Me llamo Jeff Moyer. Tengo 71 años, defiendo los derechos de las personas, con discapacidad, escribo y soy músico. He estado relacionada con la ADA desde antes de su desarrollo cuando trabajábamos para establecer los comienzos de los derechos de la discapacidad con 504 reglamentos que fueron firmados en 1977 después de 26 días sentados en un edificio federal de San Francisco, y también era músico en ese momento, aunque yo no tuve que vivir allí, como algunos héroes. Llegué y me fui. Tenía un niño pequeño. Me involucré con la ADA cuando escuché a Justin Dart en 1988. Me cautivó su oratoria excepcional y su mensaje de unidad. Me presenté y pregunté si le podría grabar, me dijo que sí y ahí empezó una amistad que llevó a que me invitara a cantar mi canción, el himno de la ADA en el Senado de los EEUU en una cena recepción tras la firma de la ADA en la Casa Blanca esa mañana. Luego me convertí en miembro de la red de actuación de la ADA y trabajé como voluntario con personas de todo el país. Me aseguraba de que los derechos creados por la ADA se hicieran efectivos en sus vidas. El verano de 1954, comencé a quedarme ciego, dos semanas antes de que mi hermano pequeño naciera con una discapacidad cognitiva, y creo que me di cuenta de la exclusión cuando intenté ver durante la primaria, quería leer y los materiales no estaban disponibles. Así que mi profesora tenía que escribir lo que escribía en la pizarra y entregarmelo por separado. Por primera vez me di cuenta de la necesidad y de que la ayuda de otros suplía mis necesidades. Para mi hermano no fue tan fácil pues fue víctima de una extrema brutalidad, la violencia de otros niños y que ninguna escuela le aceptara, ni siquiera las que eran para niños con discapacidades. Como resultado, fue internado cuando tenía 9 años y eso abrió un episodio inconcluso de mi vida sobre entender las necesidades de las personas con discapacidad cognitiva que gracias a la poderosa decisión de Olmstead como parte de la vida institucional de la ADA fue considerado una violación de los derechos civiles. Es una historia larga. La ADA fue una construcción maravillosa, sin embargo en su construcción, el senado tomó la decisión de excluir la ceguera así que cada cruce en el país tenía rebajes en las aceras, pero poner señales accesibles para personas con discapacidad visual era una opción de cada localidad y tristemente se esto por experiencia. Un amigo querido que ya ha fallecido fue parte de todo el proceso en Washington. Su nombre era Mary Jane Owen. Así que la ADA es una gran esperanza, pero solo puede ser efectiva a través de las acciones individuales, cuando hay voluntad de defender que en cada caso se lleve a cabo. Se me invitó a la Casa Blanca para la ceremonia de firma y llegué pronto, simplemente porque mi avión aterrizó temprano, así que me senté en la fila delantera de la sección para el público. Había una sección para congreso y administración y luego otra para el público. Cuando el presidente salió cruzando la plataforma que había sido construída para que pudiera ser visto por la multitud, mejor dicho por el auditorio, por supuesto la parte del congreso se levantó a una en aplauso y entonces hubo gente que empezó a gritar, "No vemos nada, siéntense". El Senador Kennedy estaba sentado justo en frente mío y la señora que conocí, que estaba al lado mio, me dijo que él se volteó y se dio cuenta de que estaban bloqueando la visión a personas en silla de ruedas. Así que hubo un momento de choque entre el protocolo y la accesibilidad. Por supuesto la gente se sentó. Y esa fue la primera vez, mientras se firmaba la ADA, que la accesibilidad fue entendida a través de la acción personal. Creo que este va a ser un tiempo difícil para llevar a cabo algo nuevo en relación a los derechos de las personas con discapacidad porque nuestro país está luchando con la crisis económica causada por el confinamiento debido al Coronavirus, creo que vamos a tener que trabajar muy duro para mantener lo que hemos logrado. Si pudiera lograr alcanzar cualquier objetivo en cuestión de accesibilidad, sería reabrir las páginas poderosas de la ADA para incluir acceso a información y orientación. Y con eso me refiero a que si eres capaz de deambular y eres ciego o si no puedes leer por culpa de una discapacidad cognitiva, cosas simples como los pasos de peatones, los números de autobús, las señales en los edificios son difíciles si no puedes ver o leer. Esta tecnología se llama "Señas habladas", y nos quedamos muy cerca. Todo esto no es un requisito de la ADA, como para que la ADA tenga que llevarlo a cabo. Sin embargo, los republicanos bloquearon