Aquí vamos: una vista de juego.
Debe ser serio si el New York Times lo pone
en la portada de su revista del domingo 17 de febrero.
Debajo dice: "es más profundo que el género.
Serio, pero peligrosamente divertido.
Y un semillero de nuevas ideas acerca de la evolución. "
No está mal, pero si nos fijamos, algo falta.
¿Ven ustedes algún adulto?
Bien, volvamos al siglo XV.
Esta es una plaza en Europa,
y una mezcla de 124 distintas clases de juego.
Todas las edades, juego individual, juego corporal, partidos, desafíos.
Y ahí está. Creo que es una típica imagen
de cómo era una plaza en ese entonces.
Creo que hemos perdido algo en nuestra cultura.
Así que voy a mostrarles
una secuencia muy interesante.
Norte de Churchill, Manitoba, en octubre y noviembre,
no hay hielo en la Bahía de Hudson.
Y este oso polar macho de 1200 libras,
es salvaje y está bastante hambriento.
Y Norbert Rosing, un fotógrafo alemán,
está fotografiando una serie sobre estos huskies atados.
Y desde la izquierda aparece este oso polar salvaje
con una mirada depredadora.
Quien haya estado en África o haya sido perseguido un perro guardián,
conoce esa mirada depredadora
que te dice que estás en problemas.
Pero al final de esa mirada depredadora
hay una hembra husky juguetona, meneando su cola.
Y ocurre algo muy inusual.
La conducta fija, establecida y estereotípica que
acaba en una comida, cambia.
Y el oso polar
se yergue frente a la husky.
No saca sus garras ni asoma los colmillos.
Y comienzan una danza increíble.
Una danza lúdica.
Está en la naturaleza: anula el instinto carnívoro
y lo que hubiera sido una breve lucha a muerte.
Si observan a la husky ofreciendo su garganta al oso polar detenidamente
verán que están en un estado alterado.
Están en un estado de juego.
Y es ese estado
lo que permite que estas dos criaturas exploren lo posible.
Están empezando a hacer algo que no hubieran hecho
sin señales de juego.
Y es un maravilloso ejemplo
de cómo una disparidad de poder
puede ser anulada por un proceso natural presente en todos.
Ahora ¿Cómo me involucré en esto?
John mencionó que he hecho algún trabajo con asesinos, y así es.
El asesino de La Torre de Texas abrió mis ojos,
-en retrospectiva, cuando estudiamos su trágico asesinato en masa-
a la importancia del juego,
pues luego de un profundo estudio, hallamos que esta persona
había tenido una severa privación de juego.
Charles Whitman era su nombre.
Y nuestra comisión, formada por un montón de científicos,
concluyó al final de ese estudio que la ausencia de juego
y una progresiva supresión del juego evolutivo normal
le llevó a ser más vulnerable para producir esa tragedia .
Y este hallazgo ha superado la prueba del tiempo,
por desgracia, aún en el caso reciente de Virginia Tech.
Y otros estudios de poblaciones en riesgo
me sensibilizaron a la importancia del juego,
pero realmente no comprendía qué era.
Investigué muchos años los historiales de juego de las personas
antes de darme cuenta que no lo comprendía plenamente.
Creo que ninguno de nosotros lo comprende totalmente.
Sin embargo, hay formas de verlo
que creo nos dará a todos una taxonomía, una forma de pensarlo.
Y esta imagen es, para los seres humanos, el punto inicial del juego.
Cuando la madre y el niño traban la mirada,
y el bebé tiene la edad suficiente para tener una sonrisa social,
lo que pasa, espontáneamente, es la erupción de alegría de la madre.
Ella comienza a murmurarle, a arrullarlo y a sonreir, y también lo hace el bebé.
Si los conectáramos a un electroencefalógrafo veríamos
la sintonía entre el hemisferio cerebral derecho de ambos.
La feliz aparición de este precoz escenario de juego
y su fisiología es algo que recién estamos comprendiendo.
Y me gustaría que pensaran que cada juego más complejo
se construye sobre esta base en los seres humanos.
Ahora voy a mostrarles de una especie de forma de ver el juego,
pero nunca es sólo una cosa singular.
Vamos a ver el juego corporal,
que es un deseo espontáneo de librarnos de la gravedad.
Esta es una cabra montesa.
Si tiene un mal día, intente esto:
salte arriba y abajo, menéese; va a sentirse mejor.
