Hoy quiero compartir con Uds.
un gran secreto.
Y no es algo que la mayoría
de Uds. quiera oír.
Pero a su vez, es algo
tan importante, que debo hacerlo.
Y ese secreto es el siguiente:
¿Qué pasaría si les dijera que
cada día que los niños pasan en el
colegio, se vuelven menos inteligentes?
¿Cómo es posible?
En el colegio, los niños
aprenden cosas, ¿verdad?
Y acumulan más conocimiento.
En todo caso, deberían estar
volviéndose más inteligentes.
¿Cómo es posible que ocurra
todo lo contrario?
¿De qué estoy hablando?
Bueno, realmente espero poder
ilustrarles esto hoy.
Antes de cumplir 14 años, yo era un niño
no sabía que quería para su vida.
Generalmente, cuando le preguntas
a un niño de 5 o 6 años,
"¿Qué quieres ser cuando seas grande?",
este responderá, "astronauta"
o "empresario".
Yo quería ser jugador
profesional de Call of Duty.
(Risas)
Y como no tenía idea de qué quería
ser cuando fuera grande,
simplemente hacía caso a mis padres
la mayor parte del tiempo.
Confiaba en que ellos sabían
qué era lo mejor para mí.
Ellos esperaban de mí
lo que cualquier padre espera
de sus hijos:
ve al colegio, consigue buenas notas,
ve y haz ejercicio una vez
cada un par de años.
(Risas)
Y yo intentaba hacer todo
lo que ellos me pedían,
pero el problema era que ni siquiera
era tan bueno en el colegio.
Era terrible para las ciencias,
no era capaz siquiera de escribir
una redacción de 5 párrafos.
Hasta el día de hoy, aún creo que
soy el único niño asiático en el mundo
que no comprende las matemáticas.
(Risas)
De verdad lo creo.
Pero cuando cumplí 14 años,
todo eso cambió.
Ya no era un globo aerostático
que flotaba por el espacio,
ahora era como un jet supersónico
volando hacia mi destino
a 80 000 km por hora.
Y este cambio comenzó cuando
recibí un sobre junto con el correo.
Era una invitación, no para
una fiesta de cumpleaños,
no recibí nada de eso,
tampoco para un patio de juegos,
sino para una competencia de planes
de negocios en Boston.
Y sentí curiosidad, sentí tanta
curiosidad, que debía ir.
El director del programa nos explicó
que a lo largo de 5 meses,
deberíamos formar un equipo,
desarrollar una idea de negocio,
y presentar esta idea
ante un panel de jueces
que juzgarían
cuán buenos eran nuestros trajes, y cuán
buenas eran nuestras ideas de negocios.
Y en resumen, en esos 5 meses
formé un equipo, desarrollé una idea
y sorprendentemente terminamos
ganando la competición y
llevándonos un cheque a casa.
Y ese solo evento
despertó el interés
que hizo que fuera a más y más
competencias como esa.
Durante los 2 años siguientes
de mi vida,
fui a docenas y docenas
de competencias,
y las estaba ganando a casi todas.
Y descubrí que me gustaba tanto ir
no solo porque me gustara ganarlas,
sino también porque tenía una
pasión sin descubrir.
Y esa pasión era la de crear cosas.
Porque lo único que mi equipo
hacía de manera diferente
de los demás equipos,
en cada competencia, era que,
mientras todos subían y presentaban
su idea y su PowerPoint,
nosotros íbamos a una tienda,
comprábamos suministros, y construíamos
la idea que estábamos presentando.
Y los jueces estaban
muy sorprendidos
por el hecho de que un grupo de
adolescentes pudiera ir y crear cosas,
construir prototipos y productos
mínimamente viables.
Y ganamos casi todas
las competencias
solo porque los jueces amaban que
pudiéramos ejecutar estas ideas.
En una de estas competencias
conocí a un polaco de mediana edad
con cara de pocos amigos, llamado Frank.
Si él se encuentra aquí hoy,
más vale huyo después de esto.
(Risas)
Él se acercó a nosotros, echó un vistazo
a nuestro prototipo, y dijo:
"Yo puedo ayudarlos a convertir
esto en una compañía de verdad".
