
Tenemos un cuerpo físico,
pero tenemos nuestro cuerpo cósmico.
Nuestro cuerpo cósmico es el
Reino de Dios.
Y en el Reino de Dios,
nada nace, nada muere.
La verdadera naturaleza de la realidad.
Tuvimos un hermoso ejemplo ayer
La imagen de una ola.
Cuando vemos una ola
que aparece en la superficie del océano,
tenemos la impresión de que
la ola es frágil, impermanente.
La ola tiene su propio cuerpo,
cuerpo de ola,
como nosotros tenemos un cuerpo físico.
Pero la ola también tiene
cuerpo de agua, cuerpo de océano.
Y en el momento en que la ola se da cuenta
que tiene un cuerpo de océano,
pierde todo el miedo.
Y ella disfruta de subir,
ella disfruta bajar.
Ella ya no tiene miedo, porque ella
es capaz de tocar su cuerpo de océano.
La ola sufre porque ella solo sabe
que tiene un cuerpo de ola,
ella tiene un comienzo, un final,
ella tiene que subir y bajar,
ella no es la siguiente ola.
Todas estas nociones, comenzar, terminar,
nacimiento, muerte, subir y bajar,
la hacen sufrir mucho.
Pero el momento en que se da cuenta
que es agua, su fundamento es agua,
ella pierde todas estas nociones,
y el miedo, y el enojo, y los celos,
y ella es feliz.
Ella disfruta de subir,
ella disfruta de bajar.
Así que cuando tocas
tu verdadera naturaleza,
eres libre del nacimiento y de la muerte.
Imagina una nube en el cielo.
La nube tiene su cuerpo de océano también.
Ya que la nube también
ha venido del océano.
La nube tiene su cuerpo de nube
Pero también tiene su cuerpo de océano
Cuando observamos el cuerpo de nube,
tenemos la impresión de que
es algo frágil.
Impermanente.
Pero si la nube se da cuenta
que tiene un cuerpo de agua,
un cuerpo de océano,
entonces pierde el miedo a morir
porque morir es imposible.
Morir es imposible.
De manera interesante, la enseñanza
de no nacimiento y no muerte.
Va perfectamente con los descubrimientos
de la ciencia moderna.
Las cosas cambian pero no nacen,
no mueren.
"Rien ne se crée, rien ne se perds.
Tout se transforme."
Esa es la primera característica
de las bijas,
las semillas de alayavijñana,
la conciencia bodega.
Tenemos ancestros de sangre.
Nuestro padre, nuestra madre,
nuestro abuelo, nuestra abuela
están vivos en nosotros.
No pienses que han muerto.
Es imposible que los ancestros mueran.
Es como el grano de maíz.
Siempre vive en la planta de maíz.
La planta de maíz lleva
la semilla de maíz siempre con ella.
Nosotros llevamos a nuestro padre,
nuestra madre, nuestros ancestros
en cada célula de nuestro cuerpo y podemos
hablarles en cualquier momento.
Cuando caminamos,
nuestros ancestros caminan.
Si puedes dar pasos apacibles,
felices y gozosos,
nuestros ancestros disfrutan estos pasos
apacibles, felices y gozosos
al mismo tiempo.
Así que tú no caminas solo para ti mismo,
caminas para tus ancestros.
Y cuando inspiras conscientemente
y disfrutas el aire fresco,
tus ancestros en ti también inspiran al
mismo tiempo y disfrutan del aire fresco.
Porque su naturaleza es la naturaleza
de no nacimiento y no muerte,
También tenemos
nuestros ancestros espirituales,
Mahoma, Jesús, Buda, Abraham.
Nosotros somos la continuación de
nuestros ancestros.
Tenemos que encontrar nuestros ancestros
en nosotros.
El espacio mas seguro
para entrar en contacto
con nuestros ancestros espirituales
es en nosotros mismos
Si tú eres un buen practicante
del cristianismo,
Jesús siempre está vivo en ti,
porque él es tu ancestro espiritual.
Cuando caminas, él camina contigo,
cuando respiras, lel respira contigo.
Así que Jesucristo siempre está disponible
en nuestra vida diaria.
Los mismo es verdad
con un practicante budista.
