Durante los últimos 20 años he estado ayudando a personas de Malasia y del sudeste asiático a hablar mejor en inglés. Y al entrenar a miles de personas del sudeste asiático he descubierto una verdad muy sorprendente. Descubrí que cuán bien alguien se comunica en inglés tiene muy poco que ver con su nivel de inglés. Tiene mucho que ver con su actitud hacia el inglés. Hay personas que tienen un nivel de inglés muy básico, pero se comunican muy bien. Recuerdo a un estudiante mío llamado Faizal. Era supervisor en una fábrica y su nivel de inglés era muy básico, pero él podía sentarse y escuchar a cualquiera, muy calmado, claramente, y luego podía responder, expresar bella y totalmente sus pensamientos, con un nivel muy básico de inglés. Por lo que hoy quiero compartir con Uds. qué es lo que es diferente en las personas como Faizal. ¿Cómo lo hacen? En segundo lugar, por qué esto es importante, no solo para Uds., sino también para sus niños, su comunidad y el futuro de Malasia. Y tercero, qué es lo que pueden hacer, empezando desde hoy, si desean hablar con esa confidencia calma, clara que tiene la gente como Faizal. Antes que nada, ¿qué es tan diferente? ¿Cómo lo hace la gente como Faizal? Para responder eso, voy a volver atrás 10 años, ¿sí? En esa época era entrenadora de personal, y, también en esa época, mi hija asistía a lecciones de piano. Y empecé a notar dos similitudes muy fuertes entre la actitud de mi hija o su modo de pensar en cuanto a tocar el piano y la forma de pensar o la actitud de muchos malayos hacia el inglés. Primero debo decirles que mi hija odiaba el piano, odiaba las lecciones, odiaba practicar. Esta es mi hija practicando el piano... Esto es lo mejor que se puede esperar. Esto es en serio...de verdad. Y ella tenía miedo de ir a las lecciones de piano porque para mi hija, ir a lecciones de piano... la llenaba de miedo. Lo que trataba de evitar era cometer errores, ¿bien? Porque como muchos estudiantes de piano, para mi hija y su maestra, su éxito con el piano se medía según los errores que cometía. Al mismo tiempo, noté que muchos malayos entraban en conversaciones en inglés con la misma clase de temor. Esa sensación de que van a ser juzgados según cuantos errores van a cometer, y si lo van a arruinar o no. La segunda semejanza que noté tiene que ver con la imagen de uno mismo. Mi hija sabía cómo sonaba el piano bien tocado. Todos sabemos cuando un piano suena bien. Y ella sabía cuál era su nivel, y por cuánto tiempo iba a tener que practicar para tocar así. Y noté que muchos malayos tenían esa idea de cómo se supone que debe sonar el inglés bien hablado, y cuál era --veo que muchos de Uds. están asintiendo-- y cómo sonaba su inglés, y cuánto iban a tener que hacer para llegar hasta allí. Y también sentían --como mi hija-- que lo hacían mal, que tocaban mal el piano, que hablaban mal inglés... "Mi inglés no muy bueno... No puedo... Perdón...No puedo...Ah..." Así que podía ver estas semejanzas, pero todavía no podía entender qué es lo que hace que las personas como Faizal sean tan diferentes, que lo puedan hacer en un modo tan sencillo y calmado, con confianza. Pero un día descubrí la respuesta, y la descubrí casi de casualidad. Fue un día en el que mi computadora se había roto, y tuve que ir a un cibercafé. Fue mi primera vez y descubrí que los cibercafés son lugares desagradables. Son realmente vulgares. Huelen mal y están llenos de chicos. Y juegan a juegos violentos y ruidosos. Son lugares desagradables. Pero tuve que ir ahí. Así que me senté, y empecé a notar a este chico que estaba a mi lado. Y me empecé a interesar en este chico a mi lado. Este chico está jugando a un juego que, básicamente, consiste en disparar a gente hasta que se mueren. Y eso es todo. (Risas) Ese es el juego. Y noto que el chico no es muy bueno. En realidad, es pésimo. Lo observo y veo que hay muchos disparos pero...no mucha muerte... (Risas) Lo que me interesó realmente es que