Imagínenselo.
¿No es estupendo?
Un grupo de jóvenes de 16 años,
que saldrían al mundo
a crear una nueva tecnología.
Al principio todos pensábamos,
"Bien, es hora de ser Steve Jobs,
construyamos Apple,
abandonemos el colegio".
Pero nos dimos cuenta de
que no era tan sencillo.
Así que, no dejen el colegio antes de
asegurarse de que tienen una buena idea.
Pero... (Risas)
descubrimos que el primer paso
para crear una gran compañía
es formar un equipo excelente.
Y como estudiantes,
no podíamos hacer contactos en bares,
o en eventos para adultos,
por lo que fuimos al colegio
y montamos esta pequeña
presentación en el auditorio,
donde mostramos nuestra idea y esperamos
que alguien se sumara a nuestro equipo.
Enviamos una invitación
a todo el colegio.
Y lo primero que notamos
fue que nadie se presentó.
Casi no había interés.
Y los que sí se presentaron,
difundieron el rumor,
y durante esa semana se burlaron
de nosotros,
se rieron de nuestras ideas y de que
quisiéramos parecernos a Mark Zuckerberg.
(Risas)
Y, lo que gracioso es que, a la semana
siguiente, llevamos la misma presentación
a los primeros cursos del colegio, así que
los niños eran 5 o 6 años menores.
Y la respuesta fue fenomenal.
Estos niños nos daban
su dinero del almuerzo
preguntándonos si podían
comprar un prototipo.
(Risas)
Nos preguntaban sobre nuestro
valor "pre-money",
que sé que Uds. conocen por
mirar Shark Tank,
pero era fascinante cómo estos
niños conocían tales términos
cuando probablemente eran muy pequeños
hasta para pronunciar estas palabras.
Eso me inspiró enormemente.
Y creo que eso es lo que ha logrado
nuestro sistema educativo.
En tan solo esos 5 o 6 años dentro
del sistema educativo,
estos niños creativos
se han convertido en esos jóvenes
incapaces de pensar fuera de la norma.
Así que regresemos a ese secreto
del que les hablaba.
¿Cómo es posible que el colegio haga que
los niños sean menos inteligentes?
El hecho es que hay mucho más
que solo un tipo de inteligencia.
Si bien el colegio puede hacerte
inteligente en lo académico,
te puede enseñar sobre física,
álgebra, cálculo,
también está reduciendo la
inteligencia creativa en los niños.
Les está enseñando a pensar
de una cierta manera,
a seguir cierto camino en la vida,
les está diciendo:
ve al colegio, gradúate,
ve a una buena universidad,
encuentra un empleo estable,
y si no haces eso,
no tendrás éxito.
Y si eso fuera cierto, ¿cómo
es que estoy parado aquí hoy?
¿Cómo hice yo,
un estudiante regular,
para crear una compañía
tecnológica a los 16 años?
¿Y cómo es que mi compañía, que fue
mencionada en el Wall Street Journal,
supera a algunas de las creadas por
graduados de Harvard y Stanford?
Debe ser gracias a algo que
no puede medirse
solamente mediante la
inteligencia académica.
Así que, esto es lo que pienso.
Padres, docentes, educadores,
Uds. tienen el poder para
influenciar e inspirar a los jóvenes.
La realidad es, que hay mucha
gente allí afuera
obsesionada con decirles
a los niños
que vayan a la universidad y encuentren
un buen trabajo, que sean "exitosos".
Pero no hay demasiados
que les digan
que exploren las posibilidades,
que sean emprendedores.
Y si hay algo que quiero que
los padres, niños, y todos Uds.
se lleven de lo que
he dicho hoy aquí,
es que cada uno puede abrir
sus propias puertas,
que pueden desviarse
de este camino convencional,
limitado y angosto que
la educación nos impone.
Cada uno puede divergir
y crear su propio futuro.
Pueden crear sus compañías,
u organizaciones sin fines de lucro.
Pueden crear, pueden innovar.
Y si hay un mensaje que
quiero que se lleven
de todo lo que he dicho, es esto:
nunca nadie cambió el mundo
haciendo lo que el mundo
le dijo que hiciera.
Gracias.
(Aplausos)