Si practicamos caminar conscientes,
respirar conscientes,
el Buda en nosotros practica respirar
consciente, caminar consciente
al mismo tiempo
El Buda está vivo siempre en nosotros.
Jesucristo está vivo siempre en nosotros.
Ya que hemos recibido la enseñanza,
Hemos nacido espiritualmente
de nuestro maestro raíz.
Es por ello que es posible que hablemos,
que tengamos un diálogo
con nuestros ancestros espirituales
en cualquier momento.
Como la planta de maíz.
Ella sabe que el grano de maíz sigue vivo
y ella puede hablar con el grano
de maíz en cualquier momento
En caso de que hayas tenido ancestros
difíciles, padre difícil, madre difícil,
en caso de que haya una relación
difícil con el padre,
con la madre, con el hermano,
todavía podemos hablar con ellos y
ayudarlos a transformarse en nosotros.
Esta es una buena práctica.
Supongamos que nuestro padre
tuviera muchas dificultades,
y hay mucho sufrimiento en él,
muchas dificultades en él,
pero él no supiera cómo cuidar,
cómo manejar,
cómo transformar el sufrimiento
en sí mismo.
Es por eso que siempre se mantiene
siendo víctima de su propio sufrimiento.
Y su sufrimiento te es transmitido a ti.
Es por eso que a veces sufres y
no sabes por qué sufres.
Porque el sufrimiento del padre
ha sido transmitido
al hijo o a la hija.
Puedes hablar con tu padre
en tu interior:
"Papito, sé que has sufrido mucho.
No fuiste muy afortunado,
No has conocido un amigo espiritual,
un maestro,
y no sabes cómo transformarlo.
Pero ahora tengo la oportunidad
de conocer un amigo espiritual,
la enseñanza y un maestro,
y voy a practicar de forma
que transforme el sufrimiento en mi.
Que también es tu sufrimiento.
Si transformo el sufrimiento en mi,
tú también eres transformado en mí."
Así que todo lo que hagas por ti mismo,
lo haces por tu padre,
tu madre, tus ancestros.
Hay jóvenes que están
enojados con su padre,
no pueden hablar con su padre,
no pueden mirar a su padre,
pueden decir: "Esa persona, yo no quiero
tener nada que ver con ella".
Hay jóvenes que hablan así.
Parece que no quieren tener nada que ver
con su padre.
Pero la verdad es que
son la continuación de su padre.
Son su padre.
Es imposible eliminar a su padre de ellos
Es como la planta de maíz.
Supongamos que ella está
enojada con el grano de maíz.
Y ella quiere eliminar el grano
de maíz de sí misma.
¡Es imposible!
Por eso, solo hay una
forma de hacerlo,
reconocer a tu padre dentro de ti
y tratar de entender su sufrimiento
y tratar de transformarlo.
Existe esta práctica:
Inspirando, me veo a mi mismo
como un niño o niña de 5 años.
Espirando, sonrío al niño
o niña de 5 años en mí.
Inspirando, veo que el niño o niña de 5
años en mí es frágil, vulnerable.
Espirando, siento mucha compasión
por ese niño, o esa niña en mí.
que era yo
Después, inspirando, veo a mi padre
como un niño de 5 años.
Porque nuestro padre también ha sido
un niño pequeño frágil y vulnerable.
Y como un niño pequeño frágil y
vulnerable, ha sufrido también.
Cuando hemos sido capaces de ver
el sufrimiento de nuestro padre,
de repente nuestro enojo desaparece.
Cuando vemos el sufrimiento y el origen
del sufrimiento en nuestro padre,
ya no queremos castigarlo más.
En vez de eso, queremos hacer algo,
decir algo que lo ayude a sufrir menos.
Nuestro enojo se ha transformado
en compasión.
La meditación tiene ese poder.
Cuando reconoces el sufrimiento,
cuando reconoces el sufrimiento,
cuando comienzas a entender
la naturaleza del sufrimiento
en él, en ella,
nace la compasión en tu corazón.
Y cuando nace la compasión,
dejas de sufrir.
Ya no quieres castigar más.
Puedes decirle cosas lindas
a él, a ella.
Puedes escuchar con compasión,
puedes restaurar la comunicación.
Puedes ayudarlo a él o a ella a sufrir
menos, y puedes generar la reconciliación.
Y eso puede hacerse rápidamente también.