detrás de este mal jugador había tres amigos suyos allí de pie mirándolo jugar. Y lo que noté fue que aunque este chico era pésimo, aunque sus amigos lo estaban observando, no sentía vergüenza. No se sentía juzgado. No había timidez. De hecho, era lo opuesto. Este chico se concentraba completamente en los "malos", con una sonrisa en la cara. En lo único que piensa es en matarlos, ¿cierto? Y yo lo observo. Y de pronto me doy cuenta: es eso. Esa es la misma actitud que tiene la gente como Faizal cuando hablan en inglés, exactamente como este chico. Cuando Faizal se pone a hablar en inglés, no se siente juzgado. Se concentra completamente en la persona en la que está hablando y en los resultados que desea obtener. No es consciente de sí mismo, no piensa en sus propios errores. Quiero compartir con Uds. un ejemplo real, darles una imagen de alguien que habla en inglés como si estuviera tocando el piano y de alguien que habla en inglés como si jugara en la computadora. Y esta es una historia real. Me pasó a mí. Hace un tiempo estuve en una farmacia. Tenía que comprar omega; mi médico me había dicho que debía tomar omega. Voy a la estantería, hay muchos omega, hay omega con gran cantidad de DHA, omega con gran cantidad de EPA, y no sé cuál comprar. Ahora bien, la representante de ventas estaba allí justamente. Y vi que ella era ese tipo de mujer profesional, muy bien vestida. Camino hacia ella, y veo esa mirada cuando me ve, esa clase de mirada... es una mirada que reconozco muy bien. Abre mucho sus ojos. Es como pánico: "¡Oh, Dios mío! Tengo que hablar con una nativa de inglés; me va a juzgar y va a notar mis errores." Me acerco y le explico mi situación: ¿Cuál de los omegas debo comprar? Y ella empieza a explicarme todo lo que se puedan imaginar sobre DHA y EPA. Habla muy rápido, da vueltas en círculos. Y cuando termina, no tengo idea de qué comprar. (Risas) Por lo que me dirijo a la chica detrás del mostrador. Ahora bien, esta chica... la he escuchado antes, su nivel de inglés es muy básico. Pero cuando me acerco a ella, a esta chica, no tiene miedo. De hecho, me está mirando. Ya saben, esa mirada como: ¿Sí?...¿Bien?...¿Entonces?... (Risas) Sí, he estado en Malasia por bastante tiempo. (Risas) Así que me acerco a ella y le explico el problema con el EPA y el DHA. Ella me mira y me dice: "Bien, sí." "Ah, EPA para corazón." "DHA para cerebro." (Risas) "Su corazón, ¿bien o no?" (Risas) Así que le dije: "Sí, sí." Le dije: "Mi corazón está realmente... pienso que está muy bien." Ella dice: "Su cerebro, ¿bien o no?" (Risas) Le dije: "No. No, mi cerebro no está tan bien como solía estarlo." Ella me mira y dice: "Bien, Ud. toma omega DHA." (Risas) Problema resuelto... Así que tenemos dos clases diferentes de comunicadoras. Tenemos la que tiene un nivel elevado, pero que se concentra completamente en ella y en hacerlo bien, y por lo tanto, muy ineficaz. Y tenemos a la otra, con un nivel básico, completamente concentrada en la persona con la que habla y obtiene un resultado. Es eficaz. Y ahí está la diferencia. Ahora bien, ¿por qué esta distinción es tan importante para Uds., sus hijos, y para el futuro de Malasia y de países como Malasia? Para responder a eso, observemos a quiénes hablan en inglés en el mundo hoy en día. Si observáramos todas las conversaciones en inglés en el mundo, las que están ocurriendo en este mismo momento en el planeta Tierra, veríamos que, por cada hablante nativo como yo, hay cinco hablantes no nativos. Y si escucháramos cada conversación en inglés en el planeta Tierra ahora mismo notaríamos que un 96 % de esas conversaciones implican hablantes no nativos. Solo un 4 % de esas conversaciones son entre hablantes nativos. Esta ya no es mi lengua, esta legua les pertenece a Uds. No es un arte que debe ser dominado; es solo una herramienta para obtener un resultado. Y quiero darles un ejemplo de lo que el inglés es en el mundo hoy en día, el inglés real. Esta es