Pueden sentirse como este personaje,
que también lo hace porque sí.
No tiene un propósito en particular, y eso es lo grandioso del juego.
Si su objetivo es más importante
que el acto de hacerlo, probablemente no sea juego.
Hay una clase distinta de juego: el juego con objetos.
Este macaco japonés hizo una bola de nieve,
y la va a hacer rodar por una colina.
No se las arrojan, pero esto es una parte fundamental de ser juguetón.
La mano humana, en la manipulación de objetos,
es la mano en busca de un cerebro.
El cerebro está en busca de una mano,
y el juego es el medio por el cual los dos están mejor conectados.
Oímos acerca de JPL (Laboratorio de Propulsión de Jets) esta mañana; JPL es un lugar increíble.
Encontraron a dos consultores,
Frank Wilson y Nate Johnson.
Frank Wilson es un neurólogo, Nate Johnson es un mecánico.
Enseñó mecánica en una escuela secundaria en Long Beach,
y vio que sus alumnos ya no podían resolver problemas.
Trato de averiguar por qué. Y llegó a la conclusión, bastante por su cuenta,
que los estudiantes que ya no podía resolver problemas, como arreglar autos,
no habían trabajado con sus manos.
Frank Wilson había escrito un libro llamado "La Mano".
Se reunieron - JPL los contrató.
Ahora JPL, la NASA y Boeing,
antes de contratar un solucionador de problemas de investigación y desarrollo --
aunque hayan sido summa cum laude de Harvard o de Cal Tech --
si no han arreglado autos, si no han hecho cosas con sus manos siendo jóvenes,
no pueden resolver problemas tan bien.
Así que jugar es práctico y es muy importante.
Ahora una de las cosas del juego es que nace de la curiosidad y la exploración. (Risas)
Pero tiene que ser una exploración segura.
Esto está bien: es un niño con inquietudes anatómicas
y esa es su mamá. En otra situación no estaría tan bien.
Pero la curiosidad, la exploración, son parte del escenario del juego.
Si uno quiere pertenecer, necesita juego social.
Y el juego social es parte de lo que tratamos hoy aquí,
y es un subproducto de la escena del juego.
Juego brusco.
Estas leonas, vistas de lejos, parecían estar peleando.
Pero si se mira de cerca, son como el oso polar y la husky:
sin garras, pelos lisos, mirada suave,
bocas abiertas sin colmillos, movimientos de ballet,
movimientos curvilíneos. Todo específico del juego.
Y el juego brusco es un gran medio de aprendizaje para todos nosotros.
Debería permitírsele a los niños preescolares zambullirse, golpear, silbar,
gritar, ser caóticos, y desarrollar a través de esto gran parte de la regulación emocional
y muchos de los otros subproductos sociales - cognitivo, emocional y físico --
que vienen como parte del juego brusco.
Todos estamos involucrados en el juego de espectador, el juego ritual.
Aquellos que son de Boston saben que éste fue el momento (poco frecuente)
en que los Medias Rojas ganaron la Serie Mundial.
Pero miren la cara y el lenguaje corporal de todos
en esta imagen borrosa, y pueden tener la sensación que están todos jugando.
Juego imaginativo.
Me encanta esta foto porque es mi hija, que ahora tiene casi 40 años,
pero me recuerda a sus cuentos y su imaginación;
su habilidad para hacer entretejer historias en esta edad - preescolar.
Una parte muy importante de ser un jugador
es el juego imaginativo individual.
Y me gusta ésta, porque también se refiere a nosotros.
Todos tenemos una narración interna, nuestra propia historia interior.
La unidad de comprensión de la mayoría de nuestros cerebros es la historia.
Hoy les estoy contando un cuento sobre el juego.
Este aborigen australiano, creo, está contando cuán grande era el pez que se le escapó,
pero es una parte fundamental del escenario de juego.
¿Qué produce el juego en el cerebro?
Bueno, mucho.
No sabemos demasiado sobre lo que hace en el cerebro humano,
porque la financiación para la investigación sobre el juego no ha sido grande.
Pedí una subvención a la Fundación Carnegie.
Me habían dado una gran subvención cuando era académico
para el estudio de los conductores ebrios, y pensé que tenía un buen historial.
Cuando llevaba media hora hablando de juego,
era obvio que no creían que el juego fuera serio.
