[Sonidos de pájaros piulando]
[Nueva York de cerca]
[Fort Greene, Brooklyn]
Creo que poder trabajar en casa...
me despierto por la mañana,
desayuno, empiezo a trabajar.
Y es una transición muy suave
directamente al trabajo
que proviene de un lugar más tranquilo,
más centrado.
[Louise Despond, artista]
[Nicole Wong, assistente]
Creo que haremos puntos blancos en estos,
hasta que llegues a este pequeño...
párate antes de llegar al más pequeño.
Párate en este.
Lo que me gusta de trabajar
de esta forma
es que no hace falta esperar
a que se me dé una oportunidad.
No tengo que solicitar subvenciones
para llevar a cabo esta idea
cuando puedo hacer lo que necesito
y lo que quiero hacer simplemente en papel.
Me gusta eso: que no hay excusa
para no hacer el trabajo,
porque es tan confinado.
Concentrarse y dedicarse
a hacer algo sencillo
quizá puede ser lo más transformador.
Porque al ser tan estrecho
puede ser infinitamente profundo.
["Louise Despont dibuja profundamente"]
Siempre asociamos el dibujo
con una actividad más personal,
más íntima que la pintura.
Porque, históricamente, los dibujos
no se exponían,
y cuando se exponían, se presentaban
como, diríamos,
los cuadernos privados de tal y tal,
o los esbozos de estos pintores muy famosos.
Antes pintaba más en óleo,
hace 10 años,
y luego, de repente lo ves,
y crees que está todo mal
y que tienes que ir por un camino
completamente distinto.
Y en este momento empecé
a trabajar en cuadernos
y hacer mucho collage,
en el que solo había imágenes recopiladas
que pegaba al libro.
Llenar un libro me hacía sentir bien.
No tenía que contener nada bueno, incluso.
Simplemente era agradable
completar un libro.
Pienso que también es
la naturaleza del trabajo en un libro.
El trabajo es privado,
no estás haciendo un trabajo
para que la gente lo vea.
Porque si siempre estás imaginando que
alguien lo verá,
quizá no te permites cometer los errores
que hay que cometer durante el proceso.
Estos libros de registros, la mayoría
son para contabilidad:
hacer el seguimiento de tus gastos,
deudas y cuentas por pagar.
Creo que es otra forma
de llevar las cuentas del tiempo
y de toda una vida.
Se convierte en
el informe de todos los días,
que añado en el dibujo.
Cuando empecé a usar las plantillas
cambió completamente mi forma de dibujar.
Esta es la primera plantilla que compré,
que ahora está completamente rota.
Me entristece mucho.
Creo que los triángulos son
lo que más uso.
Colocar el papel y ver las dimensiones
a veces puede ser
el principio de un dibujo.
Solo hace falta que hagas
las primeras marcas
y el dibujo completo
se desplegará a sí mismo
respondiendo a las marcas,
incluso si cambias por completo
lo que pensaste que estabas empezando.
Estas pocas marcas contienen la semilla
del dibujo entero.
Es casi como si el dibujo
se guiase a sí mismo,
y tú estás allí para arrancar
las malas hierbas,
regar y plantar.
Pero crecerá él solo
hasta cierto punto.
Es agradable observar algo
y sentir una cierta clase de admiración
por el objeto,
sentir que no lo posees del todo
pero que has trabajado para que sea tuyo.
Incluso si parece
muy controlado y detallado,
siento que poseo
quizá una cuarta parte del objeto,
como máximo. [SE RÍE]
Cada dibujo es un descubrimiento:
pequeños descubrimientos;
pero cada uno se desenvuelve de una forma
que hace que el dibujo
salga del control total.
Eres responsable de tu parte,
y otra cosa es responsable
de la otra parte,
lo que lo hace muy emocionante.
Es una complejidad que no puedes idear.
Es como si pequeños depósitos minerales
se acumulasen
y formasen una superficie entera.
Creo que es expresivo
en un nivel energético,
por lo menos eso es lo que espero.
Creo que el trabajo accede a algo
que yo siento que es muy universal.
Hay algo tan personal y crudo e inconcreto
sobre tu relación con lo espiritual,
y mis palabras siempre estarán
en esta aproximación torpe
de algo que siento
que estoy empezando a tocar
en un lenguaje simbólico.
Creo que en los dibujos
está mejor explicado.
[White Mule, Chelsea]
[DESPONT] ¿Y este es el papel japonés
de arroz y moral?
[ANNE GIBBS] Mmm.
La pasta que usamos es una pasta de arroz,
así que es soluble en agua.
Se puede quitar con solo un poco de calor
[Anne Gibbs, enmarcadora]
humidificándolo un poco.
[DESPONT] Y entonces,
cuando tengo que dar el último paso
y llevar el dibujo a la enmarcadora,
me lo miro por última vez
porque sé que es la última oportunidad
para realizar cambios.
Y cuando observo el dibujo
puedo ver áreas que no están
completamente conectadas
o resueltas del todo.
Y se trata de todas las brechas
para añadir algo.
Y cuando está acabado, es un:
"¡No me toques!"
Como si ya no hubiese acceso.
Y eso...
siempre parece muy claro.