otra historia real. Hace un tiempo estuve en un asado, era un asado para ingenieros, para ingenieros de distintas partes del mundo. Y estaban haciendo salchichas. Algunas de estas salchichas eran las comunes, y otras eran esas salchichas con queso, de las que tienen queso en el centro. Un ingeniero francés está cocinando las salchichas, y se dirige a un ingeniero coreano, y le dice: "¿Quieres una salchicha?" Y el tipo coreano le dice: "Sí, ¡gracias!" Él le dice: "¿Quieres el queso?" Y el tipo coreano mira la mesa y le dice: "No veo queso." El tipo francés le dice: "La salchicha contiene el queso". (Risas) El tipo coreano no le entiende... Así que el ingeniero francés lo intenta de nuevo. "La salchicha...hecha de... con el queso." El tipo coreano aún no le entiende. Lo intenta de nuevo, le dice: "La salchicha viene de... No, el queso viene de la salchicha." (Risas) El coreano no entiende. Pero un ingeniero japonés que ha estado escuchando la conversación, se vuelve hacia el ingeniero coreano y le dice: "¡Ah!, queso... ¡integrador!" (Risas) Y ahora lo entiende, bien. (Risas) Todos lo entienden. Así que, esto es lo que es el inglés hoy en día. Es solo una herramienta para utilizar para obtener un resultado, como un juego de computadora. El problema es que sabemos que en las escuelas de todo el mundo, el inglés no se enseña como una herramienta para usar. Todavía se enseña como si fuera un arte para dominar. Y se juzga a los estudiantes más por su precisión que por su claridad. Algunos de Uds. recordarán las pruebas de comprensión en la escuela. Recordarán que en la escuela cuando recibían una pregunta sobre un texto debían leer algún texto, ¿verdad? Y luego debían responder la pregunta para demostrar que habían entendido el texto. Y les habrá pasado que demostraron que entendieron el texto pero recibieron una gran X porque cometieron un pequeño error gramatical. Como este estudiante. Este estudiante claramente entendió el cuarto párrafo. Pero no, ¡incorrecto! Porque se olvidó de escribir la letra N en la palabra "environment." Pero en el mundo real, eso no sería importante. En el mundo real, lo que importa es que entiendan un correo electrónico, o si entendieron al cliente, así pueden avanzar y empezar a actuar. El problema que veo aquí, una y otra vez, es que las personas tienen la actitud con el inglés que desarrollaron en la escuela, y la siguen usando en su vida adulta y en el trabajo. Y si están en una situación estresante, están teniendo una conversación y tratando de dar un resultado a alguien y de decirlo correctamente, su cerebro no puede hacer dos cosas a la vez. Y lo que veo es que el cerebro simplemente se apaga. Pueden reconocer que el cerebro se está apagando con tres síntomas. El primero es que dejan de escuchar. Alguien les está hablando, y Uds. están tan ocupados pensando en cómo le van a responder y a expresarse correctamente, que no escuchan lo que la otra persona dijo. Puedo ver a muchos asintiendo en la audiencia. Lo segundo que desaparece es el habla. Es como si su mente se apagara, y ese vocabulario que saben simplemente desaparece, y las palabras no salen. Lo tercero que desaparece es su confianza. Y lo peor de esto es que quizá Uds. se vuelvan inseguros porque no se pueden expresar claramente, pero la persona con la que están hablando puede malinterpretarlo y pensar que son inseguros en su capacidad para hacer el trabajo, para desempeñarse. Así que si quieren hablar en inglés como Faizal, con confianza, esto es lo que pueden hacer: cuando hablen, no se concentren en Uds. Concéntrense en la otra persona y en el resultado que quieren alcanzar. Imaginen la siguiente generación de malayos con esa confianza maravillosa en la comunicación que tiene Faizal, en cualquier nivel de inglés. Porque, recordemos, que el inglés de hoy no es un arte para ser dominado, es solo una herramienta para obtener un resultado. Y esa herramienta les pertenece. Gracias. (Aplausos)