Creo que esa visión antigua del tema ya pasó,
y la onda del juego está creciendo,
porque hay evidencia científica.
Nada estimula el cerebro como jugar.
El juego tridimensional activa el cerebelo,
envía gran cantidad de impulsos al lóbulo frontal
-el area de ejecución - ayuda a desarrollar la memoria contextual,
y ... y, y, y.
Para mí ha sido una aventura académica muy enriquecedora
ver la neurociencia asociada con el juego, y unir a la gente
que en sus disciplinas, no lo había pensado de esa manera.
Y eso es parte de lo que se trata el Instituto Nacional de Juego.
Y ésta es una de las maneras se puede estudiar el juego:
realizar un electroencefalograma de 256 líneas.
Lamento no tener un sujeto de aspecto lúdico, pero permite la movilidad
lo que ha limitado el estudio del juego.
Y tenemos en marcha un escenario de juego de madre-hijo
que estamos esperando completar pronto.
Otra razón por la que expongo esto aquí es hacer un inventario
de mis pensamientos acerca de objetivar lo que produce el juego.
El mundo animal lo ha objetivado.
En el mundo animal, si se toman las ratas
que tienen programado jugar en un determinado período de su juventud
y se reprime el juego - chillar, luchar,
sujetarse, que es parte de su juego.
Si se reprime ese comportamiento en un grupo en estudio,
y se permite en otro grupo en estudio,
y luego se les presenta a las ratas
un collar saturado de olor a gato,
están programadas instintivamente para huir y esconderse.
Bastante inteligente: no quieren que un gato las mate.
Entonces, ¿qué pasa?
Ambos grupos se ocultan.
Las no-jugadoras no salen nunca --
y mueren.
Las jugadoras poco a poco exploran el medio ambiente,
y comienzan de nuevo a probar las cosas.
Eso me dice, al menos en ratas,
que creo tienen los mismos neurotransmisores que nosotros
y una arquitectura cortical similar,
que el juego puede ser muy importante para nuestra supervivencia.
Y, y, y - hay muchos más estudios en animales que podría citar.
Ésta es una consecuencia de la privación de juego. (Risas)
Ésto llevó mucho tiempo:
llevar a Homero y hacerle una resonancia funcional, una tomografía
y varios EEG, pero por ser un teleadicto sedentario, su cerebro se ha encogido.
Y sabemos que en los animales domésticos
y otros, cuando están privados del juego,
las ratas también, no desarrollan un cerebro normal.
El programa dice que lo opuesto al juego no es el trabajo,
es la depresión.
Y creo que si uno piensa en una vida sin juego:
sin humor, sin coquetería, sin películas,
sin partidos, sin fantasía y demás...
Imaginen una cultura o una vida, de adultos o no,
sin juego.
Lo que es tan particular de nuestra especie
es que estamos diseñados para jugar durante toda la vida.
Y todos tenemos la capacidad de demostrar el juego.
Nadie malinterpreta al perro de la foto que tomé en la playa de Carmel hace poco.
Lo que seguirá este comportamiento
es jugar.
Y usted puede estar seguro.
La base de la confianza se establece a través de las señales de juego.
Y empezamos a perder esas señales, culturales y de otra índole, como los adultos.
Es una pena.
Creo que tenemos mucho que aprender.
Jane Goodall tiene aquí una cara de juego, igual que uno de sus chimpancés favoritos.
Por lo tanto, parte de la señalización del sistema de juego
tiene que ver con lo vocal, lo facial, lo corporal, lo gestual.
Uno se da cuenta y creo que cuando estamos entrando en un juego colectivo,
es realmente importante para los grupos lograr una sensación de seguridad
al compartir las señales de juego.
Pueden no conocer esta palabra,
pero debería ser su nombre y apellido biológicos.
pues neotenia significa la conservación de las cualidades inmaduras en la adultez.
Y según muchos estudios de los antropólogos físicos,
somos las criaturas más neoténicas,
las más joviales, las más flexibles y las más plásticas.
Y por lo tanto, las más lúdicas.
Y esto nos da una ventaja en la adaptabilidad.
Ahora, hay una forma de ver el juego
que también quiero destacar aquí,
que es el historial de juego.
Su propio historial de juego es único,
y, a menudo, no es algo en lo que pensamos.
Este es un libro escrito por un consumado jugador
llamado Kevin Carroll.