Necesitamos sabiduría para hacer
que la compasión surja en nuestro corazón:
"Papito, yo sé que has sufrido mucho
en el pasado, muchos años.
Yo no he sido capaz de ayudarte
a sufrir menos,
He reaccionado de tal manera que he
hecho que sufra más. Lo siento.
No es mi intención, papito,
hacerte sufrir.
Es solo porque no he visto
el sufrimiento en ti.
No he entendido el sufrimiento en ti.
Por favor, papá, cuéntame de tu
sufrimiento, de tus dificultades.
Por favor ayúdame a entender
Yo sé que si entiendo tu sufrimiento,
no voy a reaccionar como lo he
hecho y te haré sufrir más.
Por favor ayúdame."
Este es el tipo de habla que se llama
"habla amorosa".
Puedes usarla cuando hay compasión
en tu corazón.
Cuando hablas así,
él va a abrir su corazón
y te va a decir lo que hay en su corazón.
La práctica de la "escucha profunda"
es muy sanadora.
Al escuchar con compasión,
haces que una persona sufra menos.
Después, puedes restaurar la comunicación
y sanar las heridas.
Aún cuando tu padre ya no está en la forma
en que solías reconocerlo.
Muchas décadas atrás, 2 décadas atrás,
había un joven norteamericano
que vino aquí a la "Aldea Superior"
a practicar.
Tenía de tarea escribir
una carta de amor a su madre.
Haces meditación caminando,
meditación sentada por 2 o 3 días,
reflexionando sobre tu madre.
Y luego te sientas y escribes una
carta de amor. Eso es meditación.
Y él fue capaz de escribir
una carta maravillosa.
Y reportó que al principio,
él estaba muy dudoso,
porque estaba muy enojado con su madre.
Él no podía comunicarse con su madre.
Pero como era un
ejercicio de meditación,
él tenía que escribir una carta.
Pero para poder escribir la carta,
él tuvo que practicar la inspiración
y espiración y calmar sus emociones.
Y ver la realidad tal como es.
Así que durante esos 2 o 3 días se dio
cuenta de las muchas virtudes de su madre.
Porque cuando estás enojado
con alguien,
tú solo puedes recordar
lo que no es placentero en él o ella.
Pero cuando tienes suficiente tiempo para
observar, puedes descubrir muchas cosas
maravillosas en él o ella.
Así que con ese tipo de descubrimiento,
él pudo escribir una carta muy bella.
Después de haber terminado la carta,
se sintió de maravilla.
Había encontrado,
había redescubierto a su madre.
Él tiene una madre nueva.
Y cuando su madre leyó la carta,
ella se transformó.
Ella redescubrió a un amado hijo.
Y sanó.
Ellos pudieron reconciliarse
gracias a una sola carta.
Ella le escribió:
"Hijo mio, estoy tan feliz
de que hayas escrito esa carta.
Yo redescubro mi amado hijo.
Estoy muy orgullosa de ti.
Quiero escribir una carta
como esa a mi mamá.
Tu abuela.
Porque tuve dificultades con tu abuela.
Pero ahora se ha ido, no tengo
oportunidad de escribir una carta así.
Por eso, ya no es posible,
la otra persona ha muerto."
El joven en la "Aldea superior"
le escribió de vuelta y le dijo:
"Mamá, escríbela de todos modos,
porque mi abuela está aún viva en ti".
(Risas)
Si te sientas
y observas profundamente, verás
que mi abuela aún está presente
en cada célula de tu cuerpo.
Y cuando continúes
y comiences a escribir la carta,
mi abuela va a comenzar a leerla
inmediatamente."
Eso es posible con la sabiduría del
no nacimiento y no muerte.
La no dualidad entre padre e hijo,
madre e hija y demás...
¡Es maravilloso!
La restauración de la comunicación,
la reconciliación con la otra persona,
puede darse con solo
unos días de práctica.
Así que si tienes algunas dificultades
en tus relaciones
con tu padre, tu madre,
con tu pareja,
no permitas que la situación continúe.
Con la práctica,
podemos transformar la situación.
La práctica de la respiración consciente,
la práctica de la meditación caminando,
va a calmar nuestras sensaciones,
nuestras emociones,
y nos permite observar profundamente
y redescubrir
y restaurar nuestra bella relación.