Desde la época de Homero
historias antiguas
hablaban de guerreras feroces
que vivían más allá
del mundo mediterráneo,
sembrando el miedo en los más poderosos
imperios de la antigüedad.
Sus hazañas fueron
contadas por muchos poetas épicos.
Pelearon en la legendaria Guerra de Troya
y su gran ejército invadió Atenas.
Jasón y los Argonautas
pasaron por sus orillas,
evitando apenas sus flechas mortales.
Estas formidables luchadoras
se enfrentaron
contra los mejores campeones del mito:
Heracles,
Teseo,
y Aquiles.
Y cada una de estas guerreras era mujer.
Las amazonas amantes de la guerra,
"las iguales a los hombres"
en valentía y habilidad,
eran conocidas por todos en
la antigua Grecia.
Escenas de la batalla amazona decoraban
el Partenón en la acrópolis de Atenas;
pinturas y estatuas de amazonas
adornaban los templos y espacios públicos.
Las niñas jugaban con muñecas amazonas
y las amazonas eran un tema favorito
en las pinturas de los jarrones griegos.
En el arte y la literatura griega,
se representaban
como atrevidas y deseables,
pero también aterradoras y mortales,
y condenadas a morir
a manos de los héroes griegos.
¿Eran las amazonas meras figuras de mito,
o eran algo más?
Durante mucho tiempo se asumió
que eran imaginarias,
como los cíclopes y los centauros.
Pero curiosamente,
historias del antiguo Egipto,
Persia, Oriente Medio,
Asia Central, India y China
también presentaron mujeres guerreras
como las amazonas.
Y las amazonas eran descritas
en la relatos históricos antiguos,
no solo mitos.
Escritores como Herodoto, Platón,
y Estrabón nunca dudaron de su existencia.
Entonces, ¿quiénes fueron
las verdaderas mujeres guerreras
conocidas como amazonas?
Historiadores antiguos situaban
el hogar de las amazonas en Escitia,
el vasto territorio que se extiende
desde el Mar Negro a través
las estepas de Asia Central.
Esta inmensa región fue poblada
por tribus nómadas
cuyas vidas se centraban en los caballos,
el tiro al arco y la guerra.
Su cultura floreció unos 1000 años
desde aprox. el 800 a.C.
Temidos por griegos, persas y chinos,
los escitas no dejaron registros escritos,
pero podemos encontrar pistas
en las descripciones de sus vecinos,
así como en la arqueología.
Los antepasados de los escitas fueron
pioneros en montar a caballo
e inventaron el arco recurvo.
Y, como las mujeres arqueras montadas
podían ser tan rápidas y mortales
como los hombres,
todos los niños fueron entrenados
para montar y disparar.
Las mujeres cazaban y peleaban
junto a los hombres,
usando las mismas armas.
El áspero paisaje
y su estilo de vida nómada
creó su propia forma de igualdad.
Esto asombró a los antiguos griegos,
cuyas mujeres tenían
vivían restringidas en casa.
Las primeras historias de los escitas,
y Amazonas,
pueden haber sido rumores exagerados,
pero cuando los griegos comenzaron
a comerciar por el Mar Negro
y más al este,
sus representaciones
se volvieron más realistas.
Las primeras representaciones de amazonas
mostraban armas y armaduras griegas.
Pero en representaciones posteriores,
empuñaban arcos y hachas de batalla,
montaban a caballo,
y llevaban gorras puntiagudas
y pantalones estampados
característicos de los nómadas esteparios.
Hasta hace poco, nadie nadie conocía
bien estos fuertes vínculos
entre los escitas
y las amazonas del mito griego.
Pero recientes hallazgos arqueológicos
han proporcionado amplia evidencia.
Más de 1000 antiguos kurganes escitos,
o montículos funerarios,
que han sido excavados,
contenían esqueletos y armas.
Los arqueólogos habían asumido previamente
que las armas solo podían
pertenecer a guerreros masculinos.
Pero el análisis de ADN moderno
hasta ahora ha revelado
que alrededor de 300 esqueletos
enterrados con armas
pertenecen a mujeres
de entre 10 y 45 años,
y se siguen encontrando más cada año.
Los esqueletos de las mujeres
muestran lesiones de batalla:
costillas cortadas por espadas,
cráneos golpeados por hachas de batalla,
y flechas incrustadas en los huesos.
En el arte y las escrituras clásicas,
las temibles amazonas
siempre se retrataban
como valientes y heroicas.
Sin embargo, en la Grecia clásica
dominada por los hombres,
la sola idea de mujeres fuertes
que se vanagloriaban de libertad y guerra
despertaba sentimientos encontrados.
Y sin embargo, los griegos también fueron
dibujados con ideales igualitarios.
¿Es posible que el reino mítico
de los emocionantes cuentos amazónicos
fuera una forma de imaginar a mujeres
y hombres como compañeros iguales?