Kevin Carroll provino de circunstancias de extrema carencia:
madre alcohólica, padre ausente, del centro de Filadelfia,
afro-americano, tuvo que cuidar de un hermano menor.
Se dio cuenta que cuando miraba un patio de recreo
por la ventana de donde estaba confinado,
sentía algo diferente.
Y persiguó esa sensación.
Y transformó su vida - su vida de privaciones
y de lo que se podía esperar de ella --posiblemente la cárcel o la muerte --
y se convirtió en lingüista, entrenador de los 76ers y orador motivacional.
Él considera el juego como la fuerza de transformación
de su vida entera.
Hay otro historial de juego que creo que es un trabajo en progreso.
Aquellos de ustedes que recuerden a Al Gore,
durante su primer mandato y, luego, durante su exitosa campaña
aunque no fue elegido presidente,
pueden recordarlo como alguien rígido y probablemente influenciable.
Al menos en público.
Y mirando a su historia, que está en la prensa,
me parece que, al menos viéndolo con la mirada de un psiquiatra,
gran parte de su vida fue programada.
Los veranos eran difíciles, el trabajo duro en el calor estival de Tennessee.
Tenía las expectativas de su padre senador y de Washington, DC
Y aunque creo que seguramente tenía la capacidad para jugar --
porque yo sé algo al respecto --
creo que no era tan emponderado como lo es ahora,
prestándole atención a su pasión
y su propio impulso interno,
que creo se basa en nuestro historial de juego.
Por lo tanto, yo los alentaría a que hagan a nivel individual,
una exploración tan hacia atrás como puedan
hasta la imagen más clara, alegre y juguetona que tengan.
Ya sea con un juguete, en un cumpleaños o unas vacaciones.
Comiencen a construir a partir de esa emoción
la forma en que se conecta con su vida actual.
Y encontrarán que pueden cambiar de trabajo,
lo que ha sucedido a varias personas cuando les hice hacer esto
con el fin de ser más empoderada a través de su juego.
O serán capaces de enriquecer su vida priorizándola
y prestándole atención.
La mayoría de nosotros trabajamos con grupos, y muestro esto porque
la d.school, la escuela de diseño de Stanford,
gracias a David Kelley y muchos otros
que han sido visionarios al crearla,
han permitido que un grupo de nosotros nos juntemos
y creemos un curso denominado "Del juego a la innovación".
Y verán que este curso es para investigar
el estado de juego de los humanos, similar al del el oso polar y el husky,
y su importancia para el pensamiento creativo.
Para explorar el comportamiento lúdico, su desarrollo y su base biológica.
Para aplicar estos principios, a través del pensamiento del diseño,
para promover la innovación en el mundo corporativo.
Y los estudiantes trabajarán con los socios del mundo real
en proyectos de diseño con una amplia aplicación.
Este es nuestro viaje inaugural.
Comenzamos hace dos meses y medio, tres, y ha sido realmente divertido.
Nuestro alumno estrella, este labrador,
que nos enseñó a muchos lo que es un estado de juego,
y un profesor a cargo muy viejo y decrépito.
Y Brendan Boyle, Rich Crandall - y en el extremo derecho hay una persona que creo
estará asociado con George Smoot por un Premio Nobel - Stuart Thompson,
en neurociencias.
Así que hemos estado, Brendan, que es de IDEO,
y el resto de nosotros a un costado, viendo a estos estudiantes
poner en práctica los principios de juego en el aula.
Y uno de sus proyectos era ver
qué hace que las reuniones sean aburridas,
e intentar hacer algo al respecto.
Lo que sigue es una película hecha por un estudiante
sobre eso.
Narrador: " El fluir es el estado mental de la aparición
en el que la persona está completamente inmersa en lo que está haciendo.
Se caracteriza por una sensación de enfoque activo,
plena compenetración y el éxito en el proceso de la actividad.
Una clave importante que hemos aprendido acerca de las reuniones
es que a la gente se las abarrota una tras otra,
pues le interrumpen el día.
Los asistentes a las reuniones no saben cuándo volverán a la tarea
que dejaron en su escritorio.
Pero no tiene por qué ser así.
(Música)
Algunos jugadores de rol
en este lugar llamado el d.school
diseñaron una reunión, literalmente, que uno se saca de encima cuando acaba.
Sáquese la reunión de encima y tenga la tranquilidad de poder retomarla.
Porque cuando la necesite de nuevo,
la reunión estará, literalmente, colganda en su armario.
La Reunión Ponible.
Porque cuando uno se la pone, inmediatamente tiene todo lo que necesita
para tener una reunión divertida, productiva y útil.
Pero cuando se la quita ...
ahí es cuando empieza la acción real.
(Música)
(Risas) (Aplausos)
Stuart Brown: Así que les propongo a todos
a participar
no en la diferenciación trabajo-juego,
en la que uno dedica tiempo a jugar,
sino infundir su vida
minuto a minuto, hora a hora,
con juegos corporales,
de objetos,
sociales , de fantasía y transformadores.
Y creo que tendrán una vida mejor y más empoderada.
Gracias.
(Aplausos)
John Hockenberry: Me suena que lo que está diciendo es que
puede haber alguna tentación en la gente de ver tu trabajo
y pensar...
Creo que he oído, según mi comprensión psicológica pop del juego,
que de alguna manera,
la forma en que animales y humanos encaran el juego,
es como una especie de ensayo de la actividad del adulto.
Su trabajo parece indicar que es totalmente incorrecta.
SB: Sí, no creo que sea exacta,
y creo que probablemente sea por la enseñanza de los animales.
Si evita que un gato juegue,
cosa que se puede hacer, y hemos visto cómo todo gato manotea cosas,
serían tan buenos depredadores como aquellos que jugaron.
Y si uno se imagina un niño
fingiendo ser King Kong,
un corredor de autos, o un bombero,
no todos se convierten en corredores de autos o bomberos.
Por lo que hay una desconexión entre la preparación para el futuro,
que es cómo la mayoría se siente cómodo al pensar en el juego,
y concebirlo como una entidad biológica diferente.
Y aquí es donde mi seguimiento de animales durante cuatro, cinco años
realmente cambió mi perspectiva de médico a lo que soy ahora,
y es que el juego tiene un lugar biológico,
al igual que lo tiene el sueño y los sueños.
Y si uno mira el sueño y los sueños biológicamente,
los animales duermen y sueñan,
ensayan y hacen algunas otras cosas que ayudan a la memoria
y que son una parte muy importante de dormir y soñar.
El siguiente paso en la evolución de los mamíferos y
criaturas con "neuronas divinamente superfluas"
será el jugar.
Y el hecho de que el oso polar y la husky, o una urraca y un oso
o usted y yo y nuestros perros podamos experimentarlo
establece el juego como algo separado.
Y tiene enorme importancia en el aprendizaje y el desarrollo del cerebro.
Así que no es sólo algo que haces en tu tiempo libre.
JH: ¿Cómo se mantiene - y sé que usted es parte de la comunidad de investigación científica,
y debe justificar las subvenciones y las propuestas como todos los demás --
¿Cómo evita --
y parte de los datos que ha producido, la sólida evidencia que ha producido, es un tema álgido.
¿Cómo evita la interpretación de su trabajo por parte de los medios
o de la comunidad científica de lo que implica su trabajo?
algo así como la metáfora de Mozart,
como: "Oh, las resonancias magnéticas muestran
que jugar aumenta tu inteligencia.
Bueno, encerremos a estos niños en corrales
y hagámoslos jugar durante meses. Serán todos unos genios e irán a Harvard. "
¿Cómo evita que la gente tome ese tipo de acciones
con los datos que usted está desarrollando?
SB: Bueno, creo que la única manera en que sé cómo hacerlo
es acumulando a los asesores que tengo:
que van desde profesionales
que pueden establecer a través de la improvisación o payasear o lo que sea
un estado de juego.
Así que la gente sabe que está allí.
Luego se consigue un especialista en resonancia funcional, a Frank Wilson,
y consigues otros científicos duros, incluyendo neuroendocrinologos.
y los reúnes en un grupo enfocado en el juego,
y es muy difícil no tomarlo en serio.
Por desgracia, no se ha hecho lo suficiente
como para que la Fundación Nacional de Ciencias, el Instituto Nacional de Salud Mental
o cualquier otra lo vea realmente de esta manera: en serio.
Me refiero a que no hay nada como el cáncer o las enfermedades del corazón
asociados con el juego.
Y, sin embargo, yo lo veo como algo igual de básico para la supervivencia, a largo plazo,
como aprender algunas de las cosas básicas acerca de la salud pública.
JH: Stuart Brown, muchas gracias.
(